Entrevista a Franco Mignacco, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).
– ¿Cuál es la actualidad del sector en nuestro país?
Franco Mignacco: La industria minera sin dudas se ha puesto en el centro de las miradas en el presente argentino y en esto tiene mucho que ver su rol como sector generador de divisas. En concreto, en 2022 fue uno de los únicos tres sectores que permitió el ingreso de divisas netas para el país, ya que posee una balanza comercial fuertemente exportadora (importa por un valor que es solo el 10% de lo que exporta).
La minería se posicionó como el sexto complejo exportador nacional y cerró el 2022 produciendo exportaciones por casi USD 4.000 millones, impulsadas en un 80% por el oro y la plata. También se puede destacar el mayor protagonismo que está teniendo el litio en el NOA.
Para resaltar, el empleo en el sector creció y alcanzó más de 90.000 puestos laborales lo que a su vez moviliza las economías regionales. Tenemos 14 proyectos en producción de oro, plata y litio. A los que se suman las empresas de la minería de 2ª y 3ª categoría (canteras), que han ido recuperando niveles de actividad, impulsados por los sectores demandantes, como la construcción, y por mayores exportaciones.
En cuanto a nuevos proyectos, vemos que el sector litio es el más dinámico, con seis proyectos en construcción que en el mediano y corto plazo ya estarán produciendo, sumado a la ampliación de los dos proyectos actualmente produciendo. Lamentablemente, no sucede lo mismo con los proyectos metalíferos. En particular, hay preocupación en relación al oro y la plata, donde se da un envejecimiento de los proyectos, lo que hace menguar su producción e incrementa los costos.
Si a esta situación se le suman temas de contexto, como la situación cambiaria, donde lo que se produce se liquida a valor dólar oficial, pero en cuanto a costos, el acceso a bienes y servicios se ve recargado con un incremento en dólares que ronda un 30% adicional, tenemos una ecuación que perjudica la extensión de la vida útil de los proyectos. De allí, la importancia de que junto al sector público podamos trabajar para garantizar un adecuado entorno normativo y fiscal, que ayude a maximizar la vida útil de los yacimientos, atraer nuevas inversiones y poner en marcha los proyectos en cartera.
– ¿Y cómo es en relación al mundo?
F.M.: De cara al mundo, Argentina se presenta como un país de gran potencial, por sus recursos de oro, plata, litio y de cobre entre otros minerales, de los cuales se espera una demanda creciente.
Pero mirando la coyuntura, también hay que considerar que a nivel internacional se está atravesando un escenario de alta volatilidad de los precios de los metales, sujeto al nivel de actividad global y las políticas monetarias. De hecho, por ejemplo, los precios del litio en China disminuyeron hasta un 50%. Esto se explica por el proceso de desaceleración de la actividad mundial, que sumado al riesgo de recesión impacta en la demanda de minerales. Y en particular, se desaceleró también la demanda de vehículos eléctricos que, aunque sigue siendo dinámica, no está creciendo tan rápidamente como se esperaba.
Por eso, frente a factores externos que no podemos controlar, se vuelve aún más fundamental que sigamos cuidando la competitividad del país frente a otros destinos con los que competimos por las inversiones mineras. Y esto se consigue garantizando un escenario de certezas que acompañe al sector y permita su consolidación. Siempre decimos, para mensurar el potencial de Argentina, que Chile, compartiendo la misma cordillera logra exportar 15 veces más. Podemos lograrlo, pero debemos generar políticas de largo plazo que ayuden al posicionamiento del país en el mapa de inversiones.
– ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sector?
F.M.: Una de las principales complicaciones que enfrentamos es la falta de certezas. Sin reglas claras se dificulta la puesta en marcha de inversiones de gran magnitud y la competencia frente a otros países que poseen recursos mineros. En especial, creemos que es fundamental que se respete lo que dicta la Ley de Inversiones Mineras. La incertidumbre por los cambios legales e impositivos atenta contra la planificación de largo plazo que requieren los proyectos, dado que conllevan inversiones intensivas que necesitan de varios años para ser recuperadas.
Por otra parte, para un mayor desarrollo de la minería, y de las industrias en las economías regionales en las zonas más alejadas de los centros urbanos, es fundamental la colaboración para el mejoramiento y ampliación de la red de infraestructura de energía, transporte y comunicaciones. El déficit actual en la infraestructura general hace que Argentina pierda competitividad y perjudica el potencial de los proyectos en el país.
Y, yendo a otro tipo de cuestiones, seguimos con dificultades por las demoras en los procedimientos para la importación de bienes e insumos para la producción y la construcción de los proyectos. Se necesita contar con acceso al mercado único libre de cambio para afrontar los pagos de importaciones y servicios de extranjeros. En este tema, se debería tener en cuenta que nuestro sector importa un porcentaje mínimo en comparación a lo que genera en exportaciones.
– ¿Cuál es el presente de la Cámara?
F.M.: Tal como hablábamos, estamos frente a un momento que genera expectativas, pero a la vez, abre varios frentes de preocupación para las empresas mineras y para sus proveedores, que también son parte de CAEM. Y es aquí donde la cámara cumple su rol, trabajando para fortalecer la posición del sector privado y velar por el crecimiento de la industria en su conjunto.
La Cámara es la voz de la industria a nivel nacional y por ello se ocupa de que las autoridades y los líderes de opinión conozcan la labor de la minería y su aporte al progreso de las comunidades y del país.
CAEM ha crecido en los últimos años, para dar respuesta a los requerimientos de una industria que tendrá cada vez mayor protagonismo dentro de la matriz productiva nacional. La Cámara es un punto de encuentro para quienes conformamos el sector y nos permite trabajar en forma coordinada.
Este último período CAEM ha crecido: en los últimos dos años, incrementó sus asociados en un 60%. Esto es motivo de orgullo y a la vez una enorme responsabilidad, ya que representamos a empresas de todo el país, con realidades muy distintas entre sí, y englobamos también a las cámaras provinciales. Esta composición heterogénea nos permite tener una visión amplia del sector, su potencial y sus necesidades. Nos permite también generar redes de trabajo y colaboración cada vez más fluidas.
– Desde que asumió ¿cuál es su principal objetivo a potenciar? ¿En qué proyectos están trabajando? ¿Qué proyectos a futuros manejan?
F.M.: Claramente el “gran” eje es colaborar con la consolidación y el crecimiento del sector minero en el país. Para esto, buscamos que se incremente el conocimiento sobre la industria minera, en los tomadores de decisión y en la sociedad en general. En este camino, hemos buscado potenciar nuestros mensajes generando redes de trabajo y construyendo lazos con organizaciones aliadas.
Por ejemplo, estamos participando del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), que está conformado por las cámaras empresarias que integran el G-6, la CGT y la UOCRA. Este organismo está haciendo un desarrollo analítico muy interesante sobre las cuestiones clave que necesita nuestro país, y han incluido a la minería entre sus ejes de trabajo por su rol potenciador de las economías regionales.
También estamos trabajando en forma coordinada con la Unión Industrial Argentina (UIA), con la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y con el Centro Argentino de Ingenieros (CAI), entre otros. De esta forma, mostramos cómo la minería se inserta en los entramados productivos y el valor que tiene, también desde la visión de otros sectores.
Estas actividades se complementan con el relacionamiento con líderes de opinión y mayor presencia en los espacios de toma de decisión. Queda mucho por hacer, pero todo lo que sembremos en cuanto a construcción de vínculos será fundamental, sobre todo para la defensa de la actividad. También buscamos seguir potenciando el carácter federal y participativo de la Cámara, generando actividades en las provincias y nuevos espacios de diálogo.
Actualmente, estamos trabajando en proyectos relacionados con la generación de información propia, que nos permita realizar un aporte real a las discusiones sobre la industria. Esto abarcará cuestiones productivas, ambientales y económicas.
Además, seguimos impulsando temas relacionados con la capacitación y la educación, así como con la difusión del sector y la ampliación de la comunicación, para hacer la minería – una industria que por producir en lugares alejados de los grandes centros urbanos- aún es poco conocida y comprendida.
– En relación al medio ambiente, ¿qué acciones están llevando adelante?
F.M.: La sustentabilidad es un aspecto clave para la industria, abarcando cuestiones ambientales, sociales y productivas. Es por eso que desde CAEM propiciamos acciones que produzcan mejoras concretas y comprobables. Por ejemplo, a través de la Cámara Argentina ha sido el primer país latinoamericano en sumarse al programa “Hacia una Minería Sustentable (HMS o TSM por sus siglas en inglés). Este consta de un conjunto de herramientas e indicadores que impulsan el buen desempeño y aseguran que los principales riesgos de la minería se administren de forma adecuada, planteando parámetros e instancias de control externo para las compañías mineras. El programa es aplicado en las principales empresas mineras del país. Y en mayo, en el contexto de Arminera, generaremos una actividad específica sobre esta iniciativa, con la presencia de especialistas en el programa y representantes de los países implementadores.
Por otra parte, estamos trabajando junto al Instituto Nacional del Agua (INA) para generar indicadores sobre el uso del agua en la actividad minera. Estos serán datos claves, y esperamos que nos ayuden a clarificar las dudas y prejuicios más habituales sobre este consumo.
Adicionalmente, estamos elaborando la Segunda Memoria Sustentable de la Industria Minera, que recopila los datos de las actividades de sustentabilidad, inversión social y relacionamiento con las comunidades efectuadas desde el sector privado. Esta era información que no teníamos en el país, por ello es destacable que ahora se mide y se le puede dar seguimiento a los datos para analizar su evolución. Estas actividades se complementan con la coordinación de espacios de capacitación y talleres relacionados con temáticas sustentables.
– ¿Cómo se preparan para Arminera 2023? ¿Cuáles son las expectativas?
F.M.: Tenemos grandes expectativas en relación a esta Arminera. Es la primera que se realiza tras la pandemia. Y además, estamos celebrando el 25º aniversario de la feria, por lo que hemos decidido realizarla en el predio de La Rural. Estamos trabajando fuertemente no solo en las cuestiones de coordinación, sino también en lo relacionado con los contenidos. Va a ser una Arminera fuertemente generadora de información, de debates, de intercambio de ideas y de conocimiento, con una amplitud de temas que potenciarán su atractivo. La industria minera ha avanzado mucho, en el país y en el mundo y creo que esta feria logrará reflejarlo.
– ¿Con qué novedades se van a encontrar los visitantes?
F.M.: Esta edición se contará con actividades periféricas y espacios especiales que le sumarán valor a la tradicional feria. Creo que una de las actividades más interesantes va a ser el Encuentro de CEOs -organizado en conjunto con IDEA- donde los más altos representantes de la minería argentina compartirán su mirada y sus conocimientos sobre cobre, oro, plata y litio.
Por otro lado, se hará el 3er Encuentro de Desarrollo de Proveedores, buscando potenciar el vínculo entre la oferta y la demanda. También la Ronda de Negocios Internacional, que buscará favorecer el cierre de operaciones comerciales.
También estará la Convención de Materias Primas entre la UE y LATAM. Y se contará con una cargada agenda de Conferencias de Expositores donde se presentarán las novedades del sector. En tanto, CADIM (Colegio Argentino de Ingenieros de Minas) realizará una Jornada de Actualización Profesional con el compromiso de alcanzar los más altos estándares profesionales. Y estas son solo algunas de las actividades. En breve difundiremos la agenda completa.
Esta edición tendrá como país invitado a Australia, que desarrollará actividades especiales. Tendremos una feria de 1.500 m2, con la participación de todos los grandes proyectos del país y los más prestigiosos proveedores.