Entrevista a Liliana y Sergio Alasino, directivos de Vawa S.A., empresa cordobesa pionera en seguridad vial.
– ¿Cómo se manejan internamente y cuáles han sido los preceptos fundamentales que animan su constante evolución?
Liliana Alasino: Con mi hermano Sergio nosotros funcionamos así. Él se encarga de la parte de obra. Y yo estoy a cargo de la parte administrativa y financiera. Lo sigo de cerca y lo tengo que bajar a tierra en muchas instancias. Pero a su vez, el crecimiento que hemos tenido es gracias a esa visión. Es decir, intento que su visión esté acorde a la realidad posible, con el objetivo de seguir creciendo.
En definitiva, la búsqueda de toda nuestra vida es la restauración y la transformación de una empresa de señalización vial a una empresa de seguridad Vial. Esto implica un montón de cosas anexas que hemos ido incorporando a través del tiempo.
– ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en esa búsqueda de excelencia?
Liliana Alasino: Nosotros ya tenemos una línea, como un protocolo, al que le vamos sumando ítems, y con mucho entusiasmo vamos agregando tecnología y nuevas formas de aplicación, que muchas veces no se están teniendo en cuenta en nuestro país.
La verdad es que, comparándonos con las otras empresas viales, estamos muy bien, porque siempre estamos en la búsqueda de nuevas tecnologías, de ofrecer cosas nuevas. Nosotros, incorporamos el sistema de Hidro Fresado que adquirimos, en el año 2018 y que presentamos en un evento en la Av.9 de julio, cerca de Constitución. Teníamos que mostrar algo nuevo al país, siendo homologado por DNV.
– ¿Cómo fueron los inicios de Vawa?
L.A.: Esto nace hace más de 45 años y el iniciador de la actividad es nuestro papá Horacio Clemente María Alasino, que es un personaje fantástico. Entrerriano, nacido en 1939 en un pueblito llamado Lucas González. Los abuelos tenían campo y tenían un almacén de ramos generales. Tuvieron tres hijos y Papá es el hijo menor. La mayor se va a estudiar a Concepción del Uruguay; se recibe de maestra y no volvió más al pueblo. Y mi tío hizo lo mismo. Se fue a estudiar a Concepción del Uruguay y no volvió. Entonces mi abuela dijo que no iba a pasar lo mismo, vendió todo y se radicó en Paraná. Al tiempo mi papá termino la secundaria y también se fue a estudiar ingeniería en Córdoba. Primero estudiaría ingeniería Aeronáutica y luego civil. Seguía estudiando y como tenía responsabilidades entró a trabajar en la Municipalidad de Córdoba como inspector municipal.
¡Si! Como zorro gris, porque a él le permitía estar en la zorrera, como le decía él, y poder seguir estudiando. Luego hizo carrera en la Municipalidad de Córdoba y llegó a ser jefe del área de Estudios y Proyectos. Ahí se enamoró de la parte vial. Claro, ya que conocía el desastre de los estacionamientos de la zona del mercado y micro centro; Procedió a Reorganizarlos, en zonas específicas, señalizadas, y horarios establecidos. Modifico los sentidos de muchas calles, para lograr la agilidad y ordenamiento en el tránsito de la Ciudad de Córdoba. El hito más relevante fue participar del proyecto y realización de la división física de la Avenida Colón. Después vino el Cordobazo, y todo lo que tenía luz, dejó de tener luz. Porque destruyeron todo en ese momento. Era una época de crisis, imagínate. Con un amigo se inicia en el tema de los premoldeados de hormigón iniciado por lo de la Avenida Colón, y comenzó a dedicarse a eso. Es decir que trabajaba en la Municipalidad, y empezó en un galponcito chiquito a fabricar premoldeados de hormigón, losetas, para pisos y techos, cordones, postes, etc. Pero era un visionario, buscando siempre a lo grande, dejo la municipalidad, ya sin socio y se dedicó de lleno a este proyecto, reacondicionó la planta de premoldeados, con un silo de almacenamiento de cemento y tolvas que contenían los áridos, automatizando la fabricación de la mezcla y el secado con vapor. Así comenzó a proveer a lo grande, a la Provincia, a los planes de vivienda, finalmente llegó a su último trabajo más importante, en el Estadio Kempes, con el Grupo Roggio, donde proveyó todas las losetas hexagonales que están al ingreso y división física de los estacionamientos. Ya ordenada la dirección y producción de la fábrica de premoldeados y teniendo tiempo libre con un amigo con el que se asocia, volvió a lo vial, ofreciendo a la Municipalidad de Córdoba, proyectos y colocación de semáforos. Ahí cambio nuevamente de rumbo, transformando la fábrica de premoldeados de hormigón en fábrica de carteles viales y de nomenclatura. Quedan de esa época, personas, cuyos apellidos contribuyeron a VAWA con varias generaciones de colaboradores que nos acompañaron y acompañan, como Los Correa, Arturo que tenía 16 años cuando comenzó con nosotros, hoy el sigue y también sus dos hijos. Están los Moreno, que vinieron de La Rioja cuyos hijos y nietos están en plena tarea junto a los Gómez, todos ellos más mucha gente valiosa que nos acompañan actualmente.
– ¿Y la empresa de premoldeados sigue funcionando?
L.A: No, porque lo último y más grande que hizo fue el estadio, y ya no había planes de vivienda. Entonces, junto a su socio, se incorporó la señalización vial; invirtieron entre los dos, Papá se fue a Alemania y en el año 79 se trajo una máquina de pintar Hofmann H-33 D.
– Claro, o sea termoplástica en caliente
L.A: En ese momento era el sumun. Con este socio y dos más crearon una empresa que se llamó Transtotal SA, que funciono y creció hasta el año 1986 en que se disolvió, quedando Papa con varias máquinas de pintar, la Hoffman y otras de fabricación propia, más sus discípulos que lo acompañaron siempre, aproximadamente unos 25. Yo tenía 18 años, había terminado el secundario, Perito Mercantil, era el año 1983.
– ¿Y allí nace Vawa como empresa?
L.A.: No, todavía no. Armamos una empresa chiquita. ¡Papá me puso la mochila de administradora con 18 años! Tenía 25 familias más las nuestras. ¡Un montón! Me encantaba, porque había estudiado para eso. Estudié Ciencias Económicas, pero no terminé, pero era lo que me gustaba. Él había creado algo hermoso y había potenciado la mente, pero había fallado en lo administrativo y me lo dio a mí. Entonces, fui a buscar a mi profesor de Contabilidad de primer año del secundario. Lo fui a buscar al contador Alcalde.
Ahí nació la administración a cargo mío con la confección de los libros diarios, balances, seguimiento de compras y ventas, liquidación de sueldos, impuestos y el sistema financiero también. mochila llena. Y no era solamente mi mochila, era la mochila de mi familia y las de las 25 personas que trabajaban en ese momento. No fue una tarea fácil. Para nada, pero no tuve opción. No había alternativa. Tenía que acompañar a mi Papá, Acompañar a las familias, la nuestra y las de nuestra gente. ¡No tenía opción, lo bueno es que a mí me gustaba, estaba en mi salsa!; además era un honor acompañarlo. El me apoyo y condujo con respeto y paciencia. Por esto, merece que contara su historia, sus y mis orígenes.
Bueno, por todo eso, yo me siento de primera generación.
– Claro, fuiste creadora…
L.A.: En el año 92 nació Vawa porque se compró una empresa de Buenos Aires que tenía capacidad de obra para poder trabajar en la obra pública y tenía ese nombre de fantasía. Al principio dijimos, lo vamos a cambiar. Pero después del primer año empezamos a trabajar muchísimo.
– Tenían un sello que no iban a tirar atrás ni desaprovechar…
Sergio Alasino: Claro, y ya quedó el nombre Vawa. Luego arrancan los corredores, con un sistema muy similar a lo que vienen ahora los nuevos proyectos de los PPP. Primer año de inversión de las empresas. Y después vamos con el cobro del peaje. En ese primer año de inversión, después de décadas de ruta maltratada, los trabajos eran importantes. De la señalización no había nada. Es más, había banquinas que tenían tres metros de yuyos y adentro de los yuyos había autos abandonados.
Nosotros hicimos algo inteligente con Horacio porque impulsamos un cambio de tecnología con una empresa brasilera a la que le vendimos una máquina con la tecnología de aplicación de termo plástico. Papá mejoró la máquina de Hofmann, adaptándola a los recursos argentinos, con muchas innovaciones sobre todo en lo hidráulico, pero requería mucho movimiento de equipo, pues necesitaba un camión fusor y uno de acopio de materiales. Por lo que, surgió la necesidad de fabricar un camión demarcador y así nació el primer camión Demarcador multi función.
Explico algo antes de eso. Porque esa placa que está arriba, que dice Vawa S.A. esa es la chapa patente que le pegamos a la máquina que le vendimos a los brasileros.
Juan Carlos Quiroga (se suma a la entrevista): Uno de los recuerdos que hay con su padre Horacio era el grado de compañerismo que había en ese momento entre el dueño de la empresa y los operadores, porque comían juntos, estaban juntos todo el tiempo. Y eso ayudó a que se trabajara bien y con mucho compromiso.
Sumando a lo que ellos están contando, todos los equipos lo fabrica Vawa. O sea, los equipos son “Made in Vawa”, salvo el inicial, la primera máquina y las últimas adquisiciones.
S.A.: Esencialmente Vawa tiene máquinas y equipamientos. Hoy el diseño de nuestros equipos se basa en nuestra experiencia y mantenimiento. Entonces los equipos los diseñamos, para que tuvieran velocidad de traslado, operatividad y autosuficiencia.
J.C.Q: Esa es nuestra parte de calidad y excelencia. Es un diferenciador que tenemos.
Se suma Valentina, hija de Liliana, a la reunión, que es la abogada de Vawa, Es decir que se va completando la familia con las distintas profesiones. Obra, Administración y también Legales.
L.A.: Este lugar donde está emplazada Vawa es mágico, en plenas sierras chicas. Nosotros estábamos en Córdoba y mi papá vivía en Agua de Oro y viajaba todos los días a Córdoba. Un día le dije a Papá: Hay un predio cerca de tu casa. De 6 hectáreas. Anda a verlo. Se compraron las 6 hectáreas, construimos 3500 m2 de naves, 400m2 de oficinas y nos mudamos y pasamos a viajar todos los días, nosotros.
Quiero contar algo importante. En los últimos ocho años, VAWA creció tecnológicamente, con la incorporación de un equipo de hidrofresado marca Water Blasting y la adquisición de un equipo termoplástico de Estados Unidos marca HOG en el año 2022. Con ellos y 10 equipos de fabricación propia, garantizamos con tecnología de punta, desarrollar en nuestras rutas el más alto nivel de calidad de nuestros trabajos.
Hablando de calidad, toda la empresa lleva 3 años con certificación de Calidad en Norma ISO 9001, fue y sigue siendo un gran desafío, estamos muy orgullosos del compromiso y la gestión de nuestros colaboradores que busca la mejora continua en todas las áreas permanentemente.
Fue un sueño, que tuvimos en la pandemia con mi hermano, que hoy estamos cosechando. Hoy con mis 59 años, empresaria, en este país maravilloso, difícil pero maravilloso, con muchos cambios sorpresivos que nos obligan a estar en alerta permanente y adaptarnos a ellos, para lograr la supervivencia y el crecimiento. me siento feliz y con el objetivo logrado.
Siempre acompañada por mi familia, especialmente por Sergio, que con el conformamos una espalda con espalda para enfrentar lo que se nos presenta día a día.
Además, siento que creamos y mantenemos un grupo humano comprometido con nuestros ideales que nos acompañan y ayudan para el logro de nuestros objetivos. Formamos una gran familia.
Toda mi vida, fue y sigue siendo entregada a mi familia y a mi empresa, estimo no haberme equivocado o perdido el tiempo, estoy orgullosa de lo vivido y creado.