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San Juan: La ruta nacional 150, la ruta de la integración

La Ruta Nacional 150 nace en la localidad de Patquía, provincia de La Rioja, en la intersección con la Ruta Nacional 38, y continúa en dirección este-oeste hasta llegar al límite entre La Rioja y San Juan, atravesando la localidad de Paganzo.
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Dentro de San Juan pasa por Baldecitos, Ischigualasto, inmediaciones de Huaco, San Roque, Jáchal, Rodeo, Las Flores, Guardia Vieja y Arrequintín, finalizando en el límite internacional con Chile en el Paso de Agua Negra, donde se emplazará el Túnel Internacional Agua Negra (3.800 msnm).
En toda su extensión, tiene una longitud aproximada de 389,500 Km, de los cuales 303,850 km pertenecen a San Juan.
Esta vía forma parte del denominado Corredor Bioceánico Central que unirá al puerto de Bello Horizonte en Brasil con el puerto de Coquimbo en Chile, atravesando toda la Ar¬gentina.
La ruta, que se completa con la construcción del Túnel de Agua Negra entre San Juan y la Cuarta Región de Chile, se transformará en la vía terrestre de tránsito de mercaderías del Mercosur hacia los mercados asiáticos desde los puertos chilenos.
El trazado de la Ruta 150, que une Ischigualasto-Huaco, tiene un recorrido sinuoso con seis túneles y 11 puentes, algunos de tipo colgante, y ha demandado una inversión de 1.220 millones de pesos.
El desarrollo de la obra significó un gran desafío profesional, técnico y económico. En algunos tramos hubo que partir desde cero, explorando montañas y quebradas para definir la traza. Por ejemplo, hubo que mover más de 3 millones de m3 entre roca y suelo, excavando y rellenando en distintos sectores, la mayoría en la Quebrada Agua de la Peña.
Otra de las innovaciones fue el uso de mallas y barreras dinámicas. Estos sistemas europeos de seguridad en caminos de montaña nunca se habían utilizado en nuestro país. Su utilización minimiza los accidentes en caminos de montaña por desprendimiento de rocas, dando más seguridad a quienes lo transitan. Las barreras dinámicas son estructuras flexibles que absorben el impacto de las rocas cuando se desprenden.
Por otra parte en San Juan no habían puentes arco. Se construyeron dos puentes que no tienen pilas centrales, como el resto de los existentes, y se apoyan en los extremos. Se fabricaron en piezas fuera de la obra, se trasladaron y se montaron en el lugar. Además de solucionar el problema de los túneles, estos puentes permitieron un rescate del paisaje y dan la misma respuesta al camino y a la seguridad. También hay un puente curvo que se conecta con uno de los túneles. En total la obra tiene 12 puentes. Por su envergadura y las dificultades del terreno, la construcción de los mismos significó un gran desafío, en total son 100.000 metros de longitud y algunos de ellos llegan hasta los 22 metros de altura.
Sin duda los túneles fueron otro de los grandes retos. Son seis ubicados en un tramo de 12 km en la zona de Quebrada Agua de la Peña, y fueron de una gran complejidad, no sólo porque convertirán a la Ruta 150 en la vía con más cantidad de túneles, sino también porque su construcción contribuye a disminuir el impacto ambiental.
Algo muy destacable en toda la obra tiene un exhaustivo control ambiental que parte del concepto de desarrollo sostenible y propicia la preservación de la calidad de aire, agua y suelo, además de la flora y fauna existente en la zona. Cabe indicar que el trazado de la ruta corre contiguo al Parque Provincial Ischigualasto, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, por lo tanto, las técnicas de voladura con precorte y el monitoreo del medioambiente fueron motivo de constante cuidado para mitigar el impacto al ecosistema de la zona.