Entrevista al Ing. Pablo Belenky, Desarrollador de Negocios para caminos rurales de Holcim Argentina, quien explicó que el objetivo de las nuevas líneas Agrovial y Basevial es poner al alcance de municipios, empresas y los propios productores, soluciones de estabilización de caminos rurales que antes estaban orientadas hacia caminos de mayor envergadura. Planean para mediados de 2020 el lanzamiento de una segunda tanda especial para el suelo y el clima del Litoral.
–¿Cómo comenzó Holcim Argentina a producir ligantes hidráulicos?
Ing. Pablo Belenky: LafargeHolcim es la fusión de las dos principales compañías productoras de materiales de construcción en el mundo. Dentro de una misma estrategia global, una parte de la empresa se centró en el desarrollo de ligantes hidráulicos, que antes del caso argentino, ya habían sido lanzados en otros países de Latinoamérica.
Nuestro trabajo fue adaptar la teoría de los ligantes hidráulicos, que tiene su base en las normas europeas, hacia las características de los climas y los suelos de la pampa húmeda. Esa adaptación nos llevó un año de trabajo, que tuvo lugar en nuestro centro tecnológico en Malagueño, provincia de Córdoba.
-¿En qué consiste el producto que lanzan?
P.B.: Lo que lanzamos ahora son dos soluciones dentro de la familia de los ligantes hidráulicos. La primera se llama Agrovial y está destinada tanto a caminos de acceso a establecimientos rurales como a pasillos, así como a la estabilización de pisos de corrales, de tambos, de silobolsa y de tanques australianos. La segunda solución se llama Basevial y está pensada para la estabilización de caminos terciarios y de bases y sub-bases para caminos pavimentados.
Agrovial se vende en bolsas de 50kg y Basevial a granel. Son aptos para suelo y clima de la pampa húmeda: Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, sur de Santiago del Estero. Ambos se producen en nuestra segunda planta cordobesa, en Yocsina.
Lo que ofrecemos es una solución simple, práctica, innovadora y rentable a los problemas que presentan los caminos rurales, ya que incrementa su durabilidad y resistencia.
-¿Cuáles son los componentes básicos de las soluciones?
P.B.: Los ligantes hidráulicos son una enorme familia compuesta por productos cementicios. Las posibilidades de mezcla dan como resultado una gran variedad de distintas soluciones. En particular, la que producimos nosotros contiene cal y clinker, más otros aditivos que son siempre minerales naturales. No contiene productos químicos ni polímeros. No son sustancias tóxicas y son compatibles con la agricultura y la ganadería.
-¿Cómo funcionan los ligantes hidráulicos?
P.B.: Lo que hacen es mezclarse con el suelo natural, generando sobre él una capa impermeable y elástica que le brinda estabilidad. El espesor de la capa que se genere dependerá de la función del suelo. Por ejemplo, si se trata de un camino, será de 20 cm, y en el caso de un paso de ganado será de 10 cm.
La solución se coloca con una técnica muy simple que requiere maquinaria bastante rudimentaria: una motoniveladora, un tanque regador, una rastra, o disco, o la propia escarificadora de la motoniveladora, un rodillo pata de cabra, y si se quiere obtener una superficie lisa, un rodillo neumático liso, pero eso sólo para fines estéticos. Los mismos productores lo pueden aplicar con las máquinas que ya tienen. Incluso creemos que con las propias máquinas que tienen los municipios es posible colocar esta solución.
–¿Cuánto demora la aplicación de la solución sobre un camino?
P.B.: En un día de proceso y con este tipo de maquinaria simple, se logran hacer 1.200 m², lo cual equivale a un camino de cuatro metros de ancho por 300 de largo. Si se cuenta con maquinaria más compleja, como una reclamadora, se pueden llegar a hacer hasta 2.000 m² diarios.
–¿Cuál es el costo de este producto?
P.B.: En comparación la aplicación con otros productos, esta solución es muy conveniente desde el punto de vista económico. Para la región pampeana la dosificación recomendada está en torno al 7%. Para esos mismos 1.200 m², un día de trabajo tendrá un costo de material en torno a los tres mil dólares. El monto exacto dependerá del corralón que lo venda y la distancia que haya que recorrer con el flete.
De cualquier modo, el costo final es muy bajo. Las soluciones que habitualmente están a mano son: no hacer nada con el camino y pasarle una máquina cada vez que llueve para mantener la transitabilidad, o estabilizarlo con alguna de las formas naturales. En Córdoba se usa arena, en Buenos Aires tosca, en Santa Fe 020 o grava. En cualquiera de los casos, siempre se trata de productos traídos desde lejos, por lo cual los costos de traslado son altísimos.
Asimismo, en muchos de los casos los productos también son caros porque se debe agregar mucho más que el 7% de material. Por lo tanto, el flete deberá trasladar un peso mucho mayor, y ahí también el costo sube.
Siempre el principal impedimento es el costo de las soluciones que se ofrecen. Si el costo es accesible, como es el caso de esta solución, probablemente muchos más productores quieran participar y sumarse a tener mejores caminos.
-¿Cuál es la vida útil estimada para los ligantes hidráulicos sobre el suelo?
P.B.: Con la aplicación del 7% de material, la vida útil del suelo será de entre 5 y 10 años, dependiendo de las lluvias, las inundaciones y el tránsito de camiones. Si el suelo está en una zona relativamente seca, con buen drenaje y el tránsito de camiones no es excesivo (no por cantidad, sino por peso), puede llegar a durar más.
-¿Cómo es el mantenimiento de los caminos que tienen aplicada esta solución?
P.B.: El mantenimiento es casi nulo. Si se realiza es por razones puramente estéticas. Con el paso del tiempo, por efecto de la lluvia y la erosión, en el camino empiezan a formarse pequeños microbaches, que son superficiales, pero que, si se compara con el camino recién terminado, comienzan a generar cierta incomodidad en la circulación.
Así cada uno, dos o tres años, dependiendo del tipo de camino, se le pasa una motoniveladora y se le pelan 2 cm superficiales, el camino vuelve a quedar con una superficie confortable de circulación.
Por supuesto que si este mantenimiento se realiza de forma periódica, al cabo de ciertos años se deberá repetir la solución para compensar los centímetros pelados. Esta segunda aplicación durará mucho más porque el suelo ya está tratado.
-¿En qué otras regiones del mundo se utilizan esta familia de ligantes hidráulicos?
P.B.: Alrededor del mundo se aplican en Europa, América, África y Asia. Los suelos de todos estos lugares son distintos entre sí, así como los regímenes de lluvia de cada región. Sin embargo, la familia de las soluciones les da una respuesta a todas las características. Lo que hay que encontrar es el blend correcto para cada tipo del suelo y para cada clima, que es lo que nosotros venimos desarrollando hace un año para la pampa húmeda.
-¿Encuentran muchos interesados en este tipo de soluciones?
P.B.: Sí. Nosotros encontramos mucho interés por parte de municipios, empresas y los propios productores. Lo que buscan son soluciones tradicionales: productos que puedan ser verificados mediante ensayos y que tengan que ver con lo que siempre han aplicado en caminos principales. La novedad es que ahora pueden por primera vez aplicarlos a caminos terciarios. Nuestro objetivo es poner al alcance de sus manos soluciones que antes estaban orientadas hacia caminos de mayor envergadura.
-¿Qué medidas recomiendan para una primera aplicación?
P.B.: Para caminos rurales terciarios con problemas de transitabilidad, recomendamos estabilizar cuatro metros de ancho, lo cual representa una mano del camino. Esto va a garantizar la transitabilidad el 100% del tiempo, ya que en esos caminos no hay muchos vehículos que se encuentren de frente.
En una segunda instancia podrán hacer los cuatro metros complementarios, para tener la totalidad del camino estabilizado. En muchos casos, una siguiente etapa consiste en la pavimentación. En ese caso no se pierde parte de la inversión, sino que se divide en etapas un proyecto mucho más grande, lo cual financieramente es más accesible.
-¿Afectan las lluvias e inundaciones la estructura del camino preparado con este producto?
P.B.: No. El producto no es afectado por el agua. Prueba de esto es una muestra que hicimos en el lanzamiento del producto, en la exposición AgroActiva, en Armstrong, provincia de Santa Fe, a fines de junio. La muestra consistió en una probeta sumergida en una pecera con agua, que soportó los cuatro días que duró la muestra y hubiera seguido soportando mucho más tiempo.
El problema que surge cuando el camino se inunda, es que habrá 20 cm de suelo resistente y compactado sobre una superficie de barro. Por lo tanto, si circula un camión pesado, éste va a quebrar esa capa de 20 cm, de la misma manera que quebraría un pavimento.
-De todos modos, siempre se recomienda no usar los caminos cuando recién llovió o está lloviendo.
P.B.: Con este tipo de ligantes hidráulicos aplicados, si recién llovió o está lloviendo, los caminos se pueden usar sin inconvenientes. Pero cuando el camino queda totalmente bajo el agua, sólo puede ser transitado por vehículos livianos, porque no van a hacer ninguna solicitación.
-¿Qué beneficios le aporta al camino esta solución?
P.B.: Al estabilizarse el suelo, el mismo no tiene más voladura, por lo tanto deja de existir el problema del polvo. También dejan de generarse canales y el camino ya no queda por debajo de la superficie del campo.
-¿Cuánto tiempo pasa desde que el suelo es tratado hasta que puede ser transitado?
P.B.: Desde el primer día los vehículos livianos pueden empezar a transitarlo y a partir del séptimo día los vehículos pesados.
-¿El producto requiere algún cuidado especial para su manipulación antes de ser colocado?
P.B.: Es un producto de base cementicia –contiene cal y clinker–, por lo que está sujeto a las mismas bondades y problemas que pueden tener ese tipo de sustancias. No puede quedar expuesto libremente a la lluvia y envejece.
-¿En qué se diferencian estos ligantes hidráulicos y el cemento?
P.B.: El cemento toma muy rápidamente resistencia, pero al mismo tiempo tiene calor de hidratación, lo cual genera fisuras. Si un camino que está fisurado queda destapado, el agua va a entrar por las fisuras y va a destruirlo. En cambio, los ligantes hidráulicos tienen muy baja tendencia a la fisuración. Al no fisurarse, se puede dejar destapado porque el agua no va a penetrar. En contrapartida, la toma de resistencia es más lenta. Se llega a la misma resistencia que con un suelo de cemento, pero en lugar de 28 días lleva 56. Debido a la tendencia del suelo-cemento a la fisuración, cuando se realiza un suelo-cemento, debe ser cubierto por una carpeta que contribuya a su impermeabilización.
-¿Han llevado a cabo alguna prueba para comparar la aplicación de cemento y de ligantes hidráulicos en los caminos?
P.B.: Con vialidad de Córdoba hicimos en La Carlota una prueba de estabilización de caminos. Tomamos 600 metros de un mismo camino y a una parte la tratamos con suelo cemento y a la otra con suelo ligante, un tramo a continuación del otro. Los resultados mostraron que el suelo cemento tenía una microfisuración y que el suelo ligante no.
-El año pasado Osvaldo Vottero, presidente de la Dirección de Vialidad de Córdoba, había dicho que los consorcios en la provincia habían recibido 15 millones de pesos para el mejoramiento de los caminos. ¿Están trabajando con ellos?
P.B.: Estamos trabajando con Vialidad de la provincia de Córdoba y de Santa Fe. La prueba en La Carlota la realizamos juntamente para que ellos pudieran evaluar el comportamiento de esta solución. Estamos trabajando para que a partir del año próximo ya figuremos en el nomenclador para que los consorcios camineros que trabajan por cuenta de obra de la Vialidad Provincial, puedan empezar a incorporarla.
También hemos trabajando con Vialidad Nacional y queremos este año empezar a hacerlo también con Vialidad de la Provincia de Buenos Aires. De hecho, recientemente se ha hecho una prueba en Pergamino de una estabilización de un camino rural con un consorcio caminero local. Se trata de la primera que hacemos en la provincia.
–Están focalizado en el sur de Córdoba, en el Sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires. ¿Por qué eligieron empezar por esas zonas?
P.B.: Porque es donde más demandan este tipo de soluciones, ya que hay tambos y feedlots donde hace falta ingresar y salir sin trabas, así como un requerimiento permanente de transitabilidad. Hay otros lugares en La Pampa y Santiago del Estero que tienen problemas similares, que en muchos casos tienen suelos bastante parecidos, pero que cuyos requerimientos en volumen son menores. Para toda esta zona pampeana, que también tiene cierta homogeneidad climática, esta solución desarrollada va a funcionar muy bien. El Litoral, que tiene un régimen de lluvias distinto y un suelo diferente, tendrá que esperar un poco más.
-¿Es necesario realizar un análisis del suelo antes de aplicar la solución para comprobar la compatibilidad de la sustancia?
P.B.: Nosotros tenemos tipificados los suelos de la pampa húmeda extendida de la Argentina y en nuestro centro tecnológico hacemos habitualmente análisis de suelos. Los ensayos típicos para estos materiales tienen el mismo régimen que aplican las vialidades provinciales para cualquier solución de estas características.
Los ligantes hidráulicos en sus normas tienen los mismos requisitos y formas de ser controlados que las soluciones tradiciones. Si algún municipio o empresa constructora considera que los suelos que tiene tienen ciertas particularidades que lo diferencian del común de la región, nosotros podemos hacer el análisis del suelo y ajustar la dosificación recomendada del 7%.
Si el tramo del camino fuera muy largo, quizás conviene hacer un estudio de suelo puntual, porque una pequeña variación en la dosificación puede representar un ahorro significativo. Para tramos cortos de camino no se va a notar tanto la diferencia.