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El uso del suelo y el transporte. Segundo capítulo

Crónicas sobre el tránsito. Por el Ing. Oscar Fariña.
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EDITORIAL

Crónicas sobre el tránsito. Por el Ing. Oscar Fariña.

Continuamos en este capítulo con el tratamiento del uso del suelo en relación con la planificación urbana, y en particular con la organización del transporte. Hemos analizado en el artículo anterior, la evolución poblacional de nuestro país y la evaluación de la problemática que implica en particular un conglomerado humano como el que se distribuye en la Región Metropolitana de Buenos Aires y seguiremos ahora con la Provincia.

La distribución poblacional en la provincia de Buenos Aires
Si bien la problemática del uso de la tierra en la Región Metropolitana de jurisdicción provincial, presenta características similares a las de la Ciudad de Buenos Aires, su administración se lleva a cabo desde el gobierno con sede en la Ciudad de La Plata conjuntamente con el resto de su territorio, que a su vez integra ese gran accidente geográfico como es la Pampa Húmeda, zona ésta que también abarca a las provincias vecinas. (Ver Figura N° 1)
La delimitación de las fronteras interiores de las provincias de la región, se realizó hace ya muchos años, cuando la situación de los confines de estas ricas tierras actuales, era completamente distinta y su establecimiento se llevó a cabo en su mayoría, mediante líneas rectas en coincidencia con mediciones de longitud y latitud que no es ahora el momento de analizar. No obstante, los resultados consecuentes evaluados desde la óptica actual para el caso de Buenos Aires, son dignos de ser replanteados, toda vez que constituyen un franco desequilibrio comparado con las de las restantes provincias, tanto en lo referido a extensión, población, organización administrativa, rep

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resentación ante el gobierno nacional, etc.
Esta Provincia tiene una extensión de 307.571 km² y si se compara con la superficie del país (2,78 millones Km²), representa un 10,72 % de ese total. Su capital, La Plata se encuentra muy cerca de la Capital Federal integrando la zona periurbana del conglomerado metropolitano. En cuanto al centro de gravedad poblacional provincial, puede estimarse en una ubicación próxima a la citada Región, precisamente por el peso específico de la cantidad de residentes en ella. No obstante, esta aparente ventaja, no lo es tanto bajo el punto de vista de la planificación global del territorio; ya que esta concentración significa un alto costo social en la utilización de los recursos disponibles y una afectación del uso racional de la tierra. Esta configuración del territorio se ha mantenido a través de mucho tiempo sin cambios, respecto a su distribución histórica de los últimos 100 años, por lo que se estima imprescindible hacer una detenida evaluación hacia su organización futura. Véase por ejemplo, que un ciudadano que vive en la localidad de Carmen de Patagones y debe trasladarse hasta La Plata, le implica viajar 980 km.
A este respecto, conviene hacer una reflexión, en relación a que el tema del uso de la tierra viene siendo evaluado a nivel internacional con un profundo replanteo, que merece ser tenido en cuenta, más allá que los acuciantes conflictos actuales, tanto económicos como sociales, puedan hacer que las decisiones políticas posterguen estos estudios para mejores épocas.
Sin embargo, tal como lo he citado en el artículo anterior, en un documento que había presentado en el X Congreso de Vialidad y Tránsito del año 1985, también desarrollé un tratamiento en particular de la geografía de la Provincia. Traigo esto a colación, a fin de hacer un aporte a las autoridades del gobierno, que vienen luchando incansablemente con problemas de tal magnitud, que superan toda lógica, frente a las dimensiones de la geografía humana de este territorio. Dicha propuesta consistía en dividir la Provincia en tres partes, conforme se detalla a continuación con los registros poblacionales del censo 1980. Si bien esto ha perdido actualidad por la antigüedad de las cifras consignadas, entiendo que resulta una buena base para encarar nuevos estudios al respecto.

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Si bien puede ser que la propuesta parezca algo arbitraria, es conveniente analizarla bajo el punto de vista de una optimización de la organización política y de muchos de los intereses regionales que se expresan de variadas formas. Cito como ejemplo, el caso del Diario La Nueva Provincia, uno de los más antiguos del país que, a la fecha de su fundación en el año 1898, adoptó ese nombre en base a que existía precisamente un proyecto de ley para crear un nuevo territorio dividiendo la provincia, separándola del poder central, estableciéndose a Bahía Blanca, eventualmente como su capital.
En la Figura N° 2 se tiene a la provincia de Buenos Aires con la división de 135 partidos actuales y el trazado tentativo que se había planteado en el documento ya mencionado, de los límites de la organización de tres nuevas provincias.
Asimismo, lo cito a modo de aclaración pero de ninguna manera vinculante con el tratamiento, es la integración del partido de Carmen de Patagones al sur del Río Colorado a la provincia de Río Negro, tal como de alguna forma se avanzó con la propuesta de establecer la nueva capital del país en la ciudad de Viedma. A propósito de ello, recuerdo la manifestación de un funcionario de aquel entonces que planteaba la necesidad que Buenos Aires debía continuar siendo un estado ribereño del Río Negro.
Para mejor ilustrar, se acompañan los valores resultantes en cuanto a los registros poblacionales según el censo 1980, de las tres nuevas provincias propuestas sobre los 122 Partidos de ese entonces:
-Provincia del Plata: integrada con los 19 partidos de la entonces Gran Buenos Aires (6.843.201 habitantes) y los 15 partidos limítrofes del norte hasta la ciudad de San Nicolás (723.472 habitantes).
Total: 7.566.673 habitantes (69,64 % del total).
Se aclara que en el documento citado se había considerado la integración de la ciudad de Buenos Aires, como una forma de disponer de su autonomía, lo que fue implementado en años posteriores
-Provincia de Buenos Aires Norte: integrada con los 65 partidos del norte de la Provincia limitando hasta Santa Fe, Córdoba y La Pampa.
Total: 1.986.480 habitantes (18,28 % del total).
-Provincia de Buenos Aires Sur: integrada con los 25 partidos del Sur de la Provincia (1.288.119 habitantes), a los que se agregan el partido de Carmen de Patagones (24.136 habitantes).
Total: 1.312.255 habitantes (12,08% del total).
Total población año 1980: 10.865.408 habitantes.
En el censo del año 2010, el total de la población ascendió a 15.625.083 habitantes, es decir que se registró un incremento de un 43,80 % respecto al censo 1980.
De una evaluación de los valores medidos por partido, puede determinarse que la sección que hemos denominado como provincia del Plata ha tenido un aumento superior al 50%; no obstante, de encararse una política como la descripta, el país podría contar con dos nuevas provincias que con un activo programa poblacional dispondrían en el futuro, de registros de unos 300.000 de habitantes, es decir con niveles compatibles con las actuales provincias de mayor envergadura. De esta forma se puede proyectar una progresiva descongestión del área metropolitana y facilitar las acciones de gobierno desde la metrópolis La Plata.
Además, la propuesta era acompañada por la construcción de nuevas ciudades, especialmente las capitales de las nuevas provincias, Buenos Norte y Sur, permaneciendo la de La Plata como sede de la Provincia Del Plata.
A fin de comparar las divisiones propuestas con la situación actual, véase la distribución geográfica de los partidos agrupados por secciones electorales en la Figura N° 3, que guardan una relación muy aproximada con el proyecto de subdivisión del territorio en nuevas provincias.
A este respecto, se debe advertir que en nuestro país, prácticamente no se han fundado nuevas ciudades en los últimos 50 años, y las experiencias que se pueden registrar son insignificantes tal los ejemplos de la localidad de El Chaltén, en la provincia de Santa Cruz y la ciudad de La Punta, en la provincia de San Luis. Debe aclararse que en este caso deberían computarse los asentamientos poblacionales que se crean en la inmediaciones donde se desarrollan grandes emprendimientos como la construcción de diques, explotación de petróleo, minería, etc. tema éstos que van a ser tratados en próximos capítulos.
Si bien algunas ciudades han registrado crecimientos explosivos, no puede dejarse de mencionar tantos pequeños pueblos que se han transformado en localidades insignificantes, tal como lo analizamos más adelante.
Es interesante mencionar el ejemplo de la República Popular China, donde esta problemática alcanza niveles que afectan nota

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blemente el medio ambiente, y como resultado de ello se destacan las acciones de Estado en cuanto a la aplicación de políticas de mejorar el nivel habitacional de la población, muy especialmente en el ámbito rural, en cuanto a la creación permanente de nuevos conglomerados urbanos de hasta más de 1.000.000 de habitantes cada uno.
El uso de la tierra en la provincia de Buenos Aires
En su extensa geografía, que comprenden en la actualidad 135 Partidos (124 municipios en 1980), se dispone como mínimo en cada uno de ellos, de una ciudad cabecera donde residen las autoridades locales, que conviven con numerosas pequeñas y mediadas localidades, muchas ellas que se desarrollaron alrededor de una estación de ferrocarril de la amplia red que surcaba La Pampa, gran parte de la cual, fue abandonada y toda su infraestructura se fue deteriorando hasta transformarse en chatarra inservible. Esto tuvo como consecuencia, como ya se sabe sin necesidad de destacarlo aquí, que ello conllevó la progresiva desarticulación social, con una migración de los habitantes a las ciudades más grandes, como así también desde éstas hacia los grandes centros de urbanos.
Recuerdo que a mediados de los ochenta, viajé con mi padre a una pequeña población del municipio de Junín, llamada Agustina, donde él había transcurrido su infancia. La estación allí ubicada, perteneciente al ramal ferroviario que unía precisamente la ciudad de Junín con un collar de pequeños poblados hasta la estación Villa Cañás, en la provincia de Santa Fe, había sido remodelada a nuevo, dentro de las actividades programadas por las autoridades que habían organizado un concurso para premiar precisamente a la mejor estación por su estado de conservación. Está demás decir, que fue elegida Agustina. Años después, retorné al lugar y la estación estaba en un estado total de abandono.
En esos años, se había establecido una dura polémica por el costo que significaba el mantenimiento de la extensa red de los trenes, tanto de carga como de pasajeros, que surcaban el país, dentro de un contexto de competencia entre el transporte por carretera y el ferroviario. Un polémico periodista de ese entonces, en su programa radial matutino la incentivaba, dirigiéndose a un personaje ficticio, que con el nombre de Doña Rosa representaba simbólicamente a alguien que por su educación, no podía entender de economía política; se hizo famoso el planteo que cada día que pasaba se perdía un millón de dólares en el mantenimiento de los ferrocarriles.
Lo más grave fue, que con el tiempo, desde las más alta jerarquías del Estado, tomaron seriamente el planteo citado y en una de las tantas peleas con el sindicalismo de la Unión Ferroviaria, sellaron el futuro que se sintetizó en una famosa frase, que por patética me cuesta repetirla, refiriéndose a las líneas ferroviarias: “Ramal que para, Ramal que cierra”. El resultado significó prácticamente la destrucción de gran parte de la infraestructura ferroviaria, que fue concesionada en forma irregular a varios grupos empresarios y sólo después de más de 20 años consecutivos de atraso, la situación en el último decenio, se empezó a revertir muy lentamente, a partir de tragedias que costaron la muerte de numerosas personas. Esta toma de conciencia se viene reflejando en las acciones que se llevan a cabo dentro de programas con visión de futuro; tal el ejemplo del Plan Belgrano para el transporte de cargas.
Aquí, quiero vincular lo expuesto precisamente con el tratamiento del uso de la tierra. Nuestras generaciones anteriores de argentinos, llevaron a cabo una titánica tarea de poblar el territorio, construyendo pueblos y vinculándolos con los ferrocarriles, trasladando pobladores tanto naturales como inmigrantes hacia todos los confines, explotando los recursos naturales, produciendo riqueza, etc., ocupando los espacios generosos de nuestro país. Ello no fue fácil, sino que significó un esfuerzo que debemos honrar de nuestros predecesores, tal como puede apreciarse tal vez en forma dolorosa y recomiendo su relectura del: “Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas a comienzos del siglo”, de Juan Bialet-Massé.
Asimismo, el costo que ha implicado la construcción de los ferrocarriles, nos obliga en nuestra responsabilidad de conservar, mantener y perfeccionar esta poderosa herramienta de desarrollo y no plantear perversamente que nos podemos gastar montos insignificantes al sostenimiento operativo de la infraestructura. Sin embargo, este tipo de polémica no es nueva y su continua discusión nos permitirá encontrar los caminos necesarios para la optimización de los recursos. Un ejemplo de lo conflictivo que ha sido la construcción de los ferrocarriles en el pasado puede apreciarse muy bien en el libro de Raúl Scalabrini Ortiz, “Historia de los ferrocarriles argentinos”.
Volviendo al uso del suelo, es indudable que en esta Provincia, resulta imprescindible un reordenamiento poblacional y donde se debe cambiar la tendencia de concentración de habitantes en zonas muy urbanizadas, donde en muchos casos residen miles y miles de personas en viviendas precarias que no nos merecemos como país, promoviéndose el desplazamiento hacia nuevos complejos habitacionales.
Por ello es que propongo, llevar a cabo un plan que alcance a la totalidad de los municipios, especialmente los que no pertenecen a la Región Metropolitana, con un programa de construcción de viviendas, tanto en ciudades existentes como en nuevas localidades. En particular, respecto a estas últimas, me refiero al desarrollo de complejos en las inmediaciones de los pueblos existentes, tal el caso de la ya mencionada Agustina, donde también se puede rehabilitar el transporte ferroviario en el ámbito municipal o de corta distancia con ferrocarriles de pasajeros del tipo ligero.
Dos aclaraciones al respecto. La primera es referida a lo que se escucha en estos casos sobre la factibilidad de proveer a los nuevos residentes de trabajo. Mi experiencia personal, que es muy frecuente descubrir situaciones en las que resulta muy difícil obtener mano de obra calificada e incluso para tareas más sencillas. Obsérvese que para construir las citadas viviendas, en un ejemplo que he observado en una pequeña localidad, fue necesario traer albañiles externos y hasta digo extranjeros.
La otra aclaración se relaciona con las políticas del propio Gobierno de la Provincia, en particular con el Ministerio de Asuntos Agropecuarios. Es indudable que, entre las misiones y funciones de dicha repartición, está el velar por la adecuada aplicación de las acciones de promover las correctas actividades en el desarrollo del campo. En una conversación con algún funcionario vinculado a este quehacer, éste me expresó no estar muy de acuerdo con la modificación del uso de las fracciones lindantes a una zona urbana, cambiando el actual destino codificado como rural al de periurbano, para precisamente ir ampliando la geografía de viviendas de la localidad. Es indudable que si bien se afectaría mínimamente la producción del rubro, destinándose los mismos a una mejora urbana importante, no es menos cierto que dichas propiedades por su emplazamiento tiene muchas restricciones para ser utilizadas en actividades agrícolas, como ser el uso de herbicidas, etc., por lo que cambiar el uso de la tierra en este caso promueve el bienestar general.
Para terminar aquí, reitero como ya lo he hecho, que con estas propuestas se abre un panorama amplio de debate, por lo que invito a los lectores a continuar con la discusión de esta problemática en las próximas ediciones y de ser posible me hagan llegar sus opiniones al correo de esta Revista, para su publicación.
Que todo sea para mejor. Hasta la próxima.

NOTA DEL AUTOR
A propósito de la información que nos hizo llegar un lector de la Revista en relación a la problemática del Uso del Suelo, y por estar la misma en relación directa con la Provincia de Buenos Aires, es que acompaño el siguiente comentario:
En el Artículo de esta Edición se habla de la pequeña Localidad de Agustina en las inmediaciones de la Ciudad de Junín y el abandono de las instalaciones ferroviarias de la Estación del lugar. Recientemente se publicó la muy buena noticia que en la Localidad de Mechita, en el Partido de Bragado distante unos 100 km de Agustina, se estaba desarrollando un importante emprendimiento con la restauración y rehabilitación de los Talleres del Año 1904 que permanecían cerrados desde hace 7 años.
Mediante un llamado a Licitación a principios de este año, la empresa de origen ruso Transmashholding (TMH) ganó la concesión por 3 años, para la reparación de 24 Locomotoras Diesel y 160 coches por un monto aproximadamente 30 millones de dólares.
Este feliz acontecimiento en línea con todo lo propuesto precedentemente respecto al uso de la tierra, tal vez se resuma en las palabras pronunciadas por la Sra. Gobernadora María E. Vidal: “Estamos muy felices con recuperar este lugar. Con eso tenemos futuro, más allá de las dificultades”.