*Por la Lic. Ailén Díaz, Gerente de Ventas y Representaciones Metalloy SRL.
Argentina se enfrentará a un escenario global complejo, sumado a la recesión y la vulnerabilidad existente. Hoy el mundo se encuentra frente a una coyuntura sanitaria, social y económica de gran impacto, debido al COVID-19, lo que genera incertidumbre en las organizaciones. Sin importar a qué rubro pertenezcan las empresas, la crisis impactará en la operación del negocio, haciendo el camino cuesta arriba para todas las empresas que si no se apoyan en su capital humano y en decisiones sustentables adecuadas al entorno, desaparecerán.
A lo largo de los años fuimos adaptándonos a las necesidades del mercado y a las tendencias resultantes de diferentes marcos regulatorios de un país signado por los frecuentes cambios de las reglas de juego. Hemos desarrollado una línea de negocios de partes de desgaste para canteras y mineras, inicialmente con origen en Brasil y también montando nuestra propia fundición de aceros especiales en el Parque Industrial de Tandil como respuesta nacional a la ocasional restricción de importaciones. Hemos fabricado equipos de trituración, mandíbulas, conos, impactores Ore Sizer, con las más altas prestaciones en términos de calidad y performance.
Para poder competir siendo una PyME ofrecimos alternativas en diseño, robustez, desarrollo de aleaciones y tratamientos térmicos que mejoraron el desempeño de equipos de trituración.
Más tarde, con una economía abierta a las importaciones y con beneficios impositivos a productores mineros, tuvimos que desactivar la fundición y debimos pensar en reorganizarnos como taller de reparaciones de equipos mineros, discontinuando la fabricación de maquinaria nueva, y reemplazándola por importada.
Cuando las compañías tienen la posibilidad de aplicar estrategias, la incertidumbre política, social o económica puede transformarse. La existencia de una empresa, podría convertirse en una oportunidad para que se rediseñen estrategias, enfoquen los recursos en los productos que generan rentabilidad y fortalezcan sus operaciones, centrándose en sus clientes. La innovación es un factor crucial para el éxito en un entorno dinámico y altamente competitivo.
El cliente impulsa la estrategia
Proveer soluciones a nuestros clientes siempre fue, desde Metalloy, nuestro objetivo. Desde piezas fundidas en materiales estratégicos, con adecuados tratamientos térmicos según la solicitación en servicio y para cada aplicación; hasta proyectos de alimentación, trituración, clasificación y transporte de áridos, plantas de tratamiento y reciclado de basura, plantas para lavado y clasificación de arenas, equipos de canteras, cascoteras, mineras, y para empresas constructoras. Nuestra visión es trascender como una empresa innovadora ofreciendo el mejor servicio a sus clientes, y nuestra misión es desarrollar soluciones para resolver todas las necesidades de producción de áridos de calidad. Para lograrlo destacamos las herramientas de análisis de datos, una conexión fluida entre las distintas áreas de la empresa y un conjunto adecuado de políticas corporativas en materia ambiental, de capacitación, y de bienestar social que son determinantes para mejorar la comprensión del cliente y generar lealtad.
El camino hacia la transformación: agilidad, riesgo e innovación
Para poder lograr cambios efectivos dentro y fuera de la empresa, promover un cambio cultural, creemos que sólo cuando se establece una cultura en la que todos los interesados (clientes, funcionarios y proveedores) puedan participar, una empresa puede afirmarse y ser sostenible en un universo cambiante, en dónde la innovación dirige el rumbo.
Durante el 2019 llevamos adelante metodologías de aprendizaje vivencial enmarcados en el Programa Ejecutivo de gestión del cambio hacia la Responsabilidad Social, Innovación y Sustentabilidad apoyados por Agenda RSE (dirigido por Maria Florencia Segura). En consecuencia, se diseñaron y llevaron adelante capacitaciones para gestionar un cambio dentro de cada colaborador de Metalloy, para lograr un objetivo común y una cultura compartida por todo su capital humano. Participamos de un curso internacional dictado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) a cargo de Otto Scharmer, enmarcado en la “Teoria U”. La finalidad del programa desarrollado por el MIT era descubrir y activar el mayor potencial de las personas, equipos, organizaciones y comunidades bajo el lema: del Ego al Eco. Sustentado en la \»Teoría U\», parte de la idea de que nuestras acciones están determinadas por nuestra \»condición interior\», ofreciendo herramientas para potenciar capacidades, conectar con nuestra fuente y nuestros recursos, tanto individuales como colectivos. Mediante diversas actividades se buscó optimizar la capacidad de percepción, la calidad de atención, las habilidades de comunicación y co-creación, cultivando las condiciones internas de cada participante como agente de transformación (el “punto ciego del liderazgo” en la Teoría U). Se logró visualizar patrones, dinámicas y puntos estancos de los sistemas de vinculación y de trabajo entre colaboradores, así como estrategias para crear cambios profundos y sostenibles, logrando soluciones efectivas hacia un ”futuro emergente” compartido.
Con el programa se fomentó que Metalloy y sus integrantes reconocieran sus funciones técnicas y sociales, asumiendo sus roles desde una visión responsable, consciente, innovadora y sustentable. Esto nos permitió analizar y comprender el impacto de las propias acciones como responsables del cambio, aportando herramientas para lograr el equilibro entre el ambiente, la sociedad, el trabajo y los resultados esperados para la empresa.
La capacitación planificada en el 2019 incluyó viajes a Brasil a la planta de nuestra representada Máquinas Furlan Ltda con quien tenemos una estrecha colaboración desde hace 25 años donde participamos de diferentes entrenamientos tanto comerciales como técnicos.
En el 2020 comenzamos con una capacitación sobre gestión ambiental, implementando la remediación de nuestras áreas de trabajo e incluyendo nuestra área verde de 12.000 m², con la futura incorporación de 100 árboles a los existentes; comprendiendo que el desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de generaciones presentes sin comprometer la capacidad de generaciones futuras.
El desarrollo debe estar en sintonía con el crecimiento económico de cada lugar sabiendo que hay riesgos, amenazas y vulnerabilidades. Por ello, cuando se habla de riesgos tiene que existir un diagnóstico previo para la correcta toma de decisiones, ser evaluados sistemáticamente determinando el nivel de gravedad en caso de que ocurran accidentes o riesgos de contaminación. Toda evaluación sirve de herramienta para tomar decisiones importantes, de modo de realizar acciones que eviten amenazas, sobre la base de los recursos disponibles para disminuir o eliminar contingencias, entendiendo que la actividad metalmecánica conlleva riesgos. Para que nuestras acciones impacten positivamente, debemos ser conscientes y estar informados sobre los efectos de nuestro accionar en el otro y en el ambiente.
En cualquier ámbito, la innovación tiene que ser uno de nuestros principales motivadores en el cual en un escenario global donde la pandemia generada por el coronavirus tiene que unirnos en “un sentir”, “un pensar” y “un hacer” a través de una única vision y misión hacia una estrategia común, la sustentabilidad.
