*Por el Ing. Gustavo Mezzelani.
El pasado 10 de mayo, falleció el Ing. Prof. Jorge Raúl Tosticarelli. Nacido en Casilda en 1937, era egresado con título de Ingeniero Civil de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario. Recién recibido, sin ninguna experiencia laboral ni formación de post-grado, decidió partir a Europa a estudiar y aprender gracias a una beca que le fue otorgada. Así fue, como en 1965 estudió en el Laboratoire Central des Ponts et Chaussées (LCPC) en Nantes, Francia. Prosiguió en el ´66 en el Transport Research Laboratory (TRL) del Reino Unido, para saltar a Estados Unidos (MIT e Instituto Vial de California) y Canadá en los años ´67 y ´68 respectivamente.
En aquella estadía, en el TRL de Inglaterra, en el comedor del laboratorio vial conoce al Dr. Jorge Agnusdei, iniciando con él una larga relación de estudio y amistad que perduraría por años.
Inquieto, atrevido y de espíritu innovador, decidió dedicarse a estudiar aquellos temas de los que se conocía poco o nada en su país, aquellos aún sin transitar y sin saber si algún día serían de aplicación práctica. La ingeniería de pavimentos, la auscultación, evaluación y gestión de pavimentos fueron sus grandes temas, en los que supo sumergirse con pasión, inventiva y curiosidad.
De regreso, en Rosario, se hace cargo del Laboratorio Vial del IMAE de la Universidad Nacional de Rosario, volcando allí todo su impulso innovador y el bagaje de modernidad para la investigación que trajo consigo del exterior.
Entre otros logros, fue designado Académico en Rosario de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Argentina. Jorge fue, sin dudas, un pilar de la ingeniería vial nacional e internacional.
Hacia el año 1980, funda la empresa de consultoría vial ITYAC, siendo su presidente desde entonces hasta el año 2018, fecha en que fue designado Presidente Honorario.
Tosti, como todos le decíamos, fue sin dudas una persona especial. Era un apasionado de la vida, y sabía encontrar el equilibrio entre el deber y el placer, entre su vida académica o profesional y el saber disfrutar de familia y amigos.
Su partida nos deja un gran vacío, pero muchas enseñanzas y recuerdos. En su lema de vida, sintetizado en tres palabras “camino, paisaje, meta”, Tosti siempre resaltaba sobre la importancia de trazarse una meta, buscar objetivos, pero nunca olvidando de disfrutar del camino elegido y del bello paisaje de la vida.
En lo personal, mucho podría decir de alguien que tanto me dejó y marcó en mi camino profesional, con quien compartí tantos momentos, vivencias y anécdotas; pero a Tosti puedo resumirlo como el gran inspirador que fue, un hombre que contagiaba optimismo, un dotado del don de la empatía. Sin dudas un guía, un motivador y un referente humano y profesional para mí y me atrevo a decir que para muchos.