Un atrevido título editorial para la situación que transitamos. Considero que es un pedido, un llamado de atención en la propuesta porque los involucrados no son sólo los de la ejecución de obras de infraestructura; sino también los de la construcción del sector privado.
Es una redundancia válida decir que la construcción es industria de industrias. Un rubro propulsor de la actividad, un empleador necesario tanto de forma directa como indirecta y un agente multiplicador en todas las áreas. Caer en obviedades a veces es necesario. Quizás, en la toma de decisiones, no se consideró su habilitación mucho tiempo antes, por una situación que nos ha superado. Pero, no se ha tenido en cuenta que, por protocolo mediante por supuesto, se podría haber impulsado la economía a través de la oferta de un empleo que llega a muchos profesionales especializados y hasta empleados con mínima capacitación.
Los bajos recursos para invertir vuelven necesario gestionar la obra pública y el mejoramiento de los caminos rurales. Dos cosas muy importantes para el desarrollo de las pequeñas comunidades. Los magros presupuestos de los municipios para satisfacer la demanda primaria tienen que obrar milagros.
Por otro lado, las obras de mayor complejidad están suspendidas porque van a requerir de una mayor exigencia. Y además, como se anunció hace unos días, quedan desarticuladas todas las concesiones cuyas obras se encontraban inactivas; por lo cual, desde la Dirección Nacional de Vialidad se impulsará la obra pública bajo el modo de licitación convencional.
Mientras el sector se reacomoda con la habilitación de las obras, las empresas siguen apostando e invirtiendo en I+D+i. Apuestan a la salida de esta incomprensible situación en la que estamos embretados. Empresarios, profesionales y empleados, desde sus modestos puestos, se reinventan desde el teletrabajo porque no se resignan a dejar atrás todo lo logrado.
Lo positivo de quedarnos en casa para cuidarnos es que se abrió un abanico de posibilidades para la capacitación, muchas veces gratuita. La oferta es muy variada y enriquecedora. La transferencia tecnológica en todos los niveles, y con el beneficio extra de contar con protagonistas nacionales o internacionales. Aunque, debo reconocer, que se extraña salir al campo e intercambiar cara a cara los distintos avances y nuevos proyectos. Cuando leo los trabajos que recibimos en la redacción, me causa admiración el avance de distintas áreas y las oportunidades nuevas que se generan.
Recibo, regularmente, noticias de países vecinos, como por ejemplo de Paraguay, donde la obra pública en ningún momento se detuvo y los avances en estos seis meses muestran índices sorprendentes. Cumpliendo con los compromisos, aprovecharon el tiempo de cuarentena al máximo para mejorar la red viaria. Ejemplo de esto es el Corredor Bioceánico, que a un año de su inicio ya se han finalizado en agosto, 104 km de los 217 km que atraviesa su país. Y se estima que para fin de año se culmine la obra.
Una vez terminado, todo el corredor unirá a los puertos marítimos más importantes, tanto del Océano Pacífico como del Atlántico, generando otros 2.500 empleos adicionales, así como un sinfín de oportunidades a los poblados del Chaco Paraguayo.
Esto es solo una muestra de que las distintas obras pueden recomenzar sus tareas a la brevedad, no siendo recomendable este largo sacrificio.
Revista Vial continúa trabajando así, apoyando a las empresas y profesionales con compromiso; y como muchos, impulsando las buenas ideas y el progreso.
Por esta entrega, les envío un brazo virtual. Seguramente nos encontraremos de forma online en las X Jornadas de Túneles y Espacios Subterráneos o finalmente, en las obras comenzadas. Por favor, cuídense.
