A fines de diciembre de 2015, la CAEM realizó la renovación de sus autoridades para el período 2016-2017. El Sr. Marcelo Álvarez fue elegido como presidente y su mandado se enfocará en el fortalecimiento de las relaciones con los distintos niveles de gobierno en Argentina y en el alineamiento estratégico de la comunicación interna y externa en este país. Además, buscará fortalecer la industria no metalífera y revitalizar todo el trabajo institucional de la Cámara.
LA MINERÍA HOY
¿Cómo ve la actualidad del sector minero en nuestro país?
Marcelo Álvarez: En términos de sector, creo que vamos por el buen camino. En primer lugar, las medidas macroeconómicas que tomó el Gobierno Nacional de cara a la minería, son importantes por un lado, para mejorar la competitividad como sector frente a otros países y en segundo lugar, porque permiten una mirada a largo plazo y de reglas claras que la minería necesita.
El sector requiere de grandes inversiones y, por lo tanto, la estabilidad jurídica para el recupero de las mismas son importantes. En cuanto al corto plazo, hay que ver cómo estas medidas impactan en los proyectos que ya están en desarrollo, pero también cómo afectan a los que estaban frenados y que hoy se pueden empezar a desarrollar nuevamente. Sobre todo, teniendo en cuenta cómo se va comportando el tema de la inflación y cómo se terminan de acomodar estas decisiones macroeconómicas. Eso se podría empezar a ver en el segundo semestre de este año.
¿Y cómo es la situación internacional?
MA: El contexto internacional no está en el mejor momento como para empalmar estas decisiones que tomó el Gobierno Nacional y que ya mañana vengan a la Argentina. Esto nos permite como sector, organizarnos de manera apropiada para que la inversión que empieza a venir, nos encuentre con una planificación para el mediano y largo plazo. A partir del nuevo gobierno, hay una nueva dinámica que hace que su único interlocutor sea la Cámara. Esto es importante y fundamental para el desarrollo de la industria, porque significa institucionalizar las relaciones con el sector. Y ayuda, además, a generar políticas públicas, mejorar el desarrollo y solucionar los problemas con mayor rapidez.
¿Cómo vive la Cámara todos estos cambios?
MA: Para la Cámara esto es una oportunidad y un desafío enorme. Nos requiere construirla con otro perfil, más técnico y profesional y menos político que el que hoy tenemos. No pasa por la situación del tipo de Cámara que teníamos, sino simplemente que hoy el país requiere otro tipo de Cámara para el desarrollo del futuro de la minería. Esto implica tener una amplitud mayor para todos los sectores y que tienen que ver con la minería no metalífera; que tal vez en corto y mediano plazo es una de las ramas que más capacidad de desarrollo tiene. Sólo para dar un ejemplo, en estos meses nos vinieron a ver de Ferrocarriles Argentinos para plantearnos el tema de los próximos 5.500 km de vías que tienen para desarrollar en los próximos 3 años. Antes esto, significaba salir a buscar proveedores para aquí y allá. Y hoy, en este marco de institucionalidad, se transformó en un proyecto desde la Cámara que trabajamos de manera técnica y profesional. Estamos determinando cuáles son las canteras que tenemos a lo largo y ancho del país con la capacidad para suministrar este tipo de producto, cuáles de ellas están certificadas y a cuáles le faltan. Esto nos permite, poder llegar al norte del país y ser competitivos y, al mismo tiempo, poder mirar los sistemas de contrataciones para ver a qué precios se hace este proyecto.
UNA NUEVA CÁMARA
Esto se complementa con la idea de impulsar los mercados regionales del país…
MA: Esto no se ve en la industria desde hace mucho tiempo. Y sirve para que exista un buen negocio para las empresas productoras de piedras, pero también para que haya un desarrollo regional y para que el proyecto sea viable para la Nación. Es decir, que nos sirva a todos. Ahora estamos trabajando conjuntamente, representando e incluyendo a todas las Cámaras del sector que tienen que ver con piedras y trabajando bajo un liderazgo técnico y profesional, sin presiones de ningún tipo. Simplemente haciendo una matriz, completamente profesional, para incidir y aportarle al país proyectos que sean viables. Estas son las cosas de la nueva Cámara. Hay que apostarle al nuevo país. Desde nuestro lugar, podemos ayudar al desarrollo regional, en el marco de un buen desarrollo de la industria minera.
Evidentemente, tienen una buena conversación con el actual gobierno con respecto a todos los temas que le competen a la Cámara.
MA: Sí, es así. Incluso estamos trabajando con las empresas por todo lo que tiene que ver con bitrenes y con el sistema de importaciones. Desde la Cámara, podemos aportar a la nueva política pública que se va a desarrollar en materia de importaciones. Todos estos temas son vistos desde la industria con el apoyo de las empresas que tienen un mayor impacto. Lo bueno es que el Estado hoy nos está requiriendo mayor información de las empresas para poder generar una política pública que pueda beneficiar al sector y para que no se tomen decisiones que nos afecten.
¿Y cómo es la respuesta de las empresas que estaban acostumbradas a otra cosa?
MA: Había un gran necesidad de ser escuchados y participar. Tener un espacio donde canalizar las angustias y situaciones, pero también un espacio para poder aportar. Y esta apertura que estamos teniendo a la escucha, diálogo y a la construcción de consenso dentro de la Cámara, generó que una avalancha de empresas quieran participar. Lo que tratamos de explicar a las empresas es que, si logramos organizarnos bien y pensar por fuera de cada uno de nosotros; podemos incidir en una política pública que nos beneficie a todos. Entonces, hay que tener paciencia porque esto lleva tiempo. Si bien trabajamos a una velocidad que a veces da vértigo, definitivamente creemos que vamos por el camino correcto en términos de la construcción de un modelo. Eso implica generar y reconstruir confianzas. Demostrar que somos capaces de estar a la altura de las circunstancias, cuando de alguna manera, estamos construyendo desde cero. Y no porque la administración anterior no lo haya hecho, sino porque la dinámica actual es completamente distinta a la que había antes. Y las exigencias que tenemos desde el Estado, es diferente.
¿Hay alguna evaluación en cuanto costo de inversión necesario para el sector?
MA: Ese es un punto muy importante, porque incluso encontramos Cámaras y empresas que ni siquiera sabíamos que existían. Cámaras provinciales que tenían miembros, pero que no estaban representadas ni afiliadas. Y todas tienen ganas de hacer cosas, pero tienen una necesidad de capacitación y de acceso a la información impresionante. No tienen organización. Lo hacen como pueden. Entonces, definitivamente, nos empezamos a encontrar con un sector mucho más amplio que el que solíamos ver con las reuniones de Cámara que se hacían anteriormente. Hay una necesidad de brindar capacitación técnica y de nuevas tecnologías; es un déficit bastante grande que tenemos desde del sector.
En términos de inversión es todo un mecanismo de información que se está reconstruyendo, tanto desde el Estado como desde la Cámara. Lo estamos haciendo de manera conjunta. Hoy hay información muy dispersa de los distintos proyectos que existen y las fases en las que están.
Estamos construyendo toda esa base de datos. El gobierno también está reconstruyendo toda la información geológica del sector, proyectos, prospectos y de lo que está en exploración incipiente, media o avanzaba. En poco tiempo, el mundo de la inversión va a estar muy dateado de cómo está la Argentina.
NUEVAS INVERSIONES PARA EL SECTOR
¿Cuáles son las expectativas hacia el futuro?
MA: La verdad hoy hay grandes expectativas. Hay mucha predisposición de los financieros para volver a invertir en la Argentina. Lo que pasa es que todavía, el sector financiero internacional y las inversiones en minería, no están listas para realizar apuestas de gran envergadura como las que había antes. Tal vez sí para proyectos menores que también son importantes. No sólo necesitamos proyectos de 3 mil o 6 mil millones de dólares. También necesitamos proyectos de 300, 500 y hasta mil millones. Porque eso es lo que ayuda a generar desarrollo en las distintas regiones que van a apoyar a los proyectos que empiezan a envejecer. Esa una preocupación grande que tenemos desde la Cámara; tenemos proyectos que empiezan a envejecer y no tienen recambio. Entonces, todos estos proyectos pequeños, que son factibles y más fáciles de desarrollar, podrían ayudar a esas zonas que podrían quedar deprimidas por el cierre de algún proyecto grande.
Hay mucho interés de países que no son los tradicionales como Australia, Canadá y Estados Unidos. Todos empiezan a ver en Argentina un polo de desarrollo de la minería importante. El interés está y ya comienzan a preguntar, escuchar y mirar con más atención.
CAMBIO DE PARADIGMA
A partir de esta nueva impronta que le están dando a la Cámara, ¿qué otras acciones relevantes fueron desarrollando?
MA: Como parte de este trabajo de institucionalidad de la Cámara, nos parece importante el acuerdo logrado con AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina), ya que permitió, de alguna manera, descomprimir las paritarias del mes de febrero. Ante la sensación de incertidumbre en relación a la inflación y a los costos, decidimos de manera madura e institucional inferir e invitar a las empresas a que se adhieran en un acuerdo para definir las paritarias a final de julio y así crear un puente de un aumento a cuenta para que los empleados no sufran las consecuencias hasta agosto. Esta es una de las cosas que hablábamos para empezar a manejar institucionalmente la Cámara. Tenemos que pensar en el bien común y no mirar solamente para adentro.
Estamos ante un cambio de visión entonces.
MA: Un poco la lógica de nuestra Cámara es que tiene que ser un ente articulador y facilitador del trabajo de la industria. No sólo representamos al sector, sino que tenemos que lograr que haya un buen diálogo con el Estado para poder incidir en la política pública, y así, de alguna manera, se permita el desarrollo de la industria y el bienestar del país. Básicamente, hay que profesionalizar y tecnificar la Cámara y sobre todo despolitizarla.
¿Cómo van a festejar el Día de la Minería este año?
MA: Vamos a festejar el día de la minería con un cambio. Vamos a pasar del tradicional almuerzo, a un espacio de simposio, para que sea también un lugar de reflexión y para tratar temas del futuro que nos preocupan. Además, escuchar a los líderes que nos representan. En esta oportunidad, vamos a tener la presencia de la Ministra de Chile y al Ministro de Argentina para que nos cuenten las perspectivas de los dos países y del trabajo en conjunto. Argentina se empieza a integrar a la dinámica de la industria de toda la región.
Por otro lado, vamos a tener una serie de paneles que nos van a permitir hablar de distintos temas que son claves para el desarrollo de la industria. Entonces vamos a festejar un Día de la Minería distinto, pero con gran entusiasmo y con perspectivas para el futuro. Esperamos dar grandes anuncios.
¿Y cómo se preparan para ArMinera 2017?
MA: En esta ArMinera queremos traer a todas las provincias y darles un espacio. Empezar a imponer una nueva ArMinera. Además, nos coinciden los tiempos. Porque este va a ser un año difícil, porque tenemos un primer semestre con complicaciones macroeconómicas que se tienen que resolver para que el año que viene sea el despegue. Así que le vamos a dar un modelo distinto, con mayor participación del Estado Nacional y Provincial. Nos tiene que ayudar el contexto; si no hay apoyo del Estado, no hay organización que te ayude.
SINERGIA ENTRE LOS DISTINTOS SECTORES
Como nuevo presidente de la Cámara, ¿qué mensaje le deja al sector?
MA: Lo importante es que sepan que esta gestión va a tener una visión y un acercamiento muy grande a la segunda y tercera categoría de la minería, entendiendo que son el eje fundamental del desarrollo del país y que tienen un gran arraigo en las regiones donde se desarrolla. Son, definitivamente, un gran aportante y por lo tanto esta Cámara no tiene más que estar a altura de las circunstancias, trabajando de la mano con otras Cámaras y con todos los que tengan que ver con nuestro sector. Queremos generar una sinergia muy grande con todo el sector no metalífero. La minería no es sólo oro y plata, hay minerales que están presentes todos los días de nuestras vidas. La gran diferencia con Chile, Perú y Canadá es que necesitamos el apoyo del Estado. Si no tenés el apoyo del Estado, no tenés nada. Y ahora creo que tenemos un Estado que está dispuesto a apoyarnos. Y entonces, las cosas pueden cambiar.