A pesar del índice de un 4% previsto para la construcción civil en 2013, la industria del hormigón mantiene un crecimiento firme. El escenario fue particularmente bueno para las hormigoneras, responsables por la producción del material en nivel industrial.
Datos de la Associação Brasileira de Cimento Portland (ABCP) apuntan que el consumo de hormigón en Brasil avanzó más de un 80% en el período de 2004 a 2012. El incremento ocurrió, principalmente, debido a la producción en las centrales de hormigón, cuyos índices tendrían llegado al 180% en el mismo periodo. Se estima que solamente en el año pasado, la producción de ese sector haya sido de 51 millones de m³. \»Considerando la proyección del PIB brasileño actual y del PIB de la construcción, estimamos que para 2017 el volumen en las centrales llegue a 72,3 millones de m³, representando un crecimiento del 41,2% en el periodo de cinco años\», evalúa Valter Frigieri, director de Mercado de ABCP.
Según él, lo que provoca el aumento es la preferencia creciente de las constructoras por el hormigón suministrado por las hormigoneras, reemplazando las centrales propias en el sitio de trabajo por el producto que llega por camiones hormigoneros. Comprobando la afirmación, el sondeo elaborado por ABCP apunta que entre 2006 y 2011, la demanda por hormigón suministrado por las hormigoneras creció un 136% en el periodo. Adicionalmente, según datos del Sindicato Nacional da Indústria do Cimento (SNIC), el aumento de la participación de las hormigoneras en el consumo de hormigón pasó desde 13,1%, en 2006, para 20,7% en 2012.
Aunque la construcción civil brasileña haya avanzado en la adquisición de hormigón directamente de las hormigoneras, los índices locales todavía no están cerca de lo que se practica en países desarrollados. \»En el mercado norteamericano, por ejemplo, fue constatado que alrededor de un 70% del hormigón vendido en el inicio de este año acontece a través de hormigoneras\» afirma Frigieri. Hasta mismo en países emergentes como el chino, aproximadamente un 40% del hormigón consumido está siendo destinado a las hormigoneras, reforzando el papel del sector. En resumen: la utilización de hormigón dosificado crece en las centrales, pero Brasil todavía permanece lejos de la evolución observada en otros países más desarrollados.
El rol de los proyectos de infraestructura y edificación es claro en el incremento del consumo de hormigón a través de hormigoneras. Dichos proyectos son responsables por parte del aumento de la producción, pero fue la necesidad por soluciones logísticas y ambientales que llevó a las constructoras con adoptar nuevos estándares de producción y utilización. Uno de ellos es la adopción del sistema constructivo de paredes de hormigón en las edificaciones. Números de ABCP muestran la solución citada como la que más ganó espacio, y ahora se posiciona con un 20% de participación entre las opciones de sistemas constructivos usando el hormigón.
Impulsado por programas como el Mi Casa, Mi Vida, del Gobierno Federal, el sistema se mostró lo más eficiente entre los 59 prototipos construidos en el país. Con eso, él comprobó ser lo más económico y con mayor apelo social en las obras de casas populares de 42 m² bajo techo. \»Antes, era común la construcción bloque por bloque en las edificaciones. Hoy utilizamos paredes de hormigón, lo que impacta directamente en el mercado de la mezcla dosificada en central\», evalúa Arlindo Vaquero Y Mayor, presidente de Associação Brasileira das Empresas de Serviços de Concretagem (Abesc).
¿Quién consume el hormigón?
Además de mapear la producción del hormigón, el sondeo de ABCP también muestra donde está el consumo del producto. Según la entidad, tres canales responden por la demanda en Brasil. El primer canal es formado por las constructoras de edificaciones, que prefieren el consumo dosificado en centrales. En seguida aparecen las obras de infraestructura que, a pesar de ser grandes consumidoras de hormigón, forman una parte importante en el montaje de centrales en su propio sitio de trabajo. Por último, el niche de las autoconstrucciones cierra el ciclo. En ese caso, ellas también optan por la compra del material a través de hormigoneras en función, principalmente, por la presencia en áreas urbanas. \»Es un mercado que tiene posibilidades altísimas de expansión\», complementa Eliana Taniguti, directora general de E8 Inteligência, asociada de ABCP en sondeos de mercado.
La experta cree que las obras urbanas serán el niche que más aumentará el consumo de hormigón en los próximos años, principalmente debido al crecimiento de inversiones en el segmento y la necesidad de mejoramientos. Datos de ABCP muestran que solamente entre 2010 y 2011, el consumo de las obras urbanas del total de hormigón producido en el país prácticamente fue duplicado para 12%. El PIB de la construcción el Brasil en el mismo periodo presentó una reducción de un 8%, como es mostrado en la tabla. O sea, el segmento de obras urbanas crece por arriba del frenazo de la construcción civil en el país.
ABCP lanza la primera pesquisa completa del sector de hormigón
Lanzada en agosto de 2013, la primera Pesquisa sobre el Panorama y Tendencias Técnico-mercadológicos del Sector de Hormigón fue presentada por ABCP en asociación con E8 Inteligência y UBM Brazil. La pesquisa es la primera del segmento en Brasil y contempló más de 300 entrevistas con profesionales de toda la cadena, desde referencias del sector hasta hormigoneras, constructoras, así como laboratorios y proyectistas de hormigón.
Según Renato José Giusti, presidente de ABCP, el sector es muy carente de informaciones y, por eso, la pesquisa ha propuesto estructurar un mapa completo involucrando los especificadores, proveedores de equipos e insumos, así como los productores y sistemas constructivos empleados en el hormigón. \»El hormigón depende de toda esa cadena para servir su propósito, generando enormes impactos y responsabilidades sociales, económicas y ambientales. Considerar esa dimensión fue fundamental para que iniciáramos dicho proyecto\», subraya el ejecutivo.
Argentina, 10 de Octubre de 2013 – Fuente: Sobratema