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Motohormigoneras, 100 años de evolución

El siguiente trabajo fue presentado en el marco de la 4° Convención de la Industria del Hormigón Elaborado realizada del 3 al 5 de noviembre en la ciudad de Córdoba. *Por el Sr. Santiago Nuñez, Tecnus SRL.
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EDITORIAL

*Por el Sr. Santiago Nuñez, Tecnus SRL.

LOS INICIOS

En 1909, en Sheridan, Wyoming, el hormigón fue entregado por un mezclador accionado por caballos que utilizaba, paletas de la mezcla, conducidas por las ruedas del carro en ruta hacia el lugar de trabajo. La idea de motohormigonera, que es un camión con una mezcladora, nace en 1916 y su inventor es el Ing. Stephen Stepanian Armenio, radicado en Columbus, Ohio en Estados Unidos.
Este desarrollo de la década del ´20, se ve opacado por la baja potencia de los motores de camiones. Debido a esto, comenzó la entrega de hormigón mediante camiones de volteo que plantas elaboradoras producían. Esto se dio justo antes de la Primera Guerra Mundial. Por otro lado, seguía vigente la idea de que el hormigón los mezclara en el momento de su traslado. Así, comenzaron a desarrollar camiones chasis especiales para este tipo de equipos. Recién en 1933, aprueban la patente de Stephen Stepanian de su mezclador de tránsito motorizado de descarga automática, la primera motohormigonera.
Durante la década de 1940, la disponibilidad de camiones pesados y mejores motores permitió aumentar la capacidad de mezclado, traslado de hormigón, y a los productores de hormigón premezclado, satisfacer la gran demanda de hormigón causada por la Segunda Guerra Mundial.
Lo que continuó, fue en gran medida, la posibilidad de agrandar los tambores de las motohormigoneras que pasaron de 1 m³ a 3, 4, 5 y 6 m³ en muy pocos años. Los cambios en los equipos de dosificación y métodos, mediante plantas centrales dosificadoras, acompañaron el desarrollo de los mixers.
Poco a poco, dejaron de lado las plantas por volumen y se comenzó a incursionar en la dosificación. La aplicación temprana de la relación agua/cemento mediante un método que consistía en colocar en una báscula tipo romana sobre una viga caja con cemento y en otra agua. El punto de apoyo de la viga, podía ser ajustado por un sinfín a tornillo a la relación deseada. Luego, se llenaba con agua la otra caja hasta equilibrar con el cemento de la otra. Ya en la década del ´50, el hormigón elaborado estaba muy desarrollado en todo los Estados Unidos.

 

EL DESARROLLO EN LA ARGENTINA

Aquí comienza la historia del hormigón elaborado en nuestro país. En los años ´60, Transmix compra cinco camiones marca REO a la firma READYMIX de California. El sistema de transmisión de estas motohormigoneras REX eran toma de fuerza, pero no hidráulicas. Eran por accionamiento mecánico que le transmitía la potencia a una caja de tres velocidades y reversa, que a su vez comandaba el tambor.
Luego de estos equipos, vinieron los internacionales con máquinas Challenger, que comenzaron a montarse en Brasil entre 1970 y 1975. Después, comenzaron el armado y fabricación de algunos equipos en Argentina, la mayoría de éstos eran cadeneros. Neill Malcom Argentina fabricaba una motohormigonera Vogele cadenera que tenía la particularidad de sus embragues de comando. Estas máquinas funcionaban con motor auxiliar, normalmente con Mercedes o Perkins.
Hasta ahí, la mayoría de los equipos eran cadeneros y con motor auxiliar y los problemas básicos eran la durabilidad de la cadena, su seguridad y en algunas, el desgaste muy prematuro de los discos de embrague.
Luego, en 1967 se radicó en Córdoba una empresa que iba a hacer historia en lo que se refiere a equipos para el hormigón: Betonmac. Su fundador, Ing. Luciano Bulgarelli, de origen italiano, traía desde sus pagos ideas de máquinas de avanzadas en su momento y de grandes fábricas como Cifa o Coime. Y en 1973 fabrica la primera motohormigonera moderna, con un sistema de trasmisión hidrostático, con su correspondiente bomba y motor hidráulico. La particularidad de este equipo era el sistema de giro del tambor accionado por la un reductor italiano Brevini, más una corona de origen francés marca Rollix que era accionada por un piñón central y de acuerdo al modelo de tres o cuatro satélites internos le conferían movimiento a una corona interna. Todo esto hacía que tuviera una relación de reducción 1:125. Esta máquina se fabricó en varias versiones, incluido los semirremolques de 10 m³ hasta el año 1981.
Además en Córdoba, se fabricaban las cadeneras de Ferroni. Esta  empresa se especializaba en equipos de clasificación de áridos. Tiempo más tarde, sacaron al mercado un modelo de motohormigoneras denominadas “Híbridas”, que eran cadeneras de accionamiento hidráulico. Pero tuvieron muy poco presencia.
En 1981, Betonmac lanza la MTH 7 que comienza a utilizar un reductor especialmente diseñado para motohormigoneras, marca Trasmital de fabricación italiana con un modelo 562. Esta máquina se aggiorna a lo que se veía en Europa.
Por ese entonces, el equipo estándar era de 6 m³, como eran las cadeneras de Vogele y El Sereno. Con la MTH 81, las motohormigoneras más solicitadas pasaron a ser de 7 m³.
Debido a la apertura de las importaciones de ese entonces, ingresaron algunos equipos importados como los de fabricación española marca Muga, que los introduce la firma Servicon.
Éstos eran con reductores y equipos hidráulicos montados con TF sobre los camiones, y con la particularidad que no poseían radiador de aceite, sino que en los caños de alta presión del circuito poseían los disipadores de calor, propios de un radiador.
En el año 1989, no quedaban más fabricantes de motohormigoneras en Argentina que Betonmac. El último competidor, Ferroni, ya había cerrado sus puertas.
Así, ingresan al mercado, Industrial Rozze, de Aldo Rozze, reacondicionando motohormigoneras. La flota de camiones hormigoneros de ese entonces se encontraba muy deteriorada, con un 30/40% en condiciones de trabajar, y el resto en un estado casi calamitoso, con mucho desgaste.
Entre 1990 y 1993 se repararon más 100 motohormigoneras, con cambio de tambor, embudo canal, canaleta, etc.
El mercado sentía la necesidad de una alternativa a la única opción que era Betonmac. Así, en el año 1993 sale al mercado la primera motohormigonera, ya como marca INDUMIX, para la firma Gotti S.A. en Río Gallegos. Era una máquina de 7 m³ de capacidad con motor auxiliar perkins 6PF 305, equipo hidráulico Eaton serie 46 y reductor Trasmital 562. De ahí en más, el mercado se polarizó en Betonmac e INDUMIX.
La producción de motohormigoneras, que venía muy retrasada en cuanto a recambio, tiene su pico de producción en el año 1998 con unas 500 máquinas anuales, la mayoría de INDUMIX y  Betonmac, y con muy pocas importadas.

 

CAMBIOS MUNDIALES

Aquí, se produce otro cambio importante y fundamental en motohormigoneras a nivel mundial. Con la unificación de Europa, a finales del año 2000, ya había comenzado la normalización de las bridas y bases de los reductores. Esto significaba que los reductores eran intercambiables, no dependían de marca ni modelos, sólo de capacidad de equipos. Así, las bridas y bases se normalizaron desde 6,7 a 9 m³ y de 10 a 14 m³.
El primer reductor normalizado, puesto en Argentina, fue el 570 de Trasmital, que terminó el reinado del 562 desde 1981 a 1998, último año de fabricación. En el año 2003, se comenzó la producción en valores interesantes de equipos.
En el año 2008, TECNUS comienza la fabricación de motohormigoneras de 4 m³ de capacidad para ser montada sobre camiones de simple eje. Este rubro especial de motohormigoneras tiene una aplicación en la provisión de hormigones para country, donde nos permiten el ingreso de camiones de gran porte, pero además es el compañero ideal de planta TM30 que fabricamos, ya que su batch es de 4 m³ y esto posibilita cargar el mixer en 6 minutos.
Su mayor utilidad es en lugares de difícil acceso, recorridos cortos desde la zona de carga hasta la descarga, supliendo la motohormigoneras autocargables en obras de pisos, llenado de bases de línea de alta tensión, moviendo no solo el mixer, sino que la planta TM30 también.
La radicación de Betonmac, INDUMIX y ahora TECNUS terminó convirtiendo a Córdoba como unos de los polos más importantes de Latinoamérica de fabricantes de equipos para el hormigón.

 

EL FUTURO DE LAS MOTOHORMIGONERAS

Recientemente, en la feria de BAUMA, que se realizó en Múnich, Alemania, se pudieron ver los nuevos equipos de Stetter y Cifa como los más sorprendentes. La Stetter modelo Generation 05 es una máquina que no posee muchos avances tecnológicos para el usuario final. La novedad que tiene es, desde el punto de vista constructivo de la empresa, poder fabricar con la misma plataforma varios modelos de motohormigonera.
Cifa, en cambio apostó a una motohormigonera híbrida. La toma de Fuerza del camión acciona el generador , que acumula energía en baterías de Li-ion y a su vez puede ser cargado desde la misma red eléctrica Plug-in. Esta puede ser recargada por una estación especial de carga, que lo realiza en 18 minutos o de una salida industrial trifásica en aproxidamente 4 hs. el KERS (Kinetic Energy Recovery System), el sistema que durante el fase permite la recuperación de la energía de deceleración del vehículo.

El cambio más radical de las motohormigonera no va a pasar por su aspecto físico o su fuente de energía. El paso que falta es trabajar más desde el automatismo del equipo, enlazado con el automatismo de la planta y la gestión, teniendo el control del hormigón, no desde la última piedra que salió de la cinta de la planta dosificadora, sino del mezclado y durante el traslado hasta su entrega final. Controlando ubicación, tiempo de entrega, estado del equipo (carga, mezcla, descarga) el asentamiento del hormigón, temperatura etc.