PLANES DE GESTIÓN DE TRÁFICO ANTE INCIDENTES

* Por Iñaki Eguiara Garay

Un centro de gestión de tráfico debe trabajar de la manera más ágil y efectiva posible. Cualquier decisión errónea tomada de manera precipitada puede tener graves consecuencias así como los retrasos en la toma de decisiones.  Cuando ocurre una incidencia grave que afecta a la vía debe reaccionarse inmediatamente aplicando medidas eficaces. Esto sólo es posible si se trabaja previamente analizando de manera sosegada cada una de las posibles soluciones a adoptar. Todas aquellas decisiones que se adopten en momentos de gran tensión sufren el riesgo de no ser las más adecuadas. Por ello es importante redactar unos planes de gestión de tráfico que recojan de manera detallada todas las actuaciones necesarias para resolver el incidente evitando o aminorando sus efectos. Esto permite, por un lado, actuar de una manera eficaz al adoptar decisiones tomadas con calma evitando aquellas tomadas en momentos de estrés y, por otro lado, ganar un tiempo precioso al estar todas las medidas ya recogidas en los planes.
Las actuaciones a realizar no son las mismas en todos los casos y circunstancias. Deberemos adoptar medidas específicas teniendo en cuenta: dónde ocurre el incidente (en qué punto kilométrico y sentido de circulación), cuántos carriles quedan afectados, qué intensidad de tráfico hay, y cuál es la duración prevista del incidente.
Dejando aparte en este caso la gestión del accidente en el lugar desde el punto de vista de la seguridad, en este artículo nos vamos a centrar en la gestión del tráfico para minimizar los efectos adversos de un accidente en forma de retenciones y atascos.

TRABAJOS PREVIOS
En primer lugar es preciso tramificar la red de carreteras de manera que cada tramo esté delimitado por intersecciones con otras carreteras. Cada tramo empezará y finalizará en dos accesos consecutivos y deberá tener unas características constantes a lo largo de todo él, de manera que todas las acciones previstas para cada suceso sean aplicables para cualquiera que sea el punto donde ocurra el accidente. Es preciso indicar que el sentido cobra una especial importancia por cuanto las acciones a aplicar en materia de itinerarios alternativos serán completamente distintas dependiendo en qué sentido ocurrió  el accidente.

Antes de empezar a planificar las acciones correspondientes a cada caso será preciso realizar un trabajo de campo previo para recoger toda la información relevante asociada a la red de carreteras objeto de los planes a desarrollar. Debemos localizar todos los pasos de mediana existentes y registrar su longitud y tipo de cierre. Los pasos de mediana permiten realizar by-passes por la otra calzada para evitar el tapón producido por el incidente. Deberá estar dotado de un cierre que sea de fácil apertura para que la medida sea eficaz. De todas las áreas de servicio existentes registraremos su capacidad de almacenamiento de vehículos tanto ligeros como pesados. Igualmente dispondremos del inventario de todos los paneles de mensaje variable instalados en carretera.

FACTORES CRÍTICOS A TOMAR EN CUENTA
Número de carriles afectados
No se tomarán las mismas medidas dependiendo del número de carriles afectados. No es lo mismo que los vehículos accidentados ocupen toda la calzada que si sólo es un golpe de poca importancia y ocupan tan sólo un carril. En este último caso podrán habilitarse uno o más carriles para ir aliviando la congestión mientras los servicios de urgencias siguen trabajando en el lugar.
Hora del incidente y duración del mismo
Otro dato de gran importancia es la hora del incidente por cuanto influye en la intensidad de tráfico que circula por el lugar. A la hora de planificar las medidas acudiremos a la curva patrón de tráfico en ese lugar para estimar las intensidades de flujo. Estas curvas responden a patrones estables asociados a días laborables tipo, fines de semana, días especiales de salida y retorno en períodos vacacionales, etc.
Asociado al anterior parámetro está la duración del incidente. A priori, no podremos conocer cuánto va a durar, por lo que deberemos basarnos en las estimaciones de quienes más experiencia tienen en estas labores, los agentes de policía en el lugar. Estos dos últimos parámetros son muy importantes por cuanto permiten realizar una estimación de los vehículos totales afectados.
Un ejemplo para ilustrar la importancia de estimar la duración prevista del incidente lo tenemos en el caso de que el accidente ocurre en una hora común pero es lo suficientemente grave (por ejemplo vuelco de un camión cisterna de mercancías peligrosas) como para que la duración de resolución del mismo pueda llevar varias horas. En ese primer momento el número de vehículos afectados es pequeño pero la curva de tráfico nos dice que en esas próximas horas las intensidades de flujo van a subir de manera importante y los vehículos afectados serán miles.
Clasificación de sucesos
Para que la situación no sea de una complejidad excesiva, en función de los parámetros anteriormente citados dividimos las situaciones en tres sucesos tipo.

• SUCESO S1. Corte de un carril con una duración máxima de tres horas con intensidad débil y una hora con intensidad media o alta.
• SUCESO S2: Corte de un carril con una duración mínima de tres horas con intensidad débil y superior a una hora con intensidad media o alta.
• SUCESO S3: Corte completo de la calzada en un sentido.

Si multiplicamos el número de tramos, por los dos sentidos y por tres tipos de sucesos, en una red de carreteras de 350km, pueden darse más de 600 situaciones posibles o dicho de otra forma, 600 planes de gestión de tráfico distintos.

QUÉ DEBEMOS HACER
Las acciones se pueden agrupar en:

• Información al conductor: mediante paneles de mensaje variable, mensajes en emisoras de radio convencionales o TV, a través de aplicaciones específicas para Smartphone o de navegadores conectados en tiempo real.
• Itinerarios alternativos.
• Almacenamiento de camiones.
• Coordinación con agencias de protección civil y servicios de mantenimiento de carreteras.

En cada uno de ellos se mostrarán de manera detallada cada una de las acciones a realizar.

También se  indicará cada uno de los mensajes a editar en cada panel de mensaje variable. Esta última labor queda facilitada por el hecho de que las herramientas de gestión de los sistemas ITS tiene la posibilidad de editar planes de gestión de manera que se puede definir una serie de mensajes en distintos paneles y darles un nombre asociado al código del plan. Cuando ocurra un suceso previamente planificado se ahorra mucho tiempo al poder pulsar en la aplicación de gestión el código del suceso y toda la serie de mensajes asociados se enviarán a la carretera y en segundos se mostrarán en los todos los paneles instalados en carretera afectados por el caso concreto que nos ocupe. En general se tratará de dar avisos en aquellos paneles instalados aguas arriba del suceso aunque no siempre se reduzca a esos.

Asimismo, determinaremos todos aquellos itinerarios alternativos posibles de menor a mayor longitud que servirán para derivar tráficos, tanto a los vehículos que estén atrapados ya en el lugar, como a aquellos que encontrándose aún lejos les permitirá evitar el atasco y agravar la situación de congestión en el lugar. Para esto es fundamental conocer la reserva de capacidad de esos itinerarios alternativos de manera que no colapsemos otras vías.

Como resumen hay que decir que es un gran trabajo pero que merece la pena por sus resultados. Estos planes deben estar vivos. Después de cada incidente y una vez aplicado su plan correspondiente habrá que realizar una revisión y valoración del mismo para determinar aquellos puntos que deban ser mejorados. A lo largo del tiempo puede que se hayan convertido en unos planes bastante alejados de los iniciales pero lo que sí es seguro es que serán mucho más eficaces al haber estado sometidos a situaciones reales.

 * Iñaki Eguiara Garay es responsable de Área de Investigación de Tráfico, de la Dirección de Tráfico del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco (España).