*Por el Ing. Carlos Germán Svoboda, jefe del Departamento de Consorcios Camineros de la Dirección de Vialidad de la Provincia del Chaco; el Ing. Néstor Iván Holsbach, diplomado en Sistemas de Información Geográfica; y el Sr. Jorge Alberto López, presidente del Consorcio Caminero Nº 30 – NAPENAY, representante titular por Zona II – Sáenz Peña de la Asociación de Consorcios Camineros de la provincia del Chaco.
El presente trabajo destaca la importancia de los caminos rurales en la provincia del Chaco, haciendo foco en la necesidad de incorporar buenas prácticas ambientales en sus diferentes etapas: diseño, construcción, operación y conservación. Estos caminos, mayormente de tierra o calzada natural, enfrentan la degradación debido al clima y al tráfico, principalmente.
El Sistema de Consorcios Camineros de la provincia del Chaco, con sustento en la Ley Provincial N° 666 – K, carece de enfoques específicos relacionados a la sustentabilidad ambiental en sus procesos, es decir, no contempla acciones concretas sobre las fuentes y causas de los problemas ambientales, en relación a las etapas referidas.
Se propone considerar la implementación de acciones de buenas prácticas ambientales para mejorar la conservación rutinaria de los caminos, tomando como caso de estudio la experiencia realizada, por etapas, en un tramo perteneciente al “Consorcio Caminero N° 30 – Napenay”. En esta experiencia se trabajó en la adecuación de la obra básica necesaria para garantizar un mantenimiento de rutina que permita realizar intervenciones menos agresivas y puntuales, favoreciendo implementar técnicas de mantenimiento de rutina con criterios generales propios de caminos rurales ambientalmente sustentables.
Por otra parte, durante el desarrollo del trabajo, se pretende dar a conocer el Sistema de Consorcios Camineros de la Provincia del Chaco, con más de 34 años de vigencia siendo un ejemplo a nivel regional, nacional e internacional.
Resulta necesario incluir principios de buenas prácticas ambientales para el manejo y conservación de los caminos rurales del Chaco, aportando a la concientización ambiental de las partes interesadas y necesarias, fortaleciendo el activo vial de la Provincia en su conjunto.
INTRODUCCIÓN
Actualmente, la provincia ostenta 26.508,76 km de caminos de la red terciaria, más 2.446,94 km de caminos de la red primaria y secundaria que se encuentran en jurisdicción de 103 Consorcios Camineros activos. Estas entidades civiles tienen la responsabilidad de la conservación de su red a cargo de manera permanente y continua a lo largo del año, según convenio bi-anual con la Dirección de Vialidad Provincial de la Provincia del Chaco (D.V.P.).
El 98% de los caminos son de tierra o calzada natural, con alta susceptibilidad a la degradación por la acción de factores climáticos y por la acción del volumen de tránsito pesado, los cuales conducen la producción rural hacia los centros de consumo.
El sistema de Consorcios Camineros, desde su creación por Ley Nº 666-K (ex N° 3.565), ya con más de 34 años de vigencia, no contempla acciones concretas en materia de sustentabilidad y medio ambiente.
Los caminos rurales cumplen un papel fundamental en el desarrollo de las comunidades rurales, ya que no solo se relacionan con el desarrollo productivo rural, sino que brindan accesibilidad al sistema educativo, el sistema de salud y el sistema de seguridad y, es por ello, que su mantenimiento es prioritario para el fortalecimiento integral de la región y del país, debiendo constituirse como una política de estado indudablemente.
Las prácticas de conservación de caminos de tierra en la provincia del Chaco datan desde hace más de 60 años. Desde ese tiempo a la actualidad los procedimientos y procesos de conservación y mantenimiento rutinario, tendientes a garantizar la transitabilidad en condiciones seguras, han permanecido cuasi estáticos, sin mayores cambios que los devenidos por el avance tecnológico en cuanto a equipamiento utilizado.
Las tareas de conservación y mantenimiento rutinario incluyen el perfilado de calzada, la limpieza de alcantarillas y obras de arte menores; el mantenimiento de banquinas y veredas en la zona de camino. Estas acciones periódicas son realizadas con maquinaria pesada autopropulsada –tractores/motoniveladoras- y equipos de arrastre; como niveladora, pala de arrastre, rastra de discos, desmalezadora y rolo triturador; además de la mano de obra intensiva para las tareas puntuales.
Sosa et al., 2019, considera que la mala conectividad y accesibilidad física de la población, es uno de los principales determinantes de la existencia de pobreza en las zonas rurales, pero evaluar el beneficio únicamente en términos económicos resulta parcial; incluir la dimensión ambiental en la ecuación resulta necesario ya que los resultados llevan a considerar la necesidad de realizar un replanteo global de los métodos de conservación, considerando las exigencias actuales en materia ambiental.
OBJETIVOS DEL TRABAJO
El objetivo general del trabajo se divide en dos ejes. Primero se introduce brevemente al lector en las concepciones, pilares y fundamentos del trabajo cotidiano de los Consorcios Camineros, dando a conocer el Sistema de Consorcios Camineros de la Provincia, y segundo, se desarrollan los principales aportes para la conservación sustentable de caminos de calzada natural a partir de una experiencia llevada adelante entre la D.V.P. y el Consorcio Caminero N° 30 – Napenay.
METODOLOGÍA
El trabajo parte de una revisión bibliográfica específica sobre aspectos ambientales aplicados a la conservación de caminos rurales de calzada natural o mejorada. Con más un conjunto de aportes o contribuciones sobre criterios a aplicar para el cambio de la concepción tradicional de la conservación rutinaria a la conservación rutinaria sustentable ambientalmente.
Finalmente se expone una experiencia piloto, llevada adelante en parte de la red a cargo del Consorcio Caminero N° 30 – Napenay conjuntamente con la D.V.P., dividida en diferentes etapas de acción, encontrándose aún en la última etapa para su culminación y puesta en servicio.
LOS CONSORCIOS CAMINEROS DEL CHACO Y SU QUEHACER COTIDIANO
Actualmente, la provincia ostenta 26.508,76 km. de caminos de la red terciaria, más 2.446,94 km. de caminos de la red primaria y secundaria que se encuentran en jurisdicción de 103 Consorcios Camineros activos. Estas entidades civiles tienen la responsabilidad de la conservación rutinaria de su red a cargo de manera permanente y continua a lo largo del año, según convenio bi-anual con la D.V.P.
Estos caminos apuntalan el desarrollo de las comunidades locales, parajes y asentamientos, permitiendo el ingreso de la fuerza de trabajo, insumos y servicios necesarios para las actividades productivas, accesibilidad al sistema de educación, de seguridad, y de salud, favoreciendo el sistema de desarrollo social. Es sin dudas el conjunto de caminos por donde se transporta más del 90% de la producción de bienes y servicios de la provincia hasta los centros de consumo y distribución.
Por su condición, son caminos muy susceptibles al deterioro, principalmente por factores climáticos (precipitaciones, inundaciones, sequías, acción eólica) y por el tránsito pesado, muy relacionado con cada subregión productiva. Estos factores inciden en forma determinante en la transitabilidad permanente, siendo habitual encontrar épocas o períodos de mayor o menor deterioro.
El conjunto de caminos (ver Figuras N°1 y Nº2) se compone principalmente por caminos de tierra -desnudos- y otros, en menor medida, con calzada mejorada, que son mantenidos de manera permanente por los Consorcios Camineros de la Provincia, bajo la dirección y supervisión de la D.V.P.
Actualmente existen 103 Consorcios Camineros activos y reconocidos que llevan adelante ésta tarea bajo el marco legal brindado por la Ley Provincial Nº 666-K, (Ex. Nº 3565), que fuera sancionada en el año 1.990, es decir con 34 años de vigencia, lo cual ha permitido volcar recursos de manera constante y sostenida fortaleciendo su capacidad funcional y operativa.
Los Consorcios Camineros de la Provincia del Chaco son entidades de bien público (asociaciones civiles), de servicios a la comunidad y sin fines de lucro, con personería jurídica, sujetos de derecho público no estatal. Por tal, tienen la facultad de actuar pública o privadamente, adquirir derechos y contraer obligaciones. De este modo se vinculan y relacionan con la D.V.P. y otras organizaciones e instituciones, para ejecutar (reconstruir, construir) y conservar caminos en jurisdicción provincial, específicamente caminos vecinales o rurales formadores de la red terciaria de la Provincia; y, excepcionalmente, en los de las redes primarias y secundarias a requerimiento de la D.V.P. Esto constituye la finalidad principal de estas entidades.
Con base en la normativa específica y complementaria, al efecto de la constitución de un Consorcio Caminero, es necesario el interés de pobladores y vecinos de una determinada zona rural, siendo constituidos en Asamblea Pública con el acompañamiento y participación de los socios interesados, según su categoría, personal de la D.V.P. y otros participantes necesarios.
Es así que mediante una Comisión Directiva se llevan adelante las tareas de dirección y administración del Consorcio Caminero, con facultades para tomar decisiones que sean convenientes a los intereses, objetivos y finalidad específica asumida.
Como asociaciones civiles, además cuenta con su órgano de control interno que es la Comisión Revisora de Cuentas y finalmente toda la gestión es aprobada por la Asamblea de socios que se desarrolla anualmente.
Uno de los principales aspectos que hacen que la provincia del Chaco cuente con caminos de la red terciaria en adecuadas condiciones de transitabilidad y seguridad es el sistema de recursos y su distribución, suficientemente detallados en la Ley Nº 666-K.
Esta Ley prevé la creación de un fondo específico para la construcción, reconstrucción y conservación de caminos vecinales o rurales que integran la red terciaria. Este fondo está formado con la aplicación de un adicional del diez (10%) por ciento, sobre la base de liquidación del impuesto sobre los ingresos brutos provinciales (IIBB), siendo autoridad de aplicación y ente recaudador del referido impuesto, la Dirección General de Rentas de la Provincia del Chaco.
El fondo recaudado resulta destinado y afectado a la finalidad específica, descripta anteriormente, en un setenta por ciento (70%) dispuesto en una cuenta corriente denominada “Fondo Ley Red Terciaria de la Provincia”. A su vez éste fondo resulta dividido en los denominados:
– Fondo A: siendo el setenta por ciento (70%) del total mensual recaudado, que es transferido a la totalidad de los Consorcios Camineros reconocidos, proporcionalmente a la cantidad de los mismos y en función a los kilómetros de caminos bajo convenio y de las características geográficas y climatológicas de la zona que les corresponda, conocido como Índice de Coparticipación.
– Fondo B: siendo el treinta por ciento (30%) del total mensual recaudado, destinándose a: a) formación de nuevos Consorcios Camineros, b) asistencia a las zonas de emergencia o de desastre vial, c) introducción de mejoras tecnológicas para su mejor desenvolvimiento, y d) para la construcción, reconstrucción y conservación de caminos de la red terciaria provincial que la Dirección de Vialidad Provincial considere de interés general.
La erogación de este fondo y el correspondiente uso de la partida presupuestaria son dispuestos por la Dirección de Vialidad Provincial con la participación necesaria de la Asociación de los Consorcios Camineros de la Provincia del Chaco.
El restante treinta por ciento (30%) de los recursos resulta destinado a integrar el Fondo de Vialidad y afectado según lo prevé la Ley Nº 153 – A.
Esta estructura funcional, el compromiso y capacidad técnica-operativa y organizativa de los Consorcios Camineros, como así de la D.V.P., sumada a la independencia de recursos económicos hace del Sistema de Consorcios Camineros un éxito en al ámbito regional, nacional e internacional.
Los Consorcios Camineros trabajan sobre su jurisdicción asignada durante todo el año con tareas de construcción, reconstrucción y conservación de rutina.
Las tareas de conservación y mantenimiento rutinario incluyen el perfilado de calzada, la limpieza de alcantarillas y obras de arte menores, y el mantenimiento de banquinas y veredas en la zona de camino. Estas acciones periódicas son realizadas con maquinaria pesada autopropulsada –tractores/motoniveladoras- y equipos de arrastre; como niveladora, pala de arrastre, rastra de discos, desmalezadora y rolo triturador; además de la mano de obra intensiva para las tareas puntuales.
MIGRACIÓN HACIA LA CONSERVACION DE RUTINA SUSTENTABLE AMBIENTALMENTE
Las prácticas de conservación de caminos de tierra –calzada natural- en la provincia del Chaco datan desde hace más de 60 años. Desde ese tiempo a la actualidad los procedimientos y procesos de conservación y mantenimiento rutinario, tendientes a garantizar la transitabilidad, han permanecido cuasi estáticos, sin mayores cambios que los devenidos por el avance tecnológico en cuanto a equipamiento utilizado.
La creciente demanda social por incorporar técnicas sustentables ambientalmente alcanza también a los Consorcios Camineros, siendo necesario poner en valor nuevas prácticas de conservación que se encuentren en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2.030 (O.D.S.); específicamente con el Objetivo 9: Industria, Innovación e Infraestructura; y Objetivo 10: Ciudades y comunidades Sostenibles (extraído de https://www.un.org/es/).
La participación de la comunidad académica, mediante proyectos de extensión universitaria, son una realidad que, desde la Facultad de Ingeniería de la UNNE, y mediante el compromiso de profesionales del Centro de Geociencias Aplicadas es llevado adelante para generar una mirada extensiva y ampliada sobre la temática.
En este sentido actualmente se desarrolla un proyecto de extensión universitaria denominado “Buenas prácticas ambientales en caminos rurales de la provincia del Chaco” que tiene como objetivo principal diseñar instructivos y brindar capacitación sobre la temática específica.
¿QUÉ ENTENDEMOS AL HABLAR DE BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES EN LA CONSERVACIÓN DE CAMINOS RURALES?
Hablar de buenas prácticas ambientales en la conservación de caminos rurales es referirnos a la incorporación paulatina de acciones que redefinan la manera de trabajar o conservar estos caminos.
No debemos perder de vista que corresponde rediseñar cada etapa de la obra vial; y que la conservación sustentable requiere de un cambio radical que surge desde la concepción misma de los proyectos.
Ahora bien, la realidad es que la mayor parte de los caminos ya existen, y estos no han sido diseñados ni conservados bajo el concepto de sustentabilidad.
La concepción clásica llevada adelante, en la histórica metodología de conservación rutinaria, consiste en realizar el perfilado periódico de la calzada, borrando huellas o depresiones longitudinales y transversales y reconstrucción (Costa y Casali, 2.022).
Al encontrarse con situaciones de mayor deterioro de la calzada, ya sea por acción del clima –erosión hídrica y eólica- más la acción del tránsito pesado, o el tránsito en días de lluvia, se generan intervenciones más complejas y profundas que se extienden a las banquinas, cunetas y veredas. El paso de rastra de discos sobre calzadas y banquinas para realizar el reconformado implica una remoción importante de suelo y una destrucción de la vegetación espontánea que cumple una función estabilizadora, hasta ahora invisibilizada por aquellos que tienen a su cargo la tarea de conservación.
No es común observar la utilización de mano de obra intensiva en trabajos de estabilizado de huellas o bacheo con aporte de material estabilizado, optándose siempre por intervenciones masivas.
Por otra parte, el mantenimiento complementario de cunetas, como otro de los elementos distinguibles en la zona de camino, también presenta una tendencia desfavorable ya que las secciones hidráulicas adoptadas tienden a favorecer la perdida de suelo por arrastre, y complejizan la tarea operativa de los equipos, que nos sumerge un círculo vicioso cuya inercia no puede romperse.
Tener presente cuales son los elementos principales de la zona de camino y especificar para cada uno de ellos las mejores acciones tendientes a la conservación sustentable permitirá salir del circulo vicioso y migrar hacia el cambio propuesto.
PROYECTOS QUE SE DESVÍEN DEL MODELO CONVENCIONAL – EJES DE GESTIÓN
Considerar la materialización de proyectos que se desvíen del modelo convencional para incluir en su diseño, construcción, operación y conservación criterios que favorezcan la biodiversidad y minimicen el impacto ambiental son el resultado de una planificación consciente y de la aplicación de innovaciones y desarrollo en ingeniería vial y ambiental.
En ese sentido podemos mencionar los principales ejes de la gestión sustentable ambientalmente a tener presente para la conservación de caminos rurales:
- Gestión del suelo: disminuir el ancho de calzada; estabilizar la zona central de la calzada por compactación in-situ; incorporar materiales estabilizantes no reactivos (inertes y/o agentes estabilizadores); migrar a perfiles tipo optimizados ambientalmente; reconstruir la sección transversal tendiendo a una cota roja positiva; rellenar bajos paulatinamente; evitar la erosión, transporte y remoción de suelos frecuente y masiva; promover la clasificación de suelos según su aptitud vial para seleccionar la mejor metodología de conservación de la calzada o tratamiento superficial, entre otras.
- Gestión de contaminantes: reducir la emisión de contaminantes utilizando equipamiento vial de alta tecnología, en buen estado y con tareas planificadas; promover la capacitación y calificación de operarios de manera constante y sostenida.
- Gestión del sistema de drenaje/desagües: adoptar secciones, formas y pendientes adecuadas en las cunetas, adaptadas a cada realidad en base al conocimiento empírico del camino; favorecer la detección de focos de erosión incipientes y estabilizarlos rápidamente; adoptar pendientes y coberturas que favorezcan la infiltración y la evapotranspiración frente a los excesos hídricos y el patrón de precipitaciones más intensas actuales.
- Gestión del tránsito: limitar el tránsito con exceso de pesos y dimensiones; capacitar y educar a los usuarios de la vía sobre el cuidado, desgaste y degradación de la calzada; generar campañas de concientización sobre el tránsito en días de lluvia y posteriores.
- Gestión de residuos: erradicar basurales rurales; concientizar a la población del cuidado del medio ambiente; clasificar los residuos, reciclar y reutilizar.
Pero qué acciones concretas y ampliadas nos permitirán migrar de la conservación tradicional a la conservación rutinaria sustentable ambientalmente.
EN CALZADAS
- Disminuir el ancho de calzada: el tránsito resulta un moderador del ancho de calzada, en efecto a menor tránsito es común advertir solo las huellas centrales y resulta totalmente empastada la zona de camino. Aquí corresponde utilizar desmalezadora manteniendo el crecimiento y altura de la vegetación entre 15 y 20 cm.
Adoptar anchos conforme al tránsito es lo esperado como factor de optimización. Esto además redunda en menores costos finales para la conservación. Debemos tener presente que los perfiles tipo tradicionales consideran anchos de 8,00 m de calzada.
- Compactación de la zona central: mantener la zona central compactada, implica menor desgaste o deterioro de la superficie de rodadura. Además, resulta una excelente base para el agregado de material estabilizante a posteriori –ripio-.
- Uso de materiales locales: utilizar materiales disponibles localmente para reparaciones y mantenimiento, realizar gestiones con los frentistas o usuarios al efecto de adquirir los volúmenes de suelo necesarios, o aprovechar residuos de construcción y demolición disponibles.
- Técnicas de construcción: migrar al uso de perfiles tipo con pendientes más bajas y apaisadas favoreciendo la disminución de la erosión y transporte de sedimentos, disminuyendo la velocidad del escurrimiento superficial.
La mejora hidráulica se produce al disminuir el radio hidráulico del sector de desagüe, favoreciendo la infiltración, la evapotranspiración y el retardo hidráulico con mayor tiempo al pico.
Promover la reposición de suelo como principal técnica de corrección del ahuellamiento; evitando siempre la extracción lateral, principalmente por el deterioro de la superficie empastada que se provoca.
Promover la caracterización vial de los suelos (ensayos) facilita la adopción de mejores prácticas de gestión para la conservación.
- Control de la erosión: implementar medidas para prevenir la erosión del suelo consiste en la siembra de vegetación nativa o adaptable en los bordes de la calzada, banquinas y sectores de desagüe.
Al adoptar estas prácticas, es posible conservar la calzada natural de manera sostenible.
EN BANQUINAS Y CUNETAS
- Desmalezado regular: realizar desmalezado periódico de las banquinas y cunetas es fundamental para prevenir que la vegetación crezca de forma descontrolada y obstruya el camino (cierre). Este desmalezado puede realizarse manualmente o con maquinaria especializada, dependiendo de la extensión y las características del área, aconsejando el uso de desmalezadoras articuladas por su versatilidad.
- Uso de herbicidas: es preferible migrar a la gestión adecuada de malezas tendiendo a neutralizar el uso de herbicidas. En algunos casos, el uso de herbicidas selectivos puede ser necesario para controlar el crecimiento de la vegetación no deseada en las banquinas y cunetas. Es importante utilizar herbicidas que sean seguros para el medio ambiente y la salud humana, y aplicarlos de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
- Mantenimiento de sistemas de drenaje/desagüe: mantener limpios y despejados los sistemas de drenaje/desagüe, como cunetas, tubos y alcantarillas, es crucial para evitar la acumulación de agua y la proliferación de vegetación no deseada. Retirar el exceso de vegetación en las cabeceras o extremos de obras de arte garantiza la mejora en la visibilidad y seguridad vial.
- Cunetas cóncavas: promover la elección de cunetas se sección cóncava o extendido de taludes, limitando los cortes rectos o triangulares tradicionales. Promover el empastado de estos sectores. Incluir tubos o alcantarillas de secciones acordes en los accesos a campos o terrenos y/o encuentros de caminos perpendiculares.
- Reforestación controlada: en áreas donde se desea conservar la vegetación en las banquinas y cunetas, se puede llevar a cabo una reforestación controlada utilizando especies que no sean invasivas y que no representen un riesgo para la seguridad vial. En zonas donde proliferan especies difíciles de controlar –como el Vinal- considerar acciones de manejo favoreciendo la implementación de programas sociales específicos –Proyecto Vinal, Ibarreta, Formosa-.
- Monitoreo regular: realizar inspecciones periódicas de las banquinas y cunetas para identificar y abordar cualquier problema de vegetación de manera oportuna es importante para mantener la seguridad y la funcionalidad de la infraestructura vial.
Al implementar estas prácticas de control de vegetación, se puede garantizar que las banquinas y cunetas de los caminos rurales permanezcan despejadas y en condiciones adecuadas para el tránsito seguro de vehículos.
MANTENIMIENTO DE EQUIPOS
- Uso eficiente de combustibles y lubricantes: mantener los vehículos y maquinaria vial correctamente ajustados y realizar un mantenimiento regular puede mejorar la eficiencia del combustible y reducir las emisiones de gases contaminantes.
- Elección de tecnologías limpias: optar por tecnologías y equipos más limpios y eficientes energéticamente, puede contribuir a reducir la huella ambiental del mantenimiento vial.
- Gestión de residuos: implementar prácticas de gestión de residuos adecuadas, la clasificación por su peligrosidad, la segregación y el reciclaje de materiales, puede ayudar a reducir la cantidad de desechos generados durante las operaciones de mantenimiento de equipos.
- Promover el valor residual de residuos de poda: realizar convenios con instituciones que desarrollen compost o pellets de materia orgánica.
- Uso de materiales sostenibles: utilizar materiales de construcción sostenibles y reciclados en la reparación y mantenimiento de carreteras puede reducir la demanda de recursos naturales y minimizar el impacto ambiental.
- Programación del mantenimiento rutinario: planificar las rutas de mantenimiento de manera eficiente puede ayudar a minimizar la distancia recorrida por los equipos viales, reduciendo así el consumo de combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Promoción de la seguridad laboral: priorizar la seguridad laboral de los trabajadores viales no solo protege a las personas, sino que también puede reducir el tiempo de inactividad y los costos asociados con accidentes y lesiones laborales.
Al integrar estas prácticas en las operaciones de conservación vial, se puede contribuir a la protección del medio ambiente y al uso más eficiente de los recursos.
CULTURA ORGANIZACIONAL
La cultura organizacional sustentable, se refiere a los valores, creencias, normas y comportamientos compartidos dentro de una organización que promueven la sostenibilidad en todos los aspectos de su funcionamiento.
Proporcionar capacitación continua a los trabajadores u operarios viales sobre prácticas y tecnologías sostenibles puede ayudar a fomentar una cultura de sostenibilidad dentro del Consorcio Caminero.
Aquí se expone con más detalle qué implica adoptar la cultura organizacional sustentable:
- Valores y principios sostenibles: la cultura organizacional sustentable se fundamenta en valores que enfatizan la responsabilidad ambiental, social y económica. Esto incluye el respeto por el medio ambiente, la equidad social, la transparencia y la ética institucional.
- Compromiso con la sostenibilidad: los miembros de la institución (socios) están comprometidos con la integración de prácticas y políticas sostenibles en todas las áreas de su actividad específica, las relaciones con los empleados, socios, usuarios de la vía, proveedores y la comunidad en general.
- Innovación y mejora continua: la cultura organizacional sustentable fomenta la innovación y la búsqueda constante de nuevas formas de operar de manera más sustentable. Esto implica estar abiertos a nuevas ideas, tecnologías y prácticas que puedan reducir el impacto ambiental y social de la organización.
- Participación y colaboración: se promueve la participación activa de todos los miembros de la organización en la búsqueda de la sostenibilidad. Esto incluye la colaboración entre los diferentes que sostienen el Sistema de Consorcios Camineros para identificar y abordar desafíos ambientales y sociales.
- Transparencia y rendición de cuentas: la cultura organizacional sustentable se caracteriza por la transparencia en la comunicación y la rendición de cuentas por parte de las autoridades en funciones y los empleados. Esto implica compartir información sobre el desempeño ambiental y social de la institución y asumir responsabilidad por las acciones y decisiones tomadas.
- Aprendizaje y desarrollo: se fomenta el aprendizaje y el desarrollo continuo en materia de sostenibilidad, tanto a nivel individual como organizacional. Esto incluye la capacitación de los empleados en prácticas sostenibles, así como la evaluación y mejora constante de los procesos y políticas de la organización.
En resumen, la cultura organizacional sustentable es aquella en la que la sostenibilidad está arraigada en los valores, las prácticas y las relaciones de la organización, y donde todos los miembros trabajan juntos para promover un futuro más sostenible para la empresa y la sociedad en su conjunto.
EXPERIENCIA PILOTO CONSORCIO CAMINERO N° 30 – NAPENAY
El Consorcio Caminero N° 30 – NAPENAY se encuentra ubicado en el Departamento Independencia, en el territorio de la Provincia del Chaco.
Jurisdiccionalmente depende del Departamento Delegación Zona II – Sáenz Peña de la D.V.P., desarrollándose su red a cargo entre las localidades de Avía Terai y Napenay, al norte y sur de la Ruta Nacional N° 16.
En la figura 3 es posible observar la red a cargo del Consorcio Caminero y el emplazamiento de la obra. Los tramos seleccionados se identifican en línea de trazos azul, correspondiéndose al tramo N° 016, desde la RN N° 16, al norte hasta escuela EEP N° 800 – Dr. René Gerónimo Favaloro (CUE: 220068100); y al tramo N° 015 desde tramo N° 016 al oeste hasta Hotel “El Rebenque”.
SELECCIÓN DE LA TRAZA A INTERVENIR
En un principio la solicitud de mejoramiento de camino fue planteada considerando el tramo N°023, desde la RN N°16 al norte hasta intersección con tramo N° 015, y desde ahí al este, para acceder de manera directa al Hotel “El Rebenque” – ver figura 3, línea de trazo en color rojo-.
En segunda instancia, y bajo un estudio de necesidades, personal técnico de la D.V.P. consideró modificar la traza original proponiendo una mejora que beneficie no solo al hotel sino a la sociedad en su conjunto; de ésta manera se propuso intervenir el tramo N° 016, desde la RN N° 16, al norte hasta escuela EEP N° 800 – Dr. René Gerónimo Favaloro (CUE: 220068100); y al tramo N° 015 desde tramo N° 016 al oeste hasta Hotel “El Rebenque”.
En la siguiente tabla se identifican las características de los tramos seleccionados:
La propuesta técnica se basó en la adopción de criterios sustentables para el mejoramiento vial de los tramos a intervenir, con el re-conformado del perfil transversal y la incorporación de material pétreo, con foco en la mejora socio-productiva de su zona de influencia.
Para ello se trabajó sobre un área de influencia directa de 2.800,00 hs. obteniéndose la condición de uso y cobertura de suelo. (ver figura N°4 y tabla N°2).
FUNDAMENTO DE LA INVERSIÓN
Con la ejecución de estos trabajos se beneficiará a docentes y alumnos que asisten al establecimiento educativo E.E.P. N° 800 – Dr. René Gerónimo Favaloro (CUE: 220068100), asimismo se favorecerá a lugareños y productores agrícolas ubicados a la vera de los tramos, siendo esta una zona altamente productiva; y finalmente se promueve el desarrollo del turismo de campo garantizando la transitabilidad permanente al hotel “El Rebenque”. Los recursos económicos estimados alcanzan los $245.000.000,00; es decir unos 32.000.000,00 $/Km.
DESCRIPCIÓN DE LA OBRA
No todos los caminos rurales, en su estado actual, son susceptibles de admitir procesos de mejoramiento con criterios sustentables; es decir en la mayoría de los casos no se dan las condiciones básicas del perfil transversal que cumplan con los requerimientos para ser considerado un “camino rural sustentable”. En ese sentido la propuesta necesitó de varias etapas para llegar al cumplimiento del objetivo.
La forma de manejo de lo que se considera un “camino sustentable” deja de lado la remoción masiva y frecuente de tierra para “emparejar”, para entrar a un nuevo paradigma de conservación y mantenimiento en el que prevalece el pasto en banquinas y cunetas, la compactación de la calzada y la generación de corredores verdes aledaños que sirven como refugio de biodiversidad y espacios de retención de agua.
Todo esto implica un cambio en las características del perfil transversal tipo, adoptado por los Convenios bi-anuales de Conservación de Rutina – Mantenimiento de Transitabilidad. Más un conjunto de labores generalizadas en la zona de camino que permitan el sostenimiento del cambio propuesto en el tiempo.
Debemos tener presente que la obra se compone esencialmente de una zona de camino de 20,00 m con eje centrado entre alambrados. En la Figura N° 5 se puede observar el perfil transversal. La calzada es 7,00 m de ancho y se compone por un sector central de 4,00 m (2,00 m a cada lado del eje central) compactado y enripiado, con una pendiente de 2% hacia el sector empastado de calzada que cumple la función de dársena de espera para los vehículos en vuelta encontrada con 1,50 m, a ambos lados del eje central.
Las banquinas son extendidas y se materializan posteriormente a la dársena empastada con 4,00 m de desarrollo a ambos lados y pendiente interna de 13,00%; con vértice inferior en el punto más bajo de la cuneta. Finalmente, desde el punto más bajo de la cuneta se inicia el talud externo con 2,50 m de lado y pendiente de 24%.
Cabe destacar que la distancia entre fondo de cuneta y el coronamiento es h>0,60 m, contemplándose una distancia mínima a la napa freática de 1,50 m, al simple efecto de evitar la constante humedad ascendente en el núcleo.
PLAN DE TRABAJOS – ETAPAS
A continuación, se describe el conjunto de etapas consideradas para promover la reconstrucción sustentable de los tramos seleccionados.
ETAPA 1. Readecuación general de la zona de camino: Aprobada la propuesta de avanzar sobre la materialización del proyecto de mejoramiento sustentable, el Consorcio Caminero inició un conjunto de tareas preliminares que consistieron en la limpieza integral de la zona de camino, con retiro de tocones y vegetación suelta, colaboración con frentistas para arreglo de alambrados y accesos, retiro de residuos sólidos urbanos, más tareas de conformado del perfil transversal y adecuación de las pendientes generales; en ésta fase participó la D.V.P. con la dirección técnica y asesoramiento.
Esta etapa priorizó conservar las especies arbóreas con más de 15 cm de diámetro de tronco, existentes en la zona de camino.
ETAPA 2: Conformación del perfil transversal: Realizado el relevamiento por el área técnica de la D.V.P. se procedió a realizar aporte de suelo en los lugares bajos y posterior reconformado del perfil transversal. En ésta etapa se priorizó utilizar suelo por extracción lateral y se trabajó sobre las pendientes tanto para calzada como para banquinas cunetas y veredas.
ETAPA 3: Compactación de zona de calzada: Obtenida la sección transversal con tratamiento y adecuación de pendientes, se trabajó sobre la compactación del sector central de la zona de camino. En éste caso se optó por un ancho de calzada enripiada de 4,00 m donde además se reconstruyó el gálibo con pendientes del 2% hacia la fracción de calzada verde de 1,50 m, a ambos lados. Llegando a los 7,00 m proyectados
ETAPA 4: Enripiado: Concluida la etapa de compactación de zona de calzada, se incorporará material pétreo, para lo cual personal y equipos de la D.V.P. ejecutarán y supervisarán las tareas, para lo cual se distinguen tres puntos de acopio de material.
Se contempla la ejecución de trabajos de mejoramiento y enripiado de calzada en 7.500,00 m de longitud, ambos tramos, para lo cual serán necesarias 4.500,00 tn de material pétreo, considerando un ancho de carril de 4,00 m y espesor medio de 0,075 m; densidad 2,00 tn/m3.
Recorriendo el mencionado trayecto y observando la topografía del lugar, se determina que en líneas generales el camino está bien conservado con perfil transversal y cotas de rasante adecuadas, exceptuando un tramo 300 m sobre tramo Nº 016 que precisa relleno para alteo de calzada, quedando esclarecido dicho tramo en hoja de cómputo pertinente.
En cuanto al tipo de suelo, el mismo presenta las condiciones adecuadas para llevar adelante la labor. Los trabajos serán ejecutados y supervisados por personal de la Delegación Zona II, donde una vez que el consorcio termine con los trabajos previos de conformación del tipo de calzada deseado, restará solo preparar la misma para proceder con el enripiado.
En cuanto a la situación hidráulica se observó la presencia de alcantarillas transversales en funcionamiento (líneas de tubos) en cantidad y sección suficientes. Se advirtió la necesidad de substitución de una alcantarilla sobre el tramo Nº 016, gestionándose con el área de consorcios camineros competente para la adquisición y posterior colocación de tubos de hormigón.
En cuanto a movimiento se suelo, luego del relevamiento de ambos tramos se observó que son caminos con buena altura en relación con las banquinas, identificándose un tramo de 300 m sobre el Tramo Nº 016 que requirió relleno, para lo cual incorporó un volumen de suelo de 1000 m3 aproximadamente, necesarios para realizar alteo de calzada sobre este trayecto.
En relación a la provisión y transporte de material pétreo, éste será suministrado del Acopio General que la D.V.P. posee en la cantera de “Las Piedritas”, por un total de 4.500,00 tn, como se mencionará anteriormente. Serán dispuestos en sectores de acopio próximos a los tramos, identificados en el proyecto. El transporte se realizará con equipos propios de la Municipalidad de Napenay, reconociendo la D.V.P. el costo del combustible, mediante aportes financieros provenientes del Fondo B.
A septiembre de 2.024 aún se encuentra pendiente el inicio de la Etapa 4.
CONCLUSIONES
Resulta prioritario mejorar la visión de la ingeniería vial y ambiental, puesta al servicio de los caminos rurales sustentables, poniendo en valor todas las ventajas sociales y económicas.
El enripiado de caminos rurales, con ancho acotado definido por el volumen de tránsito, resulta una buena opción orientada a soluciones más sustentables por su mayor vida útil y mejoras en la Transitabilidad Permanente.
Promover nuevas aperturas de caminos utilizando el perfil tipo para caminos sustentables resulta indispensable para fortalecer el cambio de paradigma propuesto.
Promover e incentivar la investigación y desarrollo sobre aspectos de sustentabilidad aplicados a caminos rurales para disponer de información y recursos necesarios para complementar las evaluaciones al efecto de identificar practicas más convenientes de conservación.
Resulta necesario entonces incluir principios de buenas prácticas ambientales para el manejo y conservación de los caminos rurales del Chaco, aportando a la concientización ambiental de las partes interesadas y necesarias, fortaleciendo el activo vial de la Provincia en su conjunto.
BIBLIOGRAFÍA
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