*Por la Ing. Mónica Alvarado, Secretaria de Transporte y Logística de la provincia de Santa Fe.
Los puertos santafesinos: un desafío logístico y estratégico para la gestión
Santa Fe atraviesa un momento histórico. Nuestra provincia aporta cerca del 8% del PBI nacional y sostiene, a través de su entramado portuario, vial y ferroviario, buena parte del comercio exterior argentino. Con 32 puertos —4 públicos y 28 privados—, una Zona Franca en Villa Constitución, 133 mil km² de territorio y más de 3,5 millones de habitantes, nos hemos consolidado como el segundo nodo portuario del mundo por tonelaje movilizado, sólo detrás de Nueva Orleans.
Santa Fe es también la tercera provincia más poblada del país, con un crecimiento demográfico del 11,33% desde 2010. Genera el 21% de las exportaciones argentinas y su economía se apoya en la agroindustria, la manufactura y los servicios, posicionándose como un actor clave en la economía nacional.
Ubicada estratégicamente en el Corredor Bioceánico y atravesada por la Hidrovía Paraguay-Paraná, la provincia es un punto neurálgico para la logística y el comercio exterior, con 849 kilómetros de costa sobre el Paraná. Este entramado geográfico y productivo convierte a Santa Fe en un territorio de proyección global, donde infraestructura y recursos se combinan para potenciar la competitividad nacional e internacional.
En 2024, más de 67,7 millones de toneladas de granos, subproductos y aceites salieron por el Gran Rosario. Eso significa el 76% del total nacional. Cada tonelada movilizada refleja un gran esfuerzo para la agroindustria santafesina, una planificación logística y el compromiso inconmensurable de los trabajadores. Como subraya Gustavo Puccini, ministro de Desarrollo Productivo, “la competitividad de Argentina depende de que nuestras exportaciones lleguen al mundo en tiempo y forma, y Santa Fe tiene que ser protagonista de esa logística”. Un motor inmenso que late a orillas del Paraná, alimentado por el esfuerzo de nuestras industrias, nuestros trabajadores y nuestras comunidades. La magnitud del desafío queda clara: allí donde la Argentina genera divisas, también se ponen en tensión las ciudades, las rutas, los puentes y la vida cotidiana de miles de vecinos.
Desde el inicio de esta gestión, bajo la conducción del gobernador Maximiliano Pullaro, comprendimos que los puertos no podían seguir funcionando de manera aislada. Por eso pasaron a depender de la Secretaría de Transporte y Logística, con la convicción de que una logística moderna, integrada y sustentable es la base de la competitividad provincial y nacional. La visión estratégica no es un capricho, sino una decisión de política pública.
En ese marco, desde el Gobierno de la Provincia de Santa Fe se está impulsando una política portuaria provincial que busca potenciar cada puerto público en función de sus características, escalas y perfiles productivos. El objetivo es claro: que cada infraestructura portuaria se convierta en un motor de desarrollo, articulando con la producción regional y contribuyendo al fortalecimiento de las exportaciones santafesinas y del país.

Puertos: diversidad, capacidad y competitividad
Los puertos no son islas, nunca lo fueron. Su impacto se extiende a barrios, caminos y comunidades, transformando territorios y generando nuevas oportunidades de desarrollo. Combinando infraestructura pública y privada con capacidades complementarias, nuestras instalaciones portuarias se proyectan hoy con inversiones tecnológicas, muelles reconvertidos, electrificación, iluminación nocturna y equipamiento de última generación.
En este entramado, los puertos públicos de la provincia juegan un rol estratégico. El Puerto de Santa Fe, último de ultramar aguas arriba en el Paraná, articula con la Hidrovía y funciona como nodo logístico clave para el comercio exterior. El Puerto de Rosario, administrado por ENAPRO, concentra una de las mayores plataformas agroexportadoras del mundo, con más de 30 terminales en el Gran Rosario que movilizan cerca del 80% de las exportaciones nacionales de granos, subproductos y aceites vegetales. El Puerto de Villa Constitución combina carga general y granos, con operatividad nocturna y acceso terrestre y ferroviario privilegiado en el corredor bioceánico. Y el Puerto de Reconquista se especializa en el almacenamiento y procesamiento de oleaginosas, fortaleciendo la logística productiva del norte santafesino.
Complementando la logística portuaria, la Zona Franca Santafesina aporta conectividad estratégica y competitividad a la provincia. Ubicada sobre el margen derecho del río Paraná, ofrece acceso directo a la Hidrovía Paraguay-Paraná. Su ingreso terrestre a la autopista Rosario-Buenos Aires y al Gran Rosario, junto con exenciones fiscales para usuarios directos, la convierten en un polo logístico que potencia el comercio exterior y la inversión en la región.
Estas iniciativas buscan mejorar la eficiencia de las cadenas de suministro globales, el arraigo laboral y el desarrollo territorial, consolidando a los puertos santafesinos como motores de competitividad y progreso para toda la provincia.
En comparación con nodos internacionales, Santa Fe destaca no solo por tonelaje, sino por diversidad de mercados: exportamos a más de 100 destinos, sin que ningún país concentre más del 12% de nuestras ventas. No se trata únicamente de producir, sino de posicionar a la Argentina en los mercados globales con una logística confiable y competitiva. Cada inversión y modernización responde a la necesidad de reducir costos logísticos, aumentar la velocidad de carga y descarga y ofrecer servicios de calidad internacional, consolidando a Santa Fe como referencia regional en el Mercosur.
Accesos viales y ferroviarios: conectividad y eficiencia
La conectividad vial y ferroviaria es clave para que la logística funcione de manera eficiente en la provincia de Santa Fe. Para fortalecer la integración del Gran Rosario con su complejo portuario, la provincia, junto con la CAF, impulsa el Programa Integral de Logística Urbana y Metropolitana del Gran Rosario, orientado a consolidar el nodo portuario como motor estratégico del desarrollo productivo. El objetivo general del programa es mejorar la infraestructura logística urbana y metropolitana, impulsar la competitividad regional y consolidar una estrategia de mediano y largo plazo para la movilidad urbana y portuaria, con una visión integrada de Ciudad–Puerto.
El programa se estructura en tres componentes principales. El Componente 1, Desarrollo de Infraestructura Vial, se centra en la modernización de rutas estratégicas, como la autopista Rosario–Santa Fe y la Ruta Provincial 91, e incluye nuevas trazas y desvíos de tránsito pesado. Estas intervenciones buscan separar el tránsito urbano del transporte de carga, garantizar seguridad vial, reducir tiempos de viaje y aumentar la eficiencia del transporte ferroviario y de camiones hacia los puertos.
El Componente 2, Fortalecimiento Logístico Portuario para el Sector Productivo Agroindustrial, está orientado a ordenar los flujos de tránsito, optimizar la operativa del Complejo Portuario Gran Rosario y aplicar herramientas tecnológicas para una gestión más eficiente de las cargas. También contempla áreas de descanso para transportistas, iluminación LED, corredores verdes, movilidad no motorizada y programas de capacitación y desarrollo local, promoviendo la integración puerto–ciudad y el bienestar de las comunidades cercanas.
El Componente 3, Desarrollo de la Hoja de Ruta Estratégica para el Tercer Anillo de Circunvalación del Gran Rosario, establece la planificación a largo plazo de los accesos viales al complejo portuario, buscando descongestionar la Ruta Nacional A012 y mejorar la conexión de las 29 terminales portuarias, incluyendo los puertos provinciales de Rosario y Villa Constitución. Este componente asegura un transporte eficiente y sostenible de los más de 120 millones de toneladas anuales de cereales, oleaginosas y derivados que se movilizan por el Gran Rosario.
Con estas intervenciones, la provincia refuerza su posición como referente logístico y productivo, asegurando un sistema integrado que combina infraestructura, eficiencia operativa y sostenibilidad ambiental, y que optimiza los flujos de carga hacia los puertos mientras mejora la seguridad vial y la calidad de vida de las comunidades locales.
Hidrovía: eje federal, estratégico y en debate permanente
La Hidrovía Paraguay-Paraná constituye una vía de transporte fluvial de alcance internacional, fundamental para el comercio exterior y la conectividad productiva del interior del país. A lo largo de sus más de 3.400 kilómetros, articula nodos portuarios, cadenas logísticas y corredores bioceánicos que vinculan cinco países del Mercosur. En este marco, la provincia de Santa Fe impulsa una visión de gobernanza federal, con criterios técnicos que reflejen la diversidad territorial y el peso estratégico de las jurisdicciones ribereñas. Su participación activa en los espacios de planificación busca garantizar que las decisiones sobre trazado, mantenimiento y financiamiento respondan a una lógica de equilibrio regional y desarrollo sostenible. El debate sobre su gestión es constante: hoy funcionan mesas de discusión federales y locales, donde gobiernos provinciales, gobierno nacional, terminales portuarias, sindicatos y cámaras empresarias analizan cronogramas, financiamiento y estándares de operación. La provincia de Santa Fe reivindica un esquema federal previsible, con mantenimiento sostenido, cronogramas públicos y reglas claras que garanticen eficiencia y seguridad para todos los usuarios, asegurando que la logística fluvial se integre al sistema general sin afectar la calidad de vida de las personas.
Sostenibilidad y movilidad integral
El desarrollo moderno no puede ignorar los impactos ambientales de la Hidrovía ni de la logística asociada. Además, la planificación de la movilidad integral considera la interacción entre transporte fluvial y terrestre. En ese sentido, nos encontramos realizando un proceso de descarbonización en nuestros puertos públicos: la disminución de Gases de Efecto Invernadero (GEI) con el objetivo de transicionar hacia una mayor eficiencia energética y la evolución a una matriz eléctrica de energías renovables. Si comparamos con el terrestre, el transporte fluvial es mucho más eficiente en términos de emisiones GEI por tonelada transportada.
La medición de la Huella de Carbono ya es un hecho en la Terminal Fluvial y Terminal Puerto Rosario. Además, la primera etapa de la obra de Terminal Fluvial Sustentable con financiamiento de la CAF, incluye iluminación LED, sensores de permanencia, Acondicionamiento de Aire Inverter y Obras con Vidrios DVH. Estas acciones a mediano plazo enfocadas en mejorar la eficiencia del consumo de energía eléctrica y la optimización del movimiento logístico, permiten la proyección de la generación de un transporte fluvial con generación de energía renovable propia, con el uso de biocombustibles y mejoras en la eficiencia de buques y embarcaciones más sostenibles.
El Puerto de Santa Fe es un puerto híbrido, se sustenta un 10% con energía renovable que abastece la demanda energética anual de las oficinas administrativas. Con la sustitución progresiva de luminarias tradicionales por tecnología LED y acciones de concientización dirigidas a personal y a consecionario, se busca avanzar en proyectos de ampliación para que la Energía Renovable se extienda a las demás terminales portuarias. Tenemos como ejemplo a la Zona Franca, un caso emblemático de innovación en el uso de energías renovables dentro del ámbito portuario, ya que cuenta con una instalación de un sistema de Energìa Solar que permite abastecer al 100% las operaciones del predio portuario.
Esta Terminal es referente en combinar crecimiento logístico con responsabilidad ambiental. La logística moderna debe combinar eficiencia, sostenibilidad y respeto por la comunidad: cada tonelada transportada se mide no sólo en términos de competitividad, sino también por su impacto social y ambiental. Integrando la productividad y el desarrollo sustentable, demostrando que la infraestructura puede coexistir con la planificación ambiental y la calidad de vida urbana.
Impacto urbano y social: integración de la logística con la vida cotidiana
La operación de puertos y la actividad de la Hidrovía generan efectos visibles en la vida diaria de los ciudadanos. El tránsito de camiones hacia terminales portuarias, las maniobras de buques y barcazas y el movimiento de carga fluvial pueden provocar congestión, ruido y riesgos de seguridad en barrios adyacentes a corredores logísticos y riberas. Por eso, la gestión provincial ha adoptado un enfoque integral, que considera infraestructura, planificación urbana y participación ciudadana de manera simultánea.
La proyección de una política con una mirada integrada entre los puertos y las ciudades, permite anticipar conflictos y diseñar soluciones conjuntas. Allí se establecen horarios coordinados de operaciones portuarias y de tránsito pesado, rutas alternativas y mecanismos de control ambiental.
El desarrollo sostenible también se traduce en beneficios tangibles para la comunidad. La instalación de zonas de bajas emisiones, cortinas forestales y sistemas de iluminación LED protege la salud y la seguridad de los vecinos, mientras que la capacitación laboral local fortalece el arraigo y genera empleo calificado. Así, la logística se convierte en un motor de desarrollo territorial, donde cada proyecto se evalúa considerando no solo la eficiencia económica, sino también la repercusión social y ambiental.
La coordinación multimodal entre puertos, corredores viales y ferroviarios y la Hidrovía permite que la vida urbana y la actividad logística convivan sin fricciones, garantizando cruces seguros para peatones y ciclistas, y minimizando riesgos para los barrios ribereños. Pullaro ha manifestado indirectamente que “el verdadero desafío es que la logística potencie la economía sin comprometer la vida de los ciudadanos”. Este enfoque transforma los puertos y la Hidrovía en activos estratégicos para la provincia, no solo por su aporte económico, sino por su capacidad de generar desarrollo equilibrado, sostenible y socialmente responsable.
Gobernanza y visión estratégica
La gestión de la logística portuaria y de transporte en Santa Fe no puede concebirse de manera aislada. Gobernanza significa coordinación entre todos los actores involucrados: gobierno provincial, Nación, municipios, terminales portuarias, sindicatos, cámaras empresarias y comunidades. Solo a través de esta cooperación se pueden planificar obras, regular flujos y ejecutar inversiones estratégicas, asegurando que la eficiencia portuaria se traduzca directamente en productividad y crecimiento económico.
El modelo santafesino se basa en transparencia, métricas públicas y capacidad de corrección: cada proyecto se evalúa con indicadores de tiempo, costo y sostenibilidad ambiental. Las mesas de coordinación permiten anticipar conflictos, sincronizar operaciones viales y fluviales, y garantizar que la Hidrovía, los puertos y los corredores logísticos funcionen como un sistema integrado. Este enfoque se ha convertido en un referente replicable en otros nodos portuarios del Mercosur, donde la integración público-privada y la planificación estratégica son esenciales para la competitividad.
La visión estratégica implica anticipar desafíos futuros: crecimiento del comercio exterior, cambio climático, presión sobre corredores logísticos y demanda de sostenibilidad ambiental. La provincia busca consolidar un sistema integral que combine infraestructura, capacitación de mano de obra, planificación ambiental y coordinación interjurisdiccional. Así, cada puerto, cada kilómetro de ruta y cada maniobra fluvial se inscriben en un plan federal que posiciona a Santa Fe no sólo como un actor provincial, sino como referente nacional y regional en logística y competitividad.
Contexto nacional e internacional
En el contexto regional, Santa Fe es un punto neurálgico para el comercio entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, consolidando cadenas de valor en Mercosur y garantizando competitividad frente a otros mercados internacionales. La logística eficiente no solo beneficia a la provincia, sino que impacta directamente en la economía nacional, permitiendo exportaciones más rápidas, costos más bajos y acceso a mercados globales de manera confiable.
La comparación internacional muestra que nodos con planificación estratégica, infraestructura moderna, integración multimodal y sistemas de gobernanza transparentes logran mayor eficiencia y menores pérdidas. Por eso, Santa Fe trabaja en replicar estas buenas prácticas, adaptándolas a nuestro contexto: la Hidrovía Paraná–Paraguay, los corredores viales y ferroviarios, los sistemas de turnos y la planificación urbana forman un ecosistema logístico completo, capaz de sostener competitividad y desarrollo sostenible en el largo plazo. Además, la provincia proyecta la digitalización integral de procesos portuarios, con trazabilidad de cargas, monitoreo de tiempos de operación y coordinación en línea entre terminales, transporte terrestre y ferroviario, asegurando mayor transparencia y eficiencia.
Santa Fe se planta con decisión. Ya realiza inversiones, moderniza infraestructura, capacita mano de obra y fortalece la gobernanza. Pero el desafío es colectivo: sin apoyo nacional, sin integración logística y sin políticas federales coherentes, la competitividad argentina queda limitada. Nuestra provincia demuestra que puede liderar con visión estratégica, responsabilidad de gestión y compromiso ciudadano. Cada puerto, cada carretera y cada medida ambiental se inscriben en un proyecto integral que combina desarrollo económico, calidad de vida y sostenibilidad.
El camino está planteado, la decisión es colectiva, y Santa Fe confirma que está preparada para consolidar un sistema logístico que no solo mueva mercancías, sino que construya desarrollo y futuro para toda la Argentina. Mirando hacia adelante, se proyecta un modelo donde la logística, la innovación tecnológica y la planificación urbana se integren plenamente, garantizando que cada inversión no solo genere eficiencia y competitividad, sino también empleo calificado, mitigación ambiental y oportunidades para las comunidades locales. Santa Fe se posiciona así como un referente federal y regional, capaz de liderar la logística del país con visión estratégica, transparencia y desarrollo sostenible.