En el marco de un nuevo Día del Camino, el administrador general de la Dirección Nacional de Vialidad, Ing. Nelson Periotti, realiza un balance del año vial y repasa algunos hitos en la historia de la institución.
Un nuevo Día del Camino nos ha convocado y, como todos los años, el sector vial argentino se encuentra en el marco de la celebración y el recuerdo de aquel Primer Congreso Panamericano de Carreteras del 5 de octubre de 1925, celebrado en Buenos Aires. Vialidad Nacional viene a compartir este acto y este tiempo de actividad vial singularmente especial de la historia del camino argentino.
La evolución de las inversiones de la DNV es una muy elocuente evidencia de la definición política del Estado Nacional, en relación al desarrollo de las infraestructuras del camino, armónico con la evolución y el crecimiento del país en todos los campos. El sostenido crecimiento económico de Argentina, a razón de más del 8% anual durante casi nueve años, y su vertiginosa evolución productiva en todos los aspectos, ha planteado exigencias viarias no previstas ni contempladas una década atrás y ello constituye la razón fundamental de las importantes inversiones en obras de infraestructura vial como las de ampliación de capacidad que ha emprendido el Gobierno de la Nación.
GESTIÓN
Estas transformaciones están cambiando permanentemente el escenario de las rutas y caminos del país y ello ha impactado singularmente en la necesaria evolución de Vialidad Nacional, que ha recuperado su rol de institución rectora del camino argentino. Entre los logros alcanzados se destaca la presencia actual y efectiva de Vialidad Nacional en todo el territorio; la modernización tecnológica con la incorporación de nuevo equipamiento e instalaciones en todas las áreas de la institución y la capacitación del recurso humano correspondiente; el volumen de intervenciones en la red nacional en ejecución simultánea; la apertura presupuestaria a las redes provinciales y municipales; la cantidad de obras finalizadas; el número de intervenciones en distintas instancias del proceso licitatorio; los estudios y proyectos contratados y en elaboración por administración; y la importante actividad de los 24 distritos viales en todas las áreas de su competencia. Asimismo, no es menos destacable la dinámica desarrollada por nuestras gerencias y áreas dependientes de esta Administración General, la incorporación de más de 3.000 agentes (entre los que se encuentran 700 profesionales) y la interrelación científico–tecnológica con las universidades del país.
Todos son indicadores de nuestra evolución institucional durante estos nueve años de gestión, que los sectores del campo vial argentino conocen y evidencian de algún modo nuestra concepción sobre la obra pública como Política de Estado.
La DNV ha incorporado en los 24 distritos equipamiento vial de última generación internacional y alta tecnología, por una inversión de 208 millones de pesos. 458 unidades han sido distribuidas en todo el territorio cubriendo, de ese modo, toda la red nacional intervenida por administración (9.000 km). A esta modernización del equipamiento hubo que complementarla con la incorporación de personal y la capacitación pertinente del recurso humano.
La Institución ha crecido, acompañando el histórico plan de inversiones en obras de infraestructura vial que administra desde el 2003 hasta la fecha. El plan prevé continuidad y evolución durante los próximos años, por lo que es razonable pensar en la continuidad y evolución de la Institución vial de la Nación, en armonía con el plan a gestionar. Este presente, del que todos somos protagonistas, se logró porque existe un proyecto político nacional y un modelo económico de recuperación y puesta en valor del Estado al servicio de la comunidad. Un proyecto político que se profundiza en el tiempo que permite, a partir de la dinamización de la economía y la obra pública, la transformación del país, la consecuente generación de trabajo y, por fin, la verdadera y genuina inclusión social.
OBRAS Y CAMINOS
Mas de nueve años de trabajo intensivo en cumplimiento de las estrategias de desarrollo territorial evidencian que la política vial nacional se ha transformado en verdadera política de Estado y, a partir de ello, las inversiones en la red nacional y en muchas redes provinciales se multiplican acompañando la evolución y el crecimiento del país en todos los aspectos y en todas las regiones.
Un tiempo que ha evidenciado un sustantivo incremento de 46 veces el presupuesto aplicado al camino, desde el ejercicio 2002 hasta el presente. Un tiempo que la historia lo incorporará como el tiempo de la recuperación de la actividad vial en Argentina y el de una importante reactivación de Vialidad Nacional en todo el territorio argentino.
Un tiempo positivo para el país, si consideramos que sólo nuestra Institución gestionó desde 2003 hasta la fecha 1.579 obras de distinta y variada magnitud, sobre 74.142 km de extensión con una inversión total ejecutada y comprometida de 85.413 millones de pesos, de los que se ha ejecutado el 62%, es decir, 52.666 millones.
Hemos gestionado la red caminera del país, sobre una extensión de poco menos del doble de la longitud de la red nacional, actualmente de casi 40.000 km.
Es importante destacar las 823 obras finalizadas sobre 43.000 km, las 103 obras iniciadas y en ejecución sobre los 1.936 km de los corredores viales concesionados, las 21 obras de señalamiento horizontal de carácter regional sobre 38.000 km, las 223 obras sobre 6.894 km de rutas provinciales y las 358 por convenios con municipios.
También es importante y oportuno destacar que Vialidad Nacional, para este plan de obras, procesa aproximadamente 600 certificados de obra por mes, con un promedio de 800 millones mensuales.
Por otro lado, con el objetivo de continuar consolidando una red vial más moderna y segura, se otorgaron en concesión ocho corredores viales que comprenden las rutas nacionales más transitadas del país, tanto para personas como cargas, vinculando 13 provincias. En ellas circula el 75% del tránsito medio diario anual y el 90% de la producción agrícola y de las exportaciones.
En tanto, 7.538 km de rutas concesionadas durante un plazo de seis años recibirán una inversión del Estado Nacional superior a los 13.000 millones de pesos en concepto de obras de refuerzo de infraestructura y ampliación de capacidad, más obras nuevas de seguridad y de complementación vial.
El modelo de gestión incorporado a la Institución permitió incrementar singularmente sus competencias. Así, se reintegró a la órbita de Vialidad el Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI). Están, entonces, bajo jurisdicción de la DNV los Accesos Norte y Oeste, las autopistas Richieri y Buenos Aires–La Plata; el corredor Rosario – Victoria; los ocho corredores viales mencionados y los corredores viales Nº 18, Caminos de Río Uruguay, y Nº 29, Caminos del Valle. También se interviene en rutas provinciales, de jurisdicción municipal, arterias urbanas y, por resolución del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, todos los puentes sobre el Riachuelo han sido transferidos a Vialidad Nacional para su intervención en el corto plazo.
INFRAESTRUCTURA VIAL
Aún queda mucho por hacer para el mejoramiento de las actividades viales nacionales que permitan, en el mediano plazo, contar con una red de caminos en estado óptimo que, con criterio federal, asegure a los sectores productivos el transporte más eficiente de sus productos.
Si bien el Gobierno duplicó la extensión de autopistas y autovías de la red vial nacional, que pasó de 992 km a 2.000 km en la actualidad y se encuentran en ejecución otros 1.000 km que permitirán triplicar la extensión, la singular evolución del transporte carretero ha de mantener un estado de saturación vehicular durante una década en muchas carreteras argentinas.
Los tiempos de desarrollo de la infraestructura vial son incompatibles con la evolución del tránsito afín al crecimiento del país. Además, la distribución demográfica de la Argentina no ayuda: de los 10 millones de vehículos que componen el parque automotor, el 70% está concentrado en cuatro distritos (Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba y Santa Fe); el 57% del tránsito del país se realiza por apenas el 5% de las rutas y por éstas pasa el 85% del transporte de carga terrestre.
El diseño de la red troncal se definió en los años ´30, cuando el parque era de 300.000 vehículos, y durante décadas muy poco se realizó en infraestructura vial, generando entonces el importante déficit del presente.
Las 23 provincias están contenidas en el desarrollo del Plan Nacional de Inversiones en obras de infraestructura vial. Las históricamente más postergadas en cuanto a inversiones camineras son las que, evidentemente, hoy poseen mayor intervención por parte del Estado Nacional. En estos años se trabajó intensamente en la recuperación de pavimentos y la puesta en valor de la mayoría de las rutas nacionales con la construcción de puentes, pavimentación de banquinas, ampliaciones de capacidad, travesías urbanas, obras de seguridad y se ha ampliado la extensión de la red nacional pavimentada de 31.000 km, en diciembre de 2003, a 35.200 km en diciembre de 2011. Asimismo, las rutas nacionales de ripio y tierra han disminuido de 7.200 km en 2003 a 4.000 en 2011. Pero, a su vez, es importante destacar que la red nacional ha evolucionado de 38.300 km en 2003 a 39.500 en diciembre de 2011, incorporando 1.200 km de rutas provinciales y nuevas trazas.
Es de subrayar que el sector privado participó de modo especial en el desarrollo del emblemático Plan de Obras de Infraestructura Vial, de la actividad afín a la conservación del camino y de la consultoría de estudios, proyectos e inspección de obras durante estos nueve años de nuestra administración. A la luz de la dinámica vial de este presente en todo el territorio, y la consecuente demanda de infraestructura, no hay dudas del protagonismo y de la actividad del sector privado en el tiempo que viene.
PERSPECTIVAS
El presupuesto 2013 de Vialidad Nacional contempla cantidad y envergadura de obras, acompañando el crecimiento del país, que evidencia una auspiciosa responsabilidad del sector privado. Las expectativas para el año que viene se centran en la finalización de obras trascendentes, como la autovía de la ruta nacional 14, Ceibas – Paso de los Libres; la autovía sobre la ruta nacional 3 Trelew – Madryn; la autopista urbana A oo8 de circunvalación a Rosario; la primer área de servicios de su tipo en Leones, sobre la autopista Rosario – Córdoba; la autovía sobre la ruta nacional 16 en su paso por Resistencia (Chaco); la autovía sobre la ruta nacional 3 Guer Aike – Río Gallegos y el desvío, para el tránsito pesado; y el desarrollo de más de 200 obras sobre las rutas concesionadas que conforman los ocho corredores viales.
Asimismo, las obras de autovías y autopistas nacionales licitadas y contratadas en 2011 y 2012, actualmente se encuentran en ejecución: la ruta 18 Paraná – Concordia, la ruta 22 Godoy – Cipolletti, la ruta 3 Rada Tilly – Caleta Olivia, la ruta 7 Mendoza – Tunuyán, la ruta 8 Pilar – Pergamino, la ruta 50 Pichanal – Orán, la ruta 38 San Miguel de Tucumán – Alberdi, la ruta 9 Jujuy – Yala, la ruta 16 Resistencia – Makallé, la ruta 25 Trelew – Gaiman, y la autopista Presidente Perón desde el Acceso Oeste hasta La Plata.
Para la DNV, los tiempos que vienen estarán a la luz del Plan Estratégico Territorial 2010-2016, que prevé continuidad en la evolución de las inversiones y un importante avance en la ejecución de obras en todo el territorio, que acompañe el desarrollo de las distintas regiones y el crecimiento en general del país.
El desafío del presente es el desarrollo de un plan de infraestructura para esta década que sirva como sustento de un crecimiento socio-económico que, además de garantizar la optimización productiva de los sectores más dinámicos, ofrezca también mayores oportunidades a aquellas regiones del país históricamente postergadas.
Este nuevo Día del Camino nos encuentra celebrando el 80º Aniversario de la DNV, institución emblemática del Estado Argentino, que durante ese tiempo, construyó la red vial estructurante del territorio y le puso vida a cada rincón de la patria.
Celebramos, una vez más, la reactivación plena de la actividad vial en todos los aspectos, a partir de su consideración como política de Estado y el gran desafío de la vialidad argentina en el acompañamiento a la vertiginosa evolución, desarrollo y crecimiento del país en todos los campos de la producción.
Saludamos desde este espacio a todos los viales de la Nación, a todas las Vialidades Provinciales, a sus funcionarios, a su gente, a todas las empresas y consultoras del sector, a sus autoridades, a sus empleados, a todas las cámaras, asociaciones, institutos, fundaciones, escuelas, universidades y entes en general vinculados al camino.