La ciudad de New Haven en el Estado de Connecticut
Fueron los Puritanos, como fue habitual en la región de New England, los primeros que se establecieron en el lugar a partir del año 1638 dando lugar al armado posterior de la que es reconocida como la primera ciudad planificada a partir de un damero de ocho calles por otras tantas y donde una manzana central fue proyectada para uso público común (actualmente New Haven Green). Según el censo de 2009, la ciudad tiene una población de 123.330 habitantes, y con una superficie de 52,4 km² representa una densidad de 2.549 habitantes por km².
Su emplazamiento está frente a la costa marítima oriental, en esa especie de una extensa bahía identificada como Long Island Sound entre la isla homónima y el continente. Integra a su vez el condado de igual nombre que representa un conglomerado urbano importante de 350.000 personas y todo ello se desarrolla a lo largo de área costera atlántica a unos 130 km de distancia al norte de la ciudad de Nueva York.
En el año 1.700 se estableció el Yale College, que luego se transformó en la actual prestigiosa Universidad de Yale. Con el paso de los años, el crecimiento urbano fue incesante evolucionando a partir de la construcción de numerosos edificios de arquitectura en la que conviven los diseños clásicos y modernos. Esto fue acompañado con el establecimiento de importantes industrias manufactureras, entre las que se destacaban las de las armas de fuego (tal el caso de Winchester Repeating Arms Company), y las de carruajes, relojes, fabricación de cerveza, etc. A esto, se sumó la construcción de un puerto y la prolongación de las líneas de ferrocarril. Finalmente, en el Siglo XX, a partir de la Ruta Nacional 1 que atraviesa todos los estados del Este del país se construyeron las Autopista Interestatal 95, que corre paralela a la mencionada, y la Interestatal 91.
Evaluación de las características de tránsito en la ciudad
El funcionamiento del tránsito es ordenado con un gran acatamiento a las reglas, característica relacionada con el comportamiento de la población, que es común en todas las regiones. El señalamiento vial y la señalización luminosa se ajustan perfectamente a las exigencias operativas del tránsito.
Tres aspectos, entre otros muchos, son de destacar en lo referido a las normativas del ordenamiento del tránsito y la eficiencia que su clara interpretación hacen a la optimización de la circulación vehicular. El primero de ellos es el respeto a la señal obligatoria del “cartel de Pare”. Si bien este tema fue ampliamente discutido, es importante insistir que la obligación de detenerse por completo ante su emplazamiento implica que puede reemplazar perfectamente a un semáforo con baja demanda vehicular dando adecuadas condiciones de seguridad al entorno. En nuestras ciudades y zonas de camino es posible encontrarlos profusamente distribuidos cumpliendo la función de apenas una advertencia de prevención para evitar posibles accidentes.
Los otros dos aspectos a resaltar están vinculados al funcionamiento de la señalización luminosa que si son particularidades de este país. Se pueden apreciar:
- Giro a la derecha con señal roja.
- Giro a la izquierda en doble mano con señal verde.
Éstos tienen una larga tradición y la implementación de su programación estuvo en principio relacionada hace ya muchos años con la optimización de los tiempos de demora con el fin de economizar el combustible. Esto va acompañado con carteles que indican en cada cruce si están autorizados los movimientos citados o, en su defecto, si éstos están prohibidos. De esta manera se agilizan notablemente los desplazamientos vehiculares, y se eliminan los recorridos ociosos. Sin embargo, se entiende que no es de aplicación especialmente en nuestras ciudades ya que la falta de acatamiento puede dar lugar a situaciones por demás peligrosas.
En la Figura N°1, a modo de ejemplo, se tiene una intersección semaforizada donde no se permite el giro a la derecha en rojo mediante un cartel con la leyenda respectiva (“NO TURN ON RED”).
Por su parte, en la Figura N°2 se tiene un ejemplo de una habilitación de giro a la izquierda con semáforo con flecha y donde se incorporó un cartel también con flecha de giro a la izquierda con la leyenda “ONLY”, es decir que solamente se puede hacer ese movimiento con la señal verde de giro. Esto resulta necesario para diferenciarse respecto a las intersecciones normales donde se efectúa esta maniobra con el verde de avance respetando la prioridad de la mano contraria.
Otra circunstancia que fue tenida especialmente en cuenta en la planificación, es el control de los accesos de la red de carreteras a las zonas urbanas. Por esta ciudad, como ya se mencionó, pasa la emblemática Ruta Nacional 1 que atraviesa todo el país en forma paralela a la costa atlántica. Este camino, con el crecimiento habitacional, pasó a incorporarse a la red de avenidas de las ciudades por lo que progresivamente se fue ejecutando un conjunto de autopistas alternativas para el tránsito pasante que con las complejidades del caso tuvo un impacto vial en la trama urbana, tal el caso de la Interestatal 95 a la que se agrega la Interestatal 91 que, desde New Haven se continúa hasta la ciudad de Montreal, en Canadá.
Los ordenamientos circulatorios y el señalamiento respectivo hacia los ingresos, como el encauzamiento de los flujos vehiculares de las salidas de las autopistas, se ajustan a las necesidades y particularmente, el control de los semáforos que se observan, operan eficientemente.
Evaluación de la operación de las instalaciones semafóricas
Como es conocido, la norma americana en cuanto a la disposición de los semáforos, establece que éstos se ubican pasando la bocacalle, tal como también fue adoptada en nuestro país. A su vez, el montaje de estos dispositivos se realiza en columnas con pescante como así también suspendidos en una cuerda que atraviesa la intersección. Sistema que habitualmente se denominó montaje aéreo.
En la Figura N°3 se puede observar la moderna disposición de los semáforos en columnas con pescante frente a un edificio construido con el estilo de arquitectura medieval perteneciente a la Universidad de Yale.
En la Figura N°4 se tiene una instalación suspendida aérea en una intersección de dos avenidas de calzadas anchas cuya disposición da un buen resultado economizando el tendido del cableado eléctrico y con el emplazamiento de los semáforos con buena y segura visibilidad.
En lo referido al equipamiento, los controladores responden a la Norma Nacional NEMA que permite una uniformización tanto de los dispositivos electrónicos y demás accesorios, como de las características operativas, ensayos de homologación y los sistemas de comunicaciones.
Si bien podría decirse que para hacer frente a todas las alternativas de los variados requerimientos, los equipos deben disponer de partes y componentes que pueden no ser utilizados y que encarecen el costo de adquisición, el hecho que se disponga de acceso libre a las normativas especialmente a los protocolos de enlace con los Centros de Control, habilita a los fabricantes la posibilidad de competir en todos los mercados de los numerosos estados del país y optimiza el funcionamiento de las redes semafóricas homogenizando la operación de los sistemas inteligentes.
En la Figura N°5 se puede observar un equipo controlador que tiene anexado un gabinete con un medidor de consumo eléctrico.
En el pescante de la columna semafórica se encuentran montados diversos dispositivos tales como cámaras de televisión para medición del tránsito, antenas para enlaces radiales y en algunos casos, se disponen detectores para la priorización de vehículos de emergencias (detección por señales ultravioletas).
En la Figura N°6 se tiene la botonera de accionamiento para peatones con las indicaciones respectivas. Cabe agregar que cuando la demanda queda registrada, se enciende una luz a los efectos de indicarle a la persona en espera esta circunstancia. Los semáforos peatonales disponen del sistema de cuenta regresiva habitual.
Por último, la programación de los semáforos se ajusta a los cambiantes requerimientos del tránsito tanto en
lo referido a la sincronización de las ondas verdes como la asignación de tiempos a nivel de cruce local. En varios emplazamientos las particiones del ciclo se ajustan automáticamente según la demanda vehicular en los accesos registradas por detectores a espiras. Por otra parte, determinados movimientos son habilitados sólo en caso de demanda. Es decir, que operan con salteo de fase además de mantener la coordinación con las restantes intersecciones de los sistemas subordinados al Centro de Control.
Centro de Control del Tránsito de New Haven
La visita al Departamento de Transporte, Tránsito y Estacionamiento, donde funciona el Centro de Control de la ciudad, resultó francamente muy positiva especialmente por el intercambio de experiencias que permiten hacer una evaluación del estado de desarrollo de la tecnología y los resultados que se obtienen de su aplicación.
La entrevista con los técnicos encargados de los semáforos se realizó en un marco de un habitual entusiasmo en la discusión de estas problemáticas y que permiten, por así decirlo, una cierta confraternidad universal. Agradecemos especialmente al director de la organización, Sr. Douglas Hausladen y al Ing. Bijan Notghi por su atención.
A continuación se detallan algunas de las características operativas del sistema:
- El Centro de Control opera con aproximadamente 250 controladores locales sobre un total de 300 intersecciones semaforizadas de la ciudad.
- La organización actual de los programas en funcionamiento contempla la entrada y salida mediante una agenda diaria semanal de cinco planes de señales.
- No dispone de un programa de operación automática de los planes de señales actuado por el tránsito. Se está evaluando en un futuro la posibilidad de incorporar un sistema del tipo adaptativo.
- No obstante, a nivel de controlador local, existen demandas con espiras físicas o virtuales para
accionamientos vehiculares y también se dispone de demandas peatonales que habilitan los movimientos respectivos con salteo de fases y un funcionamiento eficiente.
- La interconexión del equipamiento de la vía pública con el centro de control, se efectúa utilizando diversas tecnologías desde los cables telefónicos tradicionales hasta los enlaces de fibra óptica y radial.
- Dispone de un importante sistema de supervisión visual con cámaras de diversas características. Algunas responden a la observación y vigilancia del desenvolvimiento del tránsito, mientras que otras miden las características de los desplazamientos vehiculares con espiras virtuales.
- Como ya se analizó, la totalidad del equipamiento de la vía pública como el del centro de control se ajusta a las Normas NEMA.
Al circular por la ciudad puede verificarse que los desplazamientos están optimizados con escasas demoras toda vez que el funcionamiento de las ondas verdes con ciclos ajustados a las demandas, son eficientes.
Por último, ante una consulta formulada en lo referido a la atención de los semáforos, la respuesta puso especial énfasis en la prioridad que tienen estas actividades en el mantenimiento de las instalaciones de la vía pública que se traduce en un estado muy bueno de las mismas y una correcta operación de los sistemas. (Ver figura N° 8 y N°9)