¿Cuál es el balance que realiza en estos 18 años? ¿Qué obra, proyecto o desarrollo cambió el paradigma del sector?
En los últimos 18 años nuestra industria vio acrecentarse de manera exponencial su producción. Esto se debe y mucho más en los últimos 10 años, a un cambio radical en la forma de encarar las obras en construcción. En el pasado el hormigón se realizaba en la obra, con cuadrillas familiares que eran los hormigoneros, donde el propietario de la misma o la empresa constructora proveía los elementos para la realización del hormigón. Estas cuadrillas hacían la mezcla y la colocaban in situ. Hoy en día ésta metodología fue reemplazada por el hormigón elaborado dando servicio, rapidez y seguridad en la calidad del producto final.
Si nos venimos más a la actualidad veremos el advenimiento de las bombas de hormigón, que permiten en forma rápida y segura lograr la colocación del hormigón en el lugar.
No tenemos datos estadísticos desde esa época pero si podemos decir que en la actualidad superamos los 7 millones de m3 y que se duplicó la producción en los últimos 20 años.
¿Cuál es la tendencia que se proyecta en la actividad para los próximos años?
Respecto de la tendencia, es sumamente alentadora. El consumo del hormigón elaborado estaba antiguamente circunscrito principalmente a Capital y el Conurbano. El interior no tenía relevancia en la producción de éste producto. No existía hormigoneras en ciudades con menos de 50.000 habitantes, hoy una ciudad con esa población, tiene al menos dos plantas en producción.
La proliferación de nuevas plantas, si bien aumenta la presencia del hormigón elaborado, tiene como contrapartida que muchas de esos nuevos jugadores en la plaza no siempre cumplen con los estándares que nuestra Asociación exige. Prueba de ello que solamente 85 empresas están asociadas, cuando existen más de 200 plantas instaladas en el país. Cabe aclarar que los miembros de la AAHE cumplen con todos los reglamentos vigentes, de aplicación sobre el producto su entrega y conservación del medio ambiente, y un gran número de empresas ya están certificadas con las normas ISO 9001. El resto está en vías de hacerlo condición necesaria para poder continuar siendo socio.
¿Cuál es el gran desafío para el 2015?
El desafío para el 2015 es lograr que con la colaboración de los colegios profesionales de Ingenieros, Arquitectos y Constructores, los Municipios, y las entidades de obras públicas nacionales y provinciales, se exija el cumplimiento del Reglamento CIRSOC 201 en lo que se refiere al hormigón y su entrega de obra. Cabe destacar que dicho reglamento es de uso obligatorio en todas las obras públicas nacionales a partir del 1º de enero del 2012 al que se están adhiriendo las provincias, municipios y empresas de servicios, pero con una gran lentitud .
¿Algo para destacar?
Solamente quiero agregar que nuestra institución con 36 años de antigüedad ve con orgullo que su principal objetivo de difundir el buen uso del hormigón lo realiza permanentemente con más de 500 alumnos egresados de sus cursos de laboratoristas, edición de manuales, participación en las comisiones de normativas del IRAM, y en la comisión redactora del CIRSOC, la edición ininterrumpida durante 10 años de la revista Hormigonar con una tirada de 4.000 ejemplares, boletines electrónicos de información a los asociados, 34 jornadas de actualización técnica en las principales ciudades del país, talleres sobre temas específicos y muchas más actividades.