Crónica sobre el tránsito. Capítulo séptimo.
*Por el Ing. Oscar Fariña.
En esta serie de artículos se han venido evaluando las problemáticas de la movilidad en los ámbitos urbanos, y si bien son numerosos y variados los aspectos estudiados en esta materia, no es frecuente que se extienda su tratamiento a las vialidades rurales. Aprovechando que recientemente se ha llevado a cabo en la ciudad de Paraná el V Congreso de Caminos Rurales, organizado por la Asociación Argentina de Carreteras, se considera oportuno volcar la experiencia de los trabajos presentados, a fin de desarrollar algunas iniciativas tendientes a mejorar la movilidad rural.
Planteos iniciales
A modo de introducción planteo en estas crónicas, mis primeras experiencias personales en cuanto al desplazamientos por este tipo de carreteras. Los que nos hemos criado en ámbitos urbanos no conocemos tal vez lo que significa circular por estas infraestructuras que, en particular en la geografía de la pampa húmeda, muchas veces se transforman en verdaderos lodazales.
Es aquí en que se pueden destacar dos factores a tener en cuenta para la movilidad en los caminos de tierra como habitualmente se los designa: el clima y el mantenimiento de las calzadas. En el primer caso nada puede hacerse más allá de anticiparse a los acontecimientos en función de los pronósticos del clima, que con la tecnología actual son bastantes precisos. En cambio, en el cuidado de la infraestructura vial, tanto en el mantenimiento de las calzadas como en todo lo relacionado con la problemática hídrica, reside uno de los valores más importantes que garantizan la circulación permanente. En el término mantenimiento se incluye por una parte los trabajos rutinarios programados y los a demanda por deterioro especialmente por lluvias, y por otra parte por el cuidado en el uso prudente de los que se desplazan por los caminos evitando en la medida de lo posible su deterioro. Cabe agregar que dicha afectación también está directamente relacionada con el tipo de transporte que se traslada por dichas vías de comunicación. En principio como norma general se adopta que no se debe hacer uso del camino dentro de las 24 horas siguientes a las lluvias. Esto no se aplica por supuesto a las emergencias o al transporte de alimentos perecederos como la leche producida en los tambos.
En este contexto pueden presentarse episodios de lo más variado e imágenes de los caminos inundados o destruidos que son demostrativo de las muchas situaciones dramáticas de la ruralidad; es por ello que estas problemáticas merecen ser tratadas para dar soluciones concretas a las comunidades allí asentadas.
Cuando la movilidad se ve afectada, todo se complica desde que se imposibilita el movimiento de las cargas y lo producido en los campos, la asistencia periódica de los niños a los establecimientos educativos, el traslado de los habitantes en las viviendas rurales a los centros urbanos próximos, la atención de la salud pública, etc. Las consecuencias del mal estado de los caminos son de lo más variadas en función de su ubicación geográfica, no obstante, algo que se viene observando es la constante migración de la gente hacia los pueblos abandonando sus viviendas rurales que terminan transformándose en taperas. Esto también está relacionado con que en varias regiones se produce el cierre progresivo por ejemplo de muchos tambos por razones económicas, con una concentración de la producción en mayores establecimientos.
Es de mencionar que, en el encuentro de Paraná, uno de los temas en que se ha hecho especial hincapié, ha sido precisamente el de la circulación permanente de los caminos rurales sin interferencias en la conectividad como una política activa de movilidad. Es por ello que además de la preocupación en lo social, las propuestas que se presentaron, han estado encaminadas a dar verdaderas soluciones a la problemática de la vialidad rural, tal como se verá en algunos ejemplos analizados más adelante.
En la Figura 1 puede apreciarse un caso de intervención en un camino en la localidad de Lezama en la Provincia de Buenos Aires en la traza de la antigua Ruta Nacional 2, en la que la Vialidad de la Provincia ha llevado a cabo una obra en un tramo parcial que con una reducida inversión y se ha logrado que la circulación sea permanente.
Como no podía ser de otra forma el tema de la atención de los caminos es una problemática que es motivo de análisis y discusión en todos los eventos en que se discute sobre la vialidad rural, por lo que no se va insistir sobre las ventajas o dificultades que se encuentran con los procedimientos implementados y que son por todos conocidos. Todo ello está directamente relacionado con los recursos económicos disponibles y la utilización de los mismos en la aplicación directa a las acciones de obras y mantenimiento de la infraestructura. Tanto lo recaudado por el Estado en sus distintas jerarquías, ya sea por la típica tasa vial rural, como parte del impuesto inmobiliario a los predios rurales, etc., con montos económicos que, a lo expuesto en la lectura de algunos documentos del Congreso, son más que suficientes para la prestación de un buen servicio. Es por ello que se pueden observar numerosos ejemplos de organizaciones con resultados exitosos, ya sea por intervención directa de los municipios, como otros de unión pública y privada, en consorcios camineros, etc.
Algunos temas tratados en el Congreso de Caminos Rurales en la ciudad de Paraná
En otros artículos de esta Edición de Vial, se desarrollan ampliamente los temas tratados, pero es conveniente resaltar que son los numerosas las experiencias traídas de lo efectivamente hecho en distintos puntos de nuestra geografía como en la de países vecinos, las soluciones tecnológicas propuestas para la solución de los problemas viales y hasta estudios de variados alcances, técnicos, económicos, medio ambiente, sociales, etc. Simplemente ahora voy a analizar ciertas presentaciones que me llamaron la atención. El primero de ellos está relacionado con la transferencia de la responsabilidad del mantenimiento de los caminos rurales en la Provincia de Buenos Aires hace ya unos 20 años atrás, a los 135 Municipios o Partidos. Un destacado profesional en estos temas hizo una descripción detallada de esta problemática, planteando que fue una decisión inadecuada, habida cuenta de las dificultades de todo tipo lo que debieron enfrentar las organizaciones comunales para hacerse cargo de estos trabajos, careciendo muchas de los cuales de la experiencia técnica necesaria para ello. No obstante, la Dirección Provincial de Vialidad ha intervenido activamente en la asistencia y desarrollo de las obras en dicha red vial con un alto nivel de profesionalidad y experiencia en la materia.
Este tipo de organización por otra parte es la que se ha implementado, en muchas provincias, mientras que en otras se han desarrollado experiencias bastantes exitosas como han sido los citados consorcios camineros, en que la atención del servicio se extiende regionalmente de forma tal de homogenizar las intervenciones optimizando los costos de obra. En este contexto es importante analizar los recursos económicos específicos que se obtienen como se ha mencionado, por los impuestos inmobiliarios y las tasas viales y la inversión de los mismos en la atención de la vialidad rural. Precisamente esta problemática ha sido estudiada en el Trabajo Técnico presentado por los Ingenieros Sabina Fanelli y Gabriel Macedo: “Análisis de la tasa vial para el mantenimiento de caminos rurales en la Provincia de Santa Fe”.
En este documento se presentan en principio los datos de un relevamiento (en km) de la red de caminos rurales en los 362 distritos (50 municipios y 312 comunas) según información de Catastro e Información Territorial de la Provincia (año 2019) y la Superficie (Ha,) de las parcelas rurales (Portal de datos abiertos 2020). Por otra parte, se recabó en cada una de las localidades los montos que se perciben por la Tasa General de Inmuebles Rurales (TGIR). Para disponer de una base uniforme de evaluación se convirtieron los valores económicos en litros de combustible. A partir de ello se determinaron diversas magnitudes variables tales como litros cobrados por Km de camino mantenido y litros por Ha del tamaño de las propiedades, pudiéndose observar gráficamente la interrelación entre las misma y muy especialmente la enorme disparidad de índice de litros / km / año.
Como síntesis reproduzco las conclusiones del documento:
1.- Dificultad para obtener las ordenanzas tributarias.
2.- Diferentes criterios para cobrar la Tasa General de Inmuebles Rurales.
3.- Gran dispersión en cuanto a las hectáreas y la cantidad de kilómetros de cada localidad (capilaridad vial).
4.- Relación incierta entre los presupuestos (l/km/año) y la red de caminos a mantener según la metodología para determinar la tasa.
En la Figura 2 se tiene un mapa de la Provincia de Santa Fe y la división de su geografía en los 362 distritos (Documento de la presentación del Trabajo Técnico).
Otro tema vinculado con la conectividad y la movilidad, es el que se trató en la de mesa: “Actualización y digitalización de la Red Terciaria de Argentina con información productiva e implementación de una aplicación de Circulación Rural”. En la misma el Ing. José Félix Alfano – presidente del Consejo Provincial de Vialidad en Santiago del Estero – describió los alcances del relevamiento que se está llevando a cabo de la red rural en esa Provincia, ante la falta de información documentada actual de los caminos existentes, circunstancia ésta que constituye un serio problema de organización de un vasto territorio que debe ser atendido por las autoridades provinciales.
Por último, el evento culminó con una experiencia muy positiva en cuanto a la presentación de un trabajo de mejora en un tramo de prueba de un camino rural, con una demostración de como se pueden encarar verdaderas soluciones para disponer de una calzada de uso permanente a muy bajo costo. Han sido varios los especialistas que los que intervinieron en la demostración, pero es destacar muy especialmente la tarea desarrollada por el Coordinador de la Comisión de Caminos Rurales de la Asociación Argentina de Carreteras, el Ing. Bernardino Capra (Ver figura 3).
Palabras Finales
Si bien podría pensarse que en el tratamiento de los diversos problemas que se presentan en la movilidad rural podría concluirse que éstos resultan de difícil solución, es de rescatar que en el análisis técnico adecuado que se ha venido haciendo de los mismos, todo ello constituye un paso adelante para la solución futura. El nivel técnico y profesional de todos los documentos leídos en el Congreso y la intervención inteligente de los especialistas deja resultados que podría apreciarse en el ambiente optimista observado entre el numeroso público concurrente al cabo de tres intensas jornadas de trabajo.
Que todo sea para mejor
Hasta la próxima