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El rol de los relevamiento, sondeos y calicatas para un diagnóstico correcto de las fallas en pavimentos flexibles

Por el Ing. Nicolás Poncino, ITYAC S.A.
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EDITORIAL

*Por el Ing. Nicolás Poncino, ITYAC S.A.

(Para ver las figuras que se nombran en la nota, haga click aquí)
Las distintas fallas que se producen en los pavimentos asfálticos, durante su vida en servicio, casi siempre se deben a diversos factores. Conocer el origen de las mismas (diagnóstico) es de vital importancia para que una obra de rehabilitación cumpla en servicio con las expectativas planteadas en el proyecto ejecutivo (solución).
En el caso de la falla por ahuellamiento o deformación permanente, el pavimento puede evidenciar en superficie ciertos indicios respecto a cuál/es capa/s es la principal responsable (Figura N° 1). Por ejemplo, en rutas con alto porcentajes de tránsito pesado, es común identificar deformaciones permanentes en las que las huellas “copian” las ruedas duales de los camiones. Esto, en general, permite asumir que la problemática tiene su origen en las capas asfálticas.
En cuanto a las fisuras, otras de las fallas típicas en pavimentos flexibles, la forma en la cual se manifiesta en superficie también permite presumir acerca de las posibles causas de su aparición. La orientación y ubicación en el ancho del carril de circulación, son dos de las características claves en este análisis. Como ejemplo de esto, es común vincular fisuras transversales a las solicitaciones medioambientales (térmicas), ya sea por presencia de capas subyacentes cementadas o bien por envejecimiento del cemento asfáltico (Figura N° 2 A). O, en el caso de fisuras (longitudinales, ramificadas o con tendencia a ramificarse) ubicadas preponderantemente sobre las huellas de circulación, se suele advertir el fenómeno de fatiga sobre mezclas asfálticas producto de solicitaciones del tránsito (Figura N° 2 B).
Sin embargo, estas hipótesis deben ser, necesariamente, corroboradas con estudios de mayor precisión. Con vistas a dicho objetivo, los relevamientos, sondeos estructurales, las calicatas y los posteriores ensayos de laboratorio son un aliado indispensable.
En este sentido, la metodología, criterio, representatividad y precisión con que se lleva a cabo la auscultación superficial y estructural, al igual que el procesamiento de sus resultados, resultan determinantes.
Las calicatas y los sondeos tradicionales son una tarea destructiva e invasiva, con las interferencias al tránsito que ellos genera (Figura N° 3). A pesar de ello, no deberían ser excluidas como parte de los estudios para una evaluación integral/estructural y un correcto diagnóstico, por el contrario, estas aperturas a cielo abierto, deben ser efectuadas indefectiblemente, pero sólo en progresivas rigurosamente definidas previo un análisis integral. Es decir, deben ser representativas y características de tramos homogéneos, los cuales surgen de mediciones expeditivas y no destructivas, utilizando el equipamiento tecnológico de alto rendimiento que hoy día el mercado ofrece (Figura N° 4).
Asimismo, los inconvenientes que genera la apertura de una calicata, deben ser justamente motivos para aprovecharlas al máximo. Pareciera poco productivo llevar a cabo una calicata sin visión técnica y abocada única y sistemáticamente a medición de espesores y extracción de muestras a ensayar en laboratorio, situación a la que probablemente se llegó por la ineficiencia de tener que realizar numerosos estudios de este tipo para cumplir con los pliegos de un proyecto ejecutivo.
La posibilidad de visualizar el perfil en profundidad de una estructura de pavimento es una situación sumamente valiosa técnicamente y que debería tener la merecida importancia, permitiendo evaluar los materiales en forma visual, percibir su resistencia mecánica y, fundamentalmente, analizar las condiciones de cada una de las capas de la estructura y su posible vinculación con el origen de las fallas.