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Ensanches y aperturas en CABA

El Ing. Oscar Fariña nos presenta una nueva Crónica sobre el tránsito.
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EDITORIAL


CRÓNICAS SOBRE EL TRÁNSITO
*Por el Ing. Oscar Fariña

Palabras iniciales
Se trata en este artículo un tema de actualidad en la Ciudad de Buenos Aires a partir de un acontecimiento que tal vez parezca no muy significativo, pero su relevancia reside en que se termina de dar solución a un grave problema de tránsito en una importante vía de circulación como es la Avda. Paseo Colón, que conecta el centro porteño con el popular barrio de La Boca.
Esto está vinculado con lo planificado desde hace muchos años por el Gobierno de la Ciudad, en cuanto a los ensanches y aperturas de calles en la trama urbana, que ha venido progresando muy lentamente por las dificultades de todo tipo que se presentan, las que han sido ya analizadas en diversas oportunidades en estas crónicas de tránsito.

Algunos antecedentes del tema de los ensanches de calles
Permítaseme hablar en primera persona para narrar aquí una experiencia profesional sobre este tema. A mediados del año 2008, a la sazón me desempeñaba como Director General de Tránsito de CABA y fui convocado junto a otros funcionarios por el entonces Jefe de Gobierno, para discutir un plan de acción a fin de completar el ensanche de la Avda. Paseo Colón entre Carlos Calvo y Avda. Martín García en forma prioritaria, como así también el ensanche de la Avda J. B. Alberdi entre Pumacahua y Avda. San Pedrito.
En esa oportunidad, se analizaron entre otros el estado patrimonial de las propiedades a intervenir para los trabajos de demolición y de ensanche y se verificó que prácticamente en todos los inmuebles afectados se habían llevado a cabo las acciones administrativas de expropiación por lo que éstos ya eran propiedad de la Comuna.
Finalmente, se instruyó a las distintas reparticiones intervinientes de encarar coordinadamente las acciones para ejecutar los trabajos respectivos en el menor tiempo posible en cuanto a la Avda. Paseo Colón. Como se verá, resultó muy dificultoso el dar cumplimiento a lo dispuesto, por problemas de distinta naturaleza, como así también debido a que algunos de los urbanistas intervinientes no eran del todo partidarios de este tipo de emprendimientos.

El ensanche de Avda. Paseo Colón
Mediante Decreto N°1436 del año 1946 se dispuso el corrimiento de la línea municipal para el ensanche de la Avda. Paseo Colón, con lo que se afectaba a numerosos inmuebles del lado Este de esta arteria a partir de la Avda. M. García. Con el transcurrir del tiempo las nuevas construcciones se ejecutaron conforme a la nueva línea, no obstante, debe destacarse que esto no fue respetado por el emplazamiento de las columnas de viaducto de la Autopista 25 de Mayo. Es por ello, que ha resultado importante la decisión citada del 2008, con el compromiso de encarar el ensanche a pesar de los múltiples problemas que afectaban el desarrollo de la nueva traza. Han pasado ya 13 años y puede decirse que recién ahora se está alcanzando la meta de disponer de la totalidad del espacio público para las mejoras de la infraestructura vial, con la demolición de los últimos edificios ubicados frente al Parque Lezama.
Por ello, el proceso de apertura se pudo realizar a medida que se fueron disponiendo de los espacios liberados por manzana y la primera de las cuales en ser intervenida fue la ubicada entre Brasil y Avda. J. de Garay, lo que facilitó una remodelación y ensanche de la calzada para mejorar el giro a la izquierda hacia a Brasil como acceso a la Autopista R. Balbín.
En forma paulatina los trabajos se fueron extendiendo desde Avda. J. de Gary hasta C. Calvo, restando la intervención en la manzana entre Brasil y Avda. M. García, donde estaban emplazados dos importantes inmuebles: el Edificio Marconetti y el edificio de la Escuela Taller del casco histórico.

Edificio Marconetti
Este inmueble había sido construido en el año 1929 con proyecto y dirección del arquitecto Basilio Davoli. Fue levantado con una inversión de la familia Marconetti, que era dueña de una fábrica de pastas que funcionaba en las inmediaciones, con el objeto de albergar a los que trabajaban en dicha industria. Por esta razón nunca se hizo la división ajustada al régimen de propiedad horizontal. Dada la imposibilidad de disponer libremente del uso del bien inmueble, los propietarios procedieron como ha sido norma en estos casos a llevar a cabo un juicio de expropiación inversa a la entonces Municipalidad, por lo que finalmente en el año 1986 el inmueble fue adquirido por la comuna.
Diversos pedidos de trámite administrativo y judicial se plantearon en defensa de los edificios históricos de San Telmo a lo que se sumó la ocupación ilegal posterior por parte de numerosas familias, circunstancias éstas que atrasaron el proceso de demolición, lo que recién se concretó en tiempos recientes. En la Figura N° 1 pueden apreciarse las características verdaderamente majestuosas que presentaba el inmueble, hoy ya desaparecido. 

Edificio Escuela Taller del casco histórico
Este edifico se encontraba ubicado en Brasil al 200, esquina Avda. Paseo Colón, en el que funcionaba la Escuela Taller del casco histórico. Las autoridades de la Ciudad dispusieron el traslado del establecimiento en forma temporaria a otro inmueble en Alsina 963, mientras se construya la sede definitiva en un nuevo lugar a designar.
Luego de un largo proceso administrativo y judicial, su demolición fue autorizada para la apertura del lado Este de la citada Avenida, lo que va a permitir rectificar la traza con la homogenización del ancho de calzada, evitando así los problemas de congestión de tránsito hacia el Norte. Una de las razones recientes que justificaron la apertura ha sido la continuación del emprendimiento Metrobus del Bajo hasta el Barrio de La Boca.
En definitiva, es de resaltar la actuación en este caso del Gobierno de CABA, que ha podido concluir una tramitación que va a significar un importante avance en el desarrollo de un eficiente sistema de transporte público y una optimización del tránsito urbano.

El ensanche de Avda. Juan B. Alberdi
Este tema ha sido tratado en otras oportunidades en la Revista, pero dada la situación grave que se observa en el Barrio de Flores en cuanto al tránsito, se entiende que es conveniente insistir sobre la necesidad actual de tomar acciones concretas para resolver los problemas que afectan a la circulación vehicular y muy especialmente al transporte.
Son varios los Barrios de la Ciudad que están divididos en dos bloques urbanos separados por la barrera por momentos infranqueable de la infraestructura ferroviaria del G.C. Sarmiento. Pueden dar fe de ello los sufridos habitantes de Caballito, Flores, Floresta, Villa Luro y Liniers, donde si bien existen numerosos pasos a nivel, en determinadas horas del día, los vehículos se ven demorados para atravesarlos, en promedio más de 10 minutos. Esto también está vinculado a que en el corriente año se observa que se ha incrementado la frecuencia de circulación de las formaciones, por las limitaciones que habían impuesto las autoridades sanitarias en el número máximo de pasajeros transportados. Esta situación debe ser evaluada y es necesario implementar las acciones de mitigación para lograr una movilidad sostenible de los todos los medios de transporte intervinientes.
La solución definitiva es por supuesto completar el Soterramiento del Sarmiento, tema éste ya estudiado en la Edición N° 134 (agosto 2020) de la Revista. Lamentablemente el desarrollo de esta obra ha sido detenido sin que se pueda saber cuál será el futuro de la misma. No obstante, muchas otras acciones positivas pueden encararse a corto plazo en la región, algunas de las cuales se acompañan a modo de un modesto aporte.
Resulta tal vez contradictorio que, a pesar de las variadas intervenciones del Gobierno en el Barrio de Flores, los resultados obtenidos pueden generar problemas contrarios a la voluntad de las autoridades, entendiéndose en particular que la zona al sur de la Avda. Rivadavia se encuentra en una situación de colapso en la movilidad. Para mejor evaluar esta problemática se separa el planteo en dos grupos: la circulación en el eje Norte-Sur y otro en el eje Este-Oeste.
En el primero de ellos, el tránsito debe atravesar los pasos a nivel del Sarmiento con los problemas ya descriptos. Dos son las principales Avenidas donde converge la circulación vehicular, en particular la de transporte de cargas: Avda. Nazca y Avda. Boyacá, a la que también se puede agregar la Avda. Donato Álvarez. Las colas que se forman en espera de cruzar, a veces alcanzan distancias de hasta un kilómetro, lo que da lugar a la detención sobre las bocacalles en las intersecciones con la Avda. Rivadavia, que terminan afectando la circulación sobre ésta. Debe agregarse que de poco y nada sirvió la construcción de un puente a mano única a la altura de la calle Argerich, escasamente utilizado por los vehículos.
A su vez, en eje Este-Oeste se tiene la Avda. Rivadavia y el par circulatorio de manos únicas de la Avda. J.B. Alberdi y Avda. Directorio. La primera de ellas opera a doble mano y por donde circulan numerosas líneas de transporte colectivo y en la que además se tiene al Subterráneo Línea A, con 3 estaciones en el tramo barrial: Carabobo, Flores y San Pedrito. En las inmediaciones de estas dos últimas se construyó una infraestructura de andenes centrales en la calzada de Rivadavia, con el formato del Metrobus, que mejoró el entorno urbano, el movimiento y la seguridad de los pasajeros, y parcialmente el desplazamiento de los colectivos, empeorando el tránsito general segregado con una franca reducción de capacidad en dos carriles laterales que, en los extremos del tramo intervenido, son compartidos a su vez con los buses. Esta circunstancia es especialmente preocupante en los dos únicos carriles hacia el Oeste donde por momentos resulta muy dificultoso atravesar la Avda. Nazca, con fuertes demoras en especial por la ocupación y bloqueo de la bocacalle de dicha intersección. Frente a ello se entiende que se debería destinar personal policial para dirigir el tránsito en forma permanente en horas de mayor demanda, hasta que se realicen otras acciones de mitigación. Todo ello ha conllevado que parte del tránsito se desplace hacia vías alternativas.
El par circulatorio integrado por Avda. Directorio, con su continuación Avda. San Juan y Avda. Independencia con su continuación Avda. J. B. Alberti fue implementado hasta Avda. San Pedrito en el año 1978 para facilitar el acceso a la Autopista Dellepiane- Ricchieri, que conduce al Aeropuerto de Ezeiza, mientras se construía la Autopista 25 de Mayo. Este ordenamiento ya presentaba la seria dificultad del angostamiento de calzada de la Avda. J: B. Alberdi en la zona de Flores.
Este tema fue retomado en años más recientes en que se efectivizó el ensanche de solo una cuadra que es la comprendida entre Pumacahua y Avda. Carabobo, lo que constituyó una mejora importante del espacio público, pero empeoró aún más la situación de congestión, dado que como era de suponer si se aumenta la capacidad de ingreso a este canal y se mantiene la de salida, los automóviles se acumulan en el tramo aumentando las demoras.
A todo ello hay que agregarle que el Código de Edificación habilita la construcción de inmuebles con una altura desmesurada como si se hubiera efectivizado el ensanche de la calzada. Ello implica un movimiento de personas y vehículos que se deben desplazar por una infraestructura vial que no se ajusta a las demandas poblacionales.
Una vía alternativa es la calle inmediata próxima José Bonifacio, que ayuda a la circulación en dirección hacia provincia. No obstante, en la calzada de esta arteria se ha construido una nueva ciclovía que introduce una nueva limitación al tránsito. Como puede verse las intervenciones son numerosas dentro de acciones correctas de movilidad sustentable, pero no se puede actuar sin integrarlas en un contexto global para evitar lo que constituye un verdadero colapso en la circulación del barrio.
En principio, se solicita desde este espacio a las autoridades, que concurran al lugar y vean el resultado de las políticas implementadas y, por otro lado, planteamos a modo de un modesto aporte, dos propuestas de tareas que pueden realizarse en forma prioritaria:
1-Corrimiento de la parada de transporte público en Avda. J. Alberdi previo al cruce con Avda. San Pedrito, trasladándola pasando la bocacalle donde se dispone de un mayor ancho de calzada.
2-Contemplar la ejecución de una primera etapa de la obra de ensanche interviniendo precisamente las dos últimas cuadras del tramo angosto de la Avenida entre Culpina y Avda. San Pedrito.
Con esto se lograría incrementar la capacidad de salida del tramo congestionado y mitigar los efectos negativos de una infraestructura vial ineficiente, mientas se organizan los trabajos restantes del ensanche planificado pero largamente demorado.

Que todo sea para mejor
Hasta la próxima