La construcción de la nueva Autopista Presidente J. D. Perón, como tercer anillo de circunvalación en la gran región metropolitana de Buenos Aires constituye un avance trascendente para el transporte por carreteras, tal como se puede comprobar por los resultados observables con las habilitaciones sucesivas de los tramos de obra. Esta carretera atraviesa varios municipios tales los casos de San Isidro, Ituzaingó, Merlo, La Matanza, Ezeiza, San Vicente, Presidente Perón, Florencio Varela y Berazategui y conecta con todos los accesos a las restantes comunas y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Las obras se encuentran en avanzado estado de ejecución, estando habilitados diversos tramos de la Autopista que tiene una extensión total de 83 km y que si se agregan los 23 km del Camino del Buen Ayre (que forma parte del anillo circulatorio) se tiene un total de 117 km. El sector intervenido comienza en el cruce con la autopista del Acceso Oeste y se desarrolla paralelamente a la ribera del Río Reconquista en la Ciudad de Merlo. La autopista empalma con la Avenida Rivadavia y la Ruta Provincial 7 y continúa avanzando por las zonas rurales de Mariano Acosta y Pontevedra (Partido de Merlo), 20 de Junio y Virrey del Pino (ambas en el Partido de La Matanza). Cruzando el Río Matanza penetra en el Partido de Ezeiza alcanzando la Autopista Ezeiza – Cañuelas.
La obra consiste en la ejecución de dos calzadas de doble trocha y calzadas colectoras, 13 distribuidoras, 40 puentes sobre calle y 15 pasarelas peatonales. Las obras según se informa, también incluirán: defensas y señalización horizontal y vertical, sistema inteligente para tránsito, detección de niebla, iluminación general, estaciones de pesajes de camiones, red de llamadas de urgencia (Postes SOS).
Distribuidor de la Autopista Perón con la Avda Brig. J.M. de Rosas
Este ha sido tal vez uno de los cruces viales más conflictivos a resolver con la ingeniería vial, ya que todas las inmediaciones del lugar presentaban una alta densidad de desarrollo urbano, lo que obligó a demoler numerosas viviendas en el pueblo Mi Esperanza de la Localidad de Virrey del Pino, partido de la Matanza.
Tal como puede observarse en la Figura N° 2, la imagen del Google en el corriente año, el distribuidor vial tiene una configuración de trébol atravesando la Autopista en viaducto la traza de la Avda. Brigadier Gral. J. M. de Rosas. Esta importante arteria se desarrolla a lo largo de la antigua Ruta Nacional 3 y su remodelación integral fue llevada a cabo hace varios años atrás por la Dirección Nacional de Vialidad, con un diseño de vía rápida y una configuración (en este sector) de doble calzada central con una separación en el medio y dos calzadas laterales que funcionan como colectoras, estando todos los cruces controlados por señalización luminosa. Debe agregarse que, en oportunidad de ejecutarse dichos trabajos, se decidió no intervenir una rotonda existente en el cruce con la calle Urien, toda vez que se tenía ya previsto la construcción de la citada autopista. Esta infraestructura precaria se había constituido en un factor de riesgo para los automovilistas por los habituales accidentes que se registraban allí, pero la misma respondía perfectamente a la demanda de acceso a los conglomerados urbanos existentes en las inmediaciones.
Inicialmente, las autoridades desarrollaron el proyecto del distribuidor anulando la rotonda lo que era totalmente razonable, pero se cerraba el acceso directo trasladando las maniobras de ingreso a otro punto más alejado, lo que provocó a una protesta enérgica de los vecinos. Encontrar una solución no fue una tarea sencilla, no obstante, lo cual el nuevo esquema puede considerarse un buen ejemplo de ingeniería vial urbana.
Los planteos iniciales a resolver en lo vinculado con la ingeniería vial fueron los siguientes:
- Garantizar la conectividad segura entre las cuatro ramas del distribuidor (dos de ingreso y dos de salida) y las calzadas colectoras de la Avda. Rosas.
- Facilitar el acceso de ambulancias y vehículos de emergencias hacia el Centro de Salud UPA emplazado sobre la calzada descendente de la Avda. Rosas.
- Rehabilitar tanto el ingreso y el egreso vial del Barrio Mi Esperanza hacia la Avda. Rosas.
- Intervenir en los cruces de la Avda. Rosas, ordenando la circulación e instalar semáforos en los mismos para seguridad del tránsito vehicular y peatonal.
- Ordenar las paradas de transporte de pasajeros y los movimientos de éstos en este punto de convergencia de varias líneas de buses.
- Planificar con señalamiento vial la circulación del tránsito, tanto el actual como el que progresivamente, presenta un continuo crecimiento por la habilitación de las calzadas de la Autopista Perón como tercer anillo en región metropolitana y muy especialmente con el movimiento de camiones en el transporte de cargas.
- Ordenar la circulación de los desplazamientos de peatones mediante el pintado de sendas en los cruces y la construcción de senderos aeróbicos de vinculación con puntos de atracción por ejemplo la atención médica en el UPA y el polideportivo en construcción en el pulmón verde Mi Esperanza.
Conforme los planteos precedentes, se intervino en un tramo de aproximadmanete unos 800 metros en la traza de la Avda. Brigadier Gral. J. M. de Rosas entre las calles Tonelero y Cerrillos. Tanto en estas intersecciones como en el cruce peatonal exclusivo a la altura de la Avda H. Wast se instaló señalización luminosa sincronizada. Las citadas arterias operan a mano única formando un par circulatorio que integran una especie de rotonda alargada; de esta forma se habilita a los vehículos a desplazarse en todas las direcciones, articulando con el distribuidor de tránsito de la Autopista, facilitando el ingreso y el egreso a las urbanizaciones vecinas próximas. Esta disposición puede considerarse uno de los principales aciertos del proyecto.
Para mejor ilustrar se acompaña en las Figuras N° 5 y N° 6, los planos con la configuración del señalamiento de las intersecciones intervenidas
Finalmente, es de destacar que este tipo de intervenciones en la infraestructura de los caminos dan una solución al problema de la circulación transversal en zonas urbanas, las que registran un crecimiento poblacional constante y que en definitiva cambia el uso del espacio público, con la incorporación de distintos tipos de señalamiento vial entre los que se destacan los semáforos que obligan a disminuir la velocidad de los vehículos, mejorando la seguridad de los habitantes.
Que todo sea para mejor
Hasta la próxima