*Dmuchowsky, Jimena (jimena.dmuchowsky@gmail.com) Y Velázquez, Maximiliano (maxovelazquez@gmail.com)integrantes del PIUBAT (Programa Interdisciplinario de la Universidad de Buenos Aires sobre Transporte).
La incipiente puesta en marcha de la explotación de hidrocarburos no convencionales en el yacimiento de Vaca Muerta trae aparejadas consecuencias en las dinámicas socio-territoriales de la región así como la redefinición de los flujos de transporte norpatagónicos. La principal formación de shale de Argentina, y una de las más importantes del mundo, requiere de inversiones millonarias, múltiples petroleras, transportistas y logísticos. Al utilizar una tecnología ambientalmente compleja, conocida como “fracking”, se exige una enorme cantidad de insumos, particularmente arenas, además de químicos y agua para producir la fractura del mineral a grandes profundidades y presiones.
Su enclave en una zona desértica al noroeste de la patagonia exige potenciar las dinámicas de transporte, en relación con los núcleos urbanos y productivos del Alto Valle (el corredor Neuquén-Cipolletti-Roca-Villa Regina), y presenta reparos ambientales en el tránsito desde el puerto de Bahía Blanca, distante a más de 600 km. Su posición geográfica promueve a su vez el desarrollo de nuevas urbanizaciones en zonas poco propicias para el hábitat.
Observamos un importante desafío para la explotación del yacimiento. De no mediar políticas integrales y acciones concretas de mitigación y control, traerá como consecuencia la exposición a diversos conflictos territoriales, desde aspectos ambientales y ecológicos, sociales respecto de comunidades originarias que habitan la zona, con la población neuquina, y a nivel productivo en relación al tráfico pasante de insumos y productos por el valle de Río Negro.
Pensar movilidades masivas de insumos para la explotación petrolera exige una articulación de múltiples escalas: en lo local dando cuenta de las problemáticas ambientales de la explotación del recurso natural; a escala provinci
al como rearticulador de los perfiles productivos de cada departamento y como influencia socio-cultural para la movilidad de migrantes internos; a escala regional en la consolidación de rutas y logísticas para el desplazamiento de insumos; a escala nacional en la relación productiva de las diversas infraestructuras de extracción, transformación, transporte y distribución tanto del petróleo como del gas; y a escala global en la movilidad de capitales para viabilizar la inversión y para garantizar los retornos de la misma tanto internos como los diferenciales exportables, e inclusive la necesidad de importar maquinarias, arenas y químicos.
Aunque la explotación del yacimiento se produce dentro de la provincia de Neuquén, es la provincia de Río Negro quien será la principal afectada por el tránsito pasante del proyecto de Vaca Muerta. La ruta de vinculación entre Neuquén y la costa atlántica recorre los Valles Interfluviales en donde existe una enorme gama de actividades productivas regionales relacionadas con la agricultura, con gran desarrollo de la fruticultura en el Alto Valle.
El eje preponderante de cargas de la provincia se canaliza por el par Ruta Nacional 22 y ramal ferroviario entre Neuquén y Bahía Blanca. No solo se canalizan las cargas de las actividades agroindustriales de los valles Interfluviales, sino que a su vez se registran cargas pasantes particularmente de Neuquén con contenidos petroleros y químicos.
Las cargas peligrosas suelen repercutir en los medios locales para restringir su recorrido provi
ncial ya que tanto las rutas como la traza ferroviaria transitan por los centros de todas las ciudades del Alto Valle. Los transportistas locales reclaman cotidianamente problemáticas de inseguridad respecto a situaciones de piratería del asfalto, al tiempo que la sociedad civil reclama al Estado el control de cargas máximas para reducir el deterioro de la infraestructura vial de las rutas provinciales.
En ese contexto, el Estado Nacional está promoviendo para la Ruta Nacional 22 la utilización de bitrenes mediante la adaptación y conversión en ruta segura de gran parte de la traza vial. Resta estudiar en detalle la factibilidad de un tráfico fluvial de barcazas areneras a lo largo del Río Negro, al menos desde la localidad de Choele Choel, y si en cambio, se ha estudiado detalladamente la necesaria colaboración del ferrocarril, priorizando inclusive la prolongación de la traza desde la punta de rieles de Barda del Medio hasta Añelo (70 km con importante obra de arte para sortear el Dique Ballester). Por el sector sur de la explotación petrolera no convencional, la localidad de Zapala en el centro de Neuquén ofrece una excelente conectividad ferroviaria para la recepción de maquinarias, ya que por sus vialidades se llega a Chile por el paso de Villa Pehuenia.
Existe una oportunidad de plantear una nueva visión logística con el desarrollo de cadenas de proveedores que permitan hacer eficiente y constante los voluminosos insumos que la explotación shale requiere, proveedores que tendrán q
ue liderar los flujos mediante alternativas multimodales e intermodales. De cada 100 empleos que se crearán en el área de explotación petrolífera, el 40 % estará relacionado con el sector logístico. Logística no es sólo transporte, sino debe pensarse en términos integrales, también la integran el depósito, selección y clasificación de los insumos, así como garantizar flujos constantes para permitir la explotación continua. AIMAS, la Asociación Intermodal de América del Sur, y el CEIN, Comité Ejecutivo Interportuar
io Norpatagónico, se encuentran trabajando en el análisis de alternativas de logística de insumos sustentable para Vaca Muerta.
Desde el punto de vista de la logística para desarrollar la tecnología de fracking nos encontramos ante una situación de conflictividad en torno al acceso al agua, de un lado para permitir la explotación, controlar los acuíferos y los desechos del proceso; y simultáneamente mantener la sustentabilidad de los procesos agrícolas del Alto Valle, único oasis productivo de la región. El conflicto por el acceso al agua debe ser tenido en cuenta como una potencial amenaza a la productividad tanto petrolera y gasífera como agrícola.
En las cercanías de la cuenca existen reservorios de agua en los embalses Los Barrenales, Mari Menuco para el aprovisionamiento de agua para la estimulación hidráulica. Lograr el debido aislamiento respecto a los acuíferos y el tratamiento del flowback residual se convierte en un gran reto que tiene hoy la industria para garantizar la sustentabilidad de sus operaciones.
Adicionalmente, otro de los inconvenientes es que dichos reservorios descienden hacia el Alto Valle y son clave para actividades agrícolas. ¿Cómo garantizar el aislamiento de los acuíferos, o la contaminación producida por la misma agua inyectada a 2000 metros de profundidad mezclada con arena y químicos? Así, el agua de Vaca Muerta podría condicionar la importante actividad primaria de los valles interfluviales deprimiendo una producción regional.
Como oportunidad de inversión en infraestructura ferroviaria podría potenciarse la vinculación entre los dos ramales, el Bahía Blanca-Neuquén y el Bariloche-Viedma, por una nueva conexión que acorte kilómetros de recorrido (hay números estudios al respecto sobre trazas entre San Antonio Oeste y algún lugar cercano a Choele Choel o entre Chelforó y Ramos Mexia); e inclusive la construcción de un ramal costero entre San Antonio Oeste y Trelew pasando por Puerto M
adryn. Se lograrían importantes reducciones de costos para el traslado de arenas desde Chubut, permitiendo a su vez un desarrollo más armónico de los valles interiores de la provincia de Río Negro, facilitando a su vez la accesibilidad por ferrocarril a Bariloche. Estas propuestas han sido promovidas por la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) a escala regional, y por el Ente del Corredor Bioceánico Norpatagónico de la provincia de Río Negro.
Creemos fundamental reflexionar respecto del concepto de última milla para la carga de arenas. Deberíamos privilegiar soluciones multimodales (integrando barco, ferrocarril y camión mediante utilización de bolsones de arenas con semis y vagones de cargas generales) o intermodales (utilizando contenedores), además de la complementación de vehículos específicos como los tolvas camioneros o ferroviarios. Resaltamos que una parte importante de las arenas será importada, alguna de las cuales ya ha arribado a
l país y se encuentra en zonas francas contenerizada tanto en Bahía Blanca como en el puerto de Dock Sud.
Por último, los químicos para permitir el fracking se producen en gran medida en el polo petroquímico
de Bahía Blanca, los cuales podrían ser transportados por camiones por la Ruta Nacional 3 y Ruta Nacional 22 y ruta anterior, o bien por ferrocarril. Estas cargas peligrosas seguramente volverán a traer conflictos ambientales y sociales por los números pueblos y ciudades del Alto Valle por donde circularán.
La localidad de Añelo, puerta de acceso a Vaca Muerta, actualmente es un pequeño poblado que sufre un proceso de urbanización sin precedentes que, siguiendo la tradición histórica de los pueblos petroleros patagónicos primero se desarrollan como campamentos, dotados de muy baja calidad de infraestructuras, y posteriormente comienzan dinámicas de urbanización que en muchos casos fueron comandadas por las propias empresas petroleras.
¿Qué tipo de urbanización podrá ser Añelo? ¿Cuáles serán sus ofertas de movilidad de trabajadores además de las logísticas de insumos? ¿Copiará la lógica de los típicos poblados petroleros patagónicos o generará tipologías urbanas más sustentables? ¿Será un poblado solo para trabajadores? ¿Cuál será la relación de movilidad con el principal aglomerado patagónico, como es Neuquén-Cipolletti? ¿Cómo se articulará Añelo con poblados como Barda del Medio o Centenario?
Cuando se piensa en flujos de transporte, cualquiera sea el modo, volumen o nivel de servicio, hay que tener siempre presente la relación con el territorio por donde se transita.
Nota: La presente nota es un resumen de nuestro artículo “Logística regional de insumos y dinámicas socioterritoriales en torno a la explotación de Vaca Muerta, Neuquén, Argentina”, compilada por Alberto Müller en “Transporte Urbano e Interurbano en la Argentina. Aportes desde la Investigación”, libro publicado por EUDEBA en Buenos Aires, en marzo del 2017.