El Ing. Felipe Nougués, recientemente nombrado secretario permanente del Congreso Iberolatinoamericano del Asfalto (CILA), analiza su tarea y las perspectivas del Congreso con vistas a su próxima edición a celebrarse del 17 al 22 de noviembre de este año en la Ciudad de Antigua Guatemala, Guatemala.
“El Congreso Iberolatinoamericano del Asfalto es el único evento de carácter internacional en Latinoamérica que tiene esta temática y que congrega a todos los tecnólogos del asfalto. Y ese mérito es del Dr. Jorge Agnusdei y del Ing. Hélio Farah”, expresó el Ing. Felipe Nougués, ex presidente de la Comisión Permanente del Asfalto y actual secretario permanente del CILA, puesto que ocupa desde el 20 de noviembre de 2012, luego del fallecimiento del Dr. Jorge Agnusdei, referente nacional e internacional en materia de cementos asfálticos.
LEGADO
¿Cómo fue el surgimiento de los CILAs?
El CILA fue la concreción de una visión que tuvieron en 1981 el Dr. Jorge Agnusdei y el ingeniero brasilero Helio Farah, quien aún se desempeña como Secretario Permanente Adjunto del CILA.
Hoy, 32 años después de aquel momento, el CILA es un verdadero caso de estudio por la gran convocatoria que alcanza cada cita al Congreso. Donde quiera que se realice el CILA sabe que cuenta con un piso no menor a los 600 participantes.
Para poner en su justa dimensión el mérito de los fundadores imaginemos lo que significó, en aquellos años, la convocatoria y realización de un Congreso cuando no se disponían de las herramientas que la revolución tecnológica nos pone actualmente al alcance de nuestras manos. Una simple comunicación telefónica implicaba tener que gestionar la llamada por la compañía telefónica y aguardar horas su concreción.
Imagino que fue un enorme reto reunir, en noviembre de 1981, algo más de 25 profesionales, con escasa relación entre ellos, a debatir sobre las problemáticas de los cementos asfálticos en sus diferentes aplicaciones.
Pero, indudablemente, lo que mayor sinergia le da al CILA es el “Día de Integración”, una jornada de esparcimiento que idearon Jorge y Hélio que sirve para construir y consolidar la amistad entre los participantes.
¿Cómo es la perspectiva del CILA, a partir de la muerte de Agnusdei?
La muerte de Jorge nos obliga a tener que reflexionar y preguntarnos cómo seguimos adelante. Hasta ahora todos lo acompañábamos a él, era nuestro referente. En el marco del CILA él era quien marcaba las pautas, con mucha personalidad pero también dejando trabajar con mucha libertad. Creo que lo que construyeron junto a Helio es único e irrepetible. Por ello, de acá en adelante debemos tomar su legado y hacernos cargo, entre todos, de esa responsabilidad.
¿Cómo se resolvió la continuidad institucional?
Ante la desaparición física de Jorge, el Secretario Adjunto convocó a los Delegados de los distintos países a una reunión Extraordinaria que se celebró en la sede de la Comisión Permanente del Asfalto el pasado 20 de noviembre. En ella se decidió que el Secretariado Permanente, que estaba en manos de Jorge, pasara a ser mi responsabilidad por un período de tiempo que aún no está definido. Nos hemos comprometido a conversar este tema en el próximo CILA, que se realizará en Guatemala del 17 al 22 de noviembre.
Creo que la decisión de los Delegados, más allá del aspecto personal, se debe interpretar como un reconocimiento importante para la Comisión Permanente del Asfalto y para nuestro país.
También me parece oportuno mencionar que en la misma Reunión Extraordinaria se crearon las figuras de los Secretarios Alternos. Como Secretario Permanente Alterno, por Argentina, se nombró al Ing. Fernando Martínez; en tanto, que por Brasil, el Ing. Celso Ramos fue designado Secretario Adjunto Alterno.
FUTURO
¿Cuáles son las primeras medidas que planean tomar?
En la actualidad el CILA es una figura no jurídica, es decir, un acuerdo de voluntades con un Reglamento sencillo que establece que cada país que organiza el CILA asume íntegramente la responsabilidad de la realización del Congreso. Hay un consenso generalizado en mantener ese espíritu pero tratar de incorporarlo en un marco que le dé mayor institucionalidad para poder preservarlo. El CILA es una puerta abierta, porque permite que muchos de los participantes no tengan que tener un respaldo institucional para formar parte de él.
La satisfacción y el prestigio es tal que, de hecho, todos los países están solicitando volver a organizar su CILA, y ya tenemos el compromiso de organizarlo en 2015 en Argentina. Pero, yendo al marco de institucionalidad, la idea es incorporarlo a la Asociación Latinoamericana del Asfalto (ALA), institución inscripta bajo la legislación mexicana.
¿Cómo sería ese proceso?
Lo que estamos discutiendo es cómo modificar el marco legal de ALA, para incorporar estatutariamente la figura del CILA como un capítulo en sí mismo. Con ello lograríamos un marco normativo para que los congresos tengan su continuidad, preservando sus preceptos históricos y autonomía.
Se trata de un paso muy interesante y existen muchas ideas que se están analizando con la intención de poder llegar a Guatemala con este proceso maduro y contar con un reglamento institucionalizado.
¿Cómo se están desarrollando los preparativos para la próxima edición?
El Comité Organizador de Guatemala 2013 está trabajando muy bien, incorporando herramientas tecnológicas para la convocatoria como una Web (< a href=\»http://www.congresocila.org\» target=\»_blank\»>www.congresocila.org) muy completa e interactiva, y cuentas en Twitter y Facebook. Hay mucha expectativa puesta en el evento y suma mucho que la región esté fuerte, lo que le da un marco muy particular. Hace pocos días recibimos un informe muy completo del Ing. José Agüero Umattino, Presidente del Comité Organizador, donde nos informa que se habían recibido, al 20 de enero de 2013, más de 170 resúmenes de ponencias. Ese número permite garantizar, desde ahora, una concurrencia muy importante de congresistas en noviembre en un momento muy importante para la región.
Como vemos día a día, Latinoamérica está viviendo un momento de enorme actividad en la expansión de su infraestructura. Todos los países están en pleno desarrollo de sus redes viarias. De allí, que la formación y capacitación técnica de nuestros recursos humanos sea una necesidad imperiosa, temática que no se había planteado en las décadas anteriores. También quiero resaltar el gran apoyo que permanentemente recibimos tanto de España como de Portugal.
Los países ibéricos han sido actores centrales en la transferencia tecnológica que se ha dado en el CILA. Razones de historia e idioma nos han permitido recibir en forma casi instantánea los avances logrados en los últimos 20 años.
Será, seguramente, muy emotivo el homenaje que haremos a la figura del Jorge y presentaremos, según lo acordado en noviembre en Buenos Aires, las condiciones del Premio “Dr. Jorge O. Agnusdei”, cuya primera edición será en ocasión del CILA 2015 en Argentina.
LLEVAR A LA PRÁCTICA LOS CONOCIMIENTOS
¿Este presente de la región también repercute en el sector?
En la actualidad ya no existe más la visión de la infraestructura que había hace una década. Tenemos países, como Brasil y México, que en la actualidad son actores centrales del mundo desarrollado y otros que, si bien se catalogan como emergentes, han logrado consolidar un crecimiento importante y sostenido durante varios años como Argentina, Perú, Colombia y Chile. Incluso América Central nos sorprende, año a año, con la aparición de más y mayores proyectos de ampliación de sus infraestructuras viales. Por ello, todos necesitamos y demandamos tecnologías y conocimientos y estos eventos dan esa posibilidad. Paralelamente, surgen nuevos conceptos asociados a la necesidad de preservar el medio ambiente y lograr desarrollos sustentables y con ellos más tecnologías. Por lo tanto, el desafío es captar y llevar a la práctica todos los conocimientos disponibles.
¿Qué cree que le está faltando al CILA?
Si bien el CILA fue, y seguirá siendo, primordialmente académico, debemos encontrar la forma de lograr mayor participación del sector privado en todas sus formas, es decir constructores, fabricantes de equipos, proveedores de insumos, consultores, etc. Idéntico objetivo nos debemos plantear con el sector público ya que, precisamente, es en él donde se proyectan las inversiones en infraestructura. En los últimos años se ha visto claramente que este tipo de eventos permiten el desarrollo de sinergias que dan impulso a la aplicación de los avances tecnológicos. La experiencia demuestra que han quedado obsoletos los mecanismos técnicos y administrativos establecidos como requisitos previos a la aplicación de algún tipo de innovación. Hoy las experiencias, con la revolución informática y de las comunicaciones, están a nuestro alcance en forma instantánea. Es muy sencillo, decisión mediante, llevarlas a la práctica.
ANTECEDENTES
El Congreso Latinoamericano del Asfalto, luego Congreso Iberolatinoamericano del Asfalto (CILA), tuvo su primera edición en el año 1981 gracias al convencimiento y esfuerzo conjunto del Dr. Jorge O. Agnusdei (Argentina) y del Ing. Helio Farah (Brasil) con el fin de promover el intercambio de conocimientos entre los técnicos del asfalto en América Latina. En aquella primera ocasión se presentaron y debatieron apenas 25 trabajos técnicos correspondientes a autores de diferentes países de la región.
Para su tercera edición, realizada en 1985 en la ciudad de Cartagena de Indias (Colombia), se incorporó España y a partir de 1999, durante el Congreso de Sevilla (España) lo hizo Portugal. Desde entonces pasó a llamarse Congreso Iberolatinoamericano del Asfalto, dando origen a las siglas CILA, y es reconocido como el principal foro para la discusión de las técnicas modernas de pavimentación asfáltica de habla hispana y portuguesa, contando con la participación activa de más de 20 países .
En 1987, se modificó y aprobó en México el Reglamento que marca la organización de estos Congresos, que se realizan cada dos años en diferentes países de Iberolatinoamérica.
Cada país miembro tiene derecho a nombrar un delegado para asistir a la Reunión Ejecutiva que tiene lugar durante el desarrollo del CILA.
En esta reunión, entre otras decisiones, se elige el país que dos años más tarde realizará el siguiente CILA oficiando, de esta manera, como sede del nuevo evento.
En cada edición del CILA, más participantes se suman y más contenido científico y técnico se divulga. El XVI CILA (el último que se celebró) se realizó en Río de Janeiro, Brasil, en noviembre de 2011 y contó con la presencia de 750 congresistas y la presentación de 220 trabajos técnicos. En él se celebró el 30º Aniversario del CILA y se rindieron emotivos homenajes al Dr. Jorge O. Agnusdei y al Ing. Hélio Farah.