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“La introducción de la electromovilidad al transporte público de Santiago es parte del nuevo estándar que se pretende instaurar en el país”

Diálogo con el Ing. Fernando Saka, director de Transporte Público Metropolitano del Ministerio de Transporte de Chile.
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EDITORIAL

Diálogo con el Ing. Fernando Saka, director de Transporte Público Metropolitano del Ministerio de Transporte de Chile.

El Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM) es el organismo encargado de articular, coordinar y supervisar las acciones, programas y medidas para gestionar el transporte público mayor de la ciudad de Santiago, esto incluye tres modos de transporte: buses, Metro y Tren Central. Así, la ciudad de Santiago de Chile cuenta con un sistema de transporte público intermodal e integrado en lo financiero, operacional y tarifario. De cara al usuario, lo anterior se traduce en la existencia de la “Tarjeta Bip!”, un medio de pago electrónico que permite a los usuarios acceder a una tarifa integrada y combinar los distintos modos.
Neral.

-¿Cuál es la demanda del transporte de pasajeros de Santiago?
Ing. Fernando Saka:
En Santiago de Chile, durante el 2019 se registró una demanda de 5,8 millones de usuarios, lo que se traduce en 3,7 millones de viajes promedio en día laboral.
Estas cifras reflejan la demanda de los tres modos de transporte de la ciudad (buses, metro y tren suburbano).
En 2019, el 52,1% de las transacciones fueron en buses, el 46,4% en Metro y el 1,5% se registraron en Tren Central.
En cuanto a los buses, actualmente se cuenta con una flota de 7.279 buses operados por seis empresas. Existen 382 recorridos que dan cobertura a toda la ciudad y transportan diariamente a 2,6 millones de personas en día laboral.
En cuanto a Metro, actualmente se cuenta con 235 trenes. El servicio se compone de siete líneas con un total de 136 estaciones que dan cobertura a 29 comunas de las 34 que cubren el sistema. Transporta diariamente a 2,7 millones de pasajeros en día laboral.
En cuanto al Tren Central, es un tren suburbano que cuenta con 16 trenes que prestan el servicio entre el centro de la ciudad y la localidad de Nos a las afueras de la ciudad. Cuenta con 10 estaciones y transporta diariamente a 74 mil personas en día laboral.

-¿El transporte de pasajeros es gestionado por el estado o concesionado?
F.S.:
Esto varía en cada uno de los modos:
Metro es una sociedad anónima 100% estatal cuyos accionistas son Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y el Fisco de Chile.
Tren Central es una filial de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE).
En el caso de los buses, se licitan la operación de las vías y el suministro de flota.

-¿Recibe algún subsidio?
F.S.:
Si, el 2007 se creó un nuevo modelo para el transporte público de la ciudad de Santiago.
En febrero de ese año, toda la planificación del sistema quedó en manos del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones a través de la Coordinación Transantiago (actual DTPM), el que integró física y tarifariamente a la totalidad de los buses de transporte público urbano de la ciudad, operados por empresas privadas, y al Metro de Santiago, a través de un único medio de acceso electrónico (tarjeta bip!).
En 2009 se aprobó la Ley N° 20.378 que introduce un subsidio al transporte público para el Gran Santiago debido al déficit financiero que el sistema mostró en los primeros años de su puesta en marcha.
El subsidio al transporte público contempla un componente permanente y uno transitorio, y tiene como objetivo asegurar los recursos para el buen funcionamiento del sistema manteniendo tarifas accesibles para los usuarios.
Los ingresos del sistema provienen aproximadamente un 51% de subsidio y un 49% de los ingresos provenientes del pago del pasaje.

-¿Cuál es el motivo para la incorporación de los buses eléctricos?
F.S.:
El 2018 comenzó el segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera y con él una nueva ministra de transportes que tenía como tarea mejorar la calidad del servicio prestado a los usuarios del transporte público.
En ese escenario, y dado que durante el 2017 se habían llevado a cabo con éxito pruebas piloto con buses eléctricos, las nuevas autoridades ministeriales promovieron la llegada de la electromovilidad al transporte público.
Con ese impulso, y gracias a una alianza público – privada entre los actuales operadores, empresas fabricantes de buses y empresas eléctricas, pudieron llegar a fines de 2018 los primeros 100 buses eléctricos de la marca BYD que serían operados por la empresa Metbus en alianza con la empresa eléctrica Enel X quien se hizo cargo de los electroterminales.
La introducción de la electromovilidad al transporte público de Santiago es parte del nuevo estándar que se pretende instaurar en el país, lo que hoy se conoce como “Estándar Red”, y que implica un transporte de calidad, con atributos de comodidad, accesibilidad universal, seguridad y tecnología.
Además de las ventajas para los usuarios, los buses de estándar Red entregan beneficios para el medio ambiente, ya que permiten reducir las emisiones contaminantes y no generan ruido. Esa contribución ambiental se alinea con los compromisos adquiridos por Chile en el marco del Acuerdo de París y con los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS).
Si bien los buses eléctricos son en promedio más caros que un bus diésel, la tecnología eléctrica permite reducir los costos de operación y de mantenimiento.
Junto a los buses eléctricos, también se introdujeron al sistema buses con tecnología Euro VI que tienen el mismo estándar. Ambos tipos de buses se integraron al sistema bajo la figura de renovación de flota que permiten los actuales contratos de concesión.
Actualmente, contamos con una flota de 676 buses eléctricos, la más grande de América Latina y una flota de 960 buses ecológicos (Euro VI). Este año llegaremos a una flota total de estándar Red (eléctrico y Euro VI) de 2.220, 776 de ellos serán eléctricos.
Esta renovación de flota es la antesala de las licitaciones en curso que estamos llevando adelante y que contempla el ingreso de 2030 buses adicionales para el próximo, concurso que tiene fuertes incentivos para la electromovilidad, principalmente en los plazos de concesión para aquellos que opten por más de un 50% de este tipo de tecnología, como también consideraciones respecto a las emisiones y eficiencia energética.

-¿Cuál es la inversión?
F.S.:
La renovación de flota que estamos concretando ahora se realizan bajo Contratos de Provisión, gracias a la alianza de los operadores y empresas eléctricas quienes financiaron la compra además de la construcción de las electrolineras, gracias a la iniciativa por el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM) y el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT).
Este mecanismo financia una cuota mensual de flota para disponibilizar los buses durante el periodo que se extienda la concesión. Esta cuota es pagada por el sistema directamente a los financistas o proveedores y tiene la figura del Estado como respaldo de estos contratos. Esta figura nos ha permitido financiar esta renovación de flota y conseguir precios competitivos con bajo riesgo.
Asociaciones (Acá hay que colocar la Tabla N° 1):
Por otro lado, la licitación adiciona un nuevo diseño del transporte público incorporando un servicio complementario del Sistema, que corresponde al Suministrador de Buses, el que tendrá un contrato directo con el Ministerio y entregará los buses a los operadores, quienes deberán operarlos y mantenerlos. La estructura de dichos contratos de provisión también se paga mediante cuotas de flota iguales y sucesivas.

-¿Se pensó en otros sistemas de energía alternativa?
F.S.:
Durante todo el 2018, y con miras a las licitaciones que actualmente están en curso, Santiago de Chile se transformó en un laboratorio para probar distintos tipos de tecnologías.
Los principales fabricantes de buses tuvieron circulando por las calles de la ciudad buses a gas, buses articulados eléctricos, buses eléctricos y Euro VI de dos pisos, incluso la empresa francesa Alstom trajo a Chile un bus eléctrico con un diseño parecido a un tranvía. La licitación de Suministro de Flota establece libertad para la oferta de distintos tipos tecnologías estableciendo incentivos para la electromovilidad y cuya decisión final dependerá de los costos de operación y de inversión.

-¿Cuáles fueron las etapas de integración? ¿Desde cuándo?
F.S.:
Durante 2017 se realizaron pilotos de tres buses eléctricos. La introducción de la electromovilidad en Santiago de Chile se ha dado en forma paulatina desde diciembre de 2018 hasta ahora. Junto con la llegada de los buses, hay un trabajo importante de infraestructura en los terminales. Y de desarrollo de protocolos de carga para terminales eléctricos.
Actualmente, el sistema cuenta con nueve electroterminales que suministran energía a los 776 buses eléctricos del sistema.

-¿Cuáles son los beneficios obtenidos y cambios observados a partir de su incorporación?
F.S.:
Los beneficios hasta el momento están ligados a la mejora en la calidad de servicio entregado a los usuarios del transporte público. Lo buses eléctricos, y en general todos los que corresponde al estándar Red, cuentan con asientos acolchados, piso bajo, accesibilidad universal, cámaras de seguridad, cabina de segregada para el conductor, aire acondicionado, wifi y cargadores USB. Una de las grandes ventajas es el bajo nivel de ruido de los trayectos, lo que ha sido muy valorado por los usuarios. Además, al ser bajo en emisiones son un aporte en disminuir los niveles de contaminación ambiental en Santiago, una ciudad que principalmente en invierno muestra altos índices de mala calidad del aire.
Según estudios de satisfacción al usuario que hemos realizado, ellos han calificado con un 6,3 esta tecnología de un máximo de nota 7.

-Superado este periodo de la pandemia, ¿cuál es el desarrollo futuro?
F.S.:
Como este proceso desde un comienzo se planteó como un nuevo estándar que se iría implementando en forma paulatina, la pandemia no es un factor que pueda alterar la hoja de ruta. En plena pandemia se han ido incorporando los buses eléctricos y ecológicos según lo planificado. En cambio, la licitación, que permitirá consolidar la llegada de más buses de este tipo, sí ha sufrido pequeños retrasos debido a la pandemia, principalmente en el cronograma y formato de entrega de las ofertas, ya que no pueden presentarse en forma física por el riesgo de contagio y estamos trabajando para que estos retrasos no impacten mayormente los plazos futuros.

-¿Está concentrado en Santiago o su desarrollo es integral en el país?
F.S.:
El nuevo estándar Red se está implementando como una política a nivel nacional, por lo que se están haciendo los estudios de factibilidad e introduciendo los nuevos requisitos de los buses en todas aquellas ciudades que están en proceso de renovación de su flota.
A diferencia de Santiago, el resto de las ciudades de Chile no cuentan con un sistema integrado para el transporte público, por lo que la implementación ha sido un poco más lenta, pero los esfuerzos apuntan a que la mejora en el nivel de servicio de transporte público sea en todo Chile.