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Los caminos rurales, elementos claves en la sustentabilidad de las economías regionales

Por el Ing. Pablo Belenky de Holcim Argentina.
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Apenas unos días atrás finalizamos el V Congreso de Caminos Rurales, en la ciudad de Paraná, un interesante programa por dos días exponiendo todas las alternativas de gestión, soluciones concretas

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Por el Ing. Pablo Belenky de Holcim Argentina.

En Argentina existen más de 500.000 km de caminos rurales; y en la región pampeana, los graves problemas de transitabilidad dejan aisladas a las comunidades que vinculan y socavan la rentabilidad de sus actividades productivas.
Las soluciones tradicionales para la preservación de caminos rurales se basan principalmente en el uso de materiales granulares como arena, grava y tosca. Estas soluciones típicas tienen dos características principales: en algunas regiones del país -como por ejemplo la zona núcleo pampeana- la disponibilidad de estos materiales es compleja y cara ya que requiere grandes distancias de transporte y, además, implican elevados costos de mantenimiento por cuestiones inherentes a su ingeniería.
Las políticas públicas erráticas de algunos actores principales se suman al déficit crónico de mantenimiento y, de esta forma, muchos caminos rurales se encuentran en mal estado y no son transitables luego de lluvias fuertes. Por esta razón, Holcim Argentina ha desarrollado para una amplia región de nuestro país, una solución para estas situaciones: Agrovial, un innovador ligante hidráulico para la estabilización de suelos y caminos rurales que incrementa su resistencia y durabilidad.

Un Ligante Hidráulico Vial (LHV) es un conglomerante de base cementicia producido en fábrica, distribuido listo para su uso. Los LHV fueron desarrollados inicialmente en Francia, actualmente su uso está ampliamente difundido en Europa, Asia y África, y recientemente fueron introducidos en América Latina. Han demostrado ser una solución simple, rentable e innovadora que permite estabilizar suelos incrementando su resistencia y durabilidad.

Los LHV se utilizan para estabilizar diferentes tipos de suelos tanto de la capa de rodadura de caminos de bajo tránsito como para el tratamiento de subrasantes, terraplenes, subbases y bases para pavimentos rígidos y flexibles. Se producen bajo norma europea y contienen clinker, yeso, escorias, calizas, puzolanas, como así también cales y otras adiciones minerales no tóxicas, todas totalmente compatibles con cultivos, animales y la vida humana; bajo la premisa que cada suelo tiene un LHV que lo estabiliza en forma óptima.

Holcim Argentina ha desarrollado y produce localmente dos tipos de ligantes hidráulicos de uso vial que se comercializan bajo el nombre Agrovial, uno destinado a suelos no plásticos (típicamente arenosos) y otro destinado a suelos de mayor plasticidad (típicamente limosos).

Un camino estabilizado con este producto tiene un mejor comportamiento ante el desgaste generado por el tránsito, evitan la formación de baches y huellas en temporada de lluvias, así como las fisuras y la erosión eólica del suelo por el tránsito de vehículos en época seca; permitiendo garantizar una completa transitabilidad durante todo el año.

Los caminos estabilizados con ligantes hidráulicos permiten múltiples terminaciones superficiales. Una primera posibilidad es dejar la superficie expuesta del propio material, en este caso la terminación será rústica, asegurando una óptima adherencia de los vehículos. Una segunda posibilidad es, tal como lo recomienda la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires (DVBA), incorporar 30 kg de piedra/m2 justo antes de la última pasada del rodillo compactador, de esta forma la superficie asemejará a un ripio, aunque la superficie no requerirá mantenimiento posterior ni incorporación periódica de material adicional. Finalmente, es posible implantar sobre la superficie un regado asfáltico de sellado curado con la incorporación de alrededor de 6 kg/m2 de agregado 0-6.
La vida útil del camino estabilizado con Agrovial será de entre 6 y 10 años, dependiendo de la intensidad de las lluvias del lugar, la condición hidráulica del camino y la intensidad del tránsito de camiones. Durante su vida útil, la necesidad de mantenimiento será mínima, apenas se requerirá una nivelación de la superficie con motoniveladora cada 1 o 2 años, lo cual implica un enorme ahorro respecto a las soluciones tradicionales, que requieren intervenciones periódicas.
Las ventajas del uso de LHV para la estabilización de caminos no sólo se traducen en su desempeño, sino que también puede señalarse que, para su aplicación, se requieren maquinarias simples, similares a las que poseen las municipalidades o los productores rurales y que, al simplemente mezclarse con el suelo del lugar, incluso permitiendo compensaciones laterales utilizando el suelo a los costados del camino, no requiere el aporte de materiales de cantera, con el consecuente ahorro en costos de transporte.
Las maquinarias básicas que requiere una estabilización típica son: una motoniveladora, un tanque regador, una rastra de discos y equipos de compactación (pata de cabra para suelos limosos y liso vibrador para suelos arenosos, en ciertos casos es recomendable sellar la aplicación con un rodillo neumático). Con estas maquinarias simples, es posible construir hasta 1.200 m² de estabilización de suelos en un día de trabajo, lo cual equivale a un camino de 4 metros de ancho por 300 de largo. Si se cuenta con maquinaria más avanzada, como por ejemplo una reclamadora, se pueden llegar a construir hasta 5.000 m² diarios.
Desde el lanzamiento de Agrovial en 2019, se han desarrollado múltiples experiencias exitosas en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Incluso el material forma parte de las especificaciones técnicas para la estabilización de caminos dentro del Plan Estratégico de Caminos Rurales desarrollado por la Dirección de Vialidad de Buenos Aires (DVBA). En estas especificaciones técnicas se exige una dosis de hidraulizante del 6% referido a la densidad seca del suelo y un acabado superficial compuesto de una dosis de agregados pétreos para superficie de rodamiento de 30 kg/m2. El control de calidad establece que la mezcla resultante deberá alcanzar una resistencia a la compresión inconfinada mínima de 12 kg/cm² (doce kilogramos por centímetro cuadrado) en Laboratorio, a los 7 (siete) días de curado con una hora de inmersión en agua, moldeada en probetas cilíndricas según las normas vigentes.
La conjunción de bajos costos de implantación y muy reducida necesidad de mantenimiento, deriva en un ahorro, respecto a las intervenciones tradicionales, que supera el 50%, dependiendo de la ubicación del camino y sus características hidráulicas, de tránsito y tipo de suelo.
El beneficio de estabilizar caminos mediante ligantes hidráulicos radica en eliminar el uso de material granular de aporte con el consecuente ahorro en costos de transporte, de esta forma, cuando la distancia a cantera supera los 200 km, un camino estabilizado con este producto tendrá un costo de implantación menor que uno estabilizado en forma tradicional. Por otra parte, el muy reducido mantenimiento que requiere a lo largo de su vida útil constituye otro ahorro significativo, ya que los métodos tradicionales de estabilización dejan un pasivo de mantenimiento que compromete por un largo tiempo las finanzas de los organismos a cargo de los caminos. Pero estos beneficios directos constituyen sólo el emergente dentro del marco de una evaluación social, deben ser considerados en esta evaluación otros beneficios que se derivan de las mejores condiciones de circulación, tales como menores tasas por accidentes (muertes, lesiones o daños materiales), mejor accesibilidad a servicios educativos, culturales y sanitarios de la población rural, menores pérdidas en la producción por efecto de garantizar la transitabilidad del camino o viabilización de nuevas actividades productivas.
Por todo esto, estabilizar caminos con Agrovial es una solución para el desarrollo rural sustentable que permite, mediante la acción conjunta de provincias, municipios, productores y consorcios camineros, resolver los problemas de la accesibilidad de los caminos terciarios. Por primera vez, el sector rural cuenta con una solución rentable a su alcance, de modo que el problema de la transitabilidad de los caminos rurales será, en poco tiempo, un problema del pasado.