Hace cinco años, el gobierno de la comunidad de Gran Lyon, Francia, decidió encarar el problema de la congestión del tránsito mediante la aplicación de un sistema cada vez más popular en el mundo: el bicing. Para ello, firmó un convenio de patrocinio con la firma JCDecaux que le permitió a la ciudad implementar el servicio sin costo para la comuna (a cambio de publicidad del mobiliario urbano) y con un valor de uso del alquiler de las bicicletas muy bajo para los usuarios.
Entre sus objetivos iniciales se buscó reducir la congestión del tránsito que colapsaba la actividad sobre todo en las horas pico y generaba altos niveles de emisiones de gases a la atmosfera. Además, a través de esta solución de movilidad, también se logró generar beneficios en la salud de las personas.
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A partir del cambio de siglo, las autoridades de la Comunidad Urbana de Gran Lyon llegaron a la conclusión que el tráfico colapsaba la ciudad y sus alrededores, especialmente entre las 8 y las 9 de la mañana, durante el almuerzo, y desde las 5 a las 7 de la tarde. Por ese motivo pensaron varias alternativas a nivel de desarrollo territorial y expansiones de carreteras, pero las zonas que registraban mayor circulación no siempre podían ser ampliadas, por lo que se requería otro tipo de solución.
Es por ello que el servicio Vélo\’v entró en funcionamiento el 19 de mayo de 2005, con una flota de 2.000 bicicletas y 175 estaciones inteligentes de retiro y entrega de las mismas, disponibles las 24 horas y los siete días de la semana durante todo el año.
Los efectos se notaron rápidamente: en junio de 2006 las autoridades informaron que en un año se habían dado, en promedio, 22.000 alquileres por día (llegan a 45.000 en días de elecciones) realizados por más de 52.000 suscriptos al servicio, lo que significó un incremento del 44%. Es decir, en 365 días 6.400.000 Km. dejaron de hacerse en automóviles y se realizaron en bicicletas.
Los beneficios de este sistema son de los más variados. En primer término redujeron los congestionamientos de tráfico, la contaminación del medio ambiente y, muchas veces, los mismos traslados pudieron realizarse más rápidamente, inclusive que por subterráneo, aunque resultaron ser muy útiles de modo complementario.
A la hora de la implementación, las estrategias de las autoridades no sólo estuvieron enfocadas en los problemas de transporte, sino en la concientización de la gente en cuanto a los beneficios económicos (no pagar combustible, seguros y estacionamientos) y de calidad de vida al no depender del automóvil ni de otros modos de transporte.
FUNCIONAMIENTO
En la actualidad, se cuenta con cerca de 4.000 unidades dispuestas en 343 estaciones situadas a lo largo y ancho de la ciudad y sus alrededores, a un promedio de 300 metros una de otra. Su instalación siguió un diseño inteligente, de modo que se pueden encontrar las bicicletas en cada estación
de metro, tranvía y tren. Además, las bicicletas pueden ser retiradas y devueltas en cualquier estación.
El acceso al sistema es vía suscripción que le otorga una tarjeta al usuario con un número de identificación (PIN) que le permitirá utilizar su tarjeta en todos los monitores presentes en las terminales. Los tiempos de alquiler varían desde menos de 30 minutos hasta 24 horas y puede ser empelado por cualquier persona mayor de 14 años que se haya registrado previamente.
En cuanto a los costos, los alquileres hasta 30 minutos son gratis y las horas subsiguientes varían entre 0.50 y 1 euro según el tipo de subscripción que se realizó. Sin embargo, en la práctica, el servicio es prácticamente gratuito para los usuarios, ya que el 90% de los trayectos se llevan a cabo en menos de 30 minutos.
Las bicicletas de Vélo\’v están equipadas con un canasto en la parte frontal útil para guardar portafolios, carteras u otro tipo de pertenencias, y se fabricaron con componentes electrónicos que permiten a las computadoras en las estaciones identificar cada unidad, contar la cantidad de kilómetros realizados y hacer un chequeo del estado de las luces y frenos, así como almacenar datos que luego sirven a las autoridades para conocer más sobre el desempeño de las bicicletas.
El proceso se inicia cuando el usuario pasa su tarjeta por una lectora y aplica su número personal. Luego que la operación sea validada, el usuario cuenta con 45 segundos para tomar la unidad y quitarla de su lugar de seguridad.
En el caso de la devolución, sólo hay que buscar la estación más cercana que no necesariamente debe ser de la que fue alquilada. Una vez colocada en su lugar, se debe pasar la tarjeta por el lector y será expedido un recibo con el monto debitado, la cantidad de kilómetros hechos y la hora de retirada y devolución.
Asimismo, en caso de que la terminal no tenga más lugar para guardar bicicletas, el sistema otorgará 15 minutos extras para poder acercarla a la próxima estación.
En tanto, para realizar paradas durante el trayecto del usuario, la bicicleta viene equipada con cable antirrobo de modo de poder atarla y un dispositivo especial que clava los frenos hasta que sea desactivada nuevamente, imposibilitando que otra persona se la lleve durante la parada.
ACEPTACIÓN
La comunidad Urbana de Gran Lyon funciona desde 1969 y es administrada por delegados de los diversos distritos que la componen. El presidente de la misma, Gérard Collomb, también es senador y alcalde de Lyon. Su población total es de 1.200.000 habitantes, lo que representa el 75% del departamento de Rhône, con una superficie que sólo cubre el 15% del territorio departamental.
A través de acuerdos públicos-privados, el Gran Lyon demostró en los últimos años su eficiencia a través de la cooperación para lograr calles más limpias, el desarrollo de áreas públicas verdes, buenas redes sanitarias y la ejecución de planes sustentables como Vélo´v.
Gerard Collomb, cree que “es una gran alternativa de cambiar la vida de la ciudad y volverla menos agresiva y más respetuosa con el medio ambiente”. Aseguró que “cuantas más bicicletas veamos en la ciudad, sabremos que estamos yendo por el buen camino. Esperamos que se siga popularizando y que la gente decida usar menos su automóvil”.
Por su parte, Gilles Vesco, vicepresidente del Gran Lyon, remarcó que este sistema cambió completamente el transporte en la ciudad y sus alrededores por la transferencia del transporte a las bicicletas. “No sólo es útil para que las personas vayan a trabajar, sino también para la actividad recreativa, ya que permite efectuar cualquier tipo de parada en muchos sitios y calles de la ciudad que nunca podrían realizarse con un vehiculo”, afirmó. El funcionario también indicó que cada una de las bicicletas es alquilada 15 veces por día con recorridos promedio de tres kilómetros, lo que significa que se “apuesta a la actividad física de la población y una mejora general en la salud y la calidad de vida”.
En tanto, Jaques Le Gars, jefe del Departamento de Nuevas Tecnologías de JCDecaux, mencionó que toda la tecnología electrónica esta a disposición para que el sistema funcione perfectamente para el retiro y entrega de las bicicletas, así como el mantenimiento de las mismas.
PLANES Y COSTOS
Para utilizar Vélo´v existen varias opciones de planes. La tarjeta de duración reducida es válida por siete días, puede ser obtenida inmediatamente en las estaciones, mientras que se cuente con una tarjeta de crédito francesa (o dentro de la red bancaria local) y se abone un euro por la suscripción.
Por su parte, la tarjeta de duración larga es válida por un año y se puede obtener completando una planilla de registro que puede ser encontrada en la Oficina de Turismo de Lyon y vía web con un cargo de registro de cinco euros.
También existen planes especiales para otro tipo de sistemas de transporte complementarios como el pase de transporte público de Lyon.