La secretaria de Gobierno de la ciudad, Agustina De Miguel, destacó que la flamante estación de ómnibus no es solo una terminal, sino un “centro de servicios integrados” que moderniza la movilidad, potencia el desarrollo regional y proyecta a Junín como ciudad de referencia.
La inauguración de la nueva terminal de ómnibus en Junín marcó un punto de inflexión en la vida cotidiana de la ciudad y de toda la región. Ya no se trata solamente de un edificio donde los pasajeros esperan un colectivo, sino de un proyecto integral que replantea la movilidad, la planificación urbana y hasta los usos sociales del espacio público. Tras años de espera, discusiones y demoras, finalmente la obra se concretó y hoy Junín cuenta con una infraestructura moderna que lo coloca en un lugar destacado dentro del mapa provincial.
“Es un cambio absoluto de paradigma de lo que veníamos teniendo hasta esta parte, porque dejamos atrás un concepto tradicional de terminal, la que teníamos en el pleno corazón del centro de Junín, para dar paso a un centro de servicios integrados”, explicó Agustina De Miguel, secretaria de Gobierno del municipio. “Genera más comodidades, es mucho más dinámico y le da identidad a la ciudad, acompañando su crecimiento. Cuando una ciudad crece bien, mejora la calidad de vida de quienes la habitan y también de quienes la visitan”.

Una obra con historia y maduración política
La idea de construir una nueva terminal en Junín no surgió de la noche a la mañana. Tuvo su origen años atrás, durante la gestión de Mario Meoni como intendente, y atravesó distintos momentos hasta concretarse.
“Esto es una idea que viene de la gestión de Mario Meoni, muy lejos en el tiempo. Tardó en hacerse, sí, claro que tardó, por distintas cuestiones propias de la política, de las realidades de la coyuntura e incluso de las costumbres sociales”, recordó De Miguel. La funcionaria mencionó que con el tiempo también cambiaron los hábitos de movilidad: el uso del colectivo perdió peso frente a otras modalidades, lo que obligó a repensar el diseño.
Esa maduración desembocó en una licitación innovadora. “Nosotros lanzamos una terminal distinta, con un doble objeto. Por un lado, la administración y modernización del servicio de transporte; por el otro, una propuesta vinculada a lo comercial, cultural y recreativo. Esa fue la clave”, señaló.
La licitación previó que la terminal funcione bajo administración mixta hasta el 2025 y que, a partir de enero de 2026, pase a concesión privada plena. “Es una concesión privada bajo la modalidad de provisión de servicios. No solo se concede el uso de los sectores de la terminal, sino también los terrenos aledaños para desarrollar espacios comerciales y recreativos”, precisó De Miguel.

Grandes dimensiones
Quien ingresa a la nueva terminal rápidamente percibe la magnitud de la obra. “Cuando entrás no podés creer el tamaño que tiene. Es enorme la nave en sí, gigante, y lo que ha quedado para lo estrictamente administrativo también lo es”, describió la secretaria de Gobierno.
El espacio fue diseñado en dos bloques: una parte destinada a las funciones operativas de la terminal y otra reservada para la segunda etapa, que dará origen a un shopping con locales gastronómicos, comercios, gimnasio, supermercado y espacios culturales. “Es la otra etapa del proyecto, que apunta a sumar más servicios y convertirse en un punto de atracción regional”, explicó.
No se trata de replicar modelos de grandes ciudades, sino de adaptar la propuesta a la escala local. “No hablamos de un shopping de grandes ciudades, sino de un formato acorde a Junín, pensado no solo para los juninenses sino como un faro para toda la región”, agregó.
La batalla cultural de cambiar la movilidad
El traslado de la terminal desde el centro hacia la Ruta 7 significó un cambio cultural profundo. Durante décadas, los colectivos de larga distancia ingresaban al corazón de Junín, generando congestión y riesgos viales.
“Esto es una batalla cultural. Cambiamos un montón de cosas: que las líneas que vienen de afuera paren en la nueva terminal y no entren más a la ciudad es un cambio enorme, que impacta directamente en la seguridad vial y en la integridad de la gente”, remarcó De Miguel.
Junín conserva costumbres de ciudad intermedia: muchos adolescentes se mueven en bicicleta, los jóvenes usan motos, y aún hay un tránsito intenso de vehículos particulares. “Tener colectivos de uno o dos pisos circulando en ese contexto era un peligro. Hoy esos micros se quedan afuera y el pasajero accede a la ciudad en taxi o en transporte público local”, detalló.
El cambio no fue inmediato. “Al principio hubo resistencias lógicas, tanto de los vecinos como de las empresas. Son cambios profundos en el comportamiento social y empresarial. Pero conversamos mucho, tuvimos idas y vueltas, y logramos entendernos. Hoy la decisión es aceptada y valorada”, contó.

Servicios que marcan la diferencia
Más allá de la infraestructura, lo que distingue a la nueva terminal son los servicios disponibles. “Hoy tenés una sala de espera preciosa, atención al pasajero, asistencia al viajero, CNRT en el mismo edificio, seguridad las 24 horas y un espacio gastronómico que sorprende por el movimiento que tiene”, enumeró De Miguel.
La limpieza y la iluminación también son puntos destacados. “La gente valora mucho el orden, los vidriados, la luz permanente. Son aspectos que hacen que el pasajero disfrute de la espera y hasta elija quedarse un rato a tomar un café”, señaló.
El relato de los concesionarios del bar da cuenta de este cambio. “El responsable de la cafetería me dijo que nunca pensó que iba a tener este movimiento. Me agradeció con lágrimas en los ojos, porque arriesgó en un proyecto sin saber cómo reaccionaría la gente y hoy está feliz con los resultados”, compartió la funcionaria.
Integración con taxis, colectivos y bicicletas
La terminal no es un espacio aislado: se integra al sistema de movilidad urbana de Junín. “Los taxis están garantizados las 24 horas. Hasta las 23 funciona el transporte público y luego toda la noche hay taxis disponibles. Siempre hay acceso asegurado a la ciudad”, afirmó De Miguel.
El predio también contempla la movilidad sustentable y la accesibilidad. “Hay una jaula para bicicletas, baños con cambiadores tanto para hombres como para mujeres, y accesibilidad para personas con discapacidad. Está pensado con una mirada moderna e inclusiva”, destacó.
Impacto regional y proyección económica
La nueva terminal no solo transforma Junín, sino que potencia su rol como ciudad cabecera. “Esto fue motivo de asombro en todas las ciudades cercanas, porque es una puerta de entrada que marca diferencia. Cuando uno ingresa y ve semejante estructura percibe que está entrando a una ciudad potente”, aseguró De Miguel.
El impacto también alcanza a las empresas de transporte. “Los choferes están felices, llegan a destino más rápido porque se ahorran hasta 40 minutos al evitar entrar al centro. Eso significa puntualidad y comodidad tanto para ellos como para los pasajeros”, detalló y agregó: “Estamos convencidos de que será un gran llamador de empresas y de pasajeros de toda la región”.
Pero la proyección no se agota en el transporte. La segunda etapa, con el shopping terminal, promete dinamizar la economía local. “Habrá locales de comida rápida, café, heladería, un gimnasio, un supermercado, librería y otros rubros. Se generará empleo y se ampliará la oferta de servicios, no solo para Junín sino para toda la región”, dijo.
Empleo y obra pública: un motor para la ciudad
La construcción de la terminal movilizó empleo directo e indirecto, y su funcionamiento seguirá generando puestos de trabajo. “Ni hablar de la cantidad de empleo que genera una nueva terminal, desde la obra pública inicial hasta la etapa de funcionamiento con comercios y servicios”, enfatizó De Miguel.
En este marco, defendió la importancia de la inversión municipal. “La obra pública es necesaria, aunque muchas veces se la critique. En Junín, ante la ausencia del Estado nacional y provincial, avanzamos solos y llevamos infraestructura básica a casi todo el casco urbano. Es el resultado de manejar bien los recursos y reinvertirlos en la ciudad”, remarcó.
Junín hacia el futuro
La mirada está puesta en lo que vendrá. “Junín va a seguir creciendo. Dentro de diez años esta terminal será clave para consolidar a la ciudad como destino turístico elegido”, proyectó De Miguel.
La funcionaria recordó que ya se trabaja en la agenda “Junín 200 años”, que culminará en 2027. “El transporte será crucial, porque mucha gente va a elegir venir en colectivo, descansar durante el viaje y disfrutar de la oferta cultural, deportiva y natural que tenemos”, explicó.
Finalmente, De Miguel destacó el valor del consenso político que permitió concretar la terminal. “En definitiva fue el resultado de cuando la buena política trabaja: las cosas salen. Es un ejemplo de madurez política y de diálogo que trasciende nombres y gestiones. Lo importante es gestionar por la ciudad”, concluyó.