En el pasado, las autoridades municipales y agencias de movilidad han empleado múltiples sistemas y procesos para controlar los flujos de tráfico. A menudo, el seguimiento y los controles del tráfico requieren intervención manual, lo que dificulta o impide escalar las operaciones de forma eficaz o reaccionar con suficiente rapidez cuando cambian las condiciones del tráfico y del entorno.
Un factor clave que frena a las autoridades y organismos es el carácter aislado de sus operaciones, que impide compartir datos y responder a incidentes de forma eficaz. Además, los sistemas aislados que se dedican a la gestión de semáforos, señales de tráfico, control de accesos y tarificación, así como sistemas de vídeo y sensores aislados, impiden obtener una visión precisa y en tiempo real del tráfico en las carreteras.
Estos retos pueden superarse con la plataforma tecnológica y las herramientas adecuadas. Un ejemplo es la última generación de soluciones de Gestión Integrada de la Movilidad de Kapsch TrafficCom que pueden ayudar a aumentar significativamente la capacidad de la red vial existente, automatizar las acciones de gestión del tráfico y las respuestas a los incidentes, acelerar el flujo de tráfico, reducir la contaminación atmosférica relacionada con los vehículos y mejorar los resultados económicos de su ciudad o región.
Las ventajas de una Gestión Integrada de la Movilidad para ciudades y autoridades de transporte
Al combinar datos recopilados y la información sobre la toma de decisiones de múltiples sistemas y agencias, y al emplear técnicas de análisis predictivo y en tiempo real basado en inteligencia artificial, la gestión integrada de la movilidad (IMM) es capaz de aportar beneficios únicos para las ciudades, las agencias de transporte y los ciudadanos. Así hacen ciudades como Buenos Aires y Madrid, que cuentan con la tecnología de Kapsch TrafficCom para una gestión más inteligente y holística de la movilidad urbana.
Gestión proactiva del tráfico para reducirla congestión
Al gestionar la movilidad de manera integrada es posible detectar y reaccionar a los cambios en las condiciones del tráfico en tiempo real. Esto significa que puede ajustar los tiempos de los semáforos, cambiar la señalización e implementar y difundir recomendaciones y ajustes de reglas cuando sea necesario para mantener la fluidez del tráfico. Todo esto es posible gracias a las potentes capacidades de análisis predictivo y de decisión que le permiten predecir la congestión y aplicar medidas de control automáticamente.
Integración con soluciones de congestión y respuesta a incidentes
La gestión integrada de la movilidad debe integrar una amplia gama de soluciones que buscan reducir la congestión y aceleran la respuesta a los incidentes en la red vial. Un ejemplo es la navegación inteligente, que evita que los servicios de navegación privados envíen cientos de vehículos por la misma ruta. En su lugar, las rutas se armonizan entre los proveedores de navegación para garantizar que el tráfico siga fluyendo libremente por la red vial.
Mejora de los resultados medioambientales y de la calidad del aire
Existe la posibilidad de integrar los datos ambientales de las estaciones de sensores y los modelos en la estrategia de gestión del tráfico, y predecir cómo cambiará la calidad del aire en los próximos 30 minutos de forma continua. Esto significa que la señalización del tráfico y la señalización dinámica de las carreteras pueden ajustarse -o incluso los controles de acceso o el cobro por congestión para garantizar que la calidad del aire no se vea comprometida. Además, los ciudadanos pueden ser informados de cualquier restricción del tráfico que se haya aplicado debido a las condiciones ambientales, permitiéndoles planificar rutas alternativas u opciones de viaje antes de que comiencen su viaje, así como cuando éste ya haya comenzado.
Mejora del funcionamiento del transporte público y de los servicios de movilidad para los ciudadanos
Utilizando los datos de las soluciones de gestión integrada de la movilidad, los operadores de transporte público son capaces de optimizar su eficiencia operativa y el rendimiento del servicio. Es posible, por ejemplo, anticiparse a los periodos de alta demanda, mantener la prioridad de los semáforos más adecuada e incluso enviar autobuses adicionales a determinadas paradas según sea necesario para satisfacer la alta demanda. Las organizaciones de transporte público también pueden utilizar soluciones innovadoras, como las señales de mensaje variable o la información a bordo de los vehículos, que ayudan en la reducción del consumo de combustible y aumentan la seguridad del conductor y de los pasajeros.