En el marco del Plan Vial Federal, la Dirección Nacional de Vialidad, propone construir más de 7.500 km de nuevas autopistas y rutas seguras. Para eso, consideran relevante trabajar en equipo con el sector privado a través de un sistema de inversión confiable y transparente. Así, el Ing. Juan Manuel Campana, resalta los avances de obras, las inversiones realizadas y las distintas mejoras que realizaron en sus primeros tres años de gestión.
-¿Cómo han evolucionado las obras en los últimos tres años de mandato?
Ing. Juan Manuel Campana: Cuando asumimos esta gestión nos enfrentamos con un desafío muy grande. Había una gran cantidad de obras abiertas, la mayoría paradas o con bajo nivel de ejecución. El reto fue poner en funcionamiento las que nos parecían estratégicas para la mejora del servicio de transporte nacional y la logística.
A su vez, nos propusimos hacer nuevos proyectos y licitar una serie de obras que también consideramos importantes, incluidas todas en el Plan Vial Federal, un documento base que se trabajó previamente y que es el que seguimos en esta gestión, junto con el Ministerio de Transporte. Ese trabajo fue bastante arduo. Hubo que actuar en distintas líneas, imprimiendo una gran cuota de transparencia e intentando la mayor competitividad posible en las licitaciones. Pero creo que lo hemos logrado.
Por otra parte, el desafío también tuvo que ver con pasar de gestionar expedientes a gestionar obras. Eso significó un gran cambio cultural dentro de Vialidad. Todavía estamos en ese proceso. A la fecha tenemos alrededor de 1.800 kilómetros de autopistas lanzadas en ejecución, a lo que se suman unos 900 km de la primera etapa de PPP ya licitadas.
Asimismo, asumimos el control de actividades de conservación por administración y nos hicimos cargo de las emergencias, que lamentablemente fueron muchas. Para eso, hubo una gran inversión en equipamiento y capacitación del personal. Ejemplo de esto es el trabajo que hicimos en Vialidad Invernal. Gracias a eso, este año tuvimos pocos inconvenientes.
-¿Cuál es la inversión realizada por este Gobierno para el equipamiento de laboratorios de Vialidad Nacional?
J.M.C.: Desde el punto de vista técnico, Vialidad venía de un proceso de estancamiento, tercerizando y delegando en las contratistas muchas actividades críticas (diseños, autocontrol, etc.). Pusimos mucho esfuerzo y dinero para revertir esa situación. El orden de la inversión en equipamiento, una parte de lo cual son los laboratorios, está alrededor de los 50 millones de dólares. Hay que destacar la actuación de la Banca Multilateral: conseguimos el apoyo tanto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como del Banco Mundial.
Gracias a ese aporte vamos a tener cinco laboratorios regionales equipados de primer nivel, que a su vez van a tener un laboratorio móvil. De acá a fin de año, esos equipos ya estarán implementados. No va a existir ninguna especificación técnica que estemos usando en nuestras obras que no pueda chequearse en esos laboratorios.
Por otra parte, incorporamos equipos de evaluación de pavimento de primera línea para el control, tanto de la red vial que administra Vialidad, como de las concesiones tradicionales y de Participación Pública-Privada (PPP).
-¿Cómo está resultando la implementación de las PPP?
J.M.C.: Están en plena ejecución. Particularmente, estoy muy conforme con el resultado de la elaboración de esos pliegos. Ahora el desafío es ejecutar y controlar. Vialidad está preparada y tiene todo el equipamiento necesario para eso.
En este momento, están en proceso de aprobación los proyectos ejecutivos presentados por los consorcios. Hay varios que ya están haciendo algunas obras de repavimentación y actividades menores, antes de arrancar las obras grandes. Desde el punto de vista del cumplimiento de plazos estamos muy bien y todos los consorcios están respondiendo plenamente. En el mes de noviembre deberíamos ver mucha más actividad.
Las PPP están pensadas para que el sector privado apalanque toda la actividad vial en la Argentina con niveles de inversión muy grandes y con un pensamiento de largo plazo. Ya no se trata de hacer la obra para el ejecutor, sino de hacerla, mantenerla y operarla en los determinados niveles que exigimos.
Asimismo, los niveles de exigencia que propuso Vialidad, también se visualizaron en las respuestas de los contratistas, quienes se han equipado mucho. Las plantas asfálticas que tenemos hoy son de las más modernas del mundo. Ha habido récords de compra de las mismas en el país, así como de otros tipos de equipamientos. A la fecha, una obra de Vialidad Nacional se iguala a una del primer mundo, tanto en calidad como en productividad. Eso ha sido un esfuerzo muy grande que compartimos, tanto el sector público, incentivando a que eso pase, como el sector privado, desde donde entendieron que tenía que ser así y se adaptaron al respecto.
-En cuanto a las obras de mantenimiento, ¿siguen siendo ejecutadas a través del sistema C.Re.M.A. (Contrato de Recuperación y Mantenimiento)?
J.M.C.: Desde Vialidad utilizamos tres sistemas de gestión: las PPP, las concesiones tradicionales, y los C.Re.M.A.. Justamente ahora estamos en la etapa de transformar este último sistema por un modelo de mediano plazo y más orientado al usuario en términos de calidad de pavimento.
La administración actual de Vialidad se hizo cargo en forma directa de una porción mucho más grande de la que mantenía antes. A la fecha, son alrededor de 17 mil kilómetros. Con esos mismos préstamos que conseguimos de inversión a través de la Banca Multilateral, incorporamos mucho equipamiento para la conservación. En los distritos hay un fuerte impulso a la reorganización de esas actividades. Con eso, más la gestión de los C.Re.M.A. y los contratos de conservación que denominamos de tipo modulares, estamos realizando una actuación mucho mayor al que hacíamos antes.
La mayoría de las obras son de rehabilitación, reconstrucción y mantenimiento menor. El resto son contratos de obra nueva. Pensándolo en kilómetros, conservar la red en buen estado es la tarea más ardua de Vialidad. En cambio, en términos de montos de inversión, la lógica se invierte. Las dos tareas tienen igual importancia y no podemos desatender a ninguna de las dos.
-La falta de control de cargas va en contra del buen mantenimiento de los pavimentos ¿Cómo está enfrentando ese tema Vialidad Nacional?
J.M.C.: Hay una gran tarea con respecto al control de peso y la estamos llevando a cabo en dos ejes. Uno es a través de las PPP. Se les ha transferido a las empresas la potestad del control de cargas. Eso va a hacer que ellos se interesen por pesar, ya que no les va a convenir tener mayores deterioros por sobrecarga. Hay grandes incentivos en los contratos y en la normativa que promueven que efectivamente realicen esos controles.
Por otro lado, desde el punto de vista de las rutas que no están concesionadas por esos pliegos, reparamos muchas balanzas y estamos poniendo en funcionamiento más de las que teníamos.
Asimismo, estamos en un proceso de compra de equipamiento electrónico de punta para el control de pesos, que seguramente estará disponible el año que viene. Eso, no sólo nos va a permitir mejorar nuestra capacidad de control, sino además la información con la que contamos. Nos van a brindar datos concretos.
-¿Cómo enfrentaron la aparición de la nueva configuración de camiones con doble remolque?
J.M.C.: Las configuraciones extras, como las de los bitrenes, a la fecha llegan hasta las 75 toneladas. Algunas son un poco más largas y muchas son de mayor peso. Mantuvimos la carga máxima admisible por eje, pero dimos una ampliación mayor al rango en el cual tienen que ubicarse. Camiones que antes podían llevar sólo 45 toneladas y no podían llegar a su máxima carga por eje, hoy pueden alcanzar una carga mucho mayor a través de lo que llamamos \’escalamiento\’.
Es un desafío grande, pero desde el punto de vista del costo logístico es sin duda una mejora sumamente importante para Argentina. Al brindar la posibilidad de usar estas configuraciones, Vialidad está contribuyendo no sólo en la mejora de la infraestructura, sino también en el aumento de disminución de costos logísticos.
-Siempre existieron conflictos entre la autoridad policial y la de pesos y medidas, ¿cómo piensan dar solución a este problema?
J.M.C.: Hay una ventaja muy importante en la configuración de los Ministerios de esta gestión, y es la creación del Ministerio de Transporte. Todos los organismos que de alguna manera trabajamos en el área de transporte, como Vialidad Nacional o la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ahora pertenecemos al mismo Ministerio. Eso implica la posibilidad de que alguien lleve a cabo esa coordinación. Hoy hay sinergia entre los equipos, por lo que esas trabas que existían en el pasado se están diluyendo. En los aspectos normativos y de fiscalización, las tareas se están llevando a cabo en conjunto y de manera cada vez más coordinada. Veo mucho futuro en el aumento de eficiencia de ese control.
-¿Existe un sistema centralizado de control en las rutas nacionales?
J.M.C.: La información de pesos de la red la estamos manejando desde Vialidad y a través de nuestra Web la compartimos con el resto de los organismos que conforman el Ministerio de Transporte. Pero hay distintos aspectos en la tarea de control. Uno es el de la información: necesitamos saber cuál es el espectro de cargas por eje de los camiones que circulan por cada tramo de la red. Es decir, además cuál es la carga con la que viajan, cuántos ejes tienen, de qué tipo son, así como si están en norma o no. Esa información la vamos a obtener con balanzas dinámicas del tipo WIM (Weight in Motion), que pesan sin detener a los vehículos. Está en proceso de compra una gran cantidad para armar una base de datos informativa importante que nos permita hacer política pública.
Otro punto es el proceso de fiscalización. Hay balanzas fijas ubicadas en determinados sectores y están las que van a colocar los concesionarios de PPP. Esas son las que miden los aspectos normativos y permiten la multa. Ahí también estamos invirtiendo en tecnología, tanto desde Vialidad como desde los concesionarios PPP, para hacer eso más ágil y eficiente.
Desde Vialidad también estamos adquiriendo algunas balanzas móviles para ir a hacer algunos controles sorpresivos en los tramos donde efectivamente estamos verificando que tenemos problemas. El abordaje es bastante integral. Nos llevó un tiempo la compra de equipamiento y la instalación. Entiendo que el año que viene se verán funcionando.
-¿Cómo actúa Vialidad Nacional en la adhesión de las provincias a la Ley de Seguridad Vial?
J.M.C.: A través del Consejo Vial Federal, apoyamos e impulsamos las políticas que se llevan a cabo en el Ministerio de Transporte. Por ejemplo, intervenimos fuertemente en explicar y ayudar a las Vialidades Provinciales en materia de implementación de bitrenes. Ellos tienen que adherir, por supuesto, pero trabajamos junto con el Ministerio de Transporte para apoyar esa adhesión. Hay provincias que están adhiriendo y otras que todavía están en proceso de aprobación interna; pero entendemos que los beneficios son tan amplios para todos, que la implementación seguramente va a estar activa muy pronto en todas las provincias.
-Una obra que en este momento es emblemática para Vialidad Nacional es el corredor de Vaca Muerta ¿Qué impacto que tiene?
J.M.C.: Desde el punto de vista económico y estratégico, Vaca Muerta es un área muy importante para el país. El Ministerio de Transporte puso mucho foco allí, tanto desde lo ferroviario, como desde lo vial, que es el tema que nos toca a nosotros. A través de algunas obras, Vialidad Nacional tiene fuerte presencia en la región, pero estamos estudiando y participando en las mesas de discusión sobre el área.
-Con respecto al inventario y mantenimiento de los puentes argentinos, ¿Se están tomando medidas de control?
J.M.C.: En materia de puentes, sabemos con bastante precisión lo que tenemos, gracias a una herramienta de relevamiento periódico denominada Sigma Puentes. Actualmente, también desarrollamos un Sistema de Información Geográfica (SIG), que está en la página Web y que lo usamos para cargar información técnica. En ese sistema ya tenemos relevada la totalidad de los puentes que tenemos en Vialidad Nacional. Son más de cinco mil. Además, existe un área específica de conservación de puentes, desde la cual estamos muy alertas al tema de la conservación. Por ejemplo, con la reciente aparición de los bitrenes nos ha tocado actuar. Hubo que verificar la aptitud de cada uno de ellos para soportar el peso. En general no tenemos problemas. Hay una serie de puentes que originalmente estaban limitados en su carga y que están siendo revisados uno a uno por la Universidad Nacional de Córdoba, en convenio con Vialidad. Esos puentes limitados son 90 aproximadamente. En los que tenemos que trabajar con mucha mayor prioridad son alrededor de 30.
-¿Cuál fue hasta ahora el aporte más relevante brindado por la gestión actual de Vialidad Nacional?
J.M.C.: Uno de los pilares más importantes tiene que ver con la apertura a tecnologías nuevas y el incentivo a la competencia. La cantidad de oferentes que tuvimos a la fecha en licitaciones es muy grande. Toda nuestra información es pública y está en Internet, los pliegos de licitación son gratis y se implementaron muchas medidas que hacen a la transparencia de los procesos y favorecen la competencia. El resultado fue que bajaron los precios en las licitaciones de manera muy notable.
También fue importante la actualización de normativas. Hicimos un convenio con IRAM para la certificación de elementos de contención lateral, con el objetivo de que cualquier proveedor del mundo que tenga algún elemento vinculado con la seguridad vial y lo quiera proponer para que sea utilizado en nuestras obras, pueda hacerlo. El procedimiento es muy transparente y abierto, similar al que se realiza en el resto del mundo. Estamos actualizando normativas en materiales, en mezclas asfálticas y en otras áreas relacionadas a la ejecución de obra.
El otro pilar de esta gestión es la capacidad de nuestros ingenieros para controlar plazos y cantidades, para que las obras tarden en concluirse el menor tiempo posible, y para que luego duren lo que tienen que durar, en relación a la calidad y durabilidad. Para eso invertimos muchos esfuerzos, tanto en recursos humanos como en equipamiento de control de calidad.
-Los ingenieros que están haciendo las obras viales se sienten realizados. Estos cambios los sorprendieron en el buen sentido. ¿Perciben lo mismo desde Vialidad?
J.M.C.: Logramos una relación Estado-contratistas importante. Cada uno en su lugar y con una regulación, que es el contrato. Y además, también empezamos a hablar sobre el mismo y a respetarlo. Por supuesto que a veces, ante inconvenientes que se presentan y que son naturales en una obra vial, las cosas se ponen complejas y hay que tener profesionalismo de ambos lados para llevarla a cabo a tiempo y con la calidad pretendida; pero siempre en la línea contractual. Eso ha sido un aprendizaje de ambas partes y que se ha aceitado bastante. Hoy tenemos una relación que va alineada con el objetivo común, que son obras en plazo, con la calidad pautada por contrato y a un precio razonable para la sociedad.