Entrevista a Gonzalo Mórtola, interventor de la Administración General de Puertos (AGP) quien en diciembre de 2018, presentó junto al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich el nuevo Plan de Modernización del Puerto Buenos Aires.
-¿En qué consiste la renovación del Puerto de Buenos Aires?
Gonzalo Mórtola: Si miran una foto cenital del puerto, de 1900 o del 2016, van a ver que la infraestructura está igual, sin cambios. Sólo se invertía en mantenimiento, pero nunca se había avanzado en obras que nos permitan competir y captar más carga, no había un plan a futuro o políticas públicas portuarias que potencien el comercio exterior de nuestro país.
Cuando asumimos la gestión lo hicimos con la convicción de que teníamos que trabajar para generar más proyectos, captar nuevos mercados y atraer más cruceros, había que romper el status quo que se había instalado por tantos años.
Hoy sabemos que con el vencimiento de las concesiones de las terminales portuarias, estamos frente a una oportunidad histórica de cambio. Por eso, estamos renovando el puerto con un diseño flexible y moderno, capaz de adaptarse a las necesidades de nuestro país en los próximos cincuenta años. Estamos avanzando hacia un puerto competitivo, eliminando costos extras y transparentando tarifas, implementando tecnología y procesos de manera sustentable.
Además, queremos devolverle el puerto a la comunidad y que sea un espacio para que los argentinos disfruten del río, que deje de ser un lugar hostil y poco amigable. Estamos generando espacios verdes, mejorando la iluminación y trabajando con el sector privado para mejorar todo el entorno portuario.
-¿Qué falencias y/o problemas se tuvieron en cuenta a la hora de armar este nuevo plan?
G.M.: Este plan es el resultado de años de trabajo en equipo, de reuniones con todos los actores y representantes del sector, de conocer cuáles eran las necesidades y los problemas que se enfrentaban a diario. En AGP contamos con un equipo de profesionales altamente capacitado y además nos asesoramos con quienes más saben del tema a nivel mundial como el puerto de Rotterdam y de Valencia.
Por un lado, vamos a potenciar las fortalezas de nuestro puerto, que tiene un hinterland muy amplio, consolidado y una ubicación estratégica en la Hidrovía Paraná-Paraguay, que sumado al excelente trabajo que el Ministerio de Transporte está realizando en la recuperación de los ferrocarriles, mejora de rutas, impulsando la creación de terminales portuarias interiores y con la construcción de la terminal exterior, vamos a modernizar la infraestructura, disminuir los tiempos y costos logísticos. Eso va a generar nuevos mercados.
El plan está desarrollado de un modo integrado con los proyectos que ya están siendo ejecutados por Nación y Ciudad. Por eso, hay que interpretar este Plan de un modo holístico. El Paseo del Bajo, por ejemplo, va a tener un acceso exclusivo a nuestro puerto y nuevos espacios verdes, todo estará en línea con las obras que estamos haciendo para el disfrute de toda la comunidad y las que se están haciendo en el Distrito Joven, en Costa Salguero.
-¿Cuáles son los objetivos clave en esta renovación?¿Qué se busca?
G.M.: Estamos trabajando para recuperar el rol de puerto líder en la región. Para que te des una idea, entre el 2000 y el 2018, la carga total en los puertos de Uruguay y Brasil creció más del 200%; mientras que nosotros sólo lo hicimos en un 52%, eso es el resultado de la falta de inversión en infraestructura y de la implementación de políticas públicas portuarias, sostenibles en el tiempo. Hoy, con mucho trabajo y esfuerzo estamos revirtiendo esta tendencia.
Vamos optimizar la logística nacional, a duplicar la capacidad de carga del puerto y a generar nuevos espacios portuarios, sin afectar el trabajo normal del puerto. Así, vamos a potenciar las economías regionales y el comercio exterior de nuestro país.
-¿Cuál es la inversión total de la renovación?
G.M.: La inversión total será de 1910 millones de dólares, compartida entre un privado que aporta 1.370 millones de dólares en obras y equipamiento, y 540 millones de dólares del Estado que se va a invertir en infraestructura: relleno y pavimentación.
En los primeros 10 años, el ganador de la licitación invierte obligatoriamente 760 millones de dólares y, en el mismo período, el Estado invierte 300 millones de dólares.
-¿Cómo va a ser financiada?
G.M.: Es un plan de 50 años y que está dividido en cuatro etapas, la última de ellas atada a disparadores según el volumen de carga. Contemplando esta última, el Estado va a invertir 540 millones de dólares y el privado 1.370 millones de dólares.
-¿Qué papel va a cumplir la tecnología en este nuevo plan?
G.M.: Vamos a utilizar lo último en tecnología, apuntamos a un diseño flexible de las infraestructuras portuarias, que se adapte fácilmente a los cambios de la industria y que nos permita lograr un puerto seguro y sustentable.
-¿Cuáles son las principales herramientas tecnológicas que se van a implementar?
G.M.: Ya hemos avanzado mucho en cuanto a la implementación de tecnología. Cuando llegamos en diciembre de 2015 todo lo que es giro de buques, por poner un ejemplo, se hacía con planillas y un pizarrón. Hoy, el giro se pide por Internet y si se necesita cambiarlo se hace del mismo modo.
Estamos avanzando mucho en la desburocratización y despapelización. Por medio del VUCE, estamos licitando el Port Community System, una ventanilla única virtual para que puedan realizar los trámites por ese medio. Implementamos una página de reclamos, algo que parece tan simple y sin embargo que no se había hecho nunca. Antes por año se resolvían 10 reclamos y ahora, con este sistema que lo haces desde el teléfono o computadora, recibimos más 700 y ya resolvimos 600 sólo en 2018, los demás están en curso y las personas pueden ir siguiendo su evolución de manera virtual.
Queremos que ya no sea necesario venir hasta acá, con todos los papeles a cuesta y que si te falta uno o una firma tengas que volver otro día. Nos adherimos al TAD (Trámites a Distancia), así que hay trámites que ya podes hacerlos desde una computadora como la inscripción de proveedores o los manifiestos de carga, antes se traían planillas que se controlaban a mano, ahora se mandan por mail. Entendemos que facilitar estas cosas también es modernizar el puerto y además transparentar los procesos.
Compramos boyas con un sistema AIS que permite tener ubicación en tiempo real de los barcos, teniendo mayor control y seguridad de lo que pasa en nuestra jurisdicción. Y en la terminal exterior que se está construyendo se van a instalar grúas más modernas, sobre un muelle corrido y van a permitir atender más buques en simultáneo, así van a poder cargar y descargar los contenedores más rápido.
-¿Cuántos empleados tiene hoy el puerto?
G.M.: Actualmente en las terminales hay cerca de 1.500 empleados y, en óptimas condiciones, el puerto podría funcionar perfectamente con 1.050 aproximadamente.
-A partir de esta renovación, ¿Se van a ampliar los puestos de trabajo directos e indirectos?
G.M.: En cuanto a la generación de puestos de trabajo indirectos, al duplicarse la capacidad de carga del puerto, al recibir más buques y al potenciarse el comercio exterior del país entendemos que sí, que la modernización del puerto va a dinamizar las economías regionales generando más puestos de trabajo.
-¿El nuevo puerto va a ampliar el destino y la llegada de productos? ¿Qué cifras esperan?
G.M.: El plan a largo plazo está dividido en distintas etapas. Finalmente, el puerto va duplicar su capacidad total de carga, llegando a 3.1 TEUs anuales. Hoy, ya estamos moviendo más carga que años anteriores, recuperamos el 50% de carga de trasbordo paraguaya que había migrado a otros puertos, estamos trabajando con empresas de Bolivia para que hagan lo mismo y crecimos un 9% en carga total respecto al 2017.
También estamos acompañando el desarrollo de la Terminal Portuaria Interior de Córdoba, que tiene un potencial enorme y es un modelo que puede implementarse en otros lugares, permitiendo a las provincias representar in situ la operativa portuaria para que el contenedor llegue a nuestro puerto listo para cargar a los buques transoceánicos. Esto baja mucho los costos y ahorra tiempos.
-¿Son competencia otros puertos, como por ejemplo el de La Plata?¿O se pueden complementar a partir de la división de productos?
G.M.: Entendemos que al duplicar la capacidad de carga del puerto, implementar políticas públicas portuarias, captar nuevos mercados y generar las condiciones necesarias para que se exporte más, vamos a tener un mayor flujo de carga a nivel regional que se va a distribuir entre los distintos puertos.
Más allá de eso, la competencia es algo que nos impulsa a mejorar. Estamos constantemente subiendo la vara y mirando qué podemos aprender de los puertos de nuestro país y de la región, viendo qué tenemos que cambiar y qué mantener para que los productores, tanto de nuestro país como de Paraguay y Bolivia, nos sigan eligiendo. Actualmente, gracias al esfuerzo de los últimos años, al aplicar lo que aprendimos intercambiando experiencias con otros puertos en la feria Intermodal, Navejistic, en AAPA; a compartir espacios de diálogo y mesas de trabajo y; obviamente, a las medidas implementadas, la carga de trasbordo aumentó un 477% en volumen entre 2016 y 2018 y logramos revertir la tendencia que tenía el puerto hasta ese momento, de números negativos, de carga que migraba a otros puertos y, en sólo dos años, crecimos un 12% en carga total del puerto y recuperamos un 50% de la carga de trasbordo que había migrado a otros.
-¿En qué etapa se encuentra este plan de renovación?
G.M.: Esto es algo que ya está pasando. Es una obra que ya empezó y está avanzada. Tenemos 11 hectáreas de relleno ganadas al río al norte del sexto espigón y 9 en dársena F que serán utilizadas para generar nuevas áreas logísticas. Esto es algo que va a beneficiar a todo el país, somos el único puerto nacional que tiene Argentina y nuestro foco de trabajo es que los beneficie a todos y permita que el trabajo y los productos argentinos se luzcan en todo el mundo.
