En el último Congreso de Vialidad y Tránsito realizado en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, se realizó un panel dedicado a vehículos de gran capacidad. En el mismo, se discutió sobre el impacto de las motohormigoneras en las vialidades. Participó del encuentro como expositor invitado, el Ing. Manuel Lascarro, director ejecutivo de la Federación Iberoamericana del Hormigón Premezclado (FIHP) y director general de la Asociación Colombiana de Productores de Concreto (ASOCRETO).
La FIHP, es una organización sin fines de lucro, de carácter civil y regional, que desde hace más de 40 años, agrupa a las asociaciones nacionales o empresas pertenecientes a los países de Latinoamérica y la península Ibérica, dedicadas a la elaboración de hormigón premezclado, con el objetivo de intercambiar experiencias, realizar actividades para promocionar el uso del hormigón y el crecimiento de las asociaciones, institutos, o empresas dedicados al hormigón premezclado (concreto).
Historia del hormigón y características de este material
Para comenzar su exposición, el Ing. Lascarro destacó las características del producto que las motohormigoneras transportan: “El hormigón, el producto que transportamos, es el material de construcción más utilizado en el mundo que permitió que la civilización se desarrolle a lo largo de los años. Básicamente, es la mezcla entre cemento árido, agua y aditivo. El hormigón elaborado es generado en las motohormigoneras”.
Dadas las características particulares de este producto, la vida útil del mismo es bastante corta. De esta manera, el hormigón resulta un producto perecedero, y por lo general no supera las horas luego de producirse la reacción química entre el cemento y el resto de los materiales que requiere. Es por esto que necesita de condiciones especiales para su transporte.
Para ejemplificar sobre la importancia del material de hormigón en el desarrollo de las sociedades, el especialista señaló: “Toda construcción pública o privada requiere del hormigón. En pocas palabras, no hay obra que no utilice hormigón. De ahí su importancia de volver más eficiente su distribución y logística para el cumplimento de las metas que pueden tener tanto los gobiernos nacionales como los regionales en el curso de la historia”. Asimismo, Lascarro narró los comienzos del empleo de hormigón para contextualizar sobre su evolución: “El hormigón arranca desde los romanos. Ellos hicieron los coliseos con materiales cementicios y lo producían al pie del sitio donde se podía construir. No existían las rutas en ese momento y el material se utilizaba de manera bastante restringida. Tiempo después, por el año 1903, un arquitecto alemán patentó el uso del hormigón elaborado. En ese entonces es cuando nace la primera motohormigonera con un caballo de fuerza que permitía poder fabricar el producto a unos 3 a 5 km de distancia hasta la obra”.
Otro hito en la historia del material de hormigón constituyó la construcción del canal de Panamá en 1909. En ese entonces, el sistema de transporte era bastante avanzado. Contaba con una planta mecánica y la motohormigonera, relató Lascarro, era como una locomotora que transportaba el hormigón en unos vagones eléctricos y podía transportar 4 millones de metros cúbicos.
En Estados Unidos, el sector del hormigón elaborado comenzó su desarrollo de la mano de la Revolución Industrial. “La primera flota de hormigón de ese país era un vehículo que contaba con un equipo de producción para poder cargarlo y esto se vendía como un negocio unipersonal. Cada persona compraba a su vehículo y se dedicaba a hacer el desarrollo de sus propias mezclas. Allá por los años 30, cada hormigonera costaba 600 dólares”, aseguró el especialista.
Otro acontecimiento importante, que marcó el desarrollo de la industria del hormigón a nivel internacional, fue la reconstrucción de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial. Este salto en la historia del desarrollo también se produjo en Latinoamérica. Sin embargo, en su exposición, Lascarro destacó: “el desarrollo del negocio más fuerte fue a finales de los 40 y principios de los 50 de la mano del desarrollo de los equipos de transporte del hormigón”. En ese entonces, se trabajó mucho las diversos medios para transportar el hormigón de manera más eficiente. No se podía seguir transportando el material si no se modificaba la capacidad de los vehículos y la forma de cargarlos y descargarlos. Durante estos años se investigó mucho hasta que finalmente llegaron a la motohormigonera en los años 60”.
Funcionamiento de las motohormigoneras
“Las motohormigoneras son una planta de producción”, aseguró Lascarro. Los materiales, el cemento, el agua, los agregados aditivos se colocan dentro de la motohormigonera que contiene unas paletas que van generando una mezcla uniforme mientras el camión se dirige a la obra. En este sentido, explicó el especialista, “las motohormigoneras se constituyen como una unidad de producción en sí mismo. Esta característica del vehículo es lo que la diferencia del resto de los transportes. Además, la persona que conduce este vehículo tiene que tener un conocimiento adicional, es decir, un conocimiento sobre la carga. No se trata de trasladar la carga de un punto A a un punto B, sino que el conductor debe saber cuáles son las propiedades de este material altamente perecedero, dado que se cuenta con un tiempo muy corto entre que comienza la mezcla y la descarga en la obra”.
A la hora de optar por el mejor método para el traslado del hormigón elaborado, la industria debe enfrentar las controversias entre consideraciones de las autoridades y las tendencias diferentes alrededor del mundo. Una de estas tendencias es la que privilegia la utilización de vehículos más pequeños porque poseen mayor agilidad para moverse en tránsito. Por otro lado, existe la tendencia que sostiene que la carga puede ser divisible. Frente a estas diversas consideraciones para el transporte del hormigón, el Ing. Lascarro subrayó: “La principal consideración que debemos tener es el tipo de material que transportamos. El hormigón elaborado es un producto perecedero y no encontramos otro producto comparable. Debo contar con unas consideraciones especiales, tener unos horarios especiales porque se debe producir y entregar en obra inmediatamente y no puedo prever su almacenamiento de un día para el otro”.
Sobre la logística, el especialista hizo hincapié en la cantidad de factores que deben considerarse, como el clima, el tráfico, las demoras, entre otros. “El vehículo solo tiene que transitar una mínima porción del día, la motohormigonera se mueve muy pocos kilómetros. En promedio, en América Latina es en el orden de 20.000 km al año”, sostuvo Lascarro. Además, se trata de una distribución puntual, es decir, la motohormigonera sale de la planta y va hasta la obra directamente sin realizar paradas y constituye una flota de vehículos muy pequeña en comparación al resto de los transportes. “Son una fábrica en movimiento”, enfatizó el ingeniero.
El hormigón elaborado que, por lo general precisan las obras, alcanza un volumen de entre dos mil a tres mil metros cúbicos. Se trate de vehículos pequeños o no, deben entregar en las obras la totalidad requerida. A menor volumen de transporte, en consecuencia mayor cantidad de viajes van a ser necesarios y eso genera más congestión y contaminación. “En construcción el volumen no disminuye, generalmente aumenta. Nunca van a ser mil metros cúbicos, van a ser 1.100 porque las piezas no son exactamente iguales a las que están en el diseño”, ejemplificó el especialista.
“La capacidad de los vehículos que se utilizan en América Latina, en promedio transportan 6.3 metros cúbicos cada uno. Si tengo la orden de llevar mil metros cúbicos entonces tengo que hacer mil entre 6.3. El 65% de los vehículos que están funcionando ya están de 8 a 10 centímetros cúbicos, ha ido creciendo la capacidad precisamente para tratar de disminuir la cantidad de los viajes que se están realizando. Eso tiene que ver con la cantidad de peso que puedo llevar. El 16% de los vehículos está por encima de los 10 metros cúbicos y hoy en día el 18% está por debajo de los 8 metros cúbicos de capacidad”, agregó Lascarro.
En este sentido, las compañías que se dedican a este tipo de transportes manejan un sistema de distribución bastante avanzado en comparación con otros tipos de industrias. Otro de los factores que toman en consideración son las condiciones climáticas. “Si está lloviendo en la obra empezamos a tener problemas para la entrega y si no se entregó requiere que se reprograme para los siguientes días\». A la par, afirmó el especialista, es un proceso de distribución complejo porque también puede suceder que el sistema de construcción empleado en la obra puede requerir que se entregue el material en determinados horarios y por lo cual la reprogramación debe considerar también este factor.
Motohormigoneras más eficientes: ejemplificación de casos
Para mejorar la eficacia de estos vehículos, en muchas partes del mundo han intentado aumentar su capacidad de carga para hacerlos más eficaces. Sobre este tema, Lascarro expuso sobre diversos casos. Para comenzar, describió la situación de esta industria en Viena, Austria. “Allí, lo primero que analizaron fue que si el incremento de la capacidad de los vehículos, permitía distribuir el peso de manera correcta, también descendería el número de viajes, el impacto ambiental del transporte, las emisiones de 02 y la congestión. Los resultados fueron positivos. El consumo de gasolina disminuía. Por otro lado, el costo de mantenimiento de la infraestructura vial aumentaba pero en una proporción bastante pequeña y la ganancia en general terminaba siendo favorable”, relató el ingeniero.
Sobre lo que sucede en Texas, Estados Unidos, Lascarro mencionó: “existen diferentes cargas admisibles de acuerdo a se trate de autopistas federales o vías locales. Ante esto, le otorgaron una excepción para los vehículos de motohormigoneros: les permitieron un 10% por encima de los límites de carga. Esto les permite una reducción de la cantidad de viajes. Este acuerdo establecido desde el año pasado posee algunas condiciones específicas de seguridad y una suspensión del permiso en caso de lluvia fuerte o de visibilidad menor y la obligación de utilizar unos distintivos”.
Como último caso, el especialista describió las características del sistema de transporte de motohormigoneras en México. “Este país, se ha dedicado a mejorar la eficiencia en diseño y el peso de los vehículos. Los fabricantes de las motohormigoneras buscan reemplazar los elementos de los vehículos por otros materiales livianos. A menor peso de los vehículos, mayor podrá ser la carga de material de hormigón. Esto generó también que México se preocupara por cómo distribuir la carga y la ubicación de los ejes para que esto fuera posible. Frente a esto, la complicación podría estar en la movilidad de estos vehículos en sitios pequeños”.
Para finalizar, el especialista destacó que las motohormigueras son totalmente controlables, e identificables. “El mayor volumen de su carga no significa un impacto tan importante en las vías pero sí un impacto positivo desde el punto de vista de seguridad y tráfico. Cada país tiene sus consideraciones específicas con el sector por lo cual resulta relevante trabajar conjuntamente con las autoridades de cada jurisdicción”. Asimismo, señaló: “la reducción de cantidad de viajes totales que vuelven más eficaces a las flotas de motohormigoneras no solo es un beneficio para la industria, sino también, para la sociedad en su conjunto porque se disminuye la contaminación, se reducen los accidentes viales y evitamos el desgaste de las carreteras. De allí, también deriva la importancia de especificar qué vías son las propicias para este tipo de transportes de acuerdo a las características de este producto particular.”