“LOS DOS GRANDES ASESINOS SON LA VELOCIDAD Y EL CONSUMO DE ALCOHOL”

En una entrevista con Vial, Dave Cliff, subprefecto de la Policía Nacional de Nueva Zelanda, puntualizó los logros alcanzados a partir de la puesta en práctica de un plan de seguridad vial que tuvo como objetivo reducir la siniestralidad en las rutas. Detalló las acciones de prevención y sanciones que se aplican en ese país, y opinó sobre del tránsito en Buenos Aires.

 

 

¿Cómo se comportó el números de muertes en accidentes de tránsito antes y después del plan aplicado en Nueva Zelanda?
El elevado números de muertes por accidentes registrado en las rutas de Nueva Zelanda era de 843 personas en 1973 cuando la población era de 3.091 millones. El nivel de inversión ha ido incrementándose significativamente de modo que en 2005 la cantidad de víctimas fatales descendió a 405 con una población de 4.098 millones. Nueva Zelanda ha ido aumentando progresivamente sus inversiones en seguridad vial para incrementar las aplicaciones, mejorar la legislación, optimizar la infraestructura carretera y el alto perfil de las campañas publicitarias en los medios masivos de comunicación.
¿Cuáles son los puntos más relevantes del plan?
Es una propuesta integral que tiene como pilares del programa crear ambientes seguros para conducir así como conductores más precavidos y vehículos más seguros.  El gobierno se ha propuesto un rango de objetivos de la seguridad vial.  Los más importantes son: reducir el número de víctimas fatales a no más de 300 para el 2010, reducir las hospitalizaciones por accidentes y una cantidad de medidas intermedias de comportamientos como ser: mejorar los índices del uso de cinturones de seguridad en los asientos delanteros, traseros y sillas para niños, reducir la velocidad promedio y la incidencia de conductores alcoholizados.
¿Cuánto ha invertido el Gobierno en este proyecto?
Cada año el Gobierno financia con 260 millones de dólares neozelandeses (195 millones de dólares) a la Policía para destinar a aplicaciones de seguridad vial y 10 millones adicionales para financiar publicidad que apoye la labor policial en lo que se refiere a disminución de riesgos, como ser: reducir la cantidad de conductores con alto grado de alcohol, la alta velocidad, el uso del cinturón de seguridad y fomentar la conducta responsable y precavida en los cruces.

PREVENCIÓN
¿Cómo se lleva a cabo la prevención de accidentes desde el Gobierno?
Una de las acciones clave que implementa es la de contar con información sólida acerca de la cantidad de muertes ocurridas, y a partir de esos datos detectar las zonas con mayores riesgos e implementar un plan de contención  para solucionar este problema.  Debe haber un sentimiento de colaboración muy profundo entre el Gobierno, las autoridades y oficiales a cargo de la seguridad vial, la Policía y los legisladores; así como un excelente sistema de gobierno para asegurar altos niveles de compromiso en el mantenimiento de la aplicación de las mejoras. También sería muy útil recibir apoyo del mundo universitario y de otras jurisdicciones, quienes podrían jugar el papel de controladores del progreso logrado, a la vez que sería de gran ayuda poder contar con su opinión y consejo acerca de la aplicación de las acciones requeridas.  La seguridad vial es un tema de vital importancia y muchas familias están perdiendo seres queridos a causa de accidentes viales, por lo tanto los ciudadanos son los primeros que deberían demandar mejores condiciones de seguridad en las calles y rutas.
¿De qué manera lo hace la policía con los accidentes automovilísticos?
La Policía se enfoca en aquellas infracciones de tránsito que pueden provocar o agravar accidentes. Particularmente, se enfoca en el control de alcoholemia durante las horas pico de consumo de bebidas. En Nueva Zelanda se realizan campañas de testeo masivo de alcoholemia en las horas en que las estadísticas de accidentes evidencian más ocurrencia de colisiones típicas relacionadas con el alcohol: los jueves, viernes y sábados por la noche. También se castiga con dureza a los conductores que exceden los límites de velocidad mediante el uso de radares móviles, láseres y cámaras fotográficas de velocidad fijas y móviles.  Estas cámaras de velocidad son utilizadas para vehículos móviles no registrados que tienen por objetivo localizaciones de alta incidencia de accidentes. También nos concentramos en el uso del cinturón de seguridad.
¿Cuáles son las cuestiones más importantes que se tienen que tener en cuenta en lo que se refiere a seguridad vial?
En Nueva Zelanda los dos grandes asesinos son la velocidad y el consumo de alcohol por parte de los conductores. Estos son los principales objetivos de los esfuerzos policiales. El país ya cuenta con un sistema regular de inspección de seguridad para buscar defectos en vehículos.

CONTROLES
¿Qué sanciones aplican en caso de registrarse infracciones de tránsito?
Los conductores que se exceden del límite de velocidad reciben sanciones severas y puntos de desmérito basado en una escala (N.R.: sistema de puntos: cuantos más puntos tiene el conductor peor es el record que posee el conductor). Cuando el infractor acumula 100 puntos en dos años, su licencia para conducir queda suspendida por tres meses. Esa suspensión se carga en una base de datos nacional que está disponible para consulta de la Policía en las calles. Si un conductor maneja mientras está suspendido la Policía le incauta el vehículo por 28 días, debe presentarse ante la Corte, se le incrementa el tiempo de suspensión de la licencia, se lo multa y en algunos casos hasta puede ir a prisión.
Conducir alcoholizado requiere una comparecencia ante la Corte y un tiempo mínimo de descalificación para conducir de seis meses, así como grandes multas y encarcelamiento ante repetición de la ofensa. Nos estamos moviendo cada vez más hacia un mayor uso de los puntos de desmérito dado que penas como ser la pérdida de la licencia de conducir es visto como elemento clave de disuasión.
¿Cómo realizan el control de alcoholemia? ¿Qué cantidad de personas han controlado?
Nueva Zelanda tiene un servicio nacional de policía dividido en 12 distritos. Cada uno tiene uno o más buses utilizados para realizar este tipo de controles callejeros a conductores alcoholizados. El promedio de personas a las que se realiza el control por año es de dos millones y estos puestos de control operan constantemente alrededor del país a toda hora del año pero con más énfasis durante las altas horas de la noche y en las madrugadas de los fines de semana. 
Luego de todos estos años, ¿piensa que la mayoría de los neozelandeses ya se acostumbraron a conducir con más prudencia?
Hemos observado mejoras significativas en la conducta vial de los conductores. Además, las campañas publicitarias son muy fuertemente apoyadas con estadísticas que demuestran que el 90% de los neozelandeses quieren incrementar aún más el nivel de aplicaciones/normativas o mantener el alto nivel actual.
¿Qué objetivos persiguen los spots televisivos y cuál es el efecto sobre la gente a la hora de manejar en rutas?
Es importante que el público esté muy claramente informado sobre el porqué son necesarias las aplicaciones/ejecuciones y que el comportamiento de conducción ilegal está causando la muerte de personas. Por lo tanto, es sumamente importante que la Policía tenga el apoyo de las campañas en medios de comunicación para mostrar el porqué de su labor. Esto ha sido probado que incrementa enormemente el efecto de la disuasión. Éste no es un plan para atrapar y castigar, sino que está diseñado para detener las infracciones. Las publicidades en medios de comunicación sirven como un sistema de advertencia de alta eficacia para que los conductores no puedan proclamar que estaban desprevenidos de los límites de velocidad y otras leyes de seguridad vial; y la presencia de la Policía lo refuerza.

TRÁNSITO PORTEÑO
¿Qué le gustaría destacar acerca del tráfico de Buenos Aires?
Los conductores pueden elegir ignorar las leyes y por lo tanto el riesgo de muerte de ellos mismos, sus pasajeros (la propia familia) y otros usuarios inocentes de las vías; o ellos pueden decir “suficiente” y decidir volverse intolerantes respecto a los actuales niveles de traumas carreteros.
Es claro que, internacionalmente, los países que más prioridad le dan a la seguridad vial también tienen más alto el estándar de vida. Esos países no están derrochando fondos nacionales en la rehabilitación de víctimas ni pierden la productividad de aquellos fallecidos o lesionados. Ellos están invirtiendo dinero en la protección de sus ciudadanos. Es la elección que la gente debe hacer, esencialmente: ¿Están preparados para tolerar el actual nivel de daño?
¿Piensa que el proyecto de Nueva Zelanda puede llegar a tener éxito en Argentina?
Cada modelo necesita ser adaptado para que funcione eficazmente en el lugar donde es aplicado. Los principios disuasorios generales y específicos que la Policía utiliza son aplicables en cualquier lugar, con modificaciones para amoldarlo al ambiente local. Esto requiere un alto nivel de coordinación entre el gobierno y algunos desarrollos de infraestructura para asegurar que el “sistema de seguridad” funcionará. Creo que algunas cuestiones que deberían ser consideradas en Argentina son:
* Establecer una base de datos nacional de accidentes que registre hora, fecha, lugar, causa, lesiones, detalles de los vehículos, etc., de todos los accidentes mortales y choques con lesionados atendidos por la Policía a fin de que esta información permita a las autoridades supervisar de cerca las tendencias de accidentes, números de víctimas así como un rango de horas y localizaciones de más alto riesgo.
* Contar con una base de datos nacional de licencias de conducir para que los conductores con permisos suspendidos sean retenidos cada vez que son detenidos por la Policía.
* Lanzar una campaña publicitaria en medios de comunicación masivos que se focalice en los riesgos de los accidentes y que apoye y refuerce las tareas que realiza la Policía.
* Establecer límites de velocidad tanto para rutas como para áreas urbanas y garantizar su cumplimiento. Esas limitaciones deben establecerse de acuerdo al contexto de cada lugar.
* Los oficiales de policía deben estar bien equipados con dispositivos para el control de alcoholemia, detectores de excesos de velocidad para poder identificar riesgos y evitar siniestros (un probable conductor alcoholizado, límites de velocidad, uso de casco y de cinturón de seguridad). El gobierno debe darle a la Policía medidas para que actúe responsablemente.
* Es imprescindible una revisión de las leyes y los sistemas para asegurarse de que sean rápidos, efectivos y punibles para impedir ofensas.
* Es importante tener la capacidad para financiar programas de seguridad para identificar y mejorar los puntos negros de accidentes en las autopistas.
* Implementar un sistema que suprima progresivamente los vehículos más antiguos e inseguros de las carreteras.
* Lograr que todos los vehículos nuevos tengan mínimos requerimientos de seguridad, como por ejemplo que incluyan frenos ABS (anti lock braking systems), air bags y una protección adecuada en el caso de accidentes.