Con una inversión de 1.200 millones de dólares, el Gobierno Nacional está llevando adelante la cuarta etapa del Plan Maestro del Río Salado, en conjunto con la Provincia de Buenos Aires.
La cuarta etapa comprende un total de 16 contratos y se extiende a lo largo de 220 kilómetros, desde General Belgrano hasta superar la localidad de Bragado. Es la obra más grande de protección de inundaciones que se está haciendo hoy en la Argentina.
Actualmente, en el frente de obra, a unos 30 kilómetros de la localidad de Lobos, hay nueve excavadoras y dos dragas funcionando.
En estos últimos dos años y medio, las obras que se contrataron exceden en cantidad a las que se habían contratado entre el 2004 y el 2016.
En estas etapas (Subtramo A1 + Subtramo A2 + Subtramo A3, que conforman la etapa 1A) se habrán movido desde el río un volumen de suelo de 10.000.000 de m³, equivalente a la Avenida 9 de julio completa de tierra de punta a punta con una altura similar a la del obelisco porteño.
OBJETIVO
El Plan Maestro del Río Salado comenzó en 2004 con el objetivo de adecuar, ensanchar y profundizar el cauce del río para permitir su escurrimiento y evitar inundaciones.
Es una obra para adaptar el territorio argentino al cambio climático y así evitar los efectos de las inundaciones y las sequías.
Se han concretado ya las tres primeras etapas y el Gobierno Nacional está avanzando actualmente en la última, que es la más larga.
BENEFICIOS
Estas obras no solo beneficiarán a los vecinos de la provincia de Buenos Aires, sino también a los de Santa Fe, Córdoba, y La Pampa, zonas en las que el agua escurrirá más rápido.
Los trabajos afectarán directamente a un millón de hectáreas en una de las zonas más productivas de la Argentina.
Población beneficiada directa: 200.000 habitantes.
Población beneficiada indirecta: 1.400.000 habitantes.
DRAGADO
Hay dos dragas funcionando en el frente de obra. Cada una avanza entre 30 y 32 metros lineales en un día.
La draga es una embarcación que se utiliza para la ampliación de ríos, lagunas o canales. Funciona como una aspiradora o como el barrefondo de una pileta: a través de un cortador y un succionador, trabaja para mejorar el escurrimiento del agua y volcar a los campos la tierra que se saca del río.
Funcionan 22 horas al día, con dos motores que gastan 180 litros de gasoil por hora.
Solamente paran por dos horas para chequeos técnicos.
El material excavado es transportado por cañerías hacia espacios llamados recintos, que reciben la tierra dragada y permiten sanear hectáreas inundadas, favoreciendo la producción.
¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO HOY?
Después de un largo proceso, que llevó décadas de desmanejos y decisiones erradas, hoy se decir que se está transitando una nueva etapa. Se está haciendo una obra clave para proteger de las inundaciones a más de un millón de vecinos y recuperar más de un millón de hectáreas para la producción. Y se está haciendo a través de un proyecto de adaptación a la variabilidad climática, con tres componentes fundamentales:
1-Inversión: se comprometió una inversión de más de 1.000 millones de dólares -700 corresponden a Nación y 300 a la provincia de Buenos Aires-; que están trabajando en conjunto en una obra a largo plazo que forma parte del Plan Nacional del Agua. Además, se comprometieron más inversiones en dos años y medio que en 12: las obras que se contrataron en estos dos últimos y medio exceden en cantidad a las que se habían contratado entre el 2004 y el 2016.
2-Buen diagnóstico: se supo reconocer el problema y entender que no hay posibilidad de solucionar la problemática de las inundaciones sin tener en cuenta el riesgo residual y la importancia de hacer políticas públicas de largo plazo basadas en la adaptación al cambio climático y ya no en la mitigación. Parte de este nuevo proceso es reconocer lo fundamentales que son los datos y los seguros climáticos para poder tomar decisiones más inteligentes.
3-Fortalecimiento de las instituciones: ninguna política exitosa se puede llevar adelante desde instituciones que no estén bien fortalecidas. Por eso, se está trabajando con este plan de manera conjunta: las instituciones son fundamentales, y se entiende lo importante que es volverlas cada vez más participativas.
Gracias a estos tres factores hoy se ha avanzado en un tema histórico, que es resolver la cuestión de las inundaciones en una de las zonas productivas más importantes para la Argentina.