Como corolario de este año se ha dado un gran paso: se inauguró el tramo de la Ruta Nacional 7 que estuvo bajo el agua producto del desborde de la Laguna La Picasa. Estos 11 km que se encontraban interrumpidos desde el 2017, finalmente fueron liberados al tránsito. Una obra esperada. La perseverancia del intendente de Rufino, Natalio Lattanzi y del presidente Comunal de Diego de Alvear junto con el trabajo de Vialidad Nacional lograron terminar con los casi tres años de aislamiento.
Si bien hay obras que se terminaron, también permanecen otros temas que no se logran superar. Como la seguridad vial, que nuevamente consiguió la primera plana de los diarios a partir del siniestro que sufrió el micro que trasladaba egresados de un colegio primario. Cuando los involucrados son niños o jóvenes, sensibilizan aún más a la sociedad. ¿Por qué se producen los eventos de esta magnitud? Se cuestiona la infraestructura, pero la mecánica del vehículo y el factor humano están pendientes de controles.
La pregunta en realidad es: ¿Cuántos siniestros más deberán pasar para proceder a un mayor control? Los ómnibus de doble piso hace años fueron cuestionados, pero aun así siguen recorriendo las rutas. Someterlos a un análisis de estabilidad, sería lo más conveniente. Quizás un organismo como el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) podría dar la aprobación o no de la seguridad de esta clase de vehículos. Siempre ocurren fatalidades, pero hoy se cuenta con tecnología para efectuar un seguimiento del personal responsable en la conducción. Una capacitación adecuada o un control permanente de rigor evitarían seguramente más pérdidas.
Así, se necesita un debate y un programa de normalización aplicable que aliente los foros de discusión para poder tomar las decisiones progresivas respecto al tema. Debatir y actuar para que no aumenten los siniestros viales.
En este tema, como en otras áreas de la infraestructura, la capacitación se convirtió el gran desafío para mantener el conocimiento y la motivación. Y así, poder involucrarse.
Para el próximo 2020 nuevos retos nos esperan. Con la mente abierta a los cambios, involucrándonos en el hacer cotidiano y proyectando nuevas ideas. Planificar y ejecutar es nuestro objetivo.
Por su parte, en este año vivido, hemos cosechado amigos de gran valor, de los cuales estamos muy agradecidas por acompañarnos y confiar en nuestras ideas que pudimos llevar adelante. Porque no sólo se trata de crear y pensar, sino de llevar todo a la práctica.
Los colaboradores han realizado una gran tarea y mantienen el estándar de la publicación. Y
nuestros anunciantes hacen que, año tras año, integremos un círculo mayor. Las redes son también una gran ayuda para difundir y hoy se convirtieron en nuestras aliadas.
Atravesamos caminos no siempre fáciles, pero superamos para seguir hacia el escalón siguiente.
Paso a paso se llega a las metas y siempre habrá una nueva, porque no hay un final del camino. Siempre se convierte en un comienzo. Interesante concepto para trabajar en este sector.
Nos queda desearles una Feliz Navidad con sus seres queridos y que el próximo año logren concretar sus sueños.
Hasta la próxima.
