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“Tenemos que pasar de ser compradores de energía a ser generadores”

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EDITORIAL

Óscar De Los Santos, intendente de Maldonado, Uruguay, conversó con Vial y dio a conocer los principales proyectos y desafíos que enfrenta el departamento en estos tiempos modernos donde el crecimiento demográfico, vehicular y turístico se conjugan con la necesidad de soluciones habitacionales.

\"Intendente_1_2\"Durante su gestión. que inició en 2005, atravesó períodos de crisis y recuperación, ¿cuáles fueron las inversiones que se realizaron en estos quinquenios?
En lo que respecta a Maldonado, los indicadores de su desarrollo tienen que ver con el turismo, y con efectos colaterales relacionados con la construcción y el desarrollo inmobiliario.
En relación con la obra pública realizada por nosotros, con recursos propios de la Intendencia de Maldonado, venimos aumentando el porcentaje del presupuesto que va destinado a inversiones. En el quinquenio 2000-2005 fue el 16% del total de los recursos presupuestarios, y entre 2005-2010 fue el 22%. En el actual quinquenio, del 2010 hasta el 2015, el 26% (850 millones de dólares) de nuestro presupuesto será destinado a inversiones. Todo esto se logró gracias a un mecanismo de redistribución de recursos, de racionalización de los gastos de funcionamiento y de readaptación de la estructura municipal.
La inversión en la red vial tiene varios objetivos centrales. El primero de ellos tiene que ver con el crecimiento de la población, el cual llegó al 17% en los últimos siete años, con una tasa del 2,5% anual, producto de la migración interna. Ante esto, la infraestructura de los servicios y la vivienda pasa a ser un desafío para asegurar la sostenibilidad del proyecto turístico.
La obra vial también tiene que ver con ese modelo de desarrollo turístico: hubo una fuerte inversión en el primer tramo de la Ruta Perimetral y en infraestructura de saneamiento, que obligó a tratar nuevamente el pavimento.
En tercer lugar, esta inversión también busca como objetivo poner en valor terrenos urbanos o rurales, potencialmente transformables, para lograr el desarrollo del territorio con potencial de turismo.
Otro desafío de obra vial para este período es el de terminar el primer tramo de la Ruta Perimetral, que, junto con la Ruta 39 forman un anillo colector que pone límites a la ciudad. Y estamos trabajando en la licitación para hacer el segundo tramo de esta ruta, que irá de la 39 hasta el Puente de la Barra en la periferia de Maldonado.
También hay un fuerte flujo de inversión en mantenimiento, con recursos propios en los ocho municipios que integran el departamento (Aiguá, Garzón, Maldonado, Pan de Azúcar, Piriápolis, Punta del Este, San Carlos y Solís Grande). Hay en carpeta varias obras de mantenimiento asfáltico y de caminos rurales.
Hay muchas inversiones en nuevas obras, pero también tenemos un enorme desafío, que es el mantenimiento de una infraestructura vial agotada. El año pasado pusimos un fuerte empeño en calles y avenidas principales; en este segundo período pondremos énfasis en los caminos secundarios, tanto de barrios como de otros tipos de acceso. El plan integral implicará fundamentalmente el desarrollo de las ciudades, ya que lograremos una cobertura que supera el 80% del pavimento.

\"Intendente_2_2\"ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE
¿Tienen en carpeta algún proyecto relacionado con el turismo ecológico?
Estamos trabajando en una Rambla de los Humedales que es un proyecto que lanzamos recientemente y que tiene que ver con la preservación de un ecosistema de 800 hectáreas, entre los municipios de Punta del Este, Maldonado y San Carlos. Es la principal reserva ecológica con la que contamos, con una diversidad importante. Hoy estamos abordando la investigación de las especies que allí existen y la idea es generar un valor agregado al turismo ecológico. Es un modelo de desarrollo en el que tenemos tiempo de trabajar hasta junio; todo esto en conjunto con las consultoras de la Intendencia y con la Embajada de Gran Bretaña.
¿Para cuándo tienen programada su inauguración?
Actualmente estamos estudiando la puesta en valor  de la zona. Ya hay medidas tomadas en el plan de ordenamiento; una de ellas es que la prohibición de proyectos inmobiliarios en ese espacio. Hay propuestas para ejecutar desarrollos similares a los del Delta del Tigre, que generan la posibilidad del anclaje de la embarcación en la puerta de la vivienda, que hemos rechazado. Porque eso significaría degradar las aguas pluviales que vienen a través de las calles. El agua, cuando llega al arroyo, gracias a los sistemas de filtración naturales, llega en estado de potabilidad. No cuidar el humedal significa no cuidar uno de los recursos más ricos de la región.
A su vez, es un humedal salino con un delicado equilibrio, porque de un lado tenemos el Océano Atlántico y del otro la zona de La Barra y del Jagüel. La contención de ese equilibrio de salinidad y agua dulce hace necesaria la toma de medidas para que el desarrollo inmobiliario no lo altere. Tenemos que armar un equipo que conozca de fauna y de flora, hacer una puesta en valor de las zonas donde vivían comunidades indígenas, programas de paseo, de avistamiento de aves, de explotación turística no edilicia y permitir que el atractivo ecológico sea complementario y alternativo.
¿Están trabajando en fuentes alternativas de energía?
En el acuerdo con el Congreso de Intendentes, el Gobierno se comprometió a subsidiar parte del costo del alumbrado público. Lo que estamos estudiando con las Intendencias es que, si formamos un fideicomiso con lo que gastamos en alumbrado público, o con los subsidios del Estado, podríamos ser generadores de energía eólica. Tenemos que lograr dos cosas: por un lado que la empresa generadora nos compre el excedente de la producción al costo que paga el mercado privado; y por otro licitar quién nos construya y nos gestione. Esto no sólo nos puede autofinanciar los gastos de alumbrado, sino que también puede dejar renta a los territorios. En definitiva, el aire es un valor agregado de los territorios, y el viento más. Otra cosa que tenemos planteada es la posibilidad de que nuestras piscinas, que son calefaccionadas a combustible, puedan tener un sistema de paneles solares para el precalentamiento de agua. Tenemos un convenio con la empresa estatal de energía UTE de incorporar tecnología en algunas de estas piscinas para ensayar.
En tanto, estamos evaluando incorporar en las nuevas construcciones la energía solar. Contamos con un plan nacional de UTE que subsidia una parte de la incorporación de este tipo de tecnología.
¿En qué consiste ese plan?
En Punta del Este hay un edificio que tiene energía eólica y solar. Se generó un convenio  de créditos y cuando el usuario viene, generalmente en verano que es cuando más gasta, se le reconoce ese ahorro de energía y se calcula la diferencia con lo que efectivamente va a pagar. Son elementos innovadores que empiezan a darse y que creo van a terminar siendo una realidad. Para la energía solar las tecnologías eran muy caras, ahora la intervención de China en el mercado hizo bajar sensiblemente los costos, y se transforma en algo competitivo. Hace tres años atrás era impensable.
¿Qué medidas tienen pautadas en el área de alumbrado público?
En lo que respecta a ese tema, tenemos unas 34.000 luminarias para instalar, es la relación de luminaria por habitante más alta del país, y estamos impulsando un cambio de tecnología para reducir el costo del alumbrado. Pensamos amortizar la inversión con el ahorro de energía eléctrica.
¿Esto se conseguirá gracias a la tecnología de leds?
Si, entre otras. Hay un proceso de licitación, donde se hacen los estudios de luminosidad con elementos de medición, y las propuestas tienen que tener una calidad no menor a la existente y un ahorro no menor al 40%.

\"Intendente_3\"TRANSPORTE
¿Cuál es el mayor desafío que enfrenta su gestión?
En este proyecto de desarrollo turístico, es generar tramas viales. Para esto, estamos estudiando un plan de movilidad urbana integral estratégico para prevenir el crecimiento demográfico permanente y el aumento turístico y de carga, en un plan de ordenamiento territorial en todo el departamento, y principalmente lo que sería la columna vertebral (San Carlos – Maldonado – Punta del Este). Este plan implica modificar las terminales de ómnibus, los accesos, los flechados, la ampliación de las avenidas, la incorporación de nueva tecnología, tanto en señalética como en los semáforos, y en el control de tránsito. Necesitamos opciones  que nos permitan abordar un problema serio: la relación de 1,2 vehículos por habitante. Estamos hablando de más 100.000 motos y más de 90.000 autos. Eso genera una actividad en la ciudad, que se expandió en cantidad de gente y vehículos.
¿Con cuántos habitantes cuentan actualmente?
En el departamento de Maldonado viven 170.000 personas, aproximadamente.
Hay demasiados vehículos y eso nos genera un desafío permanente en lo que respecta al transporte público de pasajeros. Éste tiene algunas debilidades: es un sistema departamental con 114 unidades. En el marco de un compromiso de recambio de unidades, durante el año pasado se reemplazaron cerca del 20%. En este período las empresas tienen que cambiar 25 unidades e incorporar nuevas; es decir llegar a los 140 vehículos. Acá las distancias no son tan grandes, pero son muy entreveradas, entonces a los ciudadanos les resulta más conveniente tener una moto que realizar una serie de combinaciones.
¿Están proyectando algún tipo de sistema BRT?
En el plan de ordenamiento de la columna vertebral, la recomendación de la Universidad de la República era hacer una conexión a través de un sistema ferroviario. A nosotros nos suena exagerado, pero de acá a 15 o 20 años es una posibilidad. Esto siempre y cuando se consolide la idea del puerto de aguas profundas en Rocha. Asimismo, la minería y la Ruta 9 juegan un elemento catalizador en los accesos a la costa. En ese escenario, San Carlos será un enclave de comunicación extraordinario. Esto está planteado como una posibilidad, pero todavía hay que analizar costos, beneficios e inversiones, entre otros factores.
¿Las vías serían una opción ecológica al transporte de ruedas?
Exactamente. Lo que planteamos era ubicar en la Ruta 39 una zona de actividades logísticas, porque la ciudad ya no soporta los vehículos ni la carga y son necesarios espacios de distribución, y que se ingrese con vehículos más livianos y en horarios que no compliquen el tránsito. Los otros puntos de empalme son la Ruta 73, que es un punto de interconexión con Rocha, y estamos pensando que en el entorno de la Ruta 104, por la Ruta 9 también tiene que haber otro punto clave de carga y descarga.
Esos tres ejes (las Rutas 39, 73 y 104) serían puntos de distribución de carga. La idea es que el acceso a Rocha no sea sólo a través de la 9, sino de un sistema ferroviario, paralelo a ésta.
Por otro lado, también tenemos un alto nivel de siniestralidad en el tránsito: esta relación de vehículos y de migración interna permanente y de la falta de costumbre de la vida de ciudad de sectores que provienen de zonas rurales, ha generado una sinergia muy dificultosa. Estamos hablando de un serio problema en un departamento tiene 170.000 habitantes, y que durante tres meses pasa a tener 600.000.

\"Intendente_4\"RECOLECCIÓN SUSTENTABLE
¿Qué medidas proyectan en relación con el tema de los residuos?
Hace tiempo venimos trabajando con la problemática del relleno sanitario, actualmente se tapa con nylon y se va enterrando en capas, y después de un proceso de fermentación se enclavan en una serie de tubos mediante los cuales se atrapa el gas metano y se transforma en energía. La tendencia es utilizar el conjunto de los residuos domiciliarios. El Estado está estudiando para la zona de San José (Canelones), tecnología que permite usar todos los residuos, generar mucha energía y que queden solo residuos que pueden ser utilizados como bloques o material de construcción.
También contemplamos la posibilidad de implementar algún tipo de transporte y concentrar en Maldonado los residuos de los departamentos de Treinta y Tres, Lavalleja y Rocha. Estamos estimando costos de transporte, de estaciones de trasiego, y transferencia. Pero estamos fuertemente empecinados en este período en definir las bases de las nuevas tecnologías.
¿De dónde surge la financiación para este tipo de proyectos?
Hemos incorporado modalidades a través del mecanismo del fideicomiso, pero todavía las estamos probando. Hay otras formas de financiación, donde hay un costo del tráfico que usted tiene que definir, un pago por el mega que la Intendencia tiene que abonar igual que al privado cuando licita y tiene que haber una voluntad de sobrellevar una etapa de transición entre que se genera la inversión, el fideicomiso y se sigue realizando la venta de alumbrado público.
Hay una gran discusión, que es parte de la transformación democrática, que obliga a la Intendencia a poner en valor nuestro propio territorio. Éste no puede ser sólo un espacio donde se cobren impuestos y tributos, sino que debe ser un lugar de oportunidades, de generación de riqueza y de posibilidades.
La energía es vital para el desarrollo. Estamos modificando la matriz energética con políticas públicas, a mediano y largo plazo y con muy buenos resultados. Tenemos que
pasar de ser compradores de energía a ser generadores. Los gobiernos departamentales queremos ser parte de esa estrategia.