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“Sin el trabajo que realizamos no se puede navegar de esta manera”

Entrevista a Pieter Jan De Nul, nieto del fundador y responsable de las sedes en Argentina, Paraguay y Uruguay.
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EDITORIAL

El grupo belga Jan de Nul se presentó este año por primera vez en la Exposición Rural. Allí, Pieter Jan De Nul, nieto del fundador y responsable de las sedes en Argentina, Paraguay y Uruguay, desarrolló los desafíos de llevar adelante una empresa con 25 años de experiencia en distintos rubros que van desde el dragado de ríos hasta el procesamiento de arena de fractura hidráulica para Vaca Muerta.

-¿A qué se dedica el Grupo Jan de Nul en Argentina?
Pieter Jan De Nul: Somos un grupo muy diversificado, la pregunta en todo caso es qué no hacemos. En Argentina no hay ningún puerto donde no hagamos el dragado. Asimismo, desde el año pasado tenemos una planta de producción de arena de fractura hidráulica para Vaca Muerta. Es una planta pilota de 150 mil toneladas de capacidad y da empleo a 60 familias en una zona en la que hay muy poco trabajo. Se trata de una arena muy específica, no como cualquier otra. Nosotros hemos encontrado esta arena en esa zona de Diamante, Entre Ríos.

-¿Qué es el dragado? ¿Por qué es importante realizarlo?
P.J.D.N.: Quitamos la sedimentación para que los barcos puedan navegar con calado lleno. Sin el trabajo que realizamos no se puede navegar de esta manera. Es muy importante porque permite que lo más caro que tiene un barco, que es su mercadería, sea más fácil y más barato para exportar.

-¿Qué inversiones han realizado en el último tiempo?
P.J.D.N.: Hace cuatro meses hemos traído de China una draga de la más alta tecnología, con ultra baja emisión y filtros contra el polvo fino que sirve para proteger el medio ambiente. Nadie más tiene en el mundo una draga como esta. Pronto tendremos para trabajar en hidrovías una draga nueva con inyección de agua, lo cual también apoya al medioambiente, ya que permite que el dragado se vaya con la fluidez del río. Son dragas de 40 millones de dólares, y seguimos invirtiendo. Estamos apostando a la concesión de la obra en Quequén para profundización y la obra de la planta de producción de arena, la cual queremos expandir. Tenemos un compromiso muy fuerte con el país y no importa si hay otra licitación para el vencimiento de la concesión en 2021, la apuesta está hecha.

-¿Cuál es el promedio de dragado que han realizado en los ríos del país?
P.J.D.N.: Hace 25 años hemos empezado con un promedio de 15 pies y lo pusimos de 28, luego de 32 y de 34. Aunque el contrato establecía que teníamos que llegar a los 28, fue tan exitoso que el Gobierno luego quiso ir aumentándolo. Nosotros tenemos interés de hacer más cada vez que nos lo pidan.

-¿Cuánto representa un pie de calado?
P.J.D.N.: Un pie representa a 3 mil toneladas más de carga. De igual forma, dos pies representan 6 mil toneladas. En este sentido, si un barco promedio tiene un peso de 30 mil toneladas, cada cinco barcos se carga un barco más.

-¿Cómo impacta eso a nivel económico?
P.J.D.N.: Estudios realizados por los productores de soja de Estados Unidos llegaron a la conclusión de que si profundizan dos pies más el río Mississippi, para lo cual ya se están cerrando los presupuestos, esa inversión representará un game changer para el país, porque esos dos pies se traducen en 5 dólares por tonelada más para el bolsillo del productor. Creo que será oportuno repetir lo mismo acá. Nosotros estamos en capacidad técnica de hacerlo. Será muy beneficioso para el productor porque va a tener más dólares para invertir en su tierra. Muchas veces, la razón por la cual los productores no aprovechan todas las tierras que tienen es porque no tienen el suficiente dinero para invertir en la logística. Esto solucionaría ese inconveniente.

-¿Se puede profundizar con esos dos pies tradicionales el Río Paraná?
P.J.D.N.: Sin problema. Nosotros tenemos mucha experiencia y para es algo muy fácil de realizar. Si hoy lo piden, de acá a un año el río tendría dos pies más. Se trata de una inversión de un costo muy alto, pero nosotros sabemos hacerlo.

-Con respecto a la logística para la arena que producen en Diamante, ¿piensan hacerla ustedes o la tercerizarán?
P.J.D.N.: Nuestro fuerte es la producción de arena. La logística no es nuestra área. Así que para eso hablamos con empresas que son expertas en el rubro. Para cada caso particular pedimos presupuestos a varias empresas de logística y ellos se encargan de su especialidad.

-¿Cuánto han invertido en la planta de arena?
P.J.D.N.: 10 millones de dólares. La construimos en una zona donde, además del puerto de Diamante, no hay nada. La gente que vive ahí dice que lo que hicimos nosotros no se hizo en 50 años. Es uno de los motivos por el cual hemos elegido esa localidad, más allá de la arena que se encuentra en la región. Se trata de una zona con gente del campo que tiene ganas de trabajar fuertemente para desarrollar este proyecto lindo que beneficia al país.

-Ustedes nacionalizaron una de las dragas, lo cual les permite competir mejor para otros trabajos.
P.J.D.N.: Sí. Es una idea que surgió el año pasado cuando salió la Ley de Marina Mercante que permite nacionalizar sin tener que cambiar la bandera del banco. Esto a nosotros nos beneficia un montón porque antes teníamos que pagar un altísimo costo de importación de la draga cada vez que necesitábamos moverla por el país.
La ventaja de esa draga con tratamiento de bandera es que no tenemos que salir del país, tenemos todos los derechos de un barco con bandera argentina, lo cual facilita un montón los trámites.

-¿Piensan nacionalizar alguna otra draga?
P.J.D.N.: Es algo que queremos repetir con la otra draga que tenemos en Albuquerque y eventualmente con una tercera draga que tenemos de inyección de agua. Estamos capacitando, junto al sindicato, a más gente porque en los seis meses que hace que tenemos esta draga, ya tuvimos tres obras concretadas, lo cual fue una grata sorpresa para nosotros.

-¿Por qué esas tres dragas y no otras?
P.J.D.N.: Porque la ley establece que las dragas en funcionamiento tienen que tener una antigüedad menor a 10 años. Sino también lo haríamos con otras dragas.

-¿Qué otras capacitaciones están facilitando?
P.J.D.N.: Hemos mandado gente a Bélgica para entrenarlos en materia de dragado y aquí estamos capacitando a encargados de navegación.

-¿Con qué periodicidad debe hacerse el mantenimiento de dragado?
P.J.D.N.: Tenemos dragas en funcionamiento las 24 horas del día, todos los días de la semana. Hay zonas en el río en las que hay que estar permanentemente pasando una draga porque sino pierde la profundidad. Otras zonas requieren que se pase una vez cada seis semanas. Es muy variable. Especialmente cuando el agua baja, hay mucha sedimentación y hay que estar muy atento.

-¿Qué volumen se draga actualmente?
P.J.D.N.: En un año normal se draga un promedio de 30 millones de m³, los cuales claramente aumentarían si se pensara en profundizar el río. Para saber a cuánto aumentaría el número, hay que hacer modelación.
Hace unos años atrás hemos tenido El Niño. No paraba de llover y hemos tenido que traer tres dragas adicionales, sin las cuales habría sido imposible movilizar los más de 40 millones de m³ de sedimentación. Luego de 25 años de experiencia en el rubro ya sabemos cuáles son las consecuencias del año de El Niño. Vimos venir la catástrofe y tomamos esa decisión. También sabemos las complicaciones que podemos llegar a tener. No cualquiera sabe hacer este trabajo. Somos los que más conocimiento tenemos al respecto, contamos con personal que conoce perfectamente los ríos en los que trabaja y que siempre atento a las necesidades de los pasos.

-Cuando adicionan dragas ¿les pagan más o es algo que está adentro del contrato?
P.J.D.N.: El contrato establece que la cantidad de m³ que debamos dragar es riesgo nuestro. Si dragamos 30, 15 o 50 millones, el precio es el mismo. Cada contrato tiene su riesgo.

-¿Qué trabajos están realizando en Quequén, provincia de Buenos Aires?
P.J.D.N.: En Quequén estamos cerca de terminar con la draga cortadora. Cuando eso esté hecho, será cuestión de quitar el material que ha sido cortado. Calculamos que en un máximo de tres meses tendremos todo el trabajo hecho y se podrá certificar el puerto a 50 pies. Vamos bien.

-¿En qué consiste el procesamiento de la arena de fractura hidráulica?
P.J.D.N.: Una vez que se descarga en la planta, se debe meter al horno para secarlo. Luego, se tamiza a la gravimetría que lo exija el cliente. Hay algunos que la quieren bastante gruesa y otros muy fina. Eso depende de si tienen pozos de gas o de petróleo, y de qué está mirando el ingeniero en el reservorio. Cada uno quiere hacer su pastel, pero nuestro proceso es crítico porque las normativas que determinan las diferentes fricciones son muy estrictas. Es un proceso bastante complicado. El diseño de la planta permite producir cualquier grano de arena. Los tamices se modulan a partir de un cambio de mallas. No hay ninguna gravimetría que no podamos producir.

-¿Qué proporción de la arena que se está utilizando ahora en el mercado es producida por ustedes?
P.J.D.N.: La planta arrancó el año pasado, así que recién estamos arrancando. Fue una construcción que se empezó en enero y se terminó en octubre, por lo cual llegamos tarde para la mayoría de los proyectos. La planta tiene una capacidad de 150 mil toneladas, lo cual en términos porcentuales correspondería a más o menos 10% del mercado actual. De todas formas el mercado está creciendo a pasos agigantados porque están perforando muchísimo. Nadie tiene números exactos, pero lo que escuchamos es que el año que viene el mercado estaría más cerca de 2,5 millones de toneladas. Si el día de mañana logramos atraer a más clientes, lo cual claramente es la idea, se puede duplicar, triplicar o multiplicar la planta para lograr mayor porcentaje. Argentina necesita el gas, y el compromiso de las empresas petroleras nacionales e internacionales está.

-¿No tienen problemas para conseguir la materia prima para la planta?
P.J.D.N.: Nosotros hemos encontrado la arena que utilizamos en una zona específica, no es cualquier arena. Pero de cualquier forma, por año se estima que hay 200 millones de m³ de sedimentos que pasan por el río. Aunque nosotros y todos nuestros colegas areneros extraigamos 10 millones de m³ por año, el río no lo sentiría. Lo bueno es que el río sigue permanentemente produciendo más arena, así que la capacidad es infinita.

-¿Los sedimentos extraídos por dragado sirven para la producción de arena?
P.J.D.N.: Sí sirven. Si son de libre disponibilidad, es cuestión de pedirle a la provincia la autorización correspondiente y pagar el canon.

-¿Ustedes utilizan los sedimentos que extraen de la hidrovía?
P.J.D.N.: Podría servirnos, pero se trata de un contrato totalmente separado, que establece explícitamente que no permite la extracción para la comercialización.

-¿Dónde se depositan los sedimentos que extraen de la hidrovía?
P.J.D.N.: Se dragan en las zonas con poca profundidad y se descargan en zonas con mucha profundidad. La dificultad aparece cuando, por ejemplo, lo que se draga en Diamante aparece tres semanas después en Escobar. Es un trabajo permanente. Sólo estamos tranquilos cuando la arcilla está en el océano. Entre la fuente y el océano seguimos día y noche atentos. Contamos con 500 personas y seis dragas, cada uno con su lancha. Sin eso no se llega a garantizar la profundidad. Si no estamos presentes y atentos al río, perdemos. La naturaleza no se puede engañar.

-¿Cuáles son las maquinarias que necesitaron conseguir para la planta en Diamante?
P.J.D.N.: La planta es bastante compleja, pero lo más complicado de conseguir son las cribas y el horno. A partir del momento en el que los pedimos, pasan entre seis y ocho meses hasta que lo recibimos. De cualquier forma, lo más difícil, fue conseguir el terreno, diseñar la planta y hacer la construcción; y eso ya está hecho. Si queremos ampliar la planta es sólo cuestión de volver a los mismos proveedores.

-¿Cuándo fue que empezaron a explorar la oportunidad de este negocio?
P.J.D.N.: En 2014 empezamos a mirar el tema. En ese momento Vaca Muerta era algo muy pequeño. Nosotros somos contratistas. Normalmente cuando llegamos a un lugar es porque tenemos un contrato en mano. Y en este caso fue totalmente distinto. Teníamos que tener una planta porque todas las petroleras nos repetían lo mismo: “vuelvan a hablar con nosotros cuando tengan la planta”. Desde 2014 hasta 2017 hemos estado analizando el diseño de la planta y nuestras posibilidades. Mientras tanto iba creciendo Vaca Muerta. Llegó un punto, hace dos años atrás, en el cual dijimos: es ahora o nunca. Y arrancamos. Hicimos la planta en partes. Y un año después ya estaba lista.