Los nuevos desafíos
Para consolidar la estabilidad macroeconómica de los países los especialistas de la región aconsejan cambios en la estructura productiva, principalmente duplicar la inversión en infraestructuras, haciendo hincapié en el transporte, la energía y las comunicaciones.
Planificar, elaborar proyectos en el corto y largo plazo, ser eficientes, competitivos y trabajar para encontrar acuerdos de integración regional, deberían estar instalados en el consiente colectivo y establecerse como políticas de Estado.
Los funcionarios públicos y privados del sector de la infraestructura y vialidad, coinciden en impulsar el desarrollo de un banco de proyectos, herramienta invalorable para obtener propuestas en el momento de las necesidades y los recursos para efectuarla.
Para esta transformación se necesita profundizar en los sistemas educativos, impulsando carreras como ingeniería y aquellas relacionadas con la innovación.
No sólo en Argentina existe un déficit de profesionales a la hora de ejecutar las obras, toda Latinoamérica está en la misma situación.
En un momento de expansión las empresas han preparado profesionales, pero en tiempos de crisis no pueden abandonarlos ni tampoco dejar de cooperar para contribuir con las generaciones futuras.
Con la incorporación de la tecnología, la inversión en innovación obliga a pensar y ejecutar planes educativos cada vez más estrictos para la formación de estos profesionales.
Hace unos días se presentó la propuesta para la construcción del paso internacional del Túnel de Agua Negra. En esta edición damos a conocer las características del proyecto, obra emblemática no sólo para San Juan sino para todo el país. Luego de varios años de lidiar para encontrar la viabilidad de la propuesta, no sólo financiera sino tecnológica, vemos que está muy cerca de concretarse.
Esta obra cumpliría con la integración regional, la incorporación de alta tecnología y por supuesto contribuirá para que los profesionales apliquen toda la innovación. Además, realizar un proyecto de esta envergadura en forma binacional, comprende un gran desafío para ambos países.
Quedan varios años por delante para su construcción, y seguramente, por su complejidad, será la obra del siglo para Argentina.
En otro orden, al avanzar en cada proyecto vemos que las soluciones a los problemas de la movilidad son cada vez más complejos e integrales y no dejan de impresionarnos las tecnologías para la gestión de las ciudades.
Rosario es un ejemplo de perseverancia para lograr el cambio. Unificaron los distintos departamentos y oficinas para la gestión del tránsito, la seguridad vial, y el transporte en un solo Centro de Movilidad, con la reconversión del personal y uniendo los objetivos de las distintas áreas. En este sentido Rosario cuenta con un equipo profesional de mujeres que lograron aunarse para concretar un paradigma como es el Centro de Monitoreo del Tránsito.
En el marco de la 21º Reunión de la Sociedad Argentina de Ingeniería de Tránsito (SAIT), que se celebrará el 19 y 20 de septiembre en esa ciudad, tendremos la oportunidad de visitar el Centro de Control y tomar contacto con la tecnología aplicada y con los verdaderos actores que gestionan el tránsito y el transporte.
El intercambio de experiencias es lo que debemos impulsar, y las instituciones son las encargadas de promover estos encuentros que son los escenarios ideales para lograr una discusión valida y que favorezca el desarrollo de las buenas prácticas. A través de la comunicación vincular a los protagonistas de diferentes campos para que expresen sus preocupaciones, frustraciones y éxitos que en definitiva es lo que contribuye al crecimiento de las sociedades.
Debemos aprender a gestionar pero además reconocer a los líderes que llevan adelante las ideas, los proyectos y los hacen posible.
Hasta nuestra próxima entrega.