En el marco del 4° Taller de Caminos y Transporte Rural, celebrado en Trenque Lauquen, la docente Karina Martínez dio a conocer la donación de piedra, por parte de la Cantera Piatti, que facilitó la llegada a la institución.
Una de las preocupaciones que tienen los caminos rurales es que, muchas veces, imposibilitan la libre circulación de las personas que habitan esas zonas. Así, muchos de ellos no logran llegar a los servicios de salud necesarios o a las propias instituciones educativas.
Es el caso de la escuelita rural que se encuentra en el Paraje Álvarez, Cuartel II de la Ruta Nacional 5, de la ciudad de Pehuajó.
Durante el 4° Taller, realizado el 28 y 29 de mayo en la ciudad de Trenque Lauquen, una de sus maestras, la Sra. Karina Martínez detalló cómo lograron superar esta problemática.
“No podíamos ingresar a la escuela en ningún transporte. Ni en bici, auto, moto o a caballo. Entonces dejábamos el auto en la ruta y nos íbamos caminando con los nenes a hasta la escuela”, comenzó Karina. Y continuó, “Son mil metros, pocos dirán ustedes. Pero para un día de lluvia, con barro y con un terreno muy resbaladizo es complicado. Llegábamos muy mojados y embarrados; pero no bajé nunca los brazos. Seguí insistiendo”.
Luego, dijo que cada vez que tenía la oportunidad de hablar con alguna autoridad, pedía que se la escuchara y la ayudaran con el camino. “Nadie me escuchaba, por ahí no llegaba tan alto como tenía que llegar. No tuve las oportunidades”, explicó. Y después, dio a conocer cómo fue qué consiguió la piedra tan deseada para mejorar esos mil metros y poder llegar a la institución sin problemas. “Un día me junto con el papá de unos de mis alumnos que es transportista, y me dijo, ¿por qué no llamamos a las canteras? Y empezamos a llamarlas hasta que llegó ese día. Fue a principios de abril, cuando llamé a Cantera Piatti, y la chica que me atendió me pasó con Santiago, que es quien se encarga de ofrecer la piedra a las personas que la quieran comprar. Yo llamé para comprarla supuestamente, pero nunca me iba a dar el presupuesto para comprarla porque nosotros necesitábamos 730 toneladas para el camino de la escuela. Entonces, hablo con Santiago, le pregunto cuánto salen 730 toneladas de piedra y ahí él me dijo: “No, nosotros a las escuelitas rurales las ayudamos, les donamos la piedra”. Entonces empecé a llorar y fui corriendo a contarles a las otras señoritas y a los chicos. Hacía muchos años que estaba atrás de esto. Años de venir reclamando y pidiendo. Que Santiago me diga eso, fue muy importante”, contó emocionada Karina.
Luego, tuvo que hacer todos los acuerdos con el Municipio para garantizar el trabajo. Así, hoy el camino está hecho. “Gracias a la donación de esta cantera, yo tengo la piedra y los chicos no pierden más días de clases. Somos una comunidad chiquita, pero con muchas ganas de trabajar y ganas de seguir adelante y crecer. Gracias a José y a toda la Cantera Piatti por escucharme y hacer posible esto que hace tantos años que venimos pidiendo”, cerró.