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Situación actual de la minería en la provincia de Buenos Aires

*Por el Ing. Gustavo Núñez, presidente de la Cámara de la Piedra de la Provincia de Buenos Aires.
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EDITORIAL

*Por el Ing. Gustavo Núñez, presidente de la Cámara de la Piedra de la Provincia de Buenos Aires.

La situación actual de la minería en la provincia de Buenos Aires no escapa al contexto general del país, ya que hay un clima de incertidumbre que domina el mercado. Desde hace ya varios meses, ha venido declinando la actividad, sobre todo en las obras públicas, debido a que la alta inflación, y la demora en la re determinación de los precios hace que las empresas no puedan afrontar le ejecución de las mismas, ya que cuando cobran no alcanzan a compensar los costos reales.

Otro tema importantísimo en lo que hace a la producción, es el problema de la importación de repuestos e insumos que, en nuestro caso, son en su mayoría importados. Casi todos nuestros insumos no son sustituibles por productos de elaboración en Argentina, ya que las maquinarias son todas importadas y de gran porte.

Hay todo un sistema complicado para poder llevar adelante este tema. Se demora en la presentación de los permisos de importación, SIRA, y una vez aprobadas estas, Comercio Exterior no permite pagarlas antes de un plazo de mínimo 60 días, plazo que generalmente se alarga, con lo cual las empresas importadoras no pueden garantizar la entrega de los insumos en tiempo y forma.

En la actualidad, las canteras de piedra están trabajando al 40/50% de su capacidad instalada. Las obras de Vialidad Nacional están todas semi paralizadas, ya que, debido a lo antes mencionado, las empresas hacen solamente movimiento de suelos y alcantarillado, dejando para más adelante la ejecución de las carpetas asfálticas, que son las que necesitan del agregado pétreo que es lo que nosotros producimos.

Por otro lado, varios de nuestros proveedores envían los insumos, pero con la condición de ajustar el precio a la fecha del efectivo pago, con lo que complica mucho para poder elaborar costos reales y, por ende, precios de venta. Además, todos cotizan con el dólar CCL, y no con el oficial.

Respecto al personal, siempre hemos mantenido la totalidad de los planteles, aun en la época de la pandemia, lo que significa un aumento importante en los costos al tener una capacidad ociosa de más del 50%.

Vemos con preocupación que el horizonte cercano no muestra signos de cambio en la actividad.