En esta edición me pareció interesante dedicarle especialmente a la Ruta Provincial 6 la nota de tapa. Una obra emblemática que mantuvo, durante muchos años, la expectativa para su realización, pero hoy vuelve a ser noticia.
Tuvimos oportunidad de entrevistar al Ing. Ricardo Curetti, administrador general de la Dirección Provincial de Vialidad de Buenos Aires, que nos proveyó de información sobre las licitaciones, obras y desafíos que presenta mantener las rutas y los caminos de la provincia, y la operativa ante una extensa región por atender, principalmente los 1.800 kilómetros de los cuatro corredores.
Los bajos recursos, acotados por el presupuesto para la red vial, y la escasa posibilidad de intervenir en todos los puntos necesarios, hace que sean pocas las obras con posibilidades de intervención.
¿Sería posible concesionar parte de estas rutas para su mantenimiento para que no caigan en el olvido?
La actividad y la determinación del presidente de la Asociación de Consorcios Camineros de la provincia de Córdoba, Antonio Picca, lleva adelante la tarea del cuidado y mejoramiento de la red terciaria, como también mantener una señalación adecuada. Quizás este modelo de cooperación entre productores y la vialidad provincial sería aplicable en otras provincias, descomprimiendo el presupuesto para el mantenimiento de los caminos con bajo tránsito, necesarios para llevar la producción a los centros de distribución y a los puertos, sin la interrupción del servicio. Esta formula eficiente permite mantener los recursos suficientes para realizar una inversión anual en el equipamiento necesario para el mantenimiento.
Por otra parte, la inversión en la señalización en la red primaria de la provincia de Buenos Aires aún resulta insuficiente. Hay que insistir en el control de la conducta vial para respetar las normas y armonizar la convivencia en las urbes.
Parecería que hay un comienzo de pesaje aplicado al peso de los camiones de carga. En este sentido, Córdoba y Buenos Aires tomaron la importante decisión de realizar la inversión en balanzas movibles para sus rutas. Quizás este sea un ejemplo a seguir y aplicar en todo el país.
Sería bueno que estas acciones se instauren como una política de Estado y que en el mantenimiento de las rutas se tomen también medidas de prevención.
Inexorablemente la incorporación de tecnología produce cambios en la solución a los problemas indicando la importancia de mantener, ante la concentración de la población en las ciudades, el capítulo de transporte abierto para modernizar y desagotar la concentración de vehículos. En fin, operar en consecuencia porque el crecimiento no para y cada vez los problemas son mayores.
Hace unos días, tuve la oportunidad de visitar algunos amigos en Uruguay y tomé conocimiento de una obra urbana interesante, la del Corredor Garzón en la ciudad de Montevideo. Lamentablemente parecería que este corredor especial para buses, en sus primeros seis kilómetros, no logró aún resolver en su diseño la traza que atraviesa una zona muy poblada como es el barrio de Colón. Una gran inversión que todavía no se traduce en los beneficios esperados y desafortunadamente un proyecto muy discutido por los afectados en el recorrido del transporte público. Además afecta tanto a peatones como a conductores ya que desde su inauguración se originaron varios accidentes de tránsito. Sin duda una experiencia para tener en cuenta.
Asimismo, desde que finalizó el XVI Congreso Argentino de Vialidad y Tránsito en cada entrega publicaremos los trabajos premiados y aquellos destacados. Seguramente otros autores permitirán publicarlos y cumplir con la importante tarea de difundir y comunicar los trabajos de los profesionales que participan, investigan y cooperan para la transferencia de tecnología.
La variedad de aportes para lograr esta edición se me ocurre contribuir con la siguiente frase del filósofo Bertran Russell: “Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos, por hacer imposible lo posible”.
Nos queda la reflexión para la próxima edición.