Manuel Izura, subsecretario de Seguridad Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, detalló, en una charla con Vial, las nuevas medidas que se implementan en la ciudad de Buenos Aires para controlar el tránsito y explicó cuáles son las acciones que se llevan a cabo con el objetivo de incrementar la seguridad vial. Las sanciones sobre infracciones que puedan desembocar en accidentes serán la prioridad de los 300 agentes que controlarán las calles porteñas.
¿Cuál es el eje de acción de esta nueva etapa de control de las infracciones de tránsito en Buenos Aires?
El control constituye uno de los lineamientos principales del Plan Estratégico de Seguridad Vial, y como novedad desarrollaremos una profundización de esos controles. El logro de esta nueva etapa es haber otorgado a todos los funcionarios que se dedican a esta tarea, ya sean fiscalizadores de la Dirección General de Seguridad Vial, personal de
De esta manera, una vez advertida la infracción, el funcionario público labrará un acta con esta agenda electrónica y transmitirá inmediatamente de manera online la multa. Esto nos permitirá obtener una medición en tiempo real de cuál es la infracción que se está cometiendo, en qué lugar y quién es el funcionario que ha labrado el acta. A partir de la obtención de esos datos, direccionamos la política de control hacia los puntos conflictivos.
¿Con qué objetivo realizan esta acción?
Específicamente, lo que vamos a hacer es poner énfasis en aquellas infracciones más graves y en las conductas que están más cerca de desembocar en un incidente de tránsito. Ellas son: la violación de luz roja, el exceso de velocidad, la invasión de senda peatonal, la no utilización del cinturón de seguridad y la detección de una persona que está utilizando un aparato de telefonía celular mientras conduce. Es decir, aquellas que según las estadísticas están presentes al momento de ocurrir un accidente, pero no vamos a dejar de controlar las otras como el estacionamiento indebido, la carga y descarga fuera de horario, o la conducción por carriles prohibidos, porque son infracciones que también están dentro del esquema de planificación que nosotros hemos diseñado, pero la prioridad pasa por la prevención de accidentes.
¿La idea de esta nueva política es actuar sobre los focos más críticos?
Exacto, vamos a tener una fuerte presencia en aquellos puntos críticos que hemos detectado. Establecimos un mapa accidentológico, a través de la elaboración de ciertas estadísticas, que está en permanente evolución. En este sentido es dinámico, porque detectamos cuáles son los puntos críticos, intentamos establecer las causas y empezamos a desarrollar acciones de manera conjunta con otras áreas que tienen competencia en materia de tránsito, como puede ser el Ministerio de Planificación y Obras Públicas, y así poder intervenir y modificar la estructura imperante en un lugar determinado para prevenir futuros accidentes.
CONTROLES
¿Qué universo de agentes realiza el control vehicular de esta manera y a cuántos ya se les ha provisto de una Palm?
Entre personal de la Dirección General de Seguridad Vial, de
¿Cuál fue la reacción del personal a partir de la implementación de este sistema?
Fue bueno ya que las máquinas son de una utilización muy simple, sin embargo hay una capacitación permanente del personal. También disponemos de un número telefónico que sirve como soporte técnico: permanentemente se está brindando información respecto del uso de estas herramientas. Aspiramos a que la utilización de este sistema sea día a día más dinámica para que esto se traduzca en una mayor eficiencia de parte de la administración pública al momento de controlar las conductas de tránsito.
¿Qué relevancia otorgan ustedes al control de alcoholemia?
Los controles de alcoholemia son un punto muy importante porque la presencia de alcohol en sangre de aquellos conductores que están involucrados en algún accidente es cada vez es más frecuente. Por este motivo, existe la necesidad de incrementar los controles de alcoholemia y llevarlos a determinadas zonas de
¿En qué consisten estas actividades complementarias?
Se trata de actividades relacionadas con el desarrollo de acciones encaminadas a brindar educación vial a escuelas, por ejemplo, desde el año pasado, acondicionamos una pista de manejo y recreamos una ciudad en miniatura en la Dirección General de Licencias, y diariamente concurren contingentes de chicos a quienes les damos kartings para que puedan simular estar conduciendo en una ciudad. Les enseñamos por dónde tienen que transitar, ya sea que actúen como conductores o como peatones. La idea es que empiecen a tomar conciencia, desde chicos, sobre cómo tienen que manejarse en la vía pública. Asimismo, los docentes reciben capacitaciones porque creemos que ésta debe ser continua y a lo largo de todos los años de escolaridad. No queremos impartir un curso de educación vial únicamente cuando la persona va a obtener o a renovar la licencia, sino que consideramos que el cambio de conducta al que estamos apostando se logrará con una sucesión de campañas de concientización y de educación vial.
¿Que otras acciones acompañan a la medida de los lunares rojos pintados sobre el asfalto?
Queremos que la gente advierta que cuando está transitando esas intersecciones, señalizadas a través del pintado de lunares rojos en el pavimento, se está acercando a una esquina peligrosa. También lo notará por la presencia de funcionarios en ese lugar, que sirven como elemento disuasorio o de prevención. La idea de estar presentes en esos puntos críticos determinados por las estadísticas. De todas formas, creemos que con eso solo no alcanza. El Estado, como titular, tiene la facultad y la obligación de sancionar las conductas que se aparten de la normativa vial. El fin principal siempre pasa por una acción de control y prevención. Los funcionarios tienen que dar el alerta ante alguna situación irregular que se esté ejecutando para motivar la intervención de las áreas técnicas o de las que se ocupan del diseño y de la estructura vial para que, detectada cualquier irregularidad, puedan intervenir a través de la realización de obras y modificar esa situación.
LICENCIA
¿Cuáles son los cambios que se han introducido para obtener o renovar la licencia de conducir?
Una de las características fundamentales es la informatización del sistema, es decir, solamente la persona puede concurrir a renovar o a obtener por primera vez su licencia, previa obtención de un turno, que se realiza vía Internet o a través de un llamado telefónico con atención personalizada y es el propio interesado quien elige la hora y el día en el cual quiere concurrir. Esta nueva modalidad nos permite satisfacer toda la demanda de renovación u obtención de los registros, y a la vez brindar una atención más seria y eficiente. Paralelamente se ha extendido el horario de atención desde las 7 hasta las 19 horas y también se ha duplicado la cantidad de personal que está destinado a la atención. El examen teórico se ha reformulado y se hace por computadora, consta de 30 preguntas, contra las diez que eran antes, y la conformación del cuestionario se realiza en el momento una vez que el interesado valida su identificación, y son seleccionadas aleatoriamente dentro de un universo de mil preguntas, teniendo en cuenta la categoría de licencia que se pretende obtener. El tiempo de respuesta es limitado y consta de 45 minutos y la corrección es inmediata. Si la persona ha aprobado, podrá continuar con los demás pasos que conforman la totalidad del procedimiento. En el caso de reprobarlo, tiene la posibilidad de volver a presentarse en un plazo no menor a 30 días.
¿Cuál es el porcentaje de reprobados con este nuevo examen? ¿Ha habido algún cambio numérico en la cantidad de gente que asiste a sacar el registro de conducir?
En los primeros días de su implementación, el índice de reprobados rondaba entre el 35 y el 38%. Con el correr del tiempo, creemos que podremos estar por debajo del 20%.
La demanda de licencias se ha mantenido estable. Fijamos el máximo atendible por día en 1.300 personas, y ese número no es aleatorio sino que sacamos un promedio del año. También firmamos la adhesión al convenio con el Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito (ReNAT), de modo tal de cumplir con lo establecido en la Ley Nacional de Tránsito que fija que, previo al otorgamiento de cualquier tipo de licencia, deben consultarse los padrones para conocer si la persona que la está solicitando está inhabilitada o tiene algún tipo de impedimento para que se le otorgue ese permiso.
¿Hay alguna medida que cree que es necesario implementar y por la que están trabajando?
Siempre tenemos como referencia los lineamientos estratégicos que están contenidos en el plan y, entre las medidas tendientes a profundizar esas directrices, estamos en conversaciones con las autoridades de la provincia de Buenos Aires para poder desarrollar controles de manera conjunta. En lo que hace al otorgamiento de licencias, por ejemplo, poder suscribir un convenio que haga que se le exija a la persona de la ciudad de Buenos Aires un libre de deuda de la provincia de Buenos Aires. Esperamos también que en breve salga la ley del sistema puntaje o scoring, una medida complementaria pero que ha demostrado ser una herramienta eficaz al momento de apuntar a un cambio de conductas. Es un método de tipo no pecuniario que será muy útil al momento de establecer el perfil de las personas que concurran a obtener su licencia de conducir. La idea es que todas estas medidas, independientemente de la gestión, puedan continuar; esa es la idea establecida en el Plan Estratégico de Seguridad Vial, porque los resultados deberán medirse, por lo menos, dentro de cuatro o cinco años. El proceso de adaptación a todas estas modificaciones y nuevas medidas llevará tiempo porque la sociedad necesita aceptarlas e internalizarlas, y por este motivo considero que los resultados se medirán en ese plazo.