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La ingeniería, su mejora continua y la búsqueda de las mejores prácticas organizativas

Las comunidades cambian a veces de forma explosiva, otras se toman su tiempo hasta que de pronto ese cambio se hace vertiginoso y reclama desde la urgencia una solución. Por el Lic. Fernando Fazzolari.
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EDITORIAL

*Por el Lic. Fernando Fazzolari, socio, vicepresidente y gerente general de IATASA. Lic. en Economía, Universidad de Buenos Aires, Ms. Ec. y Adm.

La ingeniería es una disciplina que madura con el tiempo y se enriquece con los hallazgos de las ciencias, con sus propios desarrollos y con la crítica permanente de sus soluciones; ya que una disciplina que no es capaz de ponerse en cuestión se abate enferma de pasado.
Por otra parte, actuamos en una actividad a la que la comunidad convoca permanentemente a dar respuesta a sus necesidades.
Las comunidades cambian a veces de forma explosiva, otras veces se toman su tiempo hasta que de pronto ese cambio se hace vertiginoso y reclama desde la urgencia una solución.
Y la ingeniería las acompaña a veces con recursos conocidos y probados y en otros casos ensayando soluciones novedosas sustentadas por la expansión teórico-práctica de las experiencias anteriores.
Y eso, si bien la convierte en un fenómeno de conocimiento dinámico, al mismo tiempo le demanda su historicidad.
La estructura del saber de la ingeniería debe ser necesariamente una trama permeable y a su vez resistente, porque es indispensable su amplitud de criterio para incorporar saberes novedosos y hasta en algunos casos de experimentación y hacerlos convivir con sus saberes constituidos, inalterables. O, por lo menos como se suele decir en las ciencias, hasta que se demuestre lo contrario.
Sin embargo, para cumplir con ese objetivo de mejora continua es necesario apostar a la constitución de equipos permanentes nucleados en organizaciones que les permitan a los profesionales atravesar los distintos proyectos y obras profundizando dentro de cada especialidad como conocimiento vertical y poder integrarse con las demás incumbencias de manera natural para que en el conjunto de los involucrados en un proyecto bajo la conducción de un director de obra o proyecto entreguen, como conjunto de saberes matriciados, lo mejor de sí como equipo a los fines del objetivo propuesto.
Esta idea de ingeniería organizada ha sido exitosa en todo el mundo, y en la medida que esas organizaciones puedan contar con una mayor experiencia y continuidad laboral sin duda van a ir creciendo en la magnitud de sus emprendimientos como en la acumulación de experiencia que se distribuye a lo largo de la organización y permite a los diferentes rangos etarios de la profesión hacerse cargo progresivamente de desafíos más complejos teniendo en su patrimonio una experiencia vívida a lo largo de todos los proyectos en donde fue formando su conocimiento y cómo ese saber se integra con diferentes disciplinas y campos de la misma profesión.
Ejemplos de organizaciones de esta naturaleza existen por doquier en el mundo, firmas en las que sus socios son profesionales universitarios que han decidido constituir una organización que supere los límites temporales y se perpetúe como una usina de conocimiento y experiencia al servicio de la comunidad en la que fue creada y al servicio de todos aquellos que requieran de sus prestaciones.

Constituidas generalmente por un grupo de profesionales y técnicos capacitados para adaptarse a las necesidades de su país y del orden global y sus instituciones incorporando los más avanzados conocimientos y tecnologías con los que la ingeniería contribuye al bienestar de la sociedad.

Estas organizaciones independientes y solventes permiten atender y solucionar las necesidades de todo tipo de clientes suministrando servicios de primer nivel en muy diferentes ámbitos técnicos y geográficos, lo cual estimula y valoriza el desarrollo de sus profesionales.
Es necesario que las empresas de ingeniería cuenten, además de un equipo de profesionales, con una vasta trayectoria en obras y servicios de infraestructura, con un espacio creativo y amigable para desarrollar ideas y compartirlas con los colegas que siempre desde su calidad humana y formación facilitan un ambiente amistoso en todo momento. Y adicionalmente garantizan, a través de una ordenada transferencia de la titularidad accionaria, la continuidad y la custodia del patrimonio técnico adquirido por la firma, incorporando nuevos socios a la organización en la medida que las tareas, los campos de actividad o la necesaria opción generacional lo requiera.
Por otra parte, hay condiciones de borde para que estas estructuras sean eficientes y sirvan al desarrollo de la ingeniería. Es necesaria la permanente planificación de los proyectos en manos de los países y sus comitentes para saber cómo dimensionar los esfuerzos de las empresas de ingeniería organizada.
Asimismo, contribuir a un camino virtuoso de los proyectos y las obras de ingeniería dando lugar, tiempo y recursos a las diferentes etapas que debe transitar una obra, desde las ideas iniciales hasta lograr la mayor certeza mediante el desarrollo progresivo de las ingenierías de factibilidad, de proyecto y de detalles constructivos en pos de la sustentabilidad de las obras.
Este camino hace a la trazabilidad de una obra desde sus orígenes y necesidades hasta su puesta en marcha y ofrece en ese ejercicio de excelencia, economías y certezas en beneficio de lo que la comunidad se proponga.
En cambio, el camino de la improvisación y la urgencia en atender las necesidades que se presentan o se vislumbran como inmediatas generalmente concluye con disfunciones indeseadas tanto por los profesionales como por los comitentes y quien las padece finalmente es la comunidad a través de los mayores costos y plazos que devienen de dichos pocos aconsejables procedimientos.
Podemos concluir tal vez, que las obras de la ingeniería nos reclaman desde diferentes ángulos: sustentabilidad técnica en los proyectos, historicidad e innovación en el conocimiento, mantenimiento y desarrollo de equipos permanentes y altamente capacitados, permeabilidad a la innovación tecnológica, alta capacitación en las firmas y en los comitentes hacia el alcance de sus objetivos, y finalmente hacer conocer a la comunidad los beneficios que toda obra le aporta y asociarla al éxito de la empresa. Porque sin lugar a dudas, la ingeniería está al servicio del bienestar de los ciudadanos.