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Nuevas normas de estacionamiento vehicular en CABA

Crónicas sobre el tránsito. Por el Ing. Oscar Fariña.
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EDITORIAL

*Por el Ing. Oscar Fariña.

Palabras iniciales

Recientemente la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó por ley nuevas normas que regulan, entre otras actividades, el estacionamiento vehicular (a la fecha de cierre de este artículo no se había publicado la Ley en el Boletín oficial), con el propósito, según se anuncia, de simplificar las reglas, adecuar las señalizaciones y dejar en claro de manera sencilla dónde se puede detener o no un automotor. Según se publica en los medios de comunicación, varios de los cambios se propusieron por parte de la Jefatura de Gobierno dado que se ha detectado que en lo que va del año, el 56 % de las infracciones de tránsito se produjeron por mal estacionamiento a la izquierda, que hoy está prohibido en las calles de mano única y permitido en ambas aceras en las de doble mano.

En general son varias las facilidades que se regulan y se entiende que algunas implican una mejora para el ordenamiento del tránsito y una actualización de sistemas que se vienen usando como el denominado Sube y Baja en los entornos de instituciones educativas, el color de la pintura demarcada en los cordones según su destino, el ordenamiento de las operaciones de carga y descarga, etc.

Nuevas reglas sobre estacionamiento

Los objetivos planteados en esta Legislación, en cuanto a la simplificación en las normativas de estacionamiento, pueden sintetizarse en las siguientes nuevas normas:

  • “Prohibición general de estacionamiento de vehículos en avenidas junto a ambas aceras los días hábiles entre 7:00 y las 21:00.”
  • “Permiso general de estacionamiento de vehículos en calles junto a ambas aceras todos los días durante las 24 horas.”
  • “Prohibición general de estacionamiento de vehículos en calles y avenidas afectadas al Sistema Metrobus junto a ambas aceras, todos los días durante las 24 horas.”
  • “Prohibición general de estacionamiento de vehículos en calles y avenidas con ciclovías junto al carril afectado a ésta, todos los días durante 24 horas.”
  • “No se debe estacionar sobre la demarcación de sendas peatonales o líneas de pare y sobre ciclovías. En los pasajes cuyo ancho de calzada no supere 4,50 metros. y calles de convivencia, en toda su extensión, junto a ambas aceras.”

Al respecto no se observan objeciones a las normativas planteadas, no obstante, este tipo de acciones de cambio deberían encararse con una visión integral, en cuanto a que en la mayoría de los Municipios que forman parte de la Región Metropolitana, se ha logrado una especial unificación de la reglamentación entre otros, del estacionamiento en la vía pública.

Por otra parte, es de destacar que también se ha llevado a cabo la implementación de un nuevo sistema de estacionamiento medido en el Área Macrocentro con modernas tecnologías de control.

Análisis del problema actual del estacionamiento

En primer lugar, es importante el cambio del sistema de estacionamiento medido que funcionaba desde hace 20 años en el área central de la Ciudad y sus alrededores y que aún hoy se lo continúa llamando popularmente como el de los parquímetros, a pesar que éstos ya fueron retirados hace mucho tiempo y reemplazados por las tiqueadoras y ahora con modernas y variadas aplicaciones.

Cabe recordar que los mencionados dispositivos ya funcionaban en los años setenta y eran accionados por monedas y su explotación estaba a cargo directo de la Ciudad. Ese sistema significó un avance dado que se facilitaban sitios para estacionar los autos en zonas de alta demanda a bajo costo y al establecer periodos breves de detención, se garantizaba el recambio permanente de las cocheras públicas. No obstante, variadas dificultades en el mantenimiento de los equipos y el control del flujo del dinero en los monederos, obligaron a las autoridades a concesionar el servicio a empresas privadas. Esto significó una ampliación primero de las zonas atendidas por el concesionario que progresivamente migró el sistema al uso de los denominados cospeles.

Bajo el punto de vista de la ecuación económica, ésta podía ser positiva solo si los usuarios pagaban la tarifa y cumplían con los periodos abonados. En este caso hay que tener en cuenta que la explotación era bastante costosa toda vez que había que atender a cada uno de los parquímetros, en cuanto a mantenimiento, retiro de los cospeles y su venta, control de las infracciones, etc. Es precisamente, en este último aspecto, que se presentaba una deficiencia operativa toda vez que el concesionario no podía sancionar a los infractores y la autoridad competente en tránsito era la Policía Federal, que no dependía de la Municipalidad. Es así que con el tiempo se fue articulando la incorporación del servicio de grúas a la concesión de la explotación, de forma tal que los vehículos sean retirados ya sea por no cumplir con el pago en el parquímetro o el estacionamiento indebido en lugares no habilitados.  

En este contexto, la rentabilidad de la explotación se incrementó tanto por el cobro del cargo del acarreo del vehículo, como al progresivo reemplazo de los parquímetros con los nuevos sistemas, tal el mencionado de las tiqueadoras, mientras que el gobierno recibía el pago de la tasa de estacionamiento y de las infracciones registradas. Si bien en los vehículos grúas viajaba también un agente de inspección de tránsito, y las infracciones eran registradas por personal autorizado, resulta inadmisible que un vehículo sea retirado de la vía pública de un espacio habilitado por una infracción de este tipo. Es por ello que las grúas se terminaron destinando a los vehículos concretamente mal estacionados.

El sistema en si es positivo, ya que se ordena la situación en la vía pública porque de alguna manera se persuade a respetar las normas de tránsito. No obstante, la conexión en los mismos concesionarios: estacionamiento-parquímetro-grúa, extendido durante muchos años y sin que se fueran modernizando los sistemas de pago del servicio, hizo finalmente que las autoridades procedieran a los cambios que se están llevando a cabo. Si a esto se suman los constantes reclamos y discusiones sobre todo lo actuado, se celebra que el Gobierno de la Ciudad haya separado la explotación del estacionamiento del retiro de vehículos mediante grúas.

El nuevo sistema de estacionamiento medido según se ha informado, rige en los Barrios de Retiro, Monserrat, San Nicolás, San Telmo, Recoleta y Balvanera en los horarios de lunes a viernes 8 a 20 hs. y sábado de 8 a 13 hs. y contempla el pago a través de la aplicación denominada Blinkay mediante la cual es posible la utilización de tarjetas de débito, crédito y billeteras virtuales o alternativamente el pago en efectivo en negocios habilitados.

En cuanto del servicio de grúas no se conocen bien los detalles de su implementación actual o futura, pero se entiende que aún siguen operando dentro de los alcances contractuales de las firmas concesionarias anteriores. En este contexto, se presenta la extraña situación en la zona del macrocentro de la concurrencia simultánea de tres factores vinculados al tránsito, como son las nuevas disposiciones de estacionamiento vehicular a partir de una nueva Ley aún no vigente, un nuevo sistema de estacionamiento medido, éste si en vigencia, con un señalamiento precario en los carteles existentes y la intervención del servicio de retiro de vehículos en infracción. Por último, se ha modificado el horario de vigencia de la regulación de control para los días hábiles pasando de 7 a 21 hs al horario de 8 a 20 hs.

Esta transición puede llevar a situaciones conflictivas, especialmente por el retiro de vehículos de conductores digamos confundidos por las señales. No obstante las autoridades han aclarado algo muy importante que “no se acarrea ningún auto por el estacionamiento medido y que los levantamientos se realizan por problemas de convivencia vial”.

Implementación de las nuevas disposiciones de estacionamiento

Si se analizan las nuevas disposiciones a ser incorporadas al Código de Tránsito y Transporte se puede concluir que ello va implicar un enorme esfuerzo en el cambio de la cartelería del señalamiento vertical, lo que a su vez genera un periodo de transición que se entiende superará los seis meses anunciados.

Véase que el incremento del parque automotor fue constante e intenso en la ciudad y, por ende, la demanda para mayores espacios para guarda de los autos. En esto tuvo una significativa incidencia el hecho de habilitar la construcción de edificios en altura, sin la obligación simultánea de acompañar las obras con nuevos y suficientes espacios de estacionamiento.

Los denominados garajes siempre han tenido la capacidad colmada y pocos han sido los nuevos habilitados, por lo que muchos de los autos incorporados al parque automotor, fueron necesariamente “a dormir a la calle”. En la actualidad ello se ve reflejado en que resulta muy difícil encontrar algún espacio libre para detenerse aun en forma transitoria, en prácticamente ningún barrio de la metrópoli. Las paradas en doble fila especialmente en zonas comerciales son algo corriente y los denominados cajones azules han resultado insuficientes para las operaciones de carga y descarga. Estos espacios también han sido reordenados en la nueva legislación.

En este contexto las nuevas disposiciones no implican una solución cierta al problema descripto, más allá que se planteen que con éstas se lograrán nuevos espacios para el estacionamiento en la vía pública. Se analizan a continuación algunas de las mismas:

1-Calles de mano única: estaba permitido estacionar sobre la derecha y prohibido sobre la izquierda; ahora se permite sobre ambas aceras.

A partir de la primera década del 2000, se llevó a cabo una política activa de estudiar e implementar el permiso de estacionar con carteles, en estas calles sobre la izquierda y en la actualidad prácticamente se ha aplicado este criterio en varios de los lugares factibles por disponibilidad de espacio en todos los barrios. El resultado se considera altamente positivo.

El problema puede surgir en la transición ya que, con lo dispuesto, todas las calles serán habilitadas a la izquierda, muchas de las cuales no tienen el ancho suficiente, por lo que ahora debería señalizarse la prohibición y dejar por un tiempo los carteles de permiso ya instalados por más que éstos resulten redundantes.

2-Avenidas de mano única y de doble mano: estaba permitido estacionar sobre la derecha y prohibido sobre la izquierda en las de mano única y permitido en las de doble mano; ahora se prohíbe sobre ambas aceras.

Aquí también se da una doble situación, dado que varias avenidas ya están demarcadas, en este caso con la prohibición, mientras que otras no tienen señalamiento por lo que está habilitado actualmente y prohibido por norma el futuro. Resulta necesario hacer un relevamiento de toda la infraestructura e implementar el señalamiento nuevo consecuente, previo a la entrada en vigencia de las disposiciones reglamentarias.

3-Calles con ciclovías y avenidas con Metrobus: ahora se prohíbe las 24 horas.

La implementación de la infraestructura de estos sistemas de movilidad son de reciente construcción y están señalizadas adecuadamente las prohibiciones. Debe aclararse que en el caso de las ciclovías en calles de mano única rige la prohibición sobre la acera en que ésta se desarrolla.

Es de resaltar algunas acciones de mitigación que se han llevado a cabo por el impacto negativo en el estacionamiento vehicular barrial, que implica la construcción de la infraestructura de una ciclovía.

En la Figura N° 1 puede verse un caso de mitigación positiva en cuanto al estacionamiento, en que el ancho de la calzada lo permite, de habilitar cocheras sobre la izquierda paralelo al espacio reservado para la circulación de las bicicletas.

4-Pasajes: se ha informado que rige la prohibición de estacionamiento las 24 hs. pero la norma se refiere solo en aquellos pasajes cuya calzada sea inferior a los 2,40 metros.

Los pasajes tienen en general mano única pero aún subsisten varias de doble sentido, no obstante, se observa que el estacionamiento en este último caso, se realiza solo sobre un lado de la calzada, que es una buena práctica. Por esta razón se debería señalizar, si no es posible asignar mano única a las mismas, que se habilite el estacionamiento con las dos orientaciones de los autos en el mismo lado de la calzada.

Conclusiones

El cambio en las reglas para estacionar en la Ciudad se ha planteado con el objetivo de simplificar las normativas y priorizar el criterio de permitir contra el prohibir mediante señalamiento. No obstante, el cambio a lo vigente y de lo que existe en un generalizado acostumbramiento de los habitantes de Buenos Aires, debería llevarse a cabo a partir de una transición ordenada hacia el nuevo esquema.

Véase que, en el caso de las avenidas, la norma es contraria al objetivo ya que se prohíbe en todas sus formas. Son numerosas las arterias de este tipo que tienen un ancho importante con bajos niveles de tránsito. En estos casos, se deberán dictar las normas, ordenanzas, etc., según corresponda para instalar posteriormente el señalamiento autorizante respectivo. Por el contrario, en muchas calles con mucha demanda de tránsito, donde solo se estaciona sobre la derecha y no sobre la izquierda, deberá disponerse del señalamiento de prohibición correspondiente.

En síntesis, se entiende que es necesaria una planificación integral de las acciones a encarar en todo el ámbito urbano, con la instalación de la cartelería correspondiente. Dado que ello implica tanto la instalación como la remoción de miles de carteles, la habilitación de las nuevas normas no debería ser inmediata y procederse a su puesta en marcha una vez concluidos los trabajos citados, que podría encararse conforme a la división existente en comunas de la geografía urbana.

Que todo sea para mejor

Hasta la próxima