Entrevista con Carlos Wiedmaier, vicepresidente Ejecutivo de Solution Consulting de Kapsch para Latinoamérica.
La empresa austriaca Kapsch TrafficCom es una de las pioneras mundiales en el desarrollo e implantación de sistemas de peaje Free Flow. Su primera implantación importante se inició en 1998, para el proyecto Melbourne City Link – el primer y mayor sistema de peaje electrónico del mundo para un entorno interurbano.
Desde entonces, como uno de sus principales segmentos de negocio, la experiencia de Kapsch en peajes se ha basado en el desarrollo y la ejecución de importantes proyectos de peaje Free Flow en todo el mundo, tanto a nivel estatal, como el sistema NYSTA (New York State Thruway Authority) de Nueva York, como a nivel nacional, como la ASFINAG (National Road Authority) de Austria.
En América Latina, Chile inició su programa de concesiones hace más de veinte años. Cuenta actualmente con modernas autopistas urbanas en la capital, Santiago, la mayoría de las cuales disponen de sistemas de peaje Free Flow desarrollados por Kapsch. Es el caso de autopistas como Vespucio Oriente, Autopista del Aconcagua y Autopista Central. Actualmente, los sistemas desarrollados por Kapsch en las autopistas urbanas de la Región Metropolitana de Santiago procesan más de 1.700 millones de transacciones al año. En todo Chile, esta cifra se eleva a más de dos mil millones incluyendo concesiones como Survías y Ruta del Maipo.
Después de Chile, Kapsch llevó su tecnología de peaje Free Flow también a Ecuador, y más recientemente la empresa ha sido responsable por las primeras implementaciones en Brasil.
Con la creciente tendencia en Latinoamérica a la adopción de ese tipo de sistema de peaje, en esta entrevista, Carlos Wiedmaier, Vicepresidente de Solution Consulting de Kapsch, habla de los beneficios de esta tecnología, y de la trayectoria de Kapsch con peajes Free Flow en la Región.
– ¿Puede darnos un breve resumen de cómo funciona la tecnología del Peaje Free Flow?
Carlos Wiedmaier: Los sistemas de peaje Multi Lane Free Flow (MLFF) en un entorno de flujo libre entre varios carriles, permiten el cobro del peaje sin interferencias ni obstáculos a la fluidez del tráfico, detectando y procesando los datos de peaje de los vehículos de forma totalmente automática y electrónica.
Las soluciones tecnológicas más comúnmente implementadas para los sistemas de peaje sin barreras se componen, por un lado, de equipos montados en los pórticos al lado del carril (antenas, sensores e iluminadores) para detectar, rastrear y clasificar los vehículos y sus correspondientes TAG y placa, y por otro, de equipos centralizados con sistemas de back office comerciales y operativos.
La combinación de estos elementos es lo que básicamente permite aplicar las tarifas adecuadas, sin necesidad de que los conductores se detengan en una cabina de peaje.
– ¿Cuáles son los principales beneficios de los sistemas de peaje Free Flow?
Carlos Wiedmaier: El principal beneficio es mantener la fluidez del tráfico, ya que no requieren que los conductores se detengan ni reduzcan la velocidad en las plazas de peaje o puntos de cobro, eso significa reducir la pérdida de tiempo en los trayectos. También se evitan los atascos que se forman en las plazas de peaje y, por lo tanto, representan una mejor experiencia para los usuarios de las autopistas.
Para las concesionarias ese sistema garantiza la seguridad en el cobro y en la explotación. Además, en términos de sustentabilidad, el peaje Free Flow reduce el impacto ambiental de las operaciones de peaje por eliminar las emisiones vehiculares en los puntos de cobro.
También hay beneficios sociales asociados como la reducción de los tiempos de desplazamiento para el transporte de mercancías y para ir al trabajo, y un impacto positivo en la imagen de los países que adoptan el sistema.
– ¿Qué impacto tiene ese sistema de peaje para la seguridad vial en las autopistas?
Carlos Wiedmaier: La seguridad vial también es un aspecto importante porque con el sistema Free Flow se eliminan los accidentes que ocurren debido a la estructura física de las plazas y a los choques por alcance producto de la congestión en las plazas.
Además, al no haber equipos en las vías, no requiere trabajos de mantención en la vía. Es un sistema que no causa accidentes ni para los conductores ni para los trabajadores que hacen la mantención.
– ¿Cómo se modifican en las autopistas con Free Flow las condiciones laborales de los empleados de las autopistas?
Carlos Wiedmaier: Como en todo cambio, al personal que ya no trabajará en los roles tradicionales de operación y mantención de las plazas de peaje y sus sistemas asociados, hay que reconvertirlos según la definición y plan para los nuevos roles y responsabilidades.
El cambio afecta a múltiples áreas: mantenimiento, cabinas de peaje, operación (atención al usuario, seguridad vial, señalización), comercial (atención al cliente). Por eso, es necesario ofrecer oportunidades de capacitación para que el equipo asuma nuevos roles y el proceso puede requerir el apoyo de expertos (por ejemplo, proceso de transición de recursos humanos, y un programa de comunicaciones internas que vaya acompañando el proceso de transición).
Es importante, ser transparente respeto al impacto de los cambios y la transición a todas las áreas.
– ¿La implementación de un sistema de Peaje Free Flow afectaría el precio de los peajes? ¿Es una operación más cara?
Carlos Wiedmaier: No existe relación entre la tecnología utilizada y los precios de los peajes. Los precios son definidos de acuerdo al contexto de cada país, siendo una decisión que puede involucrar a entidades publicas o privadas que operan las autopistas o que regulan los transportes en cada país.
Pero en términos prácticos la tecnología de peaje Free Flow no es más cara, de hecho, dependiendo del número de puntos de cobro, puede resultar significativamente más barata que las estructuras de peaje convencional, o de plaza de peajes.
– ¿Cómo ha sido la experiencia de Kapsch en las primeras implementaciones en Ecuador y Brasil?
Carlos Wiedmaier: En Ecuador, las implementaciones empezaron en 2020, y fue un momento desafiante inicialmente, por las limitaciones impuestas por el contexto de pandemia. Pero ahora los sistemas llevan 4 años de funcionamiento, ya con dos concesiones operando en sistema Free Flow, que cuentan con varios pórticos de peaje o puntos de cobro, con total satisfacción de las operadoras y los conductores que han visto en la práctica la reducción de sus tiempos de desplazamiento, por no haber más los atascos que había en las plazas de peaje.
En Brasil, la primera implementación empezó en finales de 2022, pero el proceso de llevar esa nueva tecnología a Brasil, por primera vez dentro de un marco legal, comenzó mucho antes de este primer proyecto e implicó un gran trabajo de transmisión de conocimientos tecnológicos entre Austria (sede de Kapsch), USA, Chile y Brasil.
Desde Kapsch organizamos varias visitas de representantes de concesionarias y organismos reguladores del transporte de Brasil a instalaciones e implantaciones de Free Flow en Chile, EE.UU. y Austria. También promovimos numerosas sesiones informativas entre todos los implicados (agencias reguladoras, operadores de peajes), para compartir conocimiento sobre la tecnología, procesos de negocios, su aplicación en otros países, etc…
Nos alegra ver el resultado de ese proceso: Las dos primeras implementaciones en el país, en dos concesiones en distintas regiones de Brasil, ya tienen nuestro sistema operando con éxito. Una está entre los estados de Río de Janeiro y Sao Paulo, y la otra está en el extremo sur del país, en el estado de Río Grande do Sul. Ahora, a cada día, una nueva autopista en Brasil anuncia la implementación de los peajes Free Flow.
Nuestro deseo apoyar la transición a esa tecnología también en Argentina, donde ya hace más de 20 tenemos el desarrollo de sistemas de peaje Free Flow para proyectos en todo en mundo, desde nuestro application center en Buenos Aires.