Buscar

INNOVACIÓN EN EL TRANSPORTE PÚBLICO URUGUAYO

Para conocer las últimas noticias, suscribirse a nuestras actualizaciones.

ÚLTIMA EDICIÓN

NEWSLETTER

EDITORIAL

El proyecto Fideicomiso Financiero Fondo de Financiamiento del Transporte  Urbano de Montevideo II de la Compañía Uruguaya de Transportes Colectivos S.A. fue premiado por la Asociación Internacional de Transporte Público (UITP).

La Compañía Uruguaya de Transportes Colectivos S.A. (CUTCSA) fue galardonada el pasado 12 de abril con el premio Ptx2 en el rubro Premio a la innovación Financiera, en el marco de la en la 59º edición del Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Transporte Público. El conglomerado de empresas uruguayo fue reconocido por el esfuerzo, empeño y dedicación puestos al servicio de la mejora del sistema de transportes de Montevideo.

ACTUALIDAD
A lo largo de los últimos años, las grandes ciudades latinoamericanas han sido testigos de un sostenido crecimiento poblacional, cuyos efectos inesperados requieren medidas innovadoras de parte de los entes municipales, pero también el compromiso activo de los grupos empresarios. En los barrios con mayor concentración de individuos  los servicios públicos son muchas veces deficientes y las empresas no responden con la efectividad y celeridad requeridas. Si bien no se puede hablar de desidia, sí de la falta de preparación frente a una problemática que se acrecienta con el paso de los años.
Ante el aumento de la población activa que requiere trasladarse todos los días hacia sus lugares de trabajo, el sistema de transporte público se resiente, deviniendo en un servicio ineficiente, caótico e incluso peligroso. Ejemplos de esto abundan en la realidad de muchas ciudades: demoras, hacinamiento, accidentes, cambios inesperados de recorrido, etc. Por otro lado, no sólo los pasajeros se ven afectados, también los trabajadores de las grandes empresas de transporte son testigos de la depreciación de sus condiciones laborales.
Frente a esta situación, conglomerados como CUTCSA se presentan, no sólo como una solución efectiva y duradera a la problemática del transporte en las grandes ciudades, sino también como un modelo a seguir para todos los empresarios del sector.

QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA
CUTCSA es una sociedad anónima que controla un conglomerado de sociedades de hecho, compuestas cada una de ellas por tres o cuatro miembros y que actúan como prestadoras del sistema de transporte público de Montevideo. Su funcionamiento está orientado hacia el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas del sector y, con este objetivo como premisa, implementa una serie de medidas entre las cuales se cuentan: la facilitación del acceso al crédito y a nuevas tecnologías, el apoyo a la investigación, el fomento de la cultura empresarial asegurando planes de formación profesional, el asesoramiento legal y financiero y la promoción de los vínculos entre los diversos empresarios para facilitar el intercambio de experiencias.
En lo que respecta a la composición de su capital accionario, éste está dividido a partes iguales entre todos los propietarios los cuales, a su vez, son dueños de los ómnibus de toda la flota. Esto es relevante en tanto asegura el equilibrio entre las necesidades de la sociedad y el interés individual de cada socio. Por otro lado, todo socio, antes de ser admitido, deberá ser aprobado por el total de la sociedad y, si bien tiene algunos privilegios (tiene prioridad para el puesto de conductor o guarda), también está sujeto a todas las obligaciones de cualquier otro empleado; además es responsable ante CUTCSA. del efectivo cumplimiento del servicio pactado.
En cuanto al plano financiero, es organizado de manera tal de fomentar la solidaridad y el trabajo en conjunto entre los diferentes socios. Cada ómnibus es una empresa individual que cuenta con sus propios ingresos, pero también con sus propios gastos. El precio del boleto es determinado por las autoridades municipales, las cuales lo definen tomando como base de cálculo la cantidad de kilómetros del recorrido de la unidad, la cantidad de pasajeros y los gastos propios del servicio. En cuanto a estos últimos son calculados por  CUTCSA en base a un modelo de gastos directos e indirectos. Los primeros son aquellos que devienen del combustible, multas y el mantenimiento de las unidades; los segundos, de la renovación de las flotas, seguros y gastos administrativos. Estos son amortizados a partir del establecimiento de un porcentaje del total del ingreso de cada ómnibus, destinado específicamente a tal fin.
Uno de los pilares que sustenta el modelo de CUTCSA son los valores que la sociedad respeta e infunde a sus socios. Dado que gran parte de éstos proviene de familias que se han desarrollado laboralmente en el sector, el arraigo del trabajador es uno de ellos y es una premisa del grupo de negocios dar prioridad a personas relacionadas familiarmente con ellos. Además, el alto nivel de participación que poseen los socios determina un perfil de liderazgo basado en la confianza y la comunicación. Así planteado, el esquema de trabajo de esta sociedad fomenta, ya sea desde lo estructural financiero como desde lo humano, la solidaridad y actuar conjunto en pos del mejoramiento de un servicio fundamental para el desarrollo de los individuos en las grandes ciudades.

FIDEICOMISO
Tradicionalmente, las empresas de transporte obtenían financiación a través de la banca privada e, indefectiblemente, en moneda extranjera. Esto representaba un gran riesgo, ya que los constantes movimientos devaluatorios de las monedas latinoamericanas implicaban un constante crecimiento del presupuesto de las empresas destinado al pago de los pasivos financieros.
Uno de los últimos logros de CUTSA ha sido la conformación de un Fideicomiso Financiero en conjunto con las cooperativas prestadoras de servicios de transporte público. En el mismo también intervienen, en calidad de fideicomitente, la intendencia de Montevideo y, como fiduciario, EF ASSET MANAGEMENT Administradora de Fondos de Inversión S.A.
A través de este sistema, la entidad fideicomitente transfiere bienes o valores a otra entidad (fiduciario), la cual, a su vez, los invierte en beneficio de un tercero (el fideicomisario). Así, las empresas de transporte invierten cierta cantidad de capital en el Fondo, la Municipalidad de Montevideo cancela las deudas de éstas con los acreedores y transfiere los valores restantes a la empresa que actúa como fiduciario. Finalmente, esta última re-invierte los valores en las empresas de transporte bajo la forma de créditos destinados a la renovación, mantenimiento y mejora de las flotas.
Los activos que componen el fideicomiso están compuestos por el 3% del ingreso mensual de las empresas, incluyendo los subsidios estatales. Dichos fondos son medidos en términos de Unidades Indexadas (Serie I) las cuales ajustan su valor en relación con la inflación real del país y de dólares estadounidenses (Serie II). La emisión total fue equivalente a casi 45 millones de dólares.
Los títulos de deuda de la Serie I equivalen a 10.000 UI, la emisión total no puede superar los 400.000.000 UI y el interés devengado es del 5,5% anual. En el caso de la Serie II, cada  título equivale a 1.000 dólares, no puede exceder el 30% de la emisión total de la Serie I y el interés aplicado es del 5,8% anual. Ambas Series son administradas por la intendencia de Montevideo la cual posee, como garantía, el derecho a retener los subsidios destinados a los boletos de estudiantes y jubilados, los cuales alcanzan entre un 8 y 10% de la recaudación mensual de las empresas. En cuanto al plazo de pago, es variable ya que se determina tomando como base de cálculo los ingresos totales resultantes de la venta de tickets.
El sistema presenta algunos riesgos: el cambio de las reglas de juego existentes  al momento de la inversión, el embargo de los fondos por parte de los acreedores de la Intendencia, la merma en la cantidad de boletos emitidos, la reducción de la participación de alguna de las empresas en la contribución al fondo y los vinculados a un debilitamiento financiero del fiduciario (la intendencia).
Sin embargo, todos ellos están contemplados en el contrato. En lo que respecta al cambio en las reglas de juego, queda establecido en éste que la Intendencia tiene la responsabilidad de garantizar la estabilidad de todas las normas celebradas en primera instancia. En cuanto al posible embargo de los fondos, éstos son depositados directamente en la cuenta del Fideicomiso y en calidad de rentas departamentales las cuales, por decreto, son inembargables. En adición a un constante crecimiento de la venta de boletos (sostenido desde el 2006), la introducción del Subsidio Ley Nº 18180, que garantiza la rebaja de los precios del gasoil, permite mantener un margen de ganancia estable. Por otro lado, en caso que las empresas no contribuyeran lo pactado al Fondo, la Intendencia puede, tal como se indicaba antes, retener los subsidios correspondientes a boletos estudiantiles y para jubilados. En caso que alguna de las empresas involucradas redujera su participación, la concesionaria que tomara su permiso está obligada a contribuir en el Fideicomiso. Finalmente, en caso de quiebra del fiduciario, el fideicomiso no resulta afectado ya que los activos de éste conforman un patrimonio independiente del de la Administradora de Fondos.
En conclusión, la adopción de este sistema favorece a las empresas, en tanto que les ofrece una forma de financiación que no está sujeta a devaluaciones monetarias. Así, pueden asignar un presupuesto fijo al pago de sus pasivos y poseen la certeza que éste no se acrecentará en tiempos de crisis. En cuanto a los beneficios obtenidos por los entes municipales, no sólo se aseguran el pago de las contribuciones obligatorias de parte de los grupos empresarios, sino que también favorecen la modernización y funcionamiento eficaz de los servicios de transporte público.

REVISIÓN HISTÓRICA
El servicio de transportes públicos en Montevideo posee una larga tradición. En 1866 aparece el primer tranvía a caballo, reemplazado más tarde por el tranvía de rieles; rápidamente, a causa de la falta de renovación de las unidades, la concesión de estos servicios fue otorgada a dos compañías de capitales ingleses y alemanes (Sociedad comercial de Montevideo y La Trasatlántica, respectivamente). En 1906 dicha concesión se extiende por 70 años y tienen lugar los primeros recorridos de tranvías eléctricos. Sin embargo, la ciudad continúa creciendo haciéndose necesaria la extensión de los recorridos existentes y la creación de nuevos. Las empresas no respondieron favorablemente. Ante esto, el Ministerio de Obras Públicas, resuelve la importación de cuatro ómnibus que conformarían dos líneas. Desafortunadamente, poco tiempo después, debido fundamentalmente a la pésima calidad del empedrado, estos servicios fueron suspendidos. Entre 1914 y 1918 se intentó poner en funcionamiento nuevamente las dos líneas, pero la falta de personal idóneo para la reparación de las unidades, sumado a la dificultad en el acceso a los repuestos condujo a un nuevo fracaso. Finalmente, en 1926, surge la Compañía Uruguaya de ómnibus la cual, una vez obtenida la autorización del Municipio, pone en funcionamiento la primer línea privada de colectivos. Luego de un tiempo, el alcance de ésta se diversifica, extendiéndose a todos los barrios de Montevideo. Si bien en un principio los recorridos de los colectivos eran caóticos, con el tiempo alcanzaron un perfeccionamiento tal que la población optó por utilizar más asiduamente éstos, ocasionando una importante merma en los pasajeros del servicio tranviario y el posterior abandono del país por parte de las empresas extranjeras. Con el tiempo, el Municipio reorganizó los recorridos de cada línea y otorgó una letra a cada una de ellas, facilitando a los pasajeros la utilización del servicio.
En 1926 se crea el Centro de Propietarios de Ómnibus, una organización gremial cuyo objetivo era la protección de los derechos e intereses de los dueños de las unidades. Es de destacar que la presidencia del centro era otorgada únicamente a individuos destacados en el rubro del transporte. Años después (en 1936) dicha organización aprobará el estatuto de la CONAUSA (Cooperativa Nacional de Autobuses S.A.), la cual, a su vez, un año más tarde cambiará su nombre por CUTCSA (Cooperativa Uruguaya de Transporte colectivo S.A.). En 1946, y a fines de suscribirse a la normativa legal, la palabra Cooperativa, será  reemplazada por Compañía, nomenclatura que mantiene hasta la fecha.
El empeño conjunto de la Municipalidad, de CUTCSA y de los trabajadores del sector condujo a la organización efectiva de las flotas (fijando los recorridos y el sistema de numeración que conservan en la actualidad), a la expansión de las redes de transporte (al punto de extenderse hacia los departamentos de Canelones y San José) e incluso a la instalación de una fábrica de carrocería perteneciente a la compañía.

EL PREMIO
La Asociación Internacional de Transporte Público (UITP) es una organización transnacional orientada a las autoridades y operadores del transporte público de todo el mundo; y su objetivo principal en la actualidad es duplicar el marketshare del transporte público para el 2025. Otras de las premisas sobre las cuales se fundamenta es el fomento a la investigación e innovación y el intercambio de experiencias y proyectos alrededor de todo el mundo. Este año, en el marco del 59° Congreso Mundial de la institución, celebrado en Dubai, la UITP entregó el premio PTx2 a través del cual se reconocen los esfuerzos individuales y colectivos de los líderes del sector. Para esta edición, se presentaron más de 150 postulaciones, provenientes de 92 países del mundo.
La empresa uruguaya Cutcsa fue premiada por su proyecto Fideicomiso Financiero Fondo de Financiamiento del Transporte Urbano de Montevideo II con el galardón a Innovación Financiera. Es de destacar que a dicho evento concurren empresarios de todo el mundo y se presentan ponencias de las más diversas disciplinas; así, el concurrente no sólo puede presentar su proyecto ante un distinguido auditorio sino que además tiene la posibilidad de tomar contacto con conocimientos y planes de sus colegas de todos los continentes.

EPIGRAFES:

1. FOTO APERTURA
2. El presidente de Uruguay, José Mujica, participó en 2010 de la presentación de las nuevas plantas de CUTCSA.
3. Y 5. Las unidades, modernas y en constante renovación, conforman una flota de 1.059 vehículos.
4. Juan Antonio Salgado Vila, presidente de CUCTSA, recibe del premio por Innovación Financiera de manos de autoridades del 59° Congreso Mundial de Transporte Público llevado a cabo en Dubai en abril pasado.
6 y 7. La empresa cuenta con talleres propios para reparaciones donde se dispone de un amplio stock de repuestos y materiales para las carrocerías y cubiertas.

\"\"\"\"\"\"\"\"\"\"\"\"\"\"\"\"