Entrevista al Ing. Gustavo Núñez, titular de la cantera Cerro del Águila y presidente de la Cámara de la Piedra de la Provincia de Buenos Aires.
¿Cuál es la actualidad del sector?
Ing. Gustavo Núñez: En la minería hay dos tipos de medidas, la metalífera y la no metalífera. Este segundo rubro es el nuestro. La metalífera sé que está funcionando medianamente bien, ellos tienen protocolos muy exigentes y los precios internacionales están buenos; así que en general se están manejando bastante bien. En cambio, en nuestro rubro, que es totalmente local, ya es mucho más complicado. Desde hace ya más de un año, cuando empezó el encierro, ya había poca obra, ya se estaba trabajando a un 40 % / 50 % y eso motivó que durante todo el año 2020 las canteras trabajaran al 15 % o 20 % de su capacidad, con lo cual ayudó muchísimo el tema de las ATP, la ayuda que dio el Gobierno. A su vez, nuestro sector, exclusivamente el sector de la cal y la piedra, en la tercera categoría, hizo un acuerdo vía AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina) en el cual pudimos liquidar los sueldos en forma no remunerativa, que también colaboró muchísimo para que en ese sector no hubiera ningún despedido el año pasado. Desde el comienzo el Gobierno dijo que éramos un sector de necesidad.
-Claro, son un sector esencial para el desarrollo…
G.N.: Esencial, por eso nunca lo cerraron y hemos trabajado con protocolos muy estrictos. Por ejemplo, las combis van al 30 % o 40 % de su capacidad, se le toma temperatura al personal cuando ingresan a la combi, van todos con barbijo, cuando llegan a la planta de nuevo se les toma la temperatura, están todos separados, cada uno en su equipo, todo el mundo con alcohol y no se juntan. Se acabaron las tertulias de cuando se juntaban en el comedor a tomar mate. Igual hay que estar encima, porque lamentablemente la gente a veces no entiende o no quiere entenderla. Lamentablemente es así y nosotros, que somos los más grandes, pagamos las consecuencias, con lo cual tenemos que apretar para que las cosas se cumplan. Por eso estamos trabajando a un 15 % / 20 %. Se había llegado a un acuerdo donde el personal que estaba en la casa cobraba el 75 % y el que iba a trabajar el 100 % y se hacían turnos rotativos, eso fue durante prácticamente todo el año pasado y hasta ahora funciona. Inclusive, el año pasado se estaban terminando las obras que estaban en marcha del periodo anterior, como Ruta Nacional 8 y Ruta Nacional 7, pero hoy el panorama que enfrentamos es incierto. No hay obras nuevas, se anuncia, se dice, pero no hay nada concreto. Hay algunas pocas obras que ha licitado la Provincia, como la Ruta Provincial 41 y la Ruta Provincial 65, pero todavía no se han firmado los contratos. Son años electorales, lo demoran y por ahí lo firman cuando estemos cerca de las elecciones para que se vea que hay un poco de movimiento. Eso es lo que pensamos, que ojalá sea así, pero la verdad que hoy por hoy te diría que estamos en un 15 % / 20 % de la capacidad instalada en casi todas las canteras del centro de la Provincia de Buenos Aires.
-¿Han cerrado algunas canteras?
G.N.: No, cerradas no hay. Hubo dos que estaban a punto de abrir, que eran nuevas, y no alcanzaron a hacerlo. Cuando llegó la pandemia directamente no tomaron gente, guardaron todo y están a la expectativa. De cualquier manera, en el año 2017/2018, al comienzo, parecía que no iba a alcanzar la piedra y se fomentó mucho la creación de nuevas canteras. En el área nuestra hay 4 o 5 canteras nuevas, con lo cual es peor el tema porque para la misma torta hay muchos más concursantes, muchos más comensales. Es un tema serio, es un tema muy complicado.
–Esto que sucede en la Provincia de Buenos Aires, ¿es trasladable a otras provincias?
G.N.: Sí, con la que más relación tenemos nosotros es con CEMINCOR, con la gente de Córdoba. Tenemos las paritarias permanentemente con el tema de AOMA y ellos están en un proceso similar. Hay canteras que directamente han vendido stock durante todo el año y no han puesto en marcha las máquinas, otras trabajan también a un 20 % o 30 %. A ellos los ayudó mucho que se estaba haciendo la tercera vía en la Circunvalación de Córdoba, pero ahora se termina. En ese sentido, a nosotros nos ayudó un poco también que se hizo el Aeroparque de Ciudad de Buenos Aires, que requirió de piedra. Eso fue hasta fin del año pasado. Nuestra cantera puede hacer 100 mil toneladas y eso motivó que pudiéramos vender 10 mil más durante dos meses.
Por otro lado, nosotros invertimos en el 2017, como muchas canteras y tenemos una planta que trajimos de Alemania que nunca se puso en marcha que es para hacer el doble. Es decir, tenemos una planta preparada para hacer 100 mil y una máquina cero kilómetros para producir el doble, pero sólo estamos haciendo 20 mil por mes. Estamos preparados para la futura guerra, pero hoy tenemos las armas guardadas.
-Sí, la verdad que es una tristeza, porque además, hay menos obras y también la pandemia es otro factor que hace el panorama un poco más difícil.
G.N.: El único sector nuestro que anda bien es la cal. Por ejemplo, en San Juan están exportando a Chile y en Jujuy, con el tema del Litio se está trabajando muy bien.
-Claro. Pero la cal se puede exportar, la piedra no.
G.N.: No, la piedra es un valor que es imposible. Mandar la piedra a Buenos Aires, es más caro el flete que el producto en sí mismo.
-Y con el tema del transporte, ¿hay posibilidades del ferrocarril? ¿Se está trabajando con ese sector?
G.N.: Todo el mundo está trabado. Hay exceso de camiones, porque hay pocas obras. Por ejemplo, las hormigoneras de Buenos Aires, que era otro rubro muy importante, están paradas, porque se está vendiendo lo que está terminando o lo que estaba en el pozo. Con lo cual, las grandes hormigoneras también están a una capacidad mínima, con lo cual el flete ferroviario disminuyó mucho también. También hay cantidad de camiones que hacen que la tarifa sea mala, con lo cual ahí sí está quedando un tendal que no sé cómo se va a recomponer. Ahora está ayudando muchísimo a ese rubro el tema de la cosecha que es muy buena; pero hoy, en esta coyuntura, en este mes, es dificultoso para las pocas obras que hay que consigan un flete porque están todos yendo al cereal que paga muchísimo más.
–¿Cómo ves a este año 2021? ¿Parecido al 2020 o peor?
G.N.: Mirá, va a depender si sacan obras. Creo que la única salida, tanto para las empresas como para la gente, es sacar obras; sino vamos a estar muy complicados. A nosotros nos ha ayudado muchísimo lo de las ATP y el hecho de que sean no remunerativos durante el año pasado, pero no es una solución, porque eso es regalar dinero. En definitiva, nos pagaban la mitad de los sueldos para no echar gente y eso colaboró porque no hubo ningún despido, pero no es la solución. La gente quiere trabajar, están todos en la casa a ver cuándo pueden venir. Pero bueno, tampoco tiene sentido poner las máquinas en marcha para acopiar piedra, porque sale muy caro hacer eso y todos nuestros costos han subido a nivel dólar. Y los precios de la piedra no han acompañado porque no hay salida, es una cuestión de oferta y demanda. Es así y está bien que sea así, pero en este momento estamos muy complicados.
-Ustedes tienen un gran consumo de energía, ¿Están evaluando usar energía alternativa?
G.N.: Se ha analizado mucho el tema de la energía alternativa, pero una instalación eólica es mucha inversión. La estaríamos amortizando en 70 u 80 años y no se sabe si de acá a ese tiempo se va a seguir utilizando piedra, con lo cual no es viable. Y además, lo más barato es la energía eléctrica. Hoy, entre un 5 % y un 8 % del costo de la piedra es energía. Es el único rubro que no ha subido tanto como subió el gasoil, el dólar o la mano de obra o el hierro, que son todos rubros muy importantes para nosotros.
-Claro, el momento es complicado…
G.N.: Exactamente. Tenemos gente paga, pero ociosa, y si queremos hacer mantenimiento tenemos que comprar chapa que está carísima. La inflación tampoco ayudó, pero no podemos gastar tanto. Podríamos hacer destape, que es otro gasto oculto. Estamos cuidando porque no sabemos cómo sigue. Todos los días decidís, “¿hago esto o no ? ¿Gasto acá o no? ¿Reparo o no reparo?”. Es todo día a día y es muy complicado manejar así esta industria que son todas maquinarias pesadas, y donde todo depende de importaciones. Estamos muy atados al dólar.
-¿Cómo se maneja la cotización?
G.N.: La cotización es la del día, cuando vos pagás se te aplica ahí. Está duro. Realmente no te digo que no hemos pasado épocas muy bravas, el 2002 también fue muy malo y el 2001 también, pero ahora hay una incertidumbre total, no sabemos qué puede pasar. No vemos planes de desarrollo, eso es lo peor de todo.
-Claro, no hay una la luz en el fondo del túnel.
G.N.: Exactamente. Con los dueños de las canteras que nos reunimos vía Zoom, coincidimos que por suerte no hemos tenido casos de Covid y no tuvimos que lamentar nada. Un caso aislado de vez en cuando, pero en el rubro nuestro se han mantenido los protocolos y estamos más o menos bien. Los casos que existen no llegan a la cantera porque funcionan los protocolos.
Claro, pero además es una actividad al aire libre.
G.N.: Si. Estamos trabajando en la hora del comedor, para hacer las paradas por turnos, no más de 3 en el comedor. Tiene que ser haber rotación.
-¿Cuál es la expectativa para el futuro?
G.N.: Estamos realmente a la expectativa. Tenemos las máquinas y el personal en condiciones, estamos en la gatera listos para arrancar. Eso es lo positivo. Lo otro es incertidumbre. No es que sea negativo, pero no sabemos. Esperamos que salgan obras.