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\»Todo hecho vial, es un hecho social\»

Entrevista al Dr. Pablo Wright, docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Desde hace más de 15 años, el Dr. Pablo Wright investiga sobre los patrones culturales que modelan la seguridad vial. A partir de la hipótesis que el comportamiento vial es producto de las relaciones históricas ciudadano-Estado y presencia/ausencia de políticas públicas para
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EDITORIAL

Desde hace más de 15 años, el Dr. Pablo Wright investiga sobre los patrones culturales que modelan la seguridad vial.  A partir de la hipótesis que el comportamiento vial es producto de las relaciones históricas ciudadano-Estado y presencia/ausencia de políticas públicas para

normalizar, regular, controlar el espacio vial, plantea la importancia de entender cómo se fue constituyendo históricamente ese campo vial y cuál fue el rol del Estado argentino en esa construcción.

El tránsito desde una visión antropológica

-¿Por qué decidiste trabajar con esta temática?

Ocurrieron tres hechos en mi vida que me marcaron y ahí me di cuenta que ese era el camino a seguir. En el año 1990, me fui a vivir a los Estados Unidos para realizar el doctorado y allá era muy fácil manejar. Todas las personas respetan las normas de tránsito; tanto los peatones como los conductores. Todo estaba automatizado por la cultura americana, y me hicieron muchas multas hasta que me di cuenta cómo era el sistema. Luego, cuando regresé a la Argentina, casi soy atropellado por un colectivo de la línea 60, porque el chofer no respetó mi derecho al paso como peatón; yo pensaba que lo iba a hacer.  Y después, un amigo antropólogo norteamericano que residía en la Argentina por un tiempo, me pregunto: “cuando alguien llega a la bocacalle, ¿a quién le toca pasar?, porque no me doy cuenta cómo es”. Entonces, empecé a pensar el derecho de paso como antropólogo y a reflexionar sobre la cultura vial para eventualmente contribuir a mejorarla por la alta tasa de siniestralidad que existe.  Ver en realidad qué es lo que hacemos. No empecé por las normas, porque ya están y no las obedecemos, o lo hacemos parcialmente. Quería contribuir a objetivar estas conductas y el sistema vial, para así, poder ayudar a transformarlo.

-¿Cuál es el punto de partida de tu análisis?

Partimos de la base de que todo hecho vial es un hecho social y que como tal, está enmarcado en una historia, que crea las condiciones estructurales del campo vial tal cual lo vemos, lo vivimos y lo sentimos ahora. Dicho de otro modo, es central entender cómo se fue constituyendo el campo vial históricamente, y aquí el rol del Estado es crucial en la definición de la ciudadanía, y cómo se ha ido ejerciendo esa vigilancia y modelación de conductas dentro de los marcos legales, que es la función primaria del estado-nación moderno.

-¿Es posible transformar esta conducta vial?

Al ser nuestra conducta vial producto de un proceso histórico/cultural, es transformable. Hay que generar conciencia ciudadana y la acción del Estado a largo plazo es fundamental. Hay que intervenir, el problema es que, a mi juicio,  no se sabe muy bien cómo, o mejor dicho, hay aspectos que no se tienen en cuenta y son centrales. Creen que la transformación del sistema es a través de la materialidad o desde lo normativo. Y si bien eso es importante, lo que primero hay que hacer es conocer al sistema, cómo funciona y luego cómo intervenirlo. Aquí el rol de las políticas públicas es clave.
-¿Y cómo pueden ser  transformarlas?

Hay que realizar una modificación esencial en la infraestructura moral. Hay que transformar las conductas viales y ahí la educación es un factor de cambio importante. No se puede hacer un manual del tránsito si después no sabemos cómo transmitirlo. Eso no funciona.

El pasado 10 de junio, el Dr. Pablo Wright fue invitado por la Asociación Argentina de Carreteras para formar parte del festejo por el Día de la Seguridad Vial. Allí presentó su ponencia \»Entre la educación, la seguridad y la cultura vial: una propuesta antropológica\» y resaltó que \»la reflexión antropológica apunta no tanto al factor humano, sino a la cuestión cultural\». Además, dijo que hay que intervenir en el campo social de producción de los sujetos. La escuela, universidad, las instituciones públicas, las fuerzas de seguridad y todos tenemos que ser \»re educados\» para lograr un tipo de consenso mínimo en el campo vial.

-¿Qué opinión tiene respecto a las campañas viales?

Me parece que está muy bien que se realicen, pero deberían ser coordinadas. No deben estar determinadas por la política, esto va más allá. La política tiene que trabajar para transformar los hábitos de la sociedad. La ausencia de políticas públicas a largo plazo para  tener una educación vial ciudadana, produjo esto que somos nosotros.

-Con respecto al compromiso \»Visión Cero\», ¿cree que es posible lograrlo?

Creo que \»Visión Cero\» es el resultado de un proceso sueco de muchos años. Funcionó allí porque fue un proceso social de consenso colectivo a la sueca.  Y es interesante ver cómo resultó en los demás países que se aplicó. Aquí, hay que tener en cuenta que nosotros somos argentinos y por lo tanto, tenemos otra cultura y otros patrones históricos sociales. Es imperioso generar un proceso local de reflexión colectiva, así como sucedió con el cigarrillo, y ello llevará a actuar sobre el campo vial con una planificación basada en principios científicos.