*Por Marcia Otter, business developer, Haenni Instruments, Switzerland.
No hay dudas que el mundo está cada vez más consciente de la necesidad de cuidar el planeta y sus recursos. La ISO ha adoptado un cambio importante en lo que refiere a la concientización del cambio climático en la gestión industrial, intentando generar acciones concretas con el fin de minimizar la huella de carbono en cada uno de los procesos productivos.
La red vial a nivel mundial y sus actores principales no son ajenos a esta situación. A esta altura es inobjetable que el sobrepeso de los vehículos de carga termina dañando la red vial en cualquier país del mundo. Abordar el tema del control del sobrepeso en la red vial con la implementación de controles de balanzas móviles, fijas, o del tipo WIM termina dilatando, o hasta en algunos casos, evitando la inversión en la reconstrucción de un tramo de una camino o ruta.
El control móvil del peso ayuda a aumentar la seguridad de la red de carreteras y a proteger la infraestructura vial. También garantiza la equidad en el sector del transporte, evitando que los vehículos sobrecargados tengan ventaja sobre los demás. Además, la interacción entre los conductores y los agentes de tráfico permite educar a los conductores sobre las cargas de los vehículos y el uso de la carretera de forma segura. Por último, ayuda a minimizar las emisiones de CO2, ya que la sobrecarga aumenta las emisiones en más de un 70%.
Haenni Instruments, el fabricante suizo de balanzas móviles o portátiles, de carga sobre ruedas, comparte los mismos objetivos globales y los aplica al sector en el que opera la empresa.
Con un consumo de energía minimizado, una larga vida útil y una huella ligera, las balanzas móviles Haenni son una solución sostenible para el control de peso.
Sostenibilidad ambiental
Las balanzas Haenni tienen una vida útil muy larga: una vida media de 20 años. Cuando se usan correctamente, pueden durar incluso más. Una báscula estuvo en funcionamiento durante 43 años por la policía cantonal de Wallis, Suiza.
La tecnología avanzada y un diseño robusto garantizan muchos años de pesaje fiable, minimizando el desperdicio y disminuyendo la necesidad de enviar piezas de repuesto para básculas defectuosas. Las básculas están diseñadas para tener en su mayoría piezas reemplazables y reutilizables, con un mínimo de residuos metálicos y electrónicos.
Otro factor muy importante que da fe de la sostenibilidad de los productos Haenni es la cadena de suministro. La mayoría de los proveedores de Haenni se encuentran en Suiza. Esto minimiza el envío y el almacenamiento, así como las emisiones y el uso de energía. Todos los productos de la empresa superan los requisitos para ser calificados como «Swiss made».
En cuanto al consumo de energía, la balanza electrónica WL 108 puede funcionar durante al menos 120 horas con solo dos horas de carga. Mientras tanto, la báscula WL101 es totalmente mecánica y no requiere ningún suministro de energía. Con un perfil bajo (17 mm), utiliza un material nivelador ligero que se transporta fácilmente.
Ligeras y fáciles de manejar, sin ningún componente de un sistema estándar que pese más de 20 kg, las básculas Haenni pueden ser fácilmente manejadas. El riesgo de incidentes y lesiones a la salud es mínimo. Haenni es sinónimo de igualdad de género y seguridad en el trabajo, proporcionando herramientas de trabajo seguras y fiables.
Alrededor de 60 representantes repartidos por los cinco continentes garantizan que la sostenibilidad continúa a nivel local. La mayoría ha representado a Haenni durante más de una generación. Estos representantes están capacitados localmente para garantizar que el equipo funcione correctamente, para evitar daños y para asegurar una reparación local, si es necesario.