La DPV de Mendoza fue creada el 17 de marzo de 1933 y depende funcionalmente del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Transportes. Su antecesora fue la Dirección de Puentes y Caminos y entre sus tareas se destacan la de planificar, mejorar y mantener los caminos de la provincia. Además, colaborar con la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) en el mantenimiento de rutas nacionales que atraviesan Mendoza, sobre todo asegurando la libre circulación en pasos internacionales, como el corredor vial bioceánico que une al Mercosur con los puertos del Pacífico a través del Cristo Redentor.
FUNCIONES PRINCIPALES
Efectuar la planificación necesaria para el cumplimiento de los objetivos estratégicos, la conservación, la apertura y la construcción de los caminos de jurisdicción vial; celebrar y aplicar convenios sobre la materia con entidades estatales o privadas, así como también realizar todo tipo de contrato relacionado con su finalidad; administrar fondos creados o que se creen por leyes provinciales y/o nacionales, para cumplimentar sus objetivos;
resolver técnicamente en lo referido a líneas de cierres, cercos y construcciones de toda naturaleza en propiedades frentistas de los caminos de su jurisdicción; determinar las zonas no edificables de acuerdo con las futuras necesidades viales, y fijar el trazado de líneas y tuberías aéreas y subterráneas de energía, teléfono, acueductos, gas y otros.
Además, contratar la realización de obras por el sistema de concesión o peaje y establecer en las existentes tales sistemas, según dictan las disposiciones legales que lo rigen; reglamentar, controlar y penalizar las infracciones referidas al peso y las dimensiones de los vehículos de transporte y cargas que transiten por rutas y caminos de su jurisdicción;
otorgar permisos especiales de tránsito a vehículos que transporten cargas o que tengan medidas excepcionales, sin perjuicio de las competencias específicas de otros organismos; y tomar las medidas necesarias para el libre tránsito en los caminos nacionales y provinciales, procurando que no sufra obstrucciones a través de las diversas jurisdicciones locales.
-¿Cuál es el presente de la Vialidad de Mendoza?
Arq. Oscar Sandes: El presente encuentra a la Dirección Provincial de Vialidad de Mendoza con una dinámica de trabajo notable que es producto de haber consolidado un esquema financiero ordenado y de establecer como prioridad la conservación y la mejora de una red vial que alcanza los 17 mil kilómetros. Actualmente, estamos ejecutando obras por un monto que supera los 1.200 millones de pesos entre obras por contrato y las que estamos desarrollando con recursos propios.
La decisión de eficientizar nuestros recursos nos permite desarrollar un conjunto de obras que son esenciales para la Provincia, para sumar seguridad a los sitios con mayores caudales de tránsito y para beneficiar a los distintos sectores productivos. No es un dato menor que cada uno de los trabajos que estamos plasmando en Mendoza se ejecuten con un 40 por ciento menos del presupuesto que históricamente se destinaba en nuestra entidad para el mismo fin.
-¿Cuáles son los principales problemas que enfrentan?
O.S.: Ordenar esta entidad en su parte administrativa y operativa ha sido sin duda el mayor desafío que enfrentamos. Cuando nos hicimos cargo de Vialidad Provincial de Mendoza, a comienzos de 2016, la entidad registraba deudas por más de 200 millones de pesos y todas las obras estaban absolutamente paralizadas. Nos encontramos con que no había disponibilidad de combustible, ni insumos, y en las funciones operativas no existía gente idónea, profesional, capaz de tomar decisiones que estuvieran a la altura del servicio que este organismo necesita brindar. Esa situación de parálisis es la que inmediatamente tuvimos que comenzar a revertir.
-¿Cuáles son las obras que están llevando a cabo?
O.S.: Las principales obras que estamos desarrollando son: La reconstrucción de la Ruta Provincial 222 en Malargüe; la construcción del camino de Pasafaunas en el mismo departamento; la reconstrucción de la Ruta Provincial 191 en San Rafael; la repavimentación de las calles internas del Parque General San Martín; la reconstrucción del enlace Cacheuta – Potrerillos; la serie de obras para mejorar la seguridad vial (incluyendo nueva iluminación) en la Ruta Panamericana; la reconstrucción de la Ruta Provincial 6 (Carril Gómez) en Maipú; la repavimentación de la Ruta Provincial 165, en San Rafael; el programa de señalización y demarcación en torno a las escuelas de Mendoza, y además de un conjunto de trabajos de conservación y mejora de caminos en los distintos oasis productivos.
-¿Cuáles consideran que hacen falta?
O.S.: Actualmente estamos trabajando en una serie de proyectos fundamentales para mejorar la comunicación en el Gran Mendoza y jerarquizar circuitos que nuclean un gran caudal de tránsito, entre los cuales podemos mencionar: la construcción del enlace que comunicará la Ruta Panamericana con calle Juan José Paso en Luján de Cuyo, la refuncionalización de avenida Costanera, en el tramo que se extiende desde Carril Mathus Hoyos hasta calle Brasil, es decir, el ingreso desde el Norte a la ciudad capital, mientras que también desarrollamos todo el proyecto de la futura doble vía que comunicará Mendoza con San Juan, cuya primera etapa, desde el aeropuerto Francisco Gabrielli hasta el ingreso al departamento Lavalle, se licita a mediados de agosto.
Acá nos encontramos frente a una realidad y es que desde los años 70 que no se realizan proyectos estratégicos capaces de modernizar la conectividad del Gran Mendoza, que es donde mayor concentración y crecimiento demográfico existe. Con lo cual, paulatinamente hemos comenzado a diseñar nuevas obras pero a partir de una concepción urbanística, es decir, generando una perspectiva que sume mejor integración y calidad de vida.
-¿Qué importancia tiene para Mendoza y el país poner en debate la vialidad invernal?
O.S.: La Vialidad Invernal es para Mendoza un tema de vital importancia. Nuestra Provincia es por naturaleza el vínculo central en la comunicación bioceánica a través de la influencia de la Ruta Nacional 7 y el Sistema Paso Cristo Redentor por donde circula más del 80 por ciento del transporte de carga del MERCOSUR.
Es decir, hablar de Vialidad Invernal en Mendoza es hacer referencia no sólo a la historia del trabajo que realizaron nuestros antepasados para establecer la conexión con Chile y los esfuerzo para mantener despejado el camino, sino que implica gestionar permanentemente para atender un trayecto que es fundamental para la economía de la región y para la integración de Argentina y Chile. Un aspecto estratégico que estamos trabajando gira en función de concebir a la Vialidad Invernal como un sistema, donde puedan operar rutas primarias sin inconvenientes pero donde el resto de los ejes viales sirvan de soporte, de alternativa para que ante un hecho imprevisto o un temporal los usuarios tengan vías aptas para circular o bien para despejar los sectores comprometidos.
-¿Cómo surge la iniciativa y cuál es el apoyo que ustedes generaron?
O.S.: La realización de la Conferencia Internacional sobre Invernal fue un acontecimiento con una gran riqueza de información y una oportunidad magnífica para el intercambio de experiencias con especialistas de distintas partes del mundo. Desde Vialidad Provincial participamos con dos exposiciones que estuvieron concentradas en el capítulo histórico del corredor bioceánico y la importancia del Paso Cristo Redentor, además de las obras estratégicas actuales que estamos impulsando para generar un mayor vínculo binacional.
-¿Con qué dificultades se enfrentan en épocas de mucha nieve?
O.S.: La influencia del cambio climático es un factor que ha generado una serie de inconvenientes en los últimos años en la Ruta Nacional 7. Se han producido una serie de aludes y ha sido necesaria la intervención de Vialidad Nacional y Provincial para restablecer la comunicación en sectores de montaña. Desde nuestro organismo brindamos el soporte necesario, con maquinaria y personal de vasta experiencia cuando se producen nevadas de consideración en caminos montañosos.
-¿Cuáles considera que son las acciones que se deberían llevar a cabo?
O.S.: Estamos trabajando de manera constante en el mantenimiento de las principales rutas de cada departamento. Mendoza tiene topografías y suelos que demandan profundizar esta tarea permanentemente y en caminos de montaña la experiencia es un factor importante. Actualmente estamos ampliando nuestro programa de señalización y demarcación vial en sectores claves como es la Ruta Provincial 222, camino de ingreso al complejo Las Leñas, en los circuitos del Valle de Uco, en Potrerillos, Vallecitos y demás sitios donde el caudal de tránsito se incrementa en época invernal.
-¿Qué obras son las necesarias para mitigar ese problema?
O.S.: Considero que las obras de repavimentación y señalización son esenciales en circuitos turísticos o caminos de montaña. En Mendoza estamos abocados a reconstituir los pavimentos que presentan erosiones producto del paso del tiempo y que a su vez sirven al desarrollo económico – turístico. Vivimos en una Provincia en donde la red vial es clave para potenciar todas las fuentes económicas, es decir, la industria vitivinícola, agrícola, ganadera, turística, etc. En cuanto al trabajo específico que se realiza en época invernal el empleo de nuevos diluyentes y el soporte que hoy ofrece la tecnología considero que son esenciales.
-¿Cuentan con estadísticas?
O.S.: En Mendoza contamos con una red vial provincial compuesta por diecisiete mil kilómetros, de los cuales 4.000 cuentan con pavimento, 4.500 son caminos consolidados y 8.500 de suelo natural. Es decir, la mayor parte de nuestro trabajo está abocado a sectores rurales y productivos donde las condiciones de transitabilidad son más complejas. A su vez, en forma permanente estamos realizando censos de tránsito en los principales circuitos del Gran Mendoza y en sectores de alto tránsito. Esto nos permite identificar los sectores más vulnerables de nuestra red vial y precisar los detalles al momento de la planificación.